Partida Rol por web

Después de mirar al infinito lleno de horror unos instantes Donny se esforzó por retomar el hilo de la conversación. Frunció el ceño y carraspeó, porque presentía que si no lo hacía su voz iba a sonar como un gatito asustado.

-No lo entiendo. ¿Para qué vamos a ir a por los Danzantes? Quieren despertar al Espíritu ese, ¿no? Pues lo encontramos antes y... nos encargamos de ello. Lo cambiamos de sitio, le ponemos una trampa a Uñas-de-cristal, lo que sea. Si cuando se lo cargaron la primera vez estaba por aquí alguien tiene que saber algo, algún espíritu o algún cuento o algo así. -Se encogió de hombros, quitándole importancia a lo que estaba diciendo porque no sabía si tenía mucho sentido-. No sé. Yo prefiero enfrentarme a una Perdición comatosa antes que a veinticinco Danzantes bien despiertos.

Viviane se volvió hacia el Ahorun como si no entendiera lo que decía.

-¿Qué? No podemos enfrentarnos a eso sin despertarlo primero. ¿No? -preguntó mirando hacia los Theurges presentes. Ella no era ninguna experta, pero le parecía de sentido común que si aquella posibilidad era factible, ya la habrían mencionado los Ancianos-. Tendríamos que levantarlo, o algo, y dudo que lo que haya que hacer para lograrlo cuadre con nuestra moralidad. Estará atado a algún objeto o lugar, supongo. Aunque... lo que sí podríamos intentar es saber a qué está atado y hacer un Captura la Bandera.

Donny se cruzó de brazos, a la defensiva.

-Pero qué despertarlo. Digo doblarle la dosis de ectovalium para que los Danzantes no lo puedan despertar, o llenar el sitio de bombas y poner uno de estos -dijo, y se tocó el pecho donde colgaba el amuleto que le avisaría si a su madre le pesaba algo para inmediatamente volver a poner su extremidad donde estaba, enroscada con su gemela y pegada al cuerpo- y hacerlos explotar cuando avise de que Uñas-de-cristal ronda por allí. Yo qué sé. Es cuestión de pensar algo. Me gusta más que la idea de rodear todo el Clan de estacas de madera mientras esperamos a que los Danzantes den señales de vida.

Viviane escudriñó en la mirada del lobo el tiempo suficiente como para replantearse el estado de la situación.

-Eso... Eso tiene sentido. Podría ser viable. ¿Podría? -preguntó volviéndose hacia su madre, que llevaba la cuenta en la batalla, mientras señalaba al Ahroun con el dedo-. Eso no se lo esperarían. Esperarán que estemos aquí, defendiendo el Túmulo, no buscándoles allí. Si contásemos con la información suficiente, tal vez podríamos considerar esa posibilidad. Aunque imagino que habría que pedir muchos favores espirituales y... y el Clan quedaría algo desprotegido. Pero el factor sorpresa podría ser muy beneficioso -balbuceó conforme las ideas se mostraban en su cabeza como chispas-. Al menos eso les desestabilizaría. Habría que conseguir información de verdad.

-Por supuesto que no podemos despertar a la Perdición para destruirla -dijo Lysandra con tono tajante-. Decenas de Garou perdieron la vida en el pasado para dormirla. Eso ni pensarlo. Además...

-Ni siquiera se sabe su paradero exacto -respondió la Theurge-. Nuestros antepasados borraron cualquier rastro del Fetiche en al que la ataron para prevenir que alguien la despertase.

-Botón-del-pánico, aprecio tu Rabia y espero que la utilices a favor del Clan. Todo se hará a su debido tiempo. No podemos actuar a ciegas intentando detener a los Danzantes cuando podríamos darles la localización de la Perdición y ahorrarles trabajo. No mientras nuestras defensas tiemblan. No mientras sólo quedan Cliath para proteger el Clan. No mientras nuestros cachorros están indefensos en la ciudad. Hay demasiadas cosas en riesgo. Primero debemos asegurarlas o cuando terminemos no habrá hogar al que volver -dijo la líder del Clan-. Pero tienes razón, Flecha-de-plomo: sin información no hay defensa que valga. Necesitamos conocer lo que están haciendo.

-¿Significa eso que la misión de eliminar el té corrupto de los alrededores se pospone? Vaya mala suerte. A mí me huele que están relacionadas... Si encontrasteis Danzantes con Pentex, eso significa que están durmiendo en la misma cama. ¿Algo que proponer al respecto, Flecha-de-plomo?

Qué importaba un hogar cuando Gaia entera estaba amenazada de muerte, pensó. Pero el consejo ya había expresado su opinión al respecto, y poco tenían ellos que decir. Resopló claramente disconforme con su sentencia, mirando al Ragabash.

-Tengo que encargarme de otro asunto primero, y cerciorarme de si lo que sé es cierto o no -Echó un vistazo por encima del hombro hacia su manada-. Pero sigo pensando que ya que nuestras defensas no son suficientes, lo mejor que podríamos hacer es seguir moviéndonos. A veces un ataque puede ser la mejor defensa. Y todo el tinglado del té no puede ser casualidad. Si dejamos que la ciudad se infeste de mierda más fácil será que levanten al bicho ese. Eso seguro. Yo dejaría un grupo purgando la ciudad.

-Por rango, eso os corresponde a vosotros -dijo Dom con media sonrisa.

-¡Sí, no hay problema! -dijo Alecto rápidamente, que había estado escuchando muy callada y con el cuerpo rígido mientras se discutía la posibilidad de ir a interrumpirle la siesta al Cthulhu de las perdiciones, que seguramente estaría echándosela en el sofá más recóndito de la Umbra. Comparado con eso quedarse purgando la ciudad sonaba a vacaciones pagadas en el Caribe. Miró al resto de su manada, perdiendo algo de empuje.- Es decir, si lo ordenáis y a mis compañeros les parece bien, claro. Yo estoy dispuesta a robar té. Atracar supermercados. Salvaguardar las infusiones del pueblo.

Alecto se forzó a cerrar la boca y darle tiempo a su cerebro para que dejara de estructurar frases estúpidas.
 

-Solo si no somos lo suficientemente listos -Le respondió al Ragabash devolviéndole el gesto. Esperó un momento por si los Ancianos tenían algo más que decir y les despidió con un relajado saludo militar-. Traeré las nuevas en cuanto las tenga.