Partida Rol por web

Antes de que llegaran Palomirë y Gildûr a la reunión, Ayla miró a Curudae y Khoradur y les dijo: -Creo que no os he hablado de esto antes, por lo menos estando juntos. De Gildûr sabemos todos lo mismo, porque lo conocimos a la vez sino me equivoco, pero de Palomirë... Palomirë pertenece a una noble Casa de Arthedain, aunque nunca investigué cual de ellas. El caso es que nos encontramos hace un par de años tal vez, aunque podría haber sido 50 o ayer mismo, últimamente el tiempo fluye... diferente. La cuestión es que un día Alam y yo, nos encontrabamos alojados en su casa, descansando de una dura jornada. Pedimos asilo y se nos ofreció, demostrando la nobleza de Palomirë. Pocos dejan entrar hoy día a extraños en su casa, aunque si bien es cierto, nosotros eramos dos y ellos varias decenas y bien adiestrados y armados. Palomirë tenía una hija especial, que espero que haya traído como le pedía en la carta. La noche que descansábamos algo ocurrió, la niña fue secuestrada, y Palomirë nos ofreció una gran fortuna por rescatar a su hija. No os contaré ahora a lo que tuvimos que enfrentarnos, pero resumiendo, detrás de todo había algo oscuro que fue semi-derrotado, murió mucha gente, y logramos escapar contra todo pronóstico, llevando a la niña de vuelta con su Padre. Lo que no sabía es que conocer a esa familia me llevaría a ser quien soy... La cuestión es que la práctica totalidad de los fondos con los que se puso en marcha Sil Aüresse, proceden de aquel encuentro. Por eso y mucho más Palomirë y su familia es tan importante para mí, y por eso entre otras cosas, lo he invitado a que venga. Que venga para ver lo que se hizo con su oro, para que venga y vea que aquel día no solo pagó una recompensa por una misión, que aquel día sin que ninguno lo supieramos lo que realmente estaba pasando es que se estaba poniendo primera piedra de Sil Auressë. Palomirë sería un amigo muy poderoso, y Sil Auressë necesita amigos así...

Los miró a todos, y esperó sus preguntas mientras llegaban los invitados. 

-Hay cosas que van más allá de una simple búsqueda de beneficio, dijo Khôradur. -Te arriesgaste la vida para salvar a su única hija. No hay oro en el mundo para colmar la gratitud que siente, y no obstante lo hubieras hecho por mucho menos sin dudar. Ése es el motivo que Palomirë está aquí esta noche.

-Ha acudido con su hija, y por lo que me cuentan mis informadores, con varios baúles de ropa y objetos personales… Ya veremos, pero tengo esperanzas. Palomirë tiene un gran patrimonio, y Gildûr tiene olfato para los negocios, comentó Curudae. -Les he estado tanteando, y parecen interesados en ayudarnos a dar el paso para no depender de los Gremios. Falta saber cuán valientes son a la hora de poner todo sobre la mesa, apostarlo todo…

Y luego añadió: -Algún día nos contarás en detalle lo que sucedió en las Tierras Brunas…

Entraron Palomirë y Gildûr juntos en la pequeña sala. Palomirë fue el primero en saludar a todos, por último a Ayla con un abrazo efusivo. -Me emociona ver todo lo que has logrado hacer aquí, Ayla. Y en tan poco tiempo.

A continuación saludó Gildûr, quien pareció haber cogido bastante confianza con Palomirë.

Se sentaron los cinco alrededor de una pequeña mesa. Curudae, Khôradur, Ayla, Palomirë y Gildûr. Entonces Curudae abrió un mapa enrollado que contenía el plano de Cardolan. Y a continuación sacó un pergamino con mucho cuidado

Antes de que lo abriera, pidió la palabra Khôradur. -Lo que estamos a punto de tratar es el futuro de Sil Auressë, y de los líderes y de sus gentes. Ponemos nuestra fe en que, bajo vuestro honor, no desveléis lo que aquí se debate esta noche.

Los dos invitados lo juraron solemnemente. Curudae tomó la palabra:

-Esta noche debemos tratar los siguientes asuntos:

*La nueva situación de Tharbad, que en parte nos obliga a acelerar algunos planes. Son noticias realmente preocupantes.

*La llegada de la familia Aludor no hace más que reforzar nuestra convicción de que Sil Auressë debe buscar su futuro por otras vías, libre de las restricciones y del yugo de los Gremios. Nuestros invitados son las personas elegidas para, bajo la protección de Sil Auressë, convertir la producción de lana sin elaborar de esta tierra en artesanía, en producto terminado.

*Ver si comenzamos la producción de telas con todo lo que conlleva, y sin el permiso de los gremios, necesitamos nuevas rutas de comercio que no pasen por Tharbad. Con Arthedain, con Gondor y los Reinos del Sur.

-¿Quieres añadir o comentar alguna cosa más Ayla?

-Gracias Curudae. La verdad que Tharbad ve una oportunidad en Cardolan. Cardolan ahora es relativamente débil, sus principados pelean entre sí por carroña, sin atreverse a entrar en combate por miedo a una guerra que sería el final de todos ellos, pero desconfiando unos de otros. En fin en Cardolan todo sigue igual, pero sin una fuerza definida que pueda proteger todo esto, y por tanto todos mientras no nos unamos somos vulnerables. Tharbad pasaría de ser una ciudad que controla un puerto importante, a controlar un territorio y quiere someterlo todo a su yugo.

-Sil Auressë nació para la gente, no para convertirlos en siervos. Ellos son dueños de todo esto y por eso no puedo consentir que Tharbad nos doblegue. Por ello solo nos queda prosperar rápidamente, buscar nuevos y fuertes aliados. La ruta del norte hacia Arthedain no sería problema, no pasaría por Tharbad y es un camino relativamente seguro. Cierto es que en Metraith se están concentrando mercenarios, restos de la batalla de Cardolan por la que se derrocó al antiguo señor de la guerra Dagorhir, pero aún no saben qué hacer. Eso nos da tiempo, pero a la vez los hace peligrosos porque tenemos una fuerza sin líder cerca de nuestras tierras y no podemos saber por cuanto tiempo será así. Tharbad podría pagarles para que ocasionaran disturbios por la zona, para desestabilizar mas los distintos principados. No podemos olvidarlos.

-La llegada de la familia Aludor a Tharbad no augura nada bueno, una familia ambiciosa que aspira a tomar el control de Tharbad si no lo controla ya, y quién sabe que más. Por ello debemos reforzarnos frente a ellos. Como decía el Norte es seguro, se podría llegar a Arthedain sin prácticamente problemas. Estamos cerca del Reino del Norte y los caminos no pasan por Tharbad necesariamente. Pero el problema es abrir mercado hacia Gondor y hacia el Sur, y aquí solo veo una única vía, Suduri. Suduri es una ciudad portuaria que nos permitiría embarcar nuestras mercancías y distribuirlas por Gondor y los reinos del Sur. Podríamos tener problemas con los corsarios de Umbar, pero ese es otro asunto en el Khoradur nos podrá echar una mano. Nuestro principal problema es llevar las mercancías a Suduri, y concretamente pasar cerca del caído territorio del Señor de la Guerra, donde aún queda restos dispersos del ejército derrotado y que podrían suponer un problema.

-Por eso necesitamos asegurar un camino hasta por lo menos los territorios del Rey Lanaigh a quien conozco y he podido ayudar hace unas semanas y no creo que nos ponga pegas. También tengo contactos en Suduri donde nos podrian ayudar a conseguir buenos barcos. Por eso ahora debemos ver como podemos crear un corredor seguro entre Sil Aüresse y Suduri. Ya hemos creado uno entre Metraith y Sil Auressë, pero nos haría falta otro hacia el Sur. Y en este caso el sistema utilizado en el camino de Metraith no nos valdría porque el tramo a asegurar es mas largo y menos cuidado. Podría intentar volver a hablar con el Rey Lanaigh para que nos ayude a llevar la mercancía hasta su ciudad. Supongo que querrá algo a cambio, y que ta vez el precio que me exija no sea demasiado alto, además que podría hacerle ver lo provechoso de esta ruta nueva de comercio para ambos territorios.

-También podría hablarle de nuestros maestros herreros lo que sí le interesaría y le haría ver las relaciones comerciales con Sil Aüresse mas provechosas. Tharbad no cuenta con herreros de nuestro talle, y los precios que allí cobran son abusivos por lo cánones, impuestos y demás. ¿Qué decis, os parece que vuelva a visitar al Rey Lanaigh? Será mejor tratarlo en persona que por medio de emisarios, y dudo que pueda venir a Sil Auressë, dado que está pacificando parte de sus territorios que han aprovechado la lejanía del Rey Lanaigh, pero ese problema estará ya controlado o prácticamente controlado. Por eso considero que debería volver para buscar una audiencia con él y hacerle nuestra propuesta.

-La ruta del Norte que comenta Ayla..., intervino Gildûr, -está mucho más difícil de lo que parece. Estamos hablando del antiguo Camino del Norte, un camino real que une el reino de Arnor con Gondor. Es decir, sale de Fornost, pasa por Bree y Metraith, y luego llega a Tharbad. De allí se puede seguir por tierra por el Paso de Calenardhon, o bien por mar. Pero el tramo entre Bree y Tharbad, que es territorio de Cardolan, desde siempre ha sido responsabilidad del Cánotar de Tharbad coordinar la seguridad. A eso añadimos que la aldea de Metraith, a veces refugio de mercenarios como bien dice Ayla, es también un mercado donde se reúne la mercancía que llega desde el oeste a través del Vado de Sarn, y está a medio camino entre Bree y Tharbad. Aunque no en lo militar ni en su gobierno, pero sí en tema comercial está completamente controlado por los Gremios de Tharbad. No desafiarán abiertamente la autoridad de Tharbad permitiendo el paso de mercancías no autorizadas.

-Podemos recurrir al contrabando, comentó Palomirë para el asombro de todos.

-No te tenía por contrabandista, comentó Gildûr con una sonrisa, -pero tienes razón. Puestos a desafiar la autoridad de los gremios, nos convertiremos en efecto en delincuentes ante la autoridad tanto de Arthedain como de Gondor. Al menos hasta que la situación cambie.

-Debemos conservar el Camino de Metraith, opinó Curudae, -es nuestra tapadera. Seguiríamos llevando lana sin elaborar para abastecer aquel mercado, manteniendo las cantidades que estamos haciendo. Para no levantar sospechas. Si fuera necesario, podríamos incluir mercancía no autorizada moviendo algunos hilos en Metraith, pero trataría ese asunto con mucho cuidado.

-El poder de Tharbad va en aumento, dijo Palomirë. -La familia Aludor ha reunido un ejército que protege a Tharbad pero también extiende su influencia los territorios colindantes y su mera existencia hace difícil que alguien les plante cara. Comentas que la calidad de lo que se produce en Tharbad es inferior… No es cierto, y creo que Curudae lo puede corroborar. Los mejores artesanos de Moria venden sus productos en la ciudad. Pero Tharbad no abastece a los enemigos de los príncipes de Cardolan, y por lo tanto el Rey Lanaigh no puede adquirir armas allí. Debemos ser cautos. Y no menospreciar la fuerza de Tharbad. En este momento podrían aplastar a cualquier otra fuerza de Cardolan, con quizás la excepción de Girithlin.

-Y los clanes de Saralainn…, comentó Khôradur con voz serena. -Son una fuerza a tener en cuenta, y si Ayla cree que tenemos posibilidad de alcanzar un acuerdo, podría ser la solución.

-Quizá estamos adelantando acontecimientos, intervino Curudae, -primero debemos fijar los plazos para construir los edificios y máquinas necesarios para teñir la lana, y al mismo tiempo terminar de equipar el ejército y acabar la construcción del castillo. Y a la vez establecer los acuerdos necesarios para garantizar esas rutas de comercio.

-Una vez comienza a girar, la rueda tiende a coger más velocidad, dijo el Lugarteniente. -Si nuestros invitados están dispuestos a invertir para poner en marcha el proyecto, Sil Auressë buscará la forma de llevar la mercancía hacia el Sur. Lo de Rey Lanaigh parece una opción interesante, pero debemos considerar todos los aspectos, y no menos importante es la seguridad. Rey Lanaigh tiene un conflicto con Girithlin, que es el principado más fuerte. Debemos evitar hacernos un enemigo tan poderoso que además está a medio día de marcha en el suroeste. No pensé que diría esto, pero teniendo en cuenta la llegada de la familia Aludor, la situación caótica de Cardolan, la presencia de Echorion y sus jinetes… Contamos con una persona que quizá nos podría ayudar a saber qué hilos mover y cómo proceder. Estoy hablando de Finduilas…

-No puedo pedirle eso a Finduilas, pero si puedo invitarla a esta reunión y si ella lo desea podría intervenir. En cuanto a Girithlin tuve la oportunidad de pasar hace poco por sus tierras, y lo que vi fue un territorio en decadencia. Alguien importante había fallecido, la gente se marchaba de aquel lugar, los nativos maldecían la sangre que los gobernaba, los espíritus de los caídos reclamaban lo que era suyo... No sé que será de Girithlin, pero la sangre de sus principes no es querida en aquel lugar. No obstante, Echorion si algo es, es precisamente persistente y no se rendirá.

-No sé quien gobierna en Girithlin, creo que el tio de Echorion aunque no sé si ha fallecido, pero lo que podríamos hacer es intermediar en una tregua entre el Rey Lanaigh y Girithlin, tratar de hacerles ver que la amenaza mas inmediata es Tharbad y que si no nos unimos todos, no habrá un principado de Girithlin como hoy se conoce, será vasallo de Tharbad y poco a poco iremos todos cayendo. El objetivo sería buscar un sitio neutral para que ambos parlamentaran (el Rey Lanaigh y Girithlin), si se llegara a un acuerdo, nos veríamos enormemente beneficiados, y si no hubiera acuerdo, no nos veríamos perjudicados pero en ese caso tendríamos que tener decidido a quien apoyamos y si el Rey Lanaigh es contrario a Tharbad, sería el candidato mas probable que debieramos apoyar.

-Para poder intentar conseguir esa reunión debemos conocer cual es el problema que tienen entre ellos y buscar una solución, aunque ambas partes tendrán que ceder. Curiosamente, tenemos aquí un "emisario" de Echorion que también podríamos hacer venir para ver que tiene que contarnos, así pondríamos mas cartas sobre la mesa y podremos tomar la mejor decisión. ¿Qué os parece lo expuesto? También ¿hacemos llamar a Finduilas, le exponemos los hechos y después llamamos a Aelloth? Que quede claro que Finduilas intervendrá si ella lo desea.

Nadie se opuso a que Finduilas fuera convocada para dar su opinión sobre un posible pacto entre Girithlin y Rey Lanaigh, y sobre la situación en general. Curudae la hizo llamar, y poco tiempo después entró por la puerta la princesa de Dol Caladir. Saludó a todos con un leve gesto de la mano, y se quedó de pie en un segundo plano escuchando cómo Palomirë y Curudae resumían la situación nuevamente.