Partida Rol por web

Alecto se cruzó de brazos cuando estuvieron algo apartados y dijo:

-Ya he hablado con ella. Dice que no tiene que explicarle a Ashley a quien se tira cuando se aburre. Que si tanto te molesta, eres libre de decírselo tú -se encogió de hombros-. Yo lo he intentado. Me retiro. 

Cambió a su forma homínida y soltó un bufido de exasperación. Había algo en el mensaje de Viviane que le molestaba, algo aparte de su actitud general hacia la manada, pero no hubiera sabido decir qué era.

-Es justo lo que voy a hacer -dijo, y se dirigió a la cabaña donde dormía Viviane a grandes zancadas.

Alecto se removió un poco incómoda:

-¿Qué le vas a decir? No creo que... es decir, ahora mismo no está en su mejor momento, ¿sabes?... No es que defienda su postura en todo esto, pero, ya sabes...

Donny se giró para mirar por encima del hombro a Alecto antes de seguir hacia la cabaña de Viviane.

-Voy a sacarme unos créditos libres en Mediación Philodox. Y me importa un cojón que no sea su mejor momento. Si quieres ven, pero si lo haces es ver, oír y callar.

-Voy a ir -dijo Alecto, levantando la barbilla y mirando a un lado mientras echaba a andar-, pero sólo porque quiero ver a Murray...

Alguien abrió la puerta sin llamar. Era Donny, buscando a Viviane en la oscuridad con los ojos entrecerrados. Abrió la puerta del todo para dejar pasar a Alecto y después la cerró de un golpe.

-Viviane. ¿Estás despierta?

Viviane despegó la cara de la almohada con lentitud y se frotó los ojos. No estaba segura de si había llegado a dormirse o del tiempo que había pasado.

-¿Ya? Joder... -masculló mientras se incorporaba en la litera, sentándose en el borde con los pies colgando tratando de poner orden en su mundo.

Le señaló a Alecto el rincón de la cabaña donde podía quedarse en silencio mientras él procuraba no pegar a nadie, y avanzó hacia la litera.

-Tenemos que hablar. Mejor dicho, tengo que hablar yo.

-Que conste que yo no pensaba que este fuese el momento adecuado y que yo pensaba que había que dejarte dormir y que además yo sólo he venido aquí a ver a Murray... -dijo sentándose de espaldas a Donny y de frente a la calavera que estaba encima de su cama poniendo un aire desinteresado casi cómico-. Pero escucha a Donny, que dice que tiene algo importante que decir. Que a mí no me interesa.
 

La ragabash entornó los ojos y detectó dos bultos en el lugar que poco a poco se fueron dibujando como un Donny con cara de pocos amigos y una Alecto que no debía estar allí. Prefirió fijarse un poco más en esta última, sobre todo porque se puso a hablar casi arrancándole una triste sonrisa. Casi. Después miró a Donny, suspiró profundamente, todavía sin saber muy bien qué tenía que decir él de todo aquello, y le hizo un gesto con la cabeza para que empezase a soltar un rollo que de seguro no quería escuchar.

-Bien -dijo Donny, y empezó a gesticular enfáticamente incluso antes de empezar a hablar-. Me han dicho que tienes un mal día y que tu amiga esa está mal y no sé que hostias. Pues lo siento mucho pero me importa una mierda. Estás hablando conmigo. Y si yo tengo que aguantarme y ser maduro y esperarme a que pase la alerta roja para ocuparme de mis mierdas, entonces tú también. Y si yo tengo que comportarme y cumplir con mis obligaciones y no hacer nada que me ponga en peligro o a la manada o al Clan, pues tú también. Y eso incluye andarse con secretos si puede joder a toda la manada. ¿Hasta aquí está claro? -preguntó en un tono que sólo admitía como respuesta un sí o un no. Pero sin dar opción al no.

Viviane tomó aire. Contó mentalmente una serie de números hasta que sintió que podía contestar con un monosílabo, y que ese monosílabo no era una palabrota, y respondió.

-Sí.

Alecto se giró un poco para mirarlos a ambos y volvió a bajar la cabeza dándole con un dedo a Murray, con los ojos muy abiertos.

-Bien. Y una cosa más. -Se acercó a la camara y clavó un dedo índice amenazador en la rodilla de Viviane, que era lo que le quedaba a mano-. A mí me da igual lo que hagas y con quién. Pero me parece que a Alecto le molas. Así que si lo que quieres es tirarte a alguien porque te aburres o porque sí te buscas a otra, a otro o lo que te de la gana. -Echó un brazo hacia atrás para señalar a Alecto-. Pero si vas a hacerlo con Alecto, vas a decidir lo que quieres ya y no vas a andar mareándonos ni a ella ni a mi. Que no me entere de que la tienes yendo detrás tuyo y sólo te interesa para follar. Porque como la trates mal, escúchame bien, te borro del mapa.

Viviane abrió la boca y se quedó así, mirando a uno y a otro absolutamente descolocada mientras el color rojo teñía su rostro. Tras unos segundos saltó de la cama enérgicamente apuntándoles con el dedo sin decidirse por cual, como si tratase de averiguar hacia quién iba a dirigir todo aquello que se le pasaba por la cabeza.

-Iros a la mierda. Los dos. Y dejadme en paz.

Y dicho aquello se enfiló fuera de la cabaña con tantas ganas de destrozar algo a hostias como de llorar.

Alecto saltó de la cama y se apresuró detrás de Viviane, pero en cuanto había atravesado la puerta de la cabaña volvió a toda prisa y se abalanzó sobre Donny, estrujándolo un momento antes de soltarlo y volver hacia la puerta señalándole:

-Gracias, eres el mejor Ahroun que parece mudo pero no lo es que he conocido jamás y te quiero y te debo una cerveza, dos cervezas, diez cervezas, volveré -dijo desapareciendo hacia el exterior.

Alecto salió a toda prisa de la cabaña, acercándose a Viviane al trote y poniendose a su lado, andando de espaldas para mirarla:

-Voy contigo. Aunque sería mejor si parases, pero si no puede ser, si tienes que, no sé, quemar energía, te seguiré por todo el clan, no pasa nada, estoy en forma, te sigo el ritmo. Sé que eso ha sido... bueno, sabía que esto iba a salir regular, en realidad no iba a ver Murray, sólo quería estar presente por si os matábais, no me esperaba eso para nada... ¿Quieres...? Le puedo dar un par de toques a Awen, te quedarías un poco más relajada, sólo si tú quieres...

Viviane se paró en seco. Estaba roja como una manzana y, aunque nunca lo admitiría, en algún momento había empezado a llorar, así que no dejaba de restregarse la cara con las mangas. Como última solución, cambió a lupus antes de que alguien más se diera cuenta.

-¿Qué parte de 'Dejadme en paz' no has entendido, Alecto? No quiero que tu guardaespaldas me agujeree con plata.

Sueño estaba mordisqueando tranquilamente los restos de la cena mientras descansaba, cuando Alecto llamó a Donny. Se dio cuenta de que su relación con la manada en general era bastante escasa comparada con la que tenían entre ellos 4. Quizá debería intentar arreglarlo.

- Ashley, llevo muy poco con vosotros en el clan, pero me he dado cuenta de que no soy precisamente bueno a la hora de relacionarme y vosotros siempre estáis juntos y hablando de vuestras cosas. Tú que conoces mejor que yo a la manada, ¿qué crees que podría hacer para mejorar en ese aspecto?

Alecto se dio la vuelta y pasó a lupus a la carrera:

-No, entiendo todas las partes de 'déjame en paz', y alabo tu elección, sencilla y directa, cualquiera se daría por aludido, pero verás, hace un rato me has dicho que tú y yo no somos nada... y ya sé que no vamos a casarnos ni a ponernos una cabañita privada, pero pensaba que sí que éramos algo, algo poco específico y en periodo de pruebas, pero aún así algo encantador y lleno de potencial para un poema de cien o doscientas páginas... y el caso es que me ha jodido, pero aún así estoy persiguiéndote por todo el clan a riesgo de que me des un puñetazo en la boca porque no puedo dejarte sola si estás mal, y lo que intento decir con todo esto es que vas a necesitar algo mejor que déjame en paz para que, bueno, para que te deje en paz.