Partida Rol por web

''Bien, no es momento de asustarte Anastasia... Puede que no estés en un partido de Quidditch pero es el mejor momento para poder intentar atrapar a una Snitch'' me decía a mi misma mientras escuchaba las palabras de Thad guiándome. 

Cuando conseguí encontrar la snitch me lanzo lo más rápido que puedo y directamente hacia ella, estaba tan concentrada en capturar en la snitch que de repente giró bruscamente hacia un lado y en cuanto intenté girar perdí un poco el equilibrio, teniendo que frenar sino me hubiera caído de la escoba.

- ¡Rayos...! Ya verás pequeña... no voy a permitir que te escapes...- en aquel momento vuelvo a lanzarme sobre ella pero esta vez buscando mas el equilibrio entre la escoba y yo para ir cada vez más rápido. La snitch asciende para luego descender bruscamente en dirección al lago, recordaba las palabras de Thad pero no podía resistir la tentación y justo cuando la snitch giraba para no introducirse en el agua, me había adelantado y la había cogido, elevándome lo más rápidamente posible para estar lejos del lago.- ¡Mira, Thad, lo he conseguido...! - digo emocionada y sin creermelo ni yo misma.

A los dos días del anuncio de la boda: Domingo 29 de septiembre de 1991.

‹Ginevra› Dos dias desde la noticia, todos aún hablaban del compromiso y como la pequeña Carrow se había vuelto más triste y apagada, era como si toda esa fuerza hubiera desaparecido de pronto y ella apenas atendía a algunas cosas, de hecho, ni siquiera hablaba con Flora, y andaba sola por ahí, asumiendo que estaría sola siempre, o eso pensaba, dándole vueltas a lo miserable que se sentía.  
 Al termino de las clases, había tomado uno de los libros y se había ido cerca del bosque a leerlo, ahí perdía las horas cuando no debía entrenar, en donde demostraba toda su fuerza, pero se bajaba de la escoba, y todo ese brillo desaparecía.  
Con el libro en las manos, estaba leyendo, en silencio y sola, como llevaba hace días. 

‹Dani› Me encontraba vagando por los jardines del colegio habían pasado dos días desde la noticia, no había tenido  tiempo de hablar con ella, desde que el profesor Dumbledore se la había llevado  a conversar , pero hoy curiosamente me había topado con la chica, se encontraba leyendo sola cerca de los lindes del bosque 
-Gin tienes tiempo de conversar- le dije acercandome lentamente -La otra vez no pudimos hablar y la verdad me siento mal por lo ocurrido, creo que no me tome a bien la noticia- confesé. 

‹Ginevra› Unos pasos la sacaron de su supor y se dio cuenta que era Daniel, la chica se quedó paralizada, estaba contenta de verlo, pero recordar todo lo que habían conversado y cómo se sentía con él, la chica se sentía confundida, pero cuando le habló, le sonrió al final, le hacía falta hablar, ya lo había hecho con Aven y no había sacado nada en limpió de eso, sólo que era una molestia para el chico y  sus planes, la niña se movió un poco, para que se sentara con ella, cerrando el libro para dejarlo a un costado. 
— no tienes culpa... de nada de eso, de nada... — por fin le habló, y desvió su mirada hacia un costado, con el cabello cubriendo su rostro y haciendo que Daniel no pudiera ver sus gestos. 
 — a todos nos tomó mal la noticia... simplemente, — se encogió de hombros. 

‹Dani› Me senté junto a la chica con toda tranquilidad, - Perdón debí haber parecido un patán pidiendote respuestas- no la miraba a los ojos. no por que no fuera mi deseo sino  por que sabría si podía soportar esa belleza esmeralda, -¿Estas de acuerdo con ese matrimonio arreglado?- le pregunte con calma, quería saber su opinión
-De verdad te gusta ese chico Ryder- Por un momento hice un ligero comparativo, el era un mago de sangre pura, y yo solo un simple mestizo, el tenia dinero y mis padres solo lo suficiente, habia muchas cosas por lo que el chico me superaba 

‹Ginevra› Se mordió el labio inferior, y se removió en su asiento, — pensé... pensé que... que me preguntabas por lo que hicieron mis hermanos... pensé que eso era... y cuando me preguntaste si estaba de acuerdo, así me mató, odio lo que hicieron, y creo que hay algo muy malo con mi familia, muy malo... — por fin le dice y ladea su cabeza hacia él, hacia un puchero, estaba muy triste, y Daniel casi   podía palmar eso. 
— y no me gusta... no siento nada por él, pero creo que sí debo... es mi prometido — se encogió de hombros, nuevamente desviando su mirada hacia un costado  
 — pero... tampoco estoy de acuerdo con ese compromiso, no sé que pensar pero... pero... no quiero decir que no... mamá no me lo perdonaría, y no puedo arruinarlo, Dany, no puedo, si lo arruino, será una vergüenza, y me odiará más, no quiero eso, no quiero— hacía enormes esfuerzos para no llorar. 

‹Dani› - Te soy sincero, no me interesa tu familia, me interesas tu Gin-Admití  y estaba seguro que eso no era por ella  -Si no te importa ¿Por que no te niegas? ¿Tan malo es ser la verguenza de tu familia?- al oir sus palabras supe la importante que su familia era para la chica

‹Ginevra› — no quiero... pero siento que todo lo que hago es contrario a sus deseos... incluso se tu amiga... incluso sí... siento algo por ti, Dany— ahora si lo miró, Daniel comprendería lo que pasaba por su pequeña cabeza y sy corazón.  

‹Dani› La abrace suavemente - yo tambien siento algo por tí- le admití hasta el momento  no había sabido como expresearlo, pero era mas que obvio la chica me agradaba - Gin, no es por tus poderes de Veela, te soy sincero, los días que no te ví fui con la profesora Foxier y compre una poción para limpiar efectos magicos y encantamientos, y aun así te sigo pensando-
Los sentimientos era complicados, - Gin si no quieres estar con Alen, ¿Podemos intentar algo?, no se algo que haga cambiar a tu familia y si ellos no te aceptan estoy seguro que lo entenderán-
 -Lo que no quiero es perderte, no quiero perderme de tu compañia, de tu sonrisa, de tu persona, de tu amabilidad-- exprese sinceramente, mientras la abrazaba

‹Ginevra› — ¿estas seguro que funciona esa pócima?— le preguntó, mientras la abrazaba, ella estaba asustada y temblaba mucho, pero se relajó cuando pudo sentir los latidos del corazón de su amigo, descansando al fin, la niña se acomodó en su pecho, y respiró profundamente — ¿Estás completamente seguro que funcionó esa pócima?— habían estado muchos días separados, muchos la verdad, y él seguía sintiendo lo mismo, Ginevra se recargó más contra Daniel. 
— Daniel... no hay forma que entienda... no quiero enfrentarlos— había miedo en sus palabras, real miedo a esa posibilidad.  

‹Dani› -La profesora no mentiría- le confirme, -Pues yo los enfrentaré, me pararé frente a ellos y les diré, dejen a Gin ser feliz o se las veran conmigo- quizás era muy osado de mi parte pero confiaba en ese pensamiento utopico de lograr cambiar la opinión de la familia de Gin

‹Ginevra› Por fin ríe, por fin, la niña pasa sus dedos por sus ojos para limpiarlos y mientras él habla, Gin se acerca y le roba un pequeño beso de los labios, si era verdad, si él efectivamente no estaba encantado por su esencia, lo que él sentía era verdad. 
— eres el Gryffindor más valiente que he conocido...— le dice, sonrojada, haciendo más notoria su belleza sobrenatural. 

‹Dani› Sentir sus labios me hizo sentir en las nubes, así que correspondí el beso con mi pobre inexperiencia, y cuando dijo que era el mas valiente me puse rojo, nunca nadie había dicho algo así de mí
 -No se si soy el mas valiente pero si es por ti me enfrentaría a un dragón, derrotaría a un siempre detras, le robaría los bigotes a un gato Wumpus y volaría sobre un pajaro del trueno-le confese a la chica -

‹Ginevra› se ríe, se ríe con mas ganas, y ladea un poco su cabeza, la niña pone su mano en su mejilla, sabe que lo que puede surgir ahí le traerá problemas, que no puede, escuchaba a su hermana, y terminar como ella la aterró, así que bajó la mano y sus ojos se llenaron de tristeza. 
— no es necesario todo eso, Dany.. nada de eso es necesario, ¿bueno?...— le había gustado ese beso, su corazón latía con fuerza pero el miedo la cohibió — ¿crees que todo se resolverá?— preguntó, acomodándose en su hombro.  

‹Dani› -No llores-sonaba algo infantil pero no me gustaba ver sus ojos tristes -Claro que se resolverá y si no pondré todo el empeño en que así sea, no importa cuanto tenga que hacer, se que te ayudaré a resolverlo- le deje descanzar en mi hombro despues de todo me gustaba sentirla - Confía en mi buscaré la forma de ver que se cumpla.-

‹Ginevra› La niña se mordió el labio inferior — Dany... mi hermana mayor se enamoró de alguien como tú... ella... ella no terminó bien, ella... creo que se volvió loca y creo que mamá se lo hizo— se apartó de él, para poder conversar de mejor manera eso — nunca... conversan conmigo, nunca sé nada, pero las escucho... discutir, también con papá, no sé, ella dice que es una vergüenza y yo no quiero ser una vergüenza, Dany, no quiero... — eso era el miedo que sentía  — por eso no puedo ir en contra del compromiso, Dany — 

‹Dani› -Pues entonces rompamos el compromiso, te llevare al otro lado del mar, a donde los bosques son eternos y nadie de tu familia podrá tocarte, nos iremos lejos, a los bosques de Oregon, a la ciudad de New York, si quieres te llevaría donde sus garras no lleguen-me estaba envalentonando, en parte por que ella me agradaba y no queria verla sufrir, y por que sabía que en America estaba el resto  de mi familia nadie se atrevería a enfrentarse a los Graves en sus tierras, después de todo era descendniente de Percival y Gondulphus Graves los mejores auores de MACUSA

‹Ginevra› la niña movió la cabeza de lado a lado, no se creía capaz de eso, de irse, y comenzó a angustiarse con esas propuestas, su cara lo demostró, así como el hecho que se apartó un poco de él. 
  — no... no quiero... no puedo Dany, no sigas... por favor, no sigas por favor — la breve alegría que había sentido tras su beso se extinguió ante la angustia de hacerlo sentir mal por estar nuevamente rechánzandolo. 

‹Dani› -Vale-no queria insistir mas por miedo a un nuevo rechazo - pero para tu matrimonio aun falta mucho algo se me ocurrirá, tu confía en mi-me levante suavemente, ahora tenía mucho que planear, -Gin tu confia en mi algo haré lo prometo por el corazon , mi honor, mi varita y por mi familia.

‹Ginevra›   — Daniel... — tomó su mano e hizo que se detuviera  — queda mucho tiempo... ¿podemos hacer que no ha pasado?, Alen quiere a la chica Ravenclaw, pero faltan tantos años, tantos... ¿puedo estar en paz? — preguntó con los ojos llenos de tristeza.  

‹Dani› -¿Quieres decir que no haga nada?-era doloroso pensar en eso -Lo prometo, por ti haré como si nada hubiera pasado, por ti esperaré, - era doloroso pero no por ello le haría sentir mal, aunque siempre buscaría la manera 

‹Ginevra›   — ¿esperar?  — preguntó, sin entender eso, pero luego sí, y lo quedó mirando  — nadie... debe saber... que estamos juntos, nadie — cuando dice eso se pone roja, ¿juntos?, ¿qué quería decir con eso  — digo... amigos... digo.. ay, Dany, no sé, ¿no somos muy niños para todo esto? — le preguntó, aun muy sonrojada.  

‹Dani› -No me siento tan niño cuando estoy contigo-admití -Cuando dije esperar me refería a esperar todo lo que tu me digas- entendía perfectamente a que se refería y no quería cuasarle lios -De acuerdo pero tu eres mi amiga especial aunque nadie mas lo sepa

‹Ginevra› Eso la contentó tanto, Ginevra tomó sus manos y las estrechó con fuerza  — ¿amigos especiales? — eso no sabía como interpretarlo, no sabía como tratarlo  — ¿qué es eso? — 

‹Dani› -Mi mejor amiga, con la que disfruto pasar el tiempo y conversar, esa eres tu Gin- no habia mejor manera de expresarlo, le tenía mucho apreció a la chica.

‹Ginevra› — ¿so-solo amigos?— se atrevió a preguntar, aún muy sonrojada.  

‹Dani› -Si tu quieres ser solo amigos, si, aunque a mi me gustaría ser algo mas, aunque solo tu lo supieras- confese mientras escondía el rostro bajo la capa.

‹Ginevra› Se pone roja, parecían un par de tontitos, niños pequeños, eso eran — me... me gustas... Dany— le dice, tal como él lo hizo en algún momento.  

‹Dani› Y tu a mi -confesé sinceramente -Me gustas Gin- le ofrecí mi mano calidamente, me gustaba estar a su lado, no me importaba si nadie mas se enteraba, es mas sería el secreto mejor guardado 

‹Ginevra› Le tomó la mano y le sonrió, apoyándose en su hombro, quizás jugar a estar comprometida con Alen le ayudase a ocultar lo que sentía por Dany y así su familia no sabría, aunque tarde o temprano tendría que enfrentar a su familia y decidir qué hacer. 
 

Había estado continuamente detrás de Anastasia para controlar que no se cayera así que cuando la cogió estaba detrás a menos de un metro, me pongo a la par y la pongo la mano.

Give me Five Anastasia! Sonrío, si quieres quédate la Snitch y practicamos otro día.

Serías una buscadora genial, yo desde luego iría a verte a los partidos encantado.

En cuanto vino Thad a chocar los cinco, lo hice emocionada y sonriendo de oreja a oreja, hacía bastante que no me sentía tan bien.

- Gracias Thad, pero... ¿no es importante para ti? - pregunto dudosa de quedarme algo que no era mío.- Gracias por el cumplido, Thad pero creo que solo podría hacer esto...- digo mientras miro alrededor pensando que si me metía alguna vez en algún partido de Quidditch podría llamar la atención y era lo último que quería.- ...creo que jamás podré participar en un partido de Quidditch... - digo recordando que nunca sería libre del todo, agacho la cabeza, le entrego la snitch y vuelo lo mas rápido que puedo hasta la orilla ya que no quería que me viera llorando.

Me acerco, a Anastasia ¿Qué te pasa? Vamos a mi puedes contarmelo. Me bajo de la escoba. No tengo amigos, ¿A quien iba poder contarselo? Yo jugaré contigo, practicaremos siempre que quieras. La quito una lágrima de la mejilla con mi mano derecha.

No podía contárselo, por mucho que quisiera si lo hiciera rompería mi pacto con Dumbledore y por encima de todo, pondría en peligro a todos así que lo único que me quedaba era fingir, como siempre hacía:

- Disculpa, Thad, es solo que... me sentía muy bien allí arriba pero de repente me han entrado dolor de cabeza muy fuerte que no podía ni mantenerme en la escoba... - ''Perdóname Thad, siento mucho tener que mentirte...'' le digo sonriendo lo mejor que puedo.- Me encantaría...- digo mientras asiento a su petición de entrenar.

- Dime, ¿cuando es tu próximo partido? Me gustaría ir a animarte.- digo intentando cambiar de conversación.

No he jugado todavía ningún partido, pero espero que sea pronto. Sobre todo para estrenar la saeta que me va a comprar drako Malfoy. Digo sonriendo mientras miro sus penetrantes ojos.

No se lo que pasa por tu cabeza, pero me lo tendrás que contar algún día, ¿Sabes por qué?

- ¿Drako Malfoy?¿Él?¿Te tiene que comprar una saeta de fuego...?¿Porqué...? - digo inaudita por lo que estaba oyendo ya que sabía que Drako Malfoy no era precisamente una persona amable sino igual que su padre le movía un gran interés.

En cuanto veo que mi mentira se esfuma en el aire, me quedo mirándole, intrigada por lo que tiene que decir, no digo nada pero no hace falta palabras para que supiera que esperaba la respuesta a esa pregunta.

Drako apostó a que podía quitarme el puesto de buscador, de hecho al verlo competir con una Saeta estuve temblando sobre mi nimbus2001, pero al final gané, con mucha suerte eso si. Me río sonóramente, deberías haber visto su cara.

Al ver su cara añado: Entre compañeros de vuelo hay una norma que se llama "la norma de ni uno" ¿No lo sabías?

- jajajaj... Genial, se lo tiene merecido... - digo sonriendo mientras escuchaba su historia.

- Pues no lo sabía, ¿Qué significa...? - pregunto intrigada.

Significa que mientras estemos en el aire volando no puede haber secretos entre nosotros. Eso no significa que tengas que decirme todos tus secretos ahora, eso ya se irá viendo cuando nos vayamos conociendo, cuando confíes en mi me lo contarás. Me tumbo cerca de la orilla boca arriba mirando el cielo, por supuesto cerca de ella pero manteniendo espacio.

De todas formas, ¿Me harías un favor?

Escucho a Thad atentamente mientras me siento a su lado y me agarro las rodillas, no aparto la mirada del lago pero escucho cada palabra que tiene que decir. Aunque no hago ningún gesto ni expresión, me giro hacia él y le pregunto: ¿De qué se trata?

No vuelvas a llorar por nada que te diga, soy un imbécil que no se merece las lagrimas de nadie.

La verdad es que no esperaba aquella contestación por su parte así que me acerqué a él y le pellizqué en la mejilla.- No digas tonterías, estas lágrimas no son por ti... - la verdad es que no debía hablar de ello pero aunque solo fuera un poco.- ...el imbécil que no se las merece, me abandonó...- no sabía como explicarlo mejor sin tampoco desvelar mucho mas.

- Más bien creo que la persona que esté a tu lado debería sentirse afortunada... - dije sonriéndole.

Sonrío, ya me irás conociendo y te darás cuenta de que soy muy tonto, pongo las manos en forma de pinzas. 

Oh no, ¿Sabes quien ha llegado?

En cuanto me pregunta, miro hacia todos lados asustada:

- ¿Quién...?

Es el monstruo de las cosquillas. Me muevo de rodillas como si fuera godzilla hacia ella y con las pinzas (manos) intento hacerla cosquillas .

En cuanto oigo su contestación y se intenta acercar a mi, me levanto lo mas rápido que puedo y me alejo algunas zancadas mientras río sin que me haya tocado y pego un pequeño grito: Noooo... jajajaja - digo mientras sonrío