Norión caminaba con menos dificultad que de costumbre y el rostro descubierto, junto a Denelloth. Ambos habían sido tocados por lo sobrenatural aunque de modo diferente, y las fuerzas que se movían eran tan fuertes y tan opuestas a la oscuridad que los rodeaba, que el contraste podía confundirse con locura.
Volvió a sentarse junto a Ferrim en la mesa con el antiguo libro, pero esta vez giró la silla para apuntar al centro de la cabaña. Faltaba poco para partir y el montaraz quería dejar en claro el plan que debían seguir en unas pocas horas. Esperó a que todos entren y se mantuvo en silencio esperando a que Denelloth hablase, era el líder de la operación por orden directa de Khoradur, y todos los hombres en esa sala lo respetaban como tal. Entretanto repasaba mentalmente lo que esperaba que ocurriese frente al monolito.
La compañía volvió a reunirse dentro de la cabaña. Se advertía el cansancio, pero también la resolución que todos tenían por cumplir su misión. Se preparaban para emprender el último esfuerzo.
Denelloth notó las miradas de los hombres posadas en él. Primero se dirigió a Russef, Eben y Girion, con expresión de agradecimiento: -Habéis hecho bien enterrando dignamente a Wulfgar, os lo agradezco. Nos habéis dado tiempo a los demás a realizar unas tareas preciosas para nuestro cometido. Norión -continuó, dirigiéndose al sacerdote y a Ferrim, -espero que hayáis tenido tiempo de estudiar esos documentos, y confío en que maese Ferrim será capaz de cumplir con su crucial papel. Si hay algo que los demás debamos saber al respecto, decídnoslo. Por mi parte (y gracias a ese bendito animal que nos guía), he conseguido contactar con el Guardián. Estará allí, junto a nosotros, en el claro, para darnos su ayuda y guía.
Respiró hondo antes de seguir. -Sigo temiendo por Sil Auressë y todos aquellos que hemos dejado allí si tardamos demasiado tiempo en destruir el monolito. Sin embargo, creo que Norión y Finduilas saben más que los demás respecto al mejor momento para intentarlo; así que seguiremos vuestras indicaciones al respecto, maese Norión.
Echó una mirada cómplice al anamarta. -Haremos el ritual cuando consideréis que es adecuado. Aún así, creo que lo mejor será llegar allí cuanto antes, ¿no os parece?
La última frase iba dirigida a todos y pretendía confirmar si aquella opción era respaldada por los demás. El montaraz se irguió cuan largo era, y su expresión era de clara serenidad y determinación. Intentó transmitir aquellos sentimientos a aquellos que le rodeaban. Terminó su exposición con voz tranquila. -Ya expuse antes cómo creo más adecuado acercarnos al monolito. Si alguien tiene alguna duda o comentario al respecto, que la exprese. Y si nuestro vigía Otho no ve peligros inminentes en el horizonte, partamos cuanto antes.
Es el momento de exponer ideas para planear la estrategia de la destrucción del monolito y la táctica de aproximación.
Qué hora es, dire? Viajaremos de día?
Salen de la escena: Denelloth, Eben, Ferrim, Girion, Norion, Russef
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