Partida Rol por web

Mariana quiso salir de las cocinas pero se encontró con un siervo que le contó todo lo que pasaba.

- En el patio se encuentra el Padre Adelmus Basarab, el Caballero de los Cárpatos, el Senescal, Farkas Deli, los dos Dravescu, el viejo Zort Dravescu el Emisario y su hijo el Caballero Zuyla Dravescu, Mikail y Vasilov; el noble Kars Kadar, su escudero Rodrick Stolnic, y dos guardias y dos lacayos; el séquito Basarab: seis siervos calvos, la Dama Svitlana Basarab de Polonia y sus hijos Vikos y Veronika; el Boyardo Blaatu Basarab, el Caballero Niktu Basarab. Los que acaban de entrar haciendo un ruido tremendo son un total de trece caballeros de la Casa Basarab completamente armados y ataviados para la guerra y a lomos de poderosos caballos de batalla.

Cuando el siervo acaba de hablar con Mariana, todos se fueron al patio, menos Cyrus y los demás siervos de la dama Basarab que cuidan los caballos.

Afortunadamente para todos, hay una boda en ciernes para la que estoy invitado. Os aconsejo que no metáis la pata hoy, en especial a la hora de servir a los invitados.

Nota mental: estos perros necesitan una correa más corta.

La vida da muchas vueltas. Quién sabe si Flaviu Krevcheski se convertirá algún día en el señor de este castillo, y sus tropas dominarán toda Transilvania. Bueno... las tropas de su primo. Pero si eso ocurre, el Petimetre debe tener presente pasar a cuchillo a todos los sirvientes y conseguir un nuevo equipo para las cocinas más respetuoso.

Sigan trabajando, señoritas-añadió mientras abandonaba la habitación para asistir a la ceremonia.

Neviosa como estaba ante el inminente comienzo de la ceremonia y el posterior banquete, Niziya hizo caso omiso del prepotente Flaviu y continuó con sus labores, más estresada que nunca. A pesar de saber que no era políticamente correcto, estaba totalmente de acuerdo con lo que su hijo le contestó, aunque sabía que ese tono desafiante le podía causar problemas.

Supongo que no lo puede evitar. Lo lleva en la sangre.

Me quedo pensativa, demasados guerreros y a alguien seguro que le hace falta un correctivo. Niego.

Voy a llevar esto a las novias. Elena, lleva la mitad a la prima de nuestra señora, ocupate que lo lleve adecuadamente en el vestido o en su tocado puesto.

Innya cuando termine me podre el otro vestido e ire a ayudarte en el salon a preparar mesas y comenzar a servir.

Y salimos de las cocinas

- El Escudero Flaviu Krevcheski abandona las cocinas.

- Lo mismo hacen los lacayos Dagu y Visany, llevando bandejas con jarras de vino.

- El ama de llaves Mariana y la sirvienta Elena salen también, aunque ellas con intención de dirigirse a la habitación de su señora Radovina.

En cuanto la cocina quedó algo más libre, Gretta se acercó a Innya, la miró a los ojos y le cogió la mano.

-Cariño, ten cuidado con estos, dijo pensando en Farkas y Flaviu, son capaces de hacer con nuestras vidas lo que desean. Flaviu se piensa que es el más del castillo. Para demostrar su poder... Gretta suspira y mira a las otras dos mujeres, no quiero ni pensarlo. Ladeó la cabeza como para ahuyentar esos pensamientos. ¿Que falta para acabar?

Innya suspiró y apretó la mano que le tomaba Gretta.

-Ya habrá tiempo para disculparme cuando todo esto pase-suspiró cansada- Otto estará orgulloso de lo bien que lo hemos organizado todo-sonrió confiada- vamos a dar el último empujoncito a esto -tomó los muñecos creados con el pellejo desollado de los faisanes y los colocó en las fuentes como si fuera un faisán vivo en su nido- organizad las bandejas. La bandeja de la carne menos preparada la llevaré yo y la dejaré cerca de Farkas- se secó el sudor de la frente, con los fogones, horno y demás funcionando a todo trapo en la cocina hacía un calor casi infernal- Pavetta, tú podrías servir al Senescal y a su esposa, Niziya, tú al caballero Iacobus y a su esposa -suspiró con cierta envidia pues las damas Szantovich, sobretodo Dubieta, eran de una belleza inconmensurable, cualquier mujer mataría por ser como ellas-Gretta, tú  y yo serviremos a los Basarab y demás compañía.

- La boda estará a punto de comenzar, seguramente durará entre una a dos horas la ceremonia en sí.

-Parece que la boda va a empezar tarde, uno de los novios está hablando en el patio, en vez de entrar en la Capilla... ¿Como va todo por aquí?

-¿Se va a retrasar entonces?-Innya pensó que desfallecería en ese mismo instante-bueno, más margen que tenemos...-suspiró-puedes ayudarme a distribuir la comida por mesas... o mejor, prepara algo de comida para nosotros-movió los dedos como si llevara la cuenta de algo mientras miraba el banquete que llenaba las cocinas en ese instante- no podremos comer.

Entonces, como si no tuviera suficiente con el estrés y el agobio se le sumó la rabia y la indignación.

-¡¿ES QUE NO HAN APRENDIDO A AVISAR ANTES?! -bramó dando la espalda al resto mientras bufaba. ME VOY A HACER UNA ESCALERA CON LOS HUESOS DE SUS MUERTOS PARA TREPARME A LOS CUERNOS DE SU PUTA MADRE,pensó indignadísima mordiéndose la lengua con fuerza para no dar salida a ese pensamiento.

El sabor a óxido de la sangre no tardó en inundar su boca y las lágrimas de impotencia y dolor rodaron por sus mejillas, abriendo un caminito abrasador que enrojeció la pálida piel de la sirvienta.

Si no podemos alimentarnos y desfallecemos a ver quién narices les prepara nada a los milindres de los...

Inspiró hondo y se refregó una mano en los ojos, secando el rabioso llanto.

-Lástima de melocotones.-dijo, sabiendo bien a lo que se refería, aunque puede que el resto no lo entendiera.-Lindor cielito, arréglate, has de estar presentable para los nobles mientras atiendes tus deberes-dijo con voz afectada, haciendo visibles esfuerzos por controlar su carácter, no ir a la capilla,atrancar las puertas y prenderles fuego a todos.

La noticia sentó como un jarro de agua fría en las cocinas. Muchos de los platos se podían estropear si no se servían a tiempo y un retraso podía tirar por tierra mucho, mucho tiempo de preparación y esfuerzo. Y lo peor fue la falta de comida. Comprendí el enfado de Inniya, a la que intenté animar poniendo una mano sobre su hombro. No tenía palabras que pudiesen ayudarla, cuando no tenía ánimo ni para mí misma.

- Dagu entra en las cocinas cargado con una bandeja llena de jarras de vino vacías.

-Hay que ver como beben los Basarab -comentaba al entrar en las cocinas con las jarras vacías- y a ver quien es el guapo que les dice que no pueden bebérselas.

Tras esto, deja la bandeja en una de las mesas, donde no moleste y comienza a reponer el vino de las jarras- dios, espero que esta boda termine pronto y podamos descansar por fin...

ES LA UNA.

Toda la celebración ya está en marcha y los invitados beben esperando el gran suceso. Me encargo desde la cocina de transmitir las órdenes de Farkas Deli y del Senescal Stolnic para la atención de los hombres de Basarab y de todos los otros comensales. Doy instrucciones a los sirvientes para que lleven el vino y el agua para los viajeros y quienes esperan.

Finalmente llega la hora y salgo de las cocinas en dirección a la Capilla. El evento del matrimonio de estos nobles es un evento de la Corte, por lo que debo estar presente en él. Un matrimonio es un acontecimiento importante, sobre todo un matrimonio doble que unirá a las casas nobles más antiguas de Transilvania con los miembros de la Corte actual. Es política importante y es algo que no debo, ni deseo, perderme.

Tras una calurosa mañana en los fogones el calor de la habitación había subido considerablemente y múltiples perlas de sudor adornaban nuestras frentes. <servir al Senescal y su esposa, servir al Senescal y su esposa...> repetía para mi misma para no olvidar las órdenes de Innya. La noticia del retraso de la boda me sentó bastante mal pero Innya expresó tal indignación en mi lugar. Me acerqué a ella, y, al igual que Niziya apoyé mi mano en el otro hombro apretando levemente, pero ese contacto no duró mucho. Ambas miramos a Lindor más ella fue la única en hablar. Asentí mirando a mi hijo para que saliera de las cocinas y me quedé callada justo detrás de mi hermana. Cuando Dagu entró en las cocinas observé la bandeja que llevaba y resoplé frustrada <a este paso se van a beber todas las reservas...>pensé. Me coloqué al lado de Innya y mirándole a los ojos suspiré -¡Tranquila... todo se andará... cuenta con nosotras...!- dije señalando a Niziya con la cabeza mientras sonreía con una mueca de cansancio -...¿En qué te puedo ayudar, hermana?...-dije con determinación mientras le cogía la mano y la apretaba para darle ánimos.

Innya asintió confortada por su cuñada y su hermana.
-Dejemos servidos los entrantes, deberíamos haber terminado de servir cuando los comensales entren al banquete - frotó las manos en el delantal - será más acertado que estar con el ir y venir de platos más la bebida.

Sin duda era mucho más sencillo y menos peligroso dejar solo a los que servirán la comida en los platos y la bebida en las jarras recorriendo como abejitas atareadas en el salón mientras el resto preparaba la disposición de los postres y reponían más barriles de vino, que por lo visto los Basarab a parte de ruidosos y carentes de la educación mínima como para presentarse tantos sin avisar también eran unos borrachos de cuidado.

Apretó la mano de su hermana y se obligó a sonreir.

-Con tanto caballero ebrio será mejor que andéis con cuidado, procurad dejar a los muchachos las mesas de los Basarab.

-Dagu, ¿Visany está sirviendo?

- Lindor sale de las cocinas para dirigirse a la Capilla.

- Visany entra en las cocinas, puede ver a Innya con los ojos lloros. Paveta y Niziya la consuelan.

-Pues la verdad es que no lo sé -contestó Dagu, pero en ese momento entró Visany- aquí le tienes.

Una vez la bandeja llena de jarras de vino de nuevo la cogió y se dispuso a volver- vamos, que tenemos lo que dure la ceremonia para tener todo preparado -miró a las mujeres- dejar descansar a Innya un rato que lleva un dia agotador, y encarguémonos de tener la mesa lista.

Llegando a la puerta se giró de nuevo- vamos, que no tenemos mucho tiempo -dijo mientras salía de nuevo por la puerta en dirección al Salón Principal.