Partida Rol por web

Alecto se giró para ver cómo Viviane se acercaba a la barra. Se mordió el labio con una sonrisa. Quizás con un poco más de alcohol podría sacarle algo de información. Mentiría si dijera que no se había preguntado si Viviane hacía honor al estereotipo de su tribu... a lo mejor algo se le escapaba, con la cantidad adecuada de alcohol.

Eso sí, En un alarde de lo que podría llamarse algo extrañamente parecido a la caballerosidad decidió beber tanto como bebiese la Ragabash.

-Hecho -le respondió a Ashley.

Desde la barra, Viviane vio que entraba un grupo de chicos al bar. Eran humanos corrientes y molientes, todos con chupas de cuero para defenderse del mordiente frío. No habría puesto en ellos dos veces los ojos si uno de los presentes no fuera aquel tipo, el tal Dan o John...

Viviane abrió los ojos desmesuradamente al ver entrar a John-Dan por la puerta. ¿Se acordaría de ella? ¡Cómo no se iba a acordar! ¡Se lo había tirado en el salón de su casa! Dios... ¿No había suficientes bares en toda la ciudad? Si el alcohol que llevaba encima no le estuviese dando ya bastante calor, sus mejillas se habrían puesto coloradas al recordar aquella horrible situación. Con todo el disimulo que del que pudo hacer acopio, se giró hacia otro lado dándole la espalda a la puerta. Pero, a juzgar por la eternidad que había tardado en procesar todo aquello, seguro que ya la había localizado.

-Si me perdonais, tengo que ir un momento al baño -dijo Ashley.

En cuanto el camarero puso los vasos junto a ella, los cogió y volvió a la mesa al tiempo que Ashley se iba. Se sentó sin decir nada y le dio un trago corto. Su mirada se desvió unos segundos hacia el grupo que acababa de entrar antes de volver a prestarles atención.

-¿Cómo va lo del nombre? -preguntó, sin tanto entusiasmo.

El grupo consistía de unos cuantos moteros duros y machotes, aunque no poco atractivos...

-Algo de poder feminino, ya verás -anunció, muy preocupado.

Aunque podía seguir bebiendo y era improbable que Donny terminase mucho más cocido salvo que se aplicase de verdad, no estaba ya en condiciones de notar el cambio de humor de Viviane.

Alecto alargó la mano para coger otra cerveza y dijo despreocupadamente:

-Ya saldrá, ya saldrá... Yo sólo pido que acabe en algo que se pueda rimar -dio un trago viendo como la Philodox se alejaba de la mesa y se volvió a Viviane, dándole un toquecito a su vaso con la botella de la que estaba bebiendo-. ¿Sigue el reto en pie? No llevo la cuenta, pero si una animadora Fenris te gana bebiendo... deshonra sobre tu tribu -canturreó con una sonrisa.

-¡Ja! Puede seguir soñando si cree que va a ganar a nuestra tribu. Pero como esté en el baño vomitando, trampa.

Chocó el vaso de nuevo con su botella y le dio otro trago. Se forzó a alternar la mirada entre la Galliard, el Ahroun y la puerta del baño.

Ashley salió del baño tambaleándose. Tenía los ojos vidriosos y una sonrisa estúpida en la cara. Se derrumbó sobre su silla. El viajecito le había subido todo a la cabeza. Pero ver a Viviane de vuelta y bebiendo la reconfortó.

-Muy bien, muy bien... Ya veo que todo se mueve menos vosotras. Anda. Si tenemos compañía.

El grupo de chicos se acercó a su mesa al verlas -en apariencia- solas.

-Hola, ¿qué tal? -preguntó uno de ellos, botella en mano-. ¿Estáis solas?

De pronto se dieron cuenta de la presencia de Donny y todos se encogieron sobre sí mismos.

Viviane levantó la mirada brevemente para comprobar que, sí, habían ido a su mesa. La palabra "solas" hizo que casi se le escapase una risa, y automáticamente se volvió hacia el Ahroun para ver su reacción. Borracho. Él, tan temeroso de acabar convertido en una de ellas gracias a Lluvia. Algo tendría que decir al respecto. O su Rabia.

Cómo que solas, pensó primero, confundido. Cómo que solas, pensó a continuación, mosqueado. Se sonrojó, pero dejó que sus pintas de vagabundo loco y su Rabia trabajaran a su favor. Procuró fijar la vista (más fácil decirlo que hacerlo) en el de la botella.

-No -dijo, de muy malos modos.

-Hey. Tú -dijo uno de los chicos. Debía de rondar los veinticinco y probablemente fuera el más interesante. Se refería a Viviane, no obstante-. ¿Qué... tal? ¿Eras... Viviane?

Todos se sentían intimidados por Donny. Uno se marchó sin poder soportarlo más. Los otros dos se quedaron congelados. Dan-John intentaba un poco de charla insustancial para alejar la atención.

¡Maldito John-Dan o cómo se llamase! ¿Por qué tenía que tener un nombre tan olvidable? ¿John? ¿Dan? ¿John? ¿Dan? No le daba tiempo a tirar una una moneda al aire para ver con cuál se quedaban. John. Ya tenían a Donny, que empezaba por D.

-Hey... ¿John?

Era terrible que se acordase de la marca de su moto pero no de su nombre. ¿Y ahora qué? ¿Se levantaba a darle dos besos? ¿Les invitaba a sentarse...? Bah. Era Ragabash, joder. Ya saldría de aquella. Total, si se acordaba de ella y se había atrevido a hablarle es que no lo había pasado tan mal, después de todo.

-Bien, bien. Tomando algo con mis amigos -dijo, poniendo una sonrisa agradable. Se hizo a un lado y señaló un espacio  a su lado en el que cabía otra silla-. ¿Queréis uniros?

-Dave -contestó él, terriblemente preocupado ante la perspectiva de sentarse-. No, bueno, creo que voy a pasar. Tenemos cosas que hacer, ¿verdad?

Sus amigos estuvieron de acuerdo.

-Bueno, nos vemos.

Y se alejaron de allí con una rapidez excesiva.

Alecto, que había estado bebiendo de la botella con mala cara, vio cómo el grupo se alejaba. Hizo una mueca. ¿Estáis solas? Bah. Aunque no hubiesen visto a Donny, lo que denotaba una cercanía peligrosa al coma etílico o un problema grave de vista, no, no estaban solas. Aún sin contar a Donny eran tres, ¿desde cuándo era eso estar sola?

-¿Conocéis a esa gente? -preguntó de mala gana, porque era evidente que sí. También era la única razón por la que no les había soltado una bordería a la primera de cambio.

Viviane observó cómo se alejaban. Ni Dan ni John; Dave. Dio un trago al vaso y se recostó sobre la silla entrelazando las manos tras la nuca. Se encogió de hombros ante la pregunta.

-Alguna vez debí de coincidir con el tal Dave, supongo -comentó antes de volverse hacia Ashley, recobrando el buen humor-. Si has vomitado estás descalificada.

Ashley había observado toda la escena en silencio, con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando se fueron, se volvió hacia Viviane muy interesada.

-Vaya. Siempre pensé que eras lesbiana.

Viviane puso los ojos en blanco.

-Pues te equivocaste.