Partida Rol por web

El chico demonio miró a Álex como si quisiera fulminarle en el sitio, pero ver a tanta gente a su alrededor intentando parar la pelea y el escuchar las palabras de Aetheldryd, hicieron qeu cerrara los ojos y respirara hondo.

 -Vale, un conjuro de limpieza. ¡Pero más vale que sea bueno!

Miró a Álex y entrecerró los ojos.

 -Seguro que tú sabes muchos. Al fin y al cabo, estamos en un "puto colegio de magia".

 -¡Ese lenguaje, señor Aestendor!

Con un gesto de la mano apareció una mascarilla sobre la boca de Ismael, enmudeciéndole al instante.

 -Esta institución no es un "puto colegio de magia".

Con otro gesto la misma mascarilla apareció sobre la boca de Álex.

 -Diez minutos de silencio para ambos. Y ahora, ¿voluntarios que deseen practicar conjuros de limpieza? El señor Aestendor se ha ofrecido voluntario para las pruebas.

Los ojitos de Renata brillaban de admiración por su Sempai Aetheldryd, quien, como toda una princesa o dama educada y elegante, tranquilizo la situación de manera tan hermosa, mas aun, sin violencia.

Así que viendo a su nueva ídolo, tenía que seguir su ejemplo.

-No pasa nada Sayaka –Intento sonreír como la peli lavanda, aunque no estaba segura de poder conseguirlo a la primera. Todos tienen su carácter y no todos contamos con la misma paciencia, de hecho, debemos esperar lo mejor de las personas, pero también estar preparados para cualquier cosa.

Acordándose sobre la plática de hace un momento sobre los lugares y celebraciones de cada uno, se le formo una duda.

-Sayaka, se que suelen tener refugios mágicos muchas comunidades, pero cuando ocurre un accidente o un extraño se mete a donde viven –Miro a Kitsu, ambas eran muy inocentes. ¿Cómo se defienden?

Ignoro el asunto de limpiar el traje, las labores domésticas no eran lo suyo, amenos no tenía tanta confianza en eso.

Sayaka observaba como iba evolucionando la situación, por fortuna y como era de esperar en cierta forma de Aetheeldryd consiguió relajar el ambiente y que no llegara a mayores, los profesores parece que también estaban preparados. Sayaka suspira con cierto alivio cuando Renata le habla, ella asiente y responde:

Si… pero los hombres son más… agresivos

Cuando le pregunta por cómo se defienden se queda unos instantes pensando mientras Kitsu saltaba de nuevo de la cabeza de Sayaka a la de Renata y dice:

En mi aldea se encarga mi madre… no sé muy bien que hace porque el que entra en la aldea no puede volver a salir porque si no cuenta donde esta… creo que les borra la memoria… si no puede no se…. Cuando le he preguntado me ha dicho que no me tengo que preocupar, que las leyendas nos protegen

Termina diciendo con cierta cara de duda en su rostro y de no saber muy bien a lo que se refería su madre

Álex hubiera intentado hacer el truco de magia para limpiar la ropa del payaso ese, pero no tenía ninguna experiencia aún con la magia así que no supo ni por dónde empezar. Pero el peor momento vino cuando sintió como algo le oprimía la boca impidiéndole hablar. No se lo podía creer. ¿Así era como trataban en esa escuela? Simplemente había soltado una mala expresión, nada del otro mundo, pero el hecho de que lo mandaran callar de una forma tan agresiva lo dejó muy sorprendido y no fue capaz de reaccionar.

Frunció la mirada mientras miraba al triojo para que quedara claro que se había quedado con su cara y que lo estaría vigilando.  Luego miró a Sarah algo más tranquilo pues parecía que la muchacha no se sentía mal por lo que acababa de pasar.

Mientras hablaba con Renata, el chico demonio del comedor parecía pelearse con dos alumnos, y de nuevo se sentía esa aura de calor que emanaba. Advertí como Aethel me dirigía una mirada del estilo "aquí vamos de nuevo" y le dediqué una breve sonrisa para que supiera que la entendía. Ese tipo (Ismael) era un incordio a veces, ya que tenía un temperamento bastante explosivo... aunque no hizo falta que dijera nada, pues la chica de pelo lila se acercó a ambos (al otro chico que creo que se llamaba Alex, con el cuál se estaba peleando Ismael) y de manera regia los retó a ambos. También se unió el vicedirector, que con un movimiento, silenció a ambos estudiantes, bastante molesto.

- Yo me ofrezco, señor vicedirector. Aunque al ser mi primer día aquí, cuento con ustedes para ayudarme. - Dije con una breve reverencia. - Si el hechizo involucra agua, quizás no me sea tan difícil, a fin de cuentas el hielo es agua sólida. -

-¿Eso duele?- miró con preocupación lo que tapaba la boca de Alex mientras ladeaba la cabeza. No parecía muy cómodo... -Al menos parece mejor que si te lavan la boca con jabón, como dice mi mami- al menos le intentaba mirar el lado bueno.

-¡Yo quiero intentarlo!- después de todo fue su efusivo baile el que desencadenó la situación. Aunque levantó una suave brisa, tratando de separar la mancha del traje, no consiguió nada de nada. -Vaya... Tiene que haber otra forma.

Estando en medio, literalmente, de todo el asunto, Aetheldryd comenzó a tratar de concentrar en su mano desnuda la magia requerida para limpiar la ropa de Ismael. Tanto que Kyrt como Sarah quisieran ayudar le motivó bastante; pero luego darse cuenta que estaba rodeada de mucha gente que observaba, un pequeño nervio creció dentro de ella y su falta de canalización oportuna conllevó a que, luego de un destello breve, el círculo mágico que se convocaba junto a unas palabras susurrantes.. implosionara y la mancha no solo quedara en el mismo sitio, pareció incluso que había cambiado de color.

-Es difícil, Kyrt...-miró a Ismael y suspiró sin frustrarse. Aunque podía trabajar bajo presión esta vez falló y no saldría de sus casillas. De hecho, se le podía ver aún calmada-... y antes de que se te ocurra explotar porque me ha salido mal... ¿Vicedirector, podemos intentarlo afuera? No quisiera que él saliera afectado.

Y, si aquél hombre lo aprobaba, la pelilavanda sacaría a su compañero para que no ocurriese nada grave y si alguien quería acompañarla no habría problema, de ahí que dijera "podemos".

Cuando Aeheldryd dijo "No quisiera que él saliera afectado" veía al Vicedirector y daba la espalda al resto, por lo que nadie más (si acaso Ismael porque estaba a su lado) se percataría que había visto de reojo al chico demonio. Sí, estaba preocupada por él, más porque ya lo conocía de años y era muy fácil juzgarlo. 

No quería que todos los avances que el triojo había hecho se fueran a la basura por un desplante que estaba costando controlar. De ahí que mirara con apremio al profesor Witchward.

El vicedirector asintió.

 -De acuerdo, vayamos al pasillo. Todos los que quieran colaborar que levanten la mano, por favor.

Que él podría limpiar el traje de Ismael en un instante, pero siempre era interesante ver el potencial y el talento que mostraban los alumnos al empezar el curso.

El chico demonio parecía exhasperado, pero no podía expresarlo con palabras debido a la máscara silenciadora que le habían colocado. Eso sí, la temperatura había subido y el aura de Ismael estaba ligeramente roja. No era muy grave, pero podía acabar muy mal como siguiera estresándose.

A la sugerencia de salir fuera, asintió. Al menos no le verían todos los alumnos si acababa con el traje lleno de porquería...

Mientras os organizabais para salir al pasillo a ayudar al chico demonio, Goro Aki llegó junto con la profesora Copperpuff y el profesor Cavanaugh.

Por fin llegaste al salón de actos, ¡y en menudo momento llegaste! Álex estaba con una mascarilla cubriéndole la boca, igual que un chico de piel violeta, cuernos y tres ojos, el cual tenía una mancha de ponche en su traje. Varios de tus compañeros estaban alrededor de ellos y hablaban acerca de salir al pasillo a practicar conjuros de limpieza. ¿Qué diantres había pasado mientras estabas fuera?

Con cuidado, Renata estuvo observando como algunos intentaban deshacer la mancha, para ella era bastante interesante un uso así.

-Los hombres… -Al intentar contestar a Sayaka, no pudo sino pensar detenidamente, exprimiendo en su memoria cualquier dato.

Pero inútil era el esfuerzo ya que sobre hombres solo poseía el mínimo de saber necesario.

-¿Es su… naturaleza?

Dijo más a manera de pregunta, que dé respuesta.

-Este..

Y aprovechando que todos salían para una lección, cambio el tema.

-¿Vamos? Si quieres llevamos algunos bocadillos –Señalo la mesa al tiempo que se apresuraba a tomar un par de tentempiés para el camino, la comida se veía rica, pero una lección de magia era muy tentadora para la pelirrubia.

Aki se paró un instante, tratando de desenredar el significado de la escena que veía, sin tener mucho éxito. Por el comentario de Renata que oyó supuso que se trataba de una altercación entre Álex y él otro chico cornudo, altercación que había terminado con el último manchado de ponche.

Al oír lo de la lección de magia, aunque sólo fuera de magia de limpieza, siguió tranquilamente los demás al pasillo, haciendo cara de haber asistido durante todo el rato ya a la escena y tener así el derecho de participar.

Sayaka se queda mirando a Renata, lo cierto es que le apetecía comer, pero sabía que a Renata le apetecía mucho ir a ver como hacían aquel conjuro, así que se queda unos segundos pensativa, mirando con ojos de cordero degollado la comida y dice con voz de niña buena mientras junta los dedos:

Esto… si quieres… podemos ir fuera… pero… ¿puedo?... ¿puedo coger algo?... o, tu lo coges que sabes lo que está más rico... y asi salimos mas rapido

Su cara pasa a “iluminarse” con la expectativa de comer algo delicioso y dice:

¿Vale?

La pelilavanda asintió cuando el Vicedirector acató su sugerencia y comenzó a caminar al lado de Ismael. Sabiendo que no podría evitar el calor por estar a esa cercanía, usó su mano sin guante para ponerla sobre su nuca y se notó que aquello le ayudó por reflejar suspiro de alivio.

Se limitó a voltear por arriba de uno de sus hombros para ver quiénes irían con ellos, sonriendo un poco al saber que Renata y Sayaka irían; de igual manera, cuando Aki se integró le saludó con un asentimiento leve de cabeza y luego miró a Ismael.

-Entiendo que esto sea agobiante para tu y comprendas por qué sugerí que saliéramos-quiso darle ánimos con una pequeña sonrisa alentadora, sin saber si resultaría efectivo.

Levanté la mano, como el vicedirector pidió. - Desearía colaborar, señor vicedirector. - 

El calor iba ligeramente en aumento. Podía notar que algunos ya se mostraban incómodos con la temperatura, como Aethel que se había llevado una mano a la nuca. Luego de pensarlo unos segundos, decidí probar que tanto había aprendido en el día, y traté de liberar bastante frío a mi alrededor para bajar la temperatura y que todos estuvieran más cómodos. Recordé las palabras de la profesora Auriel sobre las energías, y empecé a concentrar las mías hacia afuera, envíandolas al ambiente.

Aki sonrió un poco confuso, como solía sonreír ante la expresión de cordialidad humana de los demás, cuando la chica pelilavanda – Aetheldryd, sí, Aetheldryd – lo saludó con un gesto de la cabeza invitador. Esuchó las palabras que la chica dirigió al que llamaban Isamel y notó el leve calor que se desprendía de él, probablemente un singo de son nerviosismo.

Mh… me pregunto qué es que habrá pasado…

Aki se limitó a observar y iba a participar tranquilamente en la lección de magia.

El vicedirector salió del salón de actos junto con Ismael, Aetheldryd, Kyrt, Aki, Renata, Sayaka y unos cuantos canapés y sandwiches que la kitsune y la muchacha rubia habían cogido de las mesas.

Gracias a la magia de Kyrt, el calor que había empezado a subir de manera insoportable en el salón de actos, bajó hasta una temperatura soportable. El ambiente aún era cálido, pero normal para ser 31 de Agosto.