Partida Rol por web

Sil Auressë

[8.1.] Sudúri (Ayla)

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11/02/2017, 16:45
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La pista que recibió Ayla sobre Finduilas le conducía a la busca de Muryelle, el fiel e inseparable guardaespaldas y confidente de Finduilas. Muryelle era hijo de un carnicero de Sudúri, así que tal vez era el lugar para comenzar la búsqueda.

En Sil Auressë, una mañana, aparecieron los sobrinos del legendario elfo Andovon Pathdal, y el propio Andovon. Era el portador de la espada Orcrist, y el protector del camino hacia el Oeste que pasaba por Cardolan. También estaba Alderic, quien iba a acompañar a Ayla en su viaje. Ya habían coincidido en la Batalla de Metraith el año anterior. Adoptaron el disfraz de comerciantes harapientos, y con un caballo de carga cruzaron las tierras de Minhiriath, donde tuvieron que hacer frente a manadas de huargos.

Notas de juego

el viaje de Ayla desde Sil Auressë a Sudúri, y los sucesos de "la Punta del Kraken" se jugaron en varias partidas por voz (mesa virtual) en enero 2011.

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11/02/2017, 16:46
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La pista del carnicero le llevó a Ayla a investigar las misteriosas desapariciones de personas en los muelles de la ciudad portuaria de Sudúri. Una ciudad cerca de la desembocadura del río Gwathló ahora inmersa en conflictos de todo tipo, y con la presencia de un ejército de Saralainn a las puertas.

En los tomos antiguos de los registros encontraron pruebas acerca de una criatura ancestral, resultado de algunos experimentos de los magos de Númenor. La prohibición de no verter sangre en el puerto era por ese monstruo, y debido a la situación actual de Sudúri habían dejado de lado esa norma vital. Fue Sangorn, el líder de los contrabandistas de Sudúri quien ayudó a Ayla, y le puso en contacto con el enano Nurg.

Notas de juego

(pendiente ampliar resumen de lo sucedido con la criatura de las algas)

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11/02/2017, 16:50
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(futuro uso para completar resumen)
 

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11/02/2017, 16:51
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Notas de juego

(futuro uso para completar resumen)

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11/02/2017, 16:51
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(futuro uso para completar resumen)

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11/02/2017, 16:51
Ayla

Después del encuentro con los lobos y huargos y de haber visto la actitud general de Alderic, Ayla estaba un poco extrañada. -Lo recordaba más jovial, pero parece que desde la batalla de Metraith todos hemos cambiado. Nadie somos los que éramos... Se asemeja a un alma errante, ha perdido el brillo de la vida que se veia en sus ojos y con él se ha ido la furia del guerrero... No supo desenvolverse bien en el enfrentamiento con los huargos y me puso en riesgo al tener que descubrirme, pero parece que no ha trascendido todo lo que hubiera podido, no obstante debo ser cautelosa. No quiero dejarlo solo en un enfrentamiento contra la criatura de Suduri, pero tampoco puedo exponerme a revelarme de nuevo ya que esta vez si que puede que alguien esté "mirando". Tal vez si mi magia es genérica, podrían observar a un usuario de la magia cualquiera, pero no concretamente a mi. Sangorn y Suduri necesitan ayuda, pero tengo otras cosas más importantes que hacer. El tiempo apremia y debo encontrar al Rey Lanaigh para que no arrase Suduri, y encontrar a Finduilas para que ocupe el lugar que le habría correspondido, para que deje su huella en la historia como los grandes hombres y se pierda en los anales de los años cayendo en el olvido. Por otro lado siento curiosidad por ver la criatura creada por los hechiceros de la grande Númenor, y ver su naturaleza... Los Numenoreanos, hicieron cosas hermosas y cosas terribles, esta criatura parece terrible, pero también puede parecer terrible un lobo a un cordero y no por eso hay que perseguirlos hasta su exterminio. Solo hay que ver una diferencia, si mata para alimentarse y vivir, o por placer. En el primer caso, bastaría con espantarla, pero en el segundo habría que exterminarla... Mi alma ansía que sea una criatura noble, pero la razón me dice otra cosa... Solo el tiempo y los Valar guiarán mis pasos  por el sendero adecuado.

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11/02/2017, 16:53
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En el escondite subterráneo de Sangorn trataron de hallar una solución al problema de la criatura extraña. Ayla se mantuvo algo apartada, en un segundo plano. Su compañero Alderic estaba hablando con el líder de los ladrones de Sudúri. Ayla recordaba cómo apareció el sobrino de Andovon Pathdal en Sil Auressë, y el posterior encuentro con el gran guerrero y guardián del Camino. Su tarea estaba llegando a su fin. La espada Orcrist será depositada de nuevo en Imladris a la espera de otra mano que la empuñe. El arma tendrá su lugar en la historia, de eso no hay duda. Andovon Pathdal, por el contrario, posiblemente caiga en el olvido. Salvo para los pocos que lo habían conocido y habían sentido la enorme profundidad del dolor que sentía en su alma por un amor imposible. Ayla se sentía afortunada por ser una de esas personas. También le dijo que Amon Lind había consultado si el Camino seguía abierto para aquellos que querían zarpar hacia el Oeste. Con la partida de cada uno de los maestros de Amon Lind se perdería para siempre un recuerdo único de tiempos gloriosos. Pero había que vivir el tiempo que se le concedía a cada uno, y tratar de hacerlo lo mejor posible.

Ayla recordaba la despedida apresurada de Curudae y Khôradur. Sobraban las palabras. Su partida era inevitable tarde o temprano. Siempre iban a quedar cosas por hacer, tareas pendientes en la gran obra que era Sil Auressë. Pero ellos también entendían que la vida de Ayla no era cotidiana. Que sus responsabilidades eran diversas. Que iba a necesitar a menudo alejarse de Sil Auressë. Las cosas iban a seguir su curso en Sil Auressë en su ausencia. Había hecho todo lo posible en el tiempo que había podido estar. E iba a volver. Mientras tanto creía haberlo dejado en buenas manos.

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11/02/2017, 16:59
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El tiempo que se le concedía a cada uno… Esa idea le daba vueltas en la cabeza a Ayla. Decidir qué hacer con el tiempo que se le había dado. Aunque el tiempo que le había tocado fuera de guerras mezquinas y de mucho dolor y sufrimiento. Tiempos oscuros. Tiempos que cambiaban a las personas. Ayla se paró a mirar de nuevo a Alderic. Efectivamente, había cambiado. La guerra le había cambiado. El fuego y el ímpetu de su alma parecían haberle abandonado. Estaba solo, errante. Pero en su pecho latía el corazón de un guerrero. Necesitaba sentir la alegría de la victoria, la adrenalina del combate, la fuerza de su mano empuñando una espada de otra época. Debía conectar con el espíritu de los que la habían llevado antes. Para sentirse digno heredero de aquella tradición. Quizá el desafío de la criatura acuática podría brindarle esa oportunidad. Pero podía ser que necesitara ayuda. Una ayuda que no sabía si debía prestarle Ayla por miedo a ser descubierto. Y porque debía encontrar a Finduilas antes que sea tarde. Y hablar con Lanaigh. Tampoco quería que se enfrentara solo a algo así, y menos cuando tenía dudas de su estado de ánimo.

De repente algo captó su atención. Un hombre menudo y ágil acaba de bajar por unas escaleras. Le saludaban, y escuchó que lo llamaban “Deor”. Portaba dos dagas y parecía traer nuevas de los barqueros de la otra orilla del Río Gwathló. Detrás de él bajaba un enano que miraba a su alrededor con la expresión habitual de suspicacia ante todo lo nuevo que caracterizaba a su pueblo. Por su vestimenta y por cómo llevaba la barba Ayla creía que había hecho un largo viaje para llegar hasta aquí. Eso sí, el gusto por el armamento típico de los enanos parecía que lo había llevado a su máxima expresión: ballesta, multitud de hachas, lanza, estrella de mañana…

Ayla vio como Sangorn saludaba a Deor, y notó que el líder le tenía en alta estima a este recién llegado. Escuchaba con atención la conversación.

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11/02/2017, 17:05
[Sd] Deor

Deor, con la dialéctica habitual de los hombres de negocios, le explicaba a Sangorn: -al otro lado del río hay un grupo de enanos, y uno ha venido en su representación. Estaría dispuesto a ofrecer sus servicios si le solucionamos un pequeño problema que tienen. Resulta que son armeros de gran renombre que han hecho un largo viaje hasta esta región solamente pare descubrir que Tharbad está controlada por gente sin escrúpulos que se enriquecen con el trabajo de los demás. No están muy conformes con el estricto e injusto control que se ejerce en Tharbad por parte de los gremios y las aduanas. Quizá podríamos ofrecerle alguna solución una vez solventado el caos de Sudúri… Sobre todo si su mejor guerrero nos prestara ayuda… Me han hablado muy bien de él. Se llama Nurg.

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11/02/2017, 21:00
Ayla

-Nurg... Tal vez los Valar tienen su mirada puesta en mi camino. Cuando parecía complicarse la situación Aülé nos envía a sus hijos para ayudar en la lucha contra la criatura... Alderic tendrá su oportunidad, asistido por grandes guerreros y poder derrotar así a la criatura.

No obstante, Ayla recordaba las palabras de Andovon Pathdal. "Ayla, Alderic debe acompañarte, solo así será el guerrero que debe ser..."

El camino de Ayla le había hasta aquí. No sabía que pudo haber visto Andovon escrutando los anales del tiempo, pero vió que Alderic y Ayla deberían seguir el mismo camino. Si los acontecimientos se desarrollaban con la premura necesaria, podría esperar a que terminaran con la criatura y partir ráudamente en busca del Rey Lanaigh, para posteriormente ir al encuentro de Finduilas.

Había encontrado a Muryelle, que les iba a llevar a ella, y les iba a ahorrar tiempo, por eso tal vez podía permitirse el demorarse un poco aquí. Observó a Sangorn y la conversación que mantenía, mientras miraba a Alderic para ver como reaccionaba...

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11/02/2017, 21:02
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Así fue como Ayla, Nurg y Alderic lucharon contra un monstruo legendario en el cabo conocido como "la Punta del Kraken". Lo derrotaron con gran dificultad, liberando la ciudad de Sudúri de esta amenaza. Luego regresaron en barcaza hasta la orilla del Gwathló, donde estaban los compañeros de Nurgo.

Notas de juego

Partidas jugadas en mesa virtual OpenRPG

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11/02/2017, 21:03
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para ampliar redacción de lo sucedido

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11/02/2017, 21:03
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para ampliar

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11/02/2017, 21:03
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11/02/2017, 21:04
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Aeldric y Nurg estaban heridos, pero se iban a recuperar. Antes de partir de Sudúri con Muryelle, Ayla se comprometió a ir a hablar con los clanes de Saralainn, y con su líder el Rey Lanaigh.

Y además, vio en los enanos una oportunidad para Sil Auressë, para beneficiarse mutuamente. Así que se dirigió a ellos.

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11/02/2017, 21:05
Ayla

-Queridos hermanos enanos, grandes maestros herreros y grandes guerreros... He combatido, sangrado, llorado, aprendido, enseñado, salvado y sido salvada por vuestros hermanos, y nadie sabe más que vuestra raza lo que une un amigo de armas. En estas tierras yace, sepultado con honores, el cuerpo de un hermano vuestro caído en la lucha contra el señor de la guerra y su ejército de trolls, orcos y otras alimañas no sin antes haber hecho honores a vuestra noble raza. Él fue amigo mio en la guerra y fuera de ella, pero en el combate llegó a límites donde solo los enanos pueden llegar y no se le pudo seguir... Por eso, y porque soy amiga de los enanos de la noble casa de Khazad Dum no he de ocultarme ante vosotros. Soy la Dama Aylarien... La mirada de Ayla buscó a Nurg antes de continuar: -aunque por mis razones, fuera de mis tierras prefiero ser conocida como Lis y este es mi compañero Alderic. Soy la Señora de unas tierras que están al Noroeste de Tharbad, en un cruce de caminos entre Arthedain y Metraith, a 8 dias al norte de aquí y a 3 ó 4 dias de Tharbad. Escuché de vuestro hermano Nurg que habeis intentado estableceros en Tharbad y que habéis encontrado a un montón de comerciantes que de dejarlos se habrían apoderado de vuestro oro, vuestras posesiones y de vuestras vidas... Mucho ha cambiado Tharbad en poco tiempo, hasta hace poco, el gremio de los comerciantes y la seguridad de Tharbad, dependía del líder de dicho gremio, Curudae, pero su opositor mas fiero estaba preparando una estrategia para derrocarlo. En ese momento, aparecí con una propuesta de crear un espacio en el que rescatar los honorables valores de antaño, donde la paz, el amor, y la armonía entre razas diera paso a la belleza de la creación y el honor. Crear un espacio donde la gente pueda habitar en plena libertad, sin dolor, ni miedo, en el que se pueda devolver la esperanza y la ilusión por vivir a las gentes de estas tierras que ya ha sido demasiada castigada, rota por la guerra, las disensiones y el dolor, ¿y por qué no? Tal vez se puedan contagiar otras tierras. Así fue como Curudae líder de los comerciantes de Tharbad, se convirtió en el Senescal de Sil Auresse. Os he contado esto por lo siguiente, nadie conoce mejor que él las rutas de comercio de estos territorios y las posibilidades que ofrece, donde vender las mercancías y en qué momento. Vosotros vais a estableceros en una zona que os es deconocida, y necesitareis de su ayuda. Por otro lado, Sil Auresse, para poder lograr su cometido necesita ser fuerte y para ello necesita un ejército bien equipado y eso es lo que estamos buscando. Tenemos un lugarteniente venerado y respetado, que hace un año combatió contra mí en la guerra que asoló lo poco que quedaba de esta tierra, pero su corazón era noble y nos conocimos los dos, compartíamos ideales pero el camino nos llevó a bandos contrarios. Cuando terminó la guerra, él junto a sus hombres fueron hechos prisioneros, e iban a ser ejecutados si no llega a ser porque medié para que no se derramara más sangre en este tierra bastante manchada ya, les conseguí un salvoconducto para volver a sus tierras y el tiempo nos ha vuelto a unir, pero esta vez juntos... Khoradur ha puesto en marcha un ejército y todos los expertos en armas estamos adiestrando al resto del ejército, pero nos faltan armas, armaduras... Intentamos acudir a los gremios de Tharbad, pero las condiciones que establecían eran tan gravosas que nos iban a arruinar y a destruir el proyecto que tenemos en marcha, esa parte la habeis sufrido vosotros también. Por eso la otra alternativa que nos quedaba es encotrar herreros independientes que quisieran venir para equipar nuestro ejército. Hice una buena fortuna hace tiempo, y toda la he puesto a disposición de lo que amo, la gente, esta tierra y las obras que se puedan crear en ella que hagan recordar la grandeza de antaño. Ahora estamos luchando para cuadrar unas cuentas que poco a poco van saliendo, pero no podemos permitirnos muchos lujos. Sil Auresse no es como Tharbad, no quiere vuestro oro, necesita de vuestra habilidad. Mensualmente, organizamos un mercado y hemos establecido rutas seguras de comercio con Metraith, salen caravanas diarias escoltadas para poder comerciar con seguridad. Es una zona llena de vida, boyante y llena de gente con ganas de prosperar. Actualmente quedaba alguna licencia libre por vender para el mercado, pero como os he dicho, no quiero vuestro oro. Luego está el lado de las contribuciones, como en todas partes, se ha establecido un sistema de impuestos para poder costear la milicia y mantener toda Sil Auresse en general. Actualmente están en un 34% como en las tierras de alrededor, pero en el próximo año se reducirán y posiblemente en el siguiente también. Lo que os puedo proponer es lo siguiente, podreis acudir y estableceros en Sil Auresse, tendreis un puesto en el mercado, y un espacio para vuestra forja, la forja no podemos ponerla nosotros, pero supongo que habreis traido los utensilios necesarios para construirla vosotros. Por todo ello, no pagareis nada, pero el valor equivalente se canjeará por armas y armaduras para el ejército. Con los impuestos en el primer año, tampoco los pagareis, su valor se cambiará por armas y armaduras para el ejército. Si el valor de lo que correspondiera pagar por los impuestos fuera superior a las necesidades de equipar el ejército durante este primer año, la diferencia no se os exigirá por vuestro servicio, pero a partir del año se os aplicará las mismas condiciones que al resto del pueblo. Cuando se consuma todo el crédito, si Sil Auresse quiere mas armas, se os pagará como es debido. A todo ello debeis sumar el conocimiento del Senescal Curudae sobre las zonas de comercio de este territorio que os puede ser de gran ayuda, lo que me impela a pediros que hagais un esfuerzo para ponernos unos precios adecuados a la situación. Conozco en arte de los enanos y se la manufactura de vuestras armas, pero la situación actual me empuja a pediros un esfuerzo como está haciendo todo habitante de Sil Auresse. Ésta es mi oferta, ¿qué decis?"

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11/02/2017, 21:08
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Los enanos escuchaban con atención el discurso de Ayla, mientras Nurg y Alderic aplicaban vendajes a las heridas sufridas en el combate con el monstruo de las algas. Eran cuatro, además de Nurg.

Antes de dirigirse Ayla al grupo, el enano Kranz había presentado a sus compañeros que preferían quedarse un poco más lejos. Sus nombres eran Skor, Ginbald y Khizag. Habían viajado desde las lejanas Colinas de Hierro en el este hasta aquí para quedarse en estas tierras. Kranz parecía el más hablador, y extrovertido al menos comparado con sus compañeros, que le miraban a Ayla con recelo y suspicacia. Salvo Skor, que era el más joven del grupo. Disimuladamente se acercó a Alderic y se quedó observando su espada, su armadura, su funda. Kranz le presentó como un gran coracero, mientras Ginbald que parecía el más mayor, era un armero de renombre y solía llevar siempre a mano un barril o una jarra. Khizag era experto en fundiciones, y además primo de Nurg, quien era algo así como el guerrero o protector.

Las decisiones sobre el proyecto parecía que las tomaban entre Khizag y Ginbald. Al mencionarles la condición de amiga de los enanos de Ayla le tomaban más en serio. Incluso Skor dejó de manosear la espada de Alderic (que ya se estaba poniendo nervioso). Hablaron entre ellos en voz baja. Finalmente se acercó Kranz de nuevo, pero esta vez acompañado por Ginbald.

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11/02/2017, 21:11
[SA-en] Kranz

-Nos parece interesante tu propuesta. Hemos traído algo de material, sobre todo acero. Mucho acero. Y algo de oro, aunque para nuestro asombro resulta que en estas tierras solamente nos dan 5 de plata por cada moneda de oro, en vez de las 10 que le corresponderían. Eso, y otras cuestiones nos estaban poniendo muy difícil nuestro camino. Con los fondos que hemos reunido tenemos para comprarnos la forja. Tu propuesta parece interesante, y estamos dispuestos de tratar los detalles del contrato final con tu Senescal Kurruthage. Pero antes debemos redactar un sencillo acuerdo preliminar…

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11/02/2017, 21:12
Director

Con eso se alejaban de nuevo para reunirse con sus compañeros y se ponía a sacar pergaminos y utensilios de escritura ante el asombro de la humilde aldea de los hombres de las barcazas que se habían reunido alrededor del grupo aquella mañana a curiosear.

Mientras los enanos seguían deliberando, Ayla se acercó a la orilla donde se encontraban Aeldric y Nurg, ambos mirando la ciudad de Sudúri y sobre todo la Punta del Kraken, donde un grupo de los hombres de las barcazas estaban subiendo el enorme cadáver del monstruo. Otros parecía que estaban buceando en las gélidas aguas. Finalmente subieron con las dos hachas de Nurg que él había lanzado contra la criatura, y las iba a recuperar para la satisfacción del enano guerrero.

Iban a dejar el cuerpo de la criatura al sol en las rocas de la Punta del Kraken, que a partir de ahora iba a hacer honor a su nombre gracias a los huesos.

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11/02/2017, 21:15
Aeldric

-¿Qué haremos ahora?, preguntó Aeldric mientras colocaba mejor la funda de la espada.