Partida Rol por web

Sil Auressë

[12.6.] Mes de Nórui, 1644 T.A.

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16/06/2014, 23:21
Director

Norión se quedó observando a Arkyn, quien se dirigía de nuevo al pasillo de la Academia. Al bardo se le notaba nervioso, alterado... Sin razón aparente. Ya lo había visto actuar así antes. Se preocupaba mucho por la pequeña Caäniza, pero el sacerdote no supo profundizar en los sentimientos que unían a los dos. Arkyn era un hombre ya maduro, Caäniza una niña. No parecían estar emparentados, pero llegaron juntos. Lo que estaba claro era que Arkyn quería asegurarse en todo momento que la niña se encontraba bien. Y que seguramente ni la propia niña era consciente de esta actitud del bardo.

Notas de juego

Buen truco tirar en oculto :) Ya ha subido un poco la media

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17/06/2014, 14:13
[SA-ac] Tarosh

Arkyn abandonó la sala de Norión, y avanzó andando por el pasillo en forma de "L". Al doblar la esquina, se encontró un grupo de tres alumnos junto a la puerta principal. Uno de ellos se le quedó mirando. -Saludos, sóis el bardo de la Fiesta, ¿no es así?

El joven con mirada intensa dio un paso hacia Arkyn, y luego se dio cuenta de su falta de modales. -Disculpas, mi nombre es Tarosh.

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18/06/2014, 04:25
Norión

Vio como se alejaba el bardo en busca de la niña y decidió dejarlo solo en su empresa, cada cual tenía un rol en esa aldea, y el de él no era precisamente el de buscar niños. Lamentó para sí el no haber podido conversar más detalladamente algunas ideas que tenía con Arkyn, pero no faltaría oportunidad de poder hacerlo luego.

Los papeles seguían amontonados sobre la mesa, por un momento pensó en seguir transcribiendo los manuscritos pero otra idea se le vino a la mente y juntó valor para ir en búsqueda del maestro. Tenía intensiones de terminar pronto el libro sobre Metraith, pero no podía basarse solo en textos antiguos, debía hablar con quienes la conocieran recientemente. Él mismo había estado un par de años allí, Arkyn le había comentado que también lo había hecho, pero había mas personas, al parecer la dama y el lugarteniente, incluso el nuevo prisionero, y seguramente otros que aún no conocía. Sin embargo había alguien en la academia que gozaba de la reputación de conocer muy bien la historia de Cardolan, el maestro Cerveth, así que decidió comenzar por él, quizás pudiese ayudarlo. 

El sonido del bastón a cada paso hacía un eco en las paredes, que producía un efecto extraño al combinarse con el que hacía su pierna renga al arrastrarse. Recorrió los pasillos en búsqueda del director de la academia, animado por la idea de descubrir nuevos conocimientos y poder custodiarlos.

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18/06/2014, 16:11
[SA-ac] Cerveth

Los pasos de Norión al son del golpe de bastón hicieron eco en las paredes de la recién inaugurada Academia. Con el paso de los días y de las semanas, ese sonido característico será sin duda reconocido por alumnos y maestros. El sacerdote tuvo que preguntar a algunos alumnos por el maestro Cerveth, y le indicaron que estaba dando clase en la Gran Aula, pero después iba a estar en el despacho al que se entraba por fuera pasando por la biblioteca.

En la Academia había sitio para muchos más alumnos, y más si se tenía en cuenta que casi a diario algún grupo se dirigía al campo de entrenamiento de la milicia junto a las canteras de piedra para practicar con las armas, o a alguna de las numerosas excursiones que organizaba el maestro Ionell. Además de los maestros habituales, otros señores de Sil Auressë impartían clases y charlas con cierta frecuencia. Parecía estar todo muy organizado, aunque a una escala muy pequeña. Por otro lado, los alumnos eran de orígenes, edades y conocimientos muy diversos.

Norión esperó una hora en la biblioteca, hasta que llegó Cerveth. Su porte era, como siempre, el de un dúnadan alto, educado y cortés. Miraba de frente, y saludó a Norión antes de que lo hiciera el sacerdote. -Maese Norión, le ruego no se levante, me sentaré.

Acto seguido sacó una silla y se sienta junto a Norión. Miró unos segundos por la ventana al patio, quizá para ver la posición del sol. Era sin duda un hombre ocupado, pero sus modales eran tranquilos y tenía esa extraña capacidad para centrar su atención a la pesona y tarea que tenía delante en cada momento. Fijó su mirada en Norión, y le habló, aunque esta vez en adunaico.

- Me han comentado que está haciendo uso de una de las salas que tenemos en este nuevo edificio. Espero que sea de su agrado, y si hay algo más que podemos hacer...

El adunaico estaba en desuso entre los dúnedain en su día a día, pero seguía siendo importante para documentos antiguos, leyes, tratados, libros de conocimiento y actos oficiales. Cada vez más era un idioma escrito más que hablado, pero la fluidez de Cerveth al pronunciar la lengua antigua de Númenor era tal que perfectamente podía considerarse nativo. Por un momento le trajo recuerdos del príncipe Pelendur de Tyrn Gorthad, un gran conocedor del arte y hombre de enorme sabiduría, amigo de los elfos y un señor que en otra época hubiera sido recordado sin duda por grandes hazañas como un mecenas del arte. En una época diferente a la actual...

No obstante, Cerveth tenía una cualidad de la que carecían los grandes señores dúnadan. Humildad y actitud servicial. El amo y el criado vivían ambos en el castillo, pero había diferencia entre los dos. Una diferencia casi imperceptible para los de fuera. Y en este caso, algo que les unía a ambos. Los dos habían sido, a su manera, hombres de confianza al servicio de los grandes señores dúnadan que forjaron la historia.

- Tiradas (1)
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19/06/2014, 01:40
Norión

Hacía tiempo que quería hablar frente a frente con ese hombre. La tarea de dirigir la academia era desgastante, sin duda, pero loable, pues era el pilar de la aldea, el ícono del cambio que Sil Auressë se proponía lograr. No sabía si Cerveth era o no consciente de la importancia que tenía su rol en los hechos por venir, pero poco importaba, pues se dedicaba de lleno a su labor y la ejercía a la perfección, la fiesta había sido un modo mas de atestiguarlo.

Cuando pronunció las palabras en adunaico se estremeció, hacía ya años que no escuchaba ese idioma mas que en algún saludo formal, y los recuerdos de su pasado entre los suyos se le venían a la mente con una potencia inusual. Norión consideró que el hablar ese idioma y el sentarse, eran dos modos de respetarlo, y por primera vez sintió que le daban el lugar que le correspondía, así que se dirigió de igual modo hacia él, respondiéndole en adunaico.

- Es de mi agrado y sumamente apropiado para lo que estoy escribiendo, muchas gracias por brindarme esa posibilidad. Quizás este usted al tanto, hace unos años vivía rodeado de libros y servía al príncipe como Anamarta, poco antes de que la plaga y los espectros nos obligaran a partir. En esta aldea veo por primera vez desde entonces un destello de conocimiento, una semilla de luz para un futuro posible, y es un placer colaborar en lo que esta a mi alcance en esta ambiciosa misión - 

- Me he propuesto, además de los trabajos que Adhellin me solicita, poder plasmar este nuevo comienzo en un papel que lo atestigüe a las generaciones por venir. Había pensado en comenzar por la ciudad mas cercana a la aldea, Metraith, la cual sin duda ha sido importante dentro de la historia de Caldoran. He escuchado que usted es un especialista en el tema, y me pregunto si puede ayudarme a hacer real esta idea. Por un lado su aporte histórico sin duda enriquecerá el texto, y por otro las vivencias que pueda haber tenido en la ciudad... a estado usted allí? sabe de otros en la aldea que la conozcan bien?- no intentaba importunarlo ni pedir mas de lo que debía, pero el trato que el director le había dado no hacía mas que animarlo a proseguir con la idea.

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19/06/2014, 18:31
[SA-ac] Cerveth

-Metraith... es un buen comienzo, dijo Cerveth pensativo. -La Plaga arrasó con todo, y la mortalidad fue alta en las ciudades. Pero pronto llegaron refugiados. Pocos quedarán en Metraith que conozcan su historia. Pero ese pueblo en el cruce de caminos no siempre ha sido hogar de mercenarios y pordioseros. El nombre antiguo de Metraith es Thalion, por el Palacio Real. Allí pasaban sus veranos los reyes de Cardolan desde Thorondur hasta Ostoher, el último de los reyes. No fue casualidad que el príncipe Pelendur convocara a los Señores Aliados allí.

La mirada de Cerveth denotaba tristeza y melancolía al mencionar al príncipe. -Lamento mucho el fin de ese principado, y lo que pasó a los Anamartar. En algunos aspectos, nuestros cometidos son parecidos. Tratamos de salvaguardar un legado, una herencia. Un pasado glorioso de una cultura de la que somos custodios. Pero hay una diferencia fundamental. Las tumbas de las Quebradas son sagradas para los dúnedain, y la invasión de los espectros ha tenido un golpe devastador en la moral. ¿Qué esperanza le podemos dar a las gentes de Cardolan si no podemos proteger ni siquiera las tumbas de nuestros antepasados?

La pregunta no requería contestación, y prosiguió: -Me parece bien que trabajes en tus tratados sobre la historia, y espero poder ayudarte. De hecho, tengo hojas y hojas de apuntes de mis clases que estoy ordenando para llevar a Adhellin pero mi tiempo es muy limitado...

-Podríamos compaginar tus dos responsabilidades, añadió de repente. -Puedes usar esa sala para reunir la información que necesites, y todo lo que se vaya a encuadernar de lo que hacemos aquí arriba pasará por tus manos, y serás el enlace entre Adhellin y la Academia. Los alumnos te ayudarán a bajar los pergaminos, claro. Así le facilitamos el trabajo a Adhellin porque no tendrá que subir y bajar preguntando a qué corresponde cada hoja, y podrá terminar los libros y las ilustraciones en menor tiempo. Y tú tendrás acceso a la información tanto en papel como a través de preguntas a los maestros y educadores. ¿Cómo lo ves? Eso sí, tendría que consultar con el Senescal Curudae el tema de la tesorería, pero me temo que solamente podemos pagarte como ayudante de Adhellin de momento.

Notas de juego

He actualizado en la Biblioteca los libros de Norión para incluir el proyecto de Metraith.

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20/06/2014, 00:19
Arkyn

Arkyn asiente.

- Así es - responde. - Arkyn de Bree - añade haciendo una leve reverencia como tiene por costumbre. - Encantado, Tarosh - saluda mientras hace una pequeña pero estudiada pausa mientras mira de reojo a sus dos acompañantes, esperando que sean presentados.

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20/06/2014, 01:23
Norión

Norión se sorprendió del ofrecimiento, era mucho mas de lo que esperaba. El director le había abierto las puertas al conocimiento de una manera amplia y lo apoyaba en su proyecto, lo cual no podía ser mas alentador. Sintió entusiasmo... le costó identificar la sensación, por ajena, pero la disfrutó.

- Esas tumbas eran de Cardolan, por mas que nos pese, ese reino esta muerto como quienes están allí enterrados. Nuestro pasado Dúnedain, en cambio, no ha muerto, como bien dice tenemos un pasado glorioso y somos custodios de nuestra cultura, pero nuestro presente es la clave para definir si hemos de percer como nuestro reino o renacer como uno nuevo - respetaba a los muertos de un modo devocional, pero estaban muertos... el volver a nacer, en cambio, era una responsabilidad para quien había transitado con tanta frecuencia el portal al mas allá, y eso era un desafío para él.

- Por favor, no mencione lo del tesorero a Curudae, no he venido aquí a ganar dinero, sino a servir a mi señor. Los Valar han sido providentes conmigo desde siempre, no se preocupe por mis honorarios. En cuanto a su oferta me parece muy adecuada, lo ayudaré con los libros en que esta trabajando y profundizaré también en el que estoy llevando yo, es por demás lo mejor para todos - comenzaba a sentirse parte de Sil Auressë, algo que no sentía desde sus días en el templo.

- Por cierto, ya que los alumnos me ayudarán, hay uno cuyo desempeño sobresaliente lo haría un buen ayudante, si no es mucho pedir, prefiero que sea Girion quien me asista con los libros - sería una buena excusa para verse frecuentemente con él y trabajar juntos en lo que fuera que se les presentara. 

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21/06/2014, 23:11
[SA-ac] Tarosh

Los otros dos alumnos se miraron fugazmente, y balbuceando alguna excusa se dirigieron a la Gran Aula. Tarosh les miró y sonrió un poco. -Pido disculpas nuevamente, Arkyn de Bree. Ya llegan tarde a la clase del Maestro Cerveth, pero principalmente creo que su problema es que no tienen un propósito claro en la vida, y por eso se asustan con facilidad o se sienten incómodos en la presencia de lo desconocido.

El joven dúnadan tenía una mirada intensa y penetrante, casi desafiante. No era fuerte ni musculado, y llevaba una túnica atada con un bonito cinturón de cuero. Observó un instante más la puerta del Aula, y luego miró al bardo nuevamente. -Creo que hoy no iré a esa clase. ¿Puedo ayudaros en algo más?

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23/06/2014, 21:01
[SA-ac] Cerveth

Cerveth se levantó de la silla, y le ofreció su mano a Norión para sellar el acuerdo. Se le notaba contento con el resultado, y por compartir esta breve charla.

-Compañero Norión, siento una profunda admiración por la tarea que va a emprender a partir de ahora. Recuerda que ningún juramento ni obligación le ata a este lugar ni a esta Academia.

De repente se quedó en silencio, recordando algo, y sonrió: -cuando llegó Adhellin, decidimos votar entre los maestros a ver quién iba a ser el Director de esta Academia. Él renunció antes de la votación porque quiso centrarse en su taller, y recuerdo que le dije que su tarea era mucho más importante que la del Director. Porque en las manos de Adhellin estaba la eternidad de la obra que estamos haciendo aquí. Las generaciones venideras sabrán de lo que fue Sil Auressë, lo que fuimos en Cardolan, gracias a su arte y su oficio. Y ahora ya no tendrá que hacerlo solo.

Sobre Girion, no quiso pronunciarse aún: -el alumno que le ayudará cada semana depende de las otras responsabilidades que tiene. Girion es, de hecho, un alumno sobresaliente en muchos aspectos. Y no sólo por lo que representa su padre para la Academia y Sil Auressë. Ese joven reúne muchas de las cualidades de un verdadero dúnadan. Veré lo que puedo hacer, y hablaré con Girion sobre el tema.

-Nos veremos por la Academia, y buscaremos el legado en lo poco que queda de Cardolan. Incluso en este reino perdido sumido en el caos, hay un atisbo de la grandeza del Reino del Norte de los Exiliados númenoreanos. ¡Qué grandeza albergó la Isla Sepultada durante su esplendor!

Cerveth se despidió de Norión, y ese mismo día comenzó el trabajo en los aposentos de la Sala de la Lectura. Pronto las horas se hicieron cortas, luego los días, y pasaron varias semanas... Cada día comenzó en el taller de Adhellin, repasando los distintos proyectos, a menudo mientras el artista aún dormía. Luego la subida hasta el castillo apoyándose en el bastón. Era un camino largo y costoso, pero le permitía ejercitar las piernas y descansar la mente. En la sala de la lectura, con la luz del día entrando por la ventana, las jornadas pasaron rápido con alguna visita ocasional de los alumnos y de los maestros. La presencia de Norión en la Academia se convirtió pronto en algo habitual, y de forma indirecta mejoró la calidad de las clases, ya que los maestros preparaban y revisaban sus apuntes para ser pasados a libros. Para que su conocimiento se quedara grabada para la eternidad.

Algún día, Norión asistió alguna clase en la Gran Aula, sentado en una fila atrasada, sin molestar. Pudo ver a Ionell, a Edrec y a Cerveth impartir su conocimiento.

Notas de juego

Dejamos correr un poco el tiempo de juego, si surge alguna cosa con Arkyn/Caäniza/Girion u otro durante este período podemos regresar. Pero la tarea de los libros es en un principio bastante solitaria de Norión.

Necesitaré pronto a Norión en las escenas que tienen lugar en un futuro cercano con el resto de los jugadores, pero de momento seguimos en esta escena y de todos podemos siempre regresar aquí incluso jugar en paralelo las dos escenas si hiciera falta.

He actualizado un poco lo de los libros, y cuando haya pasado el mes repartimos los días dedicados a cada proyecto (tanto los tuyos como los de Adhellin).

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24/06/2014, 22:57
Arkyn

- Estaba dando una vuelta por aquí - contestó el bardo. - Nunca había entrado en la academia. Aunque... - Arkyn hace una pausa y mira alrededor, - ¿conoces a Caäniza? ¿Sabes dónde podría encontrarla?

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25/06/2014, 11:30
[SA-ac] Tarosh

-¿Cäni?, preguntó Tarosh, -sí, conozco a Caäniza. No la he visto hoy, pero el maestro Ionell ha salido temprano con algunos alumnos, seguramente iría con él. Están preparando el jardín al otro lado del castillo, buscando hierbas y plantas. Ese tipo de cosas, añadió encogiéndose de hombros.

-Lo normal es que vuelvan tarde.

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26/06/2014, 11:23
Arkyn

Vaya, pues está visto que hoy tampoco la veré.

- Disculpad - dijo el bardo, como si se acordara de algo, justo cuando pensaba en marcharse ya. - ¿Qué enseña el maestro Cerveth?

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26/06/2014, 11:35
[SA-ac] Tarosh

Una extraña sonrisa se dibujó en el resto del joven al escuchar el nombre del maestro. -¿Cerveth? Era mi tutor, antes de venir aquí. Pero me enseñó poco...

-Es un hombre de letras, te puede hablar de filosofía, astrología, historia de los dúnedain, heráldica... ese tipo de cosas.

Tarosh salió de la Academia y cruzó el patio de armas hasta el portón del castillo. Se dirigía a la aldea.

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01/07/2014, 18:45
Arkyn
Sólo para el director

Arkyn se dedicó a recorrer la academia y vagabundear por los alrededores para hacerse una idea de dónde estaba todo. Caminaba despacio, como quien no tiene nada que hacer, aunque sin dejar de buscar cualquier signo de la presencia de Caäniza...

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02/07/2014, 10:06
Director

Los pasos de Arkyn le llevaron recorrer una y otra vez los pasillos de la Academia, y luego salir al patio de armas. De forma instintiva, visió el huerto que estaban construyendo el maestro Ionell y Caäniza. Allí vio la planta que habían encontrado en el camino desde Bree. Tulaxar, Finhereg... Sercefin.

Parece que había echado raíces pronto en este lugar, igual que Caäniza.

Entonces vio de reojo al Senescal Curudae. Estaba saliendo de la puerta del castillo acompañado de Khôradur y Ayla, pero se despidió de ellos que regresaron dentro de la torre de homenaje. El Senescal se quedó solo, miró a su alrededor, y pareció sorprendido de ver a Arkyn. Comenzó a caminar de prisa y moviéndose un poco como los patos, como era habitual en él, hacia el bardo.

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07/07/2014, 17:39
Arkyn

- Buen día, senescal - saludó el bardo con una leve inclinación de cabeza.

Decidió detenerse para comprobar si Curudae tenía algo que decirle o simplemente había coincidido que se encontraba en su camino.

Notas de juego

¿Puedo saber cómo había visto a Khôradur y a Ayla? (serios, alegres, preocupados, etc)

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07/07/2014, 20:32
Curudae

-Ah sí, buen día, contestó el Senescal algo despistado. -No me esperaba encontrarte por aquí, añadió con un tono que daba entender exactamente lo contrario. -Tengo muchas cosas que tratar este buen día, pero pásate esta tarde-noche por mi despacho de la Casa de Comercio, tengo algo en lo que me puedes ayudar, creo.

Se quedó unos segundos para asegurarse de que el bardo había oído bien, y sin esperar ni respuesta ni confirmación, se dio la vuelta y avanzó hacia la salida del castillo y el puente de piedra, donde le esperaba el Jefe de Guardia Walec.

Arkyn se quedó pensando en cómo había visto a los tres, sobre todo a Ayla y a Khôradur. Había tensión, o que estaban tratando algo importante. No obstante, se les veía serenos y decididos, aunque preocupados por el porvenir.

- Tiradas (1)
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10/07/2014, 21:51
Arkyn

El bardo asiente ante la propuesta del senescal.

- Claro, allí estaré - responde. - Sólo estaba dando una vuelta por aquí para familiarizarme con este sitio - explica aunque Curudae no le haya pedido explicaciones.

Una vez que éste hubo desaparecido Arkyn decidió continuar con su paseo. Quería saber dónde estaba todo y, en la medida de lo posible, todos.

Una vez que hubo curioseado por el patio de armas miró alternativamente a la torre del homenaje y a las puertas del castillo. Se decidió por estas últimas, optando por acercarse a la aldea para tomar un trago en la posada.

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14/07/2014, 02:03
Norión

Se le había acalambrado la mano esa tarde, llevaba escribiendo varios días, no solo el tratado que se había propuesto hacer sobre Metraith y la traducción que Adhellin le había solicitado sobre los escritos de Ayla, sino que además estaba colaborando con Cerveth en sus propios tomos y pese a que estaba sentado la mayor parte del tiempo, estaba mas activo que en los últimos años. Al parecer los Valar habían elegido ese destino para él, al menos para ese tiempo, y se sentía pleno como pocas veces.

Decidió caminar para despejarse, la rodilla le molestaba menos que la muñeca y un descanso estaba mas que merecido. La mayoría de los alumnos no estaban a la vista, las clases habían terminado hacía horas, pero pudo divisar a la profesora Edrec leyendo unos tratados matemáticos, un área que ciertamente despertaba un interés mínimo en él, pero no nulo, después de todo era conocimiento y podía ser de utilidad. Se acercó a ella y se sentó a su lado, últimamamente hablaba poco con Arkyn y Adhellin, había días en los que no pronunciaba palabra siquiera, como solía suceder en los tiempos del túmulo.

- Buenas tardes, espero no interrumpirla, sé que sus artes requieren concentración, las mías ahora requieren un respiro. Hace semanas de la inauguración ya y esa fiesta ha sido un impulso para todos nosotros, no lo cree. Aunque no para todos, no se si es por la mala relación con su padre o porque no obtuvo el primer premio en poesía, pero noto que Girion ha estado mas retraído que de costumbre. De hecho solicité su asistencia directa al director, es mas joven y a mi humilde entender, el mas capaz de todos los alumnos, pero aún así no he notado entusiasmo en él - hace una pausa, dándose cuenta de lo que esta diciendo - se que suena raro que yo plantee esto, después de todo no soy una persona precisamente animada y vigorosa, lo se, pero son solo apariencias, he lidiado con demasiada oscuridad en esta vida como para tener esa actitud, pero si no fuese fuerte no habría sobrevivido, mi orden entera a exiliado, pocos somos los que aún permanecemos firmes por esta nación... o por este nuevo comienzo, ya no se como verlo. Dígame, si no le molesta hablar de su pasado, usted ha estado en Metraith? quizás haya llegado a sus oídos el tratado que estoy escribiendo y la experiencia de las personas es lo que construye la trama de la historia, mas que los hechos en sí mismos, así que si quiere compartirla conmigo estaré mas que agradecido -