Partida Rol por web

Sil Auressë

[14.4.6] Acercamiento al Abismo

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03/01/2016, 16:44
Director

Habían llegado al modesto callejón donde vivía Edrec. Los edificios eran de madera, y la calle era tan estrecha que apenas entraba luz y había tendederos cruzando la calle de unos apartamentos a otros. En las plantas bajas había tiendas, pero la entrada principal era por la otra calle en general. Había llovido un poco la noche anterior, y además los vecinos ya habían vaciado los orinales y otros desechos.

No se veía a nadie fuera. La ventana de la segunda planta donde vivía Edrec estaba abierta. Los cuatro se encontraban junto a la puerta de madera que daba acceso a unas estrechas escaleras que subían hasta el hogar de Edrec.

Walec comprobó la puerta, y no estaba cerrada con llave. La abrió con cuidado y se dispuso a entrar. Un extraño escalofrío recorrió el cuerpo de Norión. Una sensación parecida a la que había sentido en el claro en el bosque, aunque no ofrecía la misma serenidad y paz. Como si hubiera una presencia mágica de alguna clase, pero que ésta no pretendía calmar ni guiar, sino subyugar, controlar… Dominar.

Edrec no estaba sola…

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04/01/2016, 03:17
Norión

Notas de juego

Norion, a medida que es consciente de esta fuerza, va a tratar de detectar su procedencia:

Detectar Esencia, Detectar Canalización, Detectar Mentalismo (este último si los dos anteriores no indican nada).

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04/01/2016, 11:09
Director

Notas de juego

Entendido, haz un post y pon también si dices algo,a los que te acompañan, y deja una tirada orientativa por favor

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06/01/2016, 22:20
Norión

Norión caminó sobre el barro en la calle sucia y sombría, el fugaz recuerdo de las fosas comunes de un cementerio se cruzó por su mente, pero no lo detuvo. La subida a las escaleras, en cambio, fue mucho mas dificultosa para él, la rodilla ya no le respondía y tuvo que apoyarse en el hombro de Cerveth para continuar. Sus pasos no era silenciosos, aunque los de Walec pasaban menos desapercibidos que los del sacerdote.

El escalofrío que lo invadió cuando el Jefe de la guardia tocó la puerta fue una experiencia desagradable que anticipaba algo aún peor,  alguien con gran poder estaba del otro lado y estaba casi seguro que no se trataba de Edrec. Residuos de Esencia flotaban en el aire, y se esforzó para reconocer su origen, confiando en la guía de Namo para descifrar su naturaleza.

-Con cuidado- se atrevió a susurrar antes de que el muchacho entrase a la habitación - hay una compañia inesperada del otro lado... y es poderosa... -

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de desorientación realizada :(

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07/01/2016, 23:14
[SA-ej] Walec

Walec conocía a las personas. Empatizaba con ellos. Su trabaja era observar a las personas entre la multitud. A menudo podía prever las acciones que iban a hacer. Era bueno en su trabajo, por eso había ascendido rápidamente. Lo más importante era mantener la calma, ante todo. Walec no se ponía nervioso. Meditaba sus acciones, pero una vez tomada la decisión, actuaba con contundencia. 

Entonces, ¿por qué mi mano tiembla ahora?, pensó incrédulo. Se encontraban junto a la puerta de Edrec. El pomo estaba algo oxidado, y la mano del Jefe de Guardia habían estado a punto a agarrarlo cuando Norión dio el aviso.

Walec suspiró, y cerró los ojos un instante para calmar sus nervios.

Y tocó la puerta con la mano izquierda, y la abrió con la derecha. Acto seguido, usó su mano izquierda para empujar la puerta con cuidado, y la mano derecha descansaba ahora junto al pomo de su espada corta.

-Edrec, soy el guardia Walec. Hay una situación de alerta en el castillo, vengo a avisaros, dijo inventándose lo primero que se le ocurría mientras sus ojos se acostumbraron a la penumbra.

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07/01/2016, 23:22
Director

Los aposentos de Edrec era todo un único espacio. Una zona de estudio ocupaba el centro del pequeño apartamento, y junto a la ventana doble había un escritorio. No entraba apenas luz, porque las lamas de la ventana estaban cerradas, y porque la pared del edificio de enfrente estaba cerca. Junto a la puerta, a la derecha, había una cortina y un orinal. Y también unos grandes armarios y libros y baules.

A la izquierda, una gran cortina colgada de una cuerda recorría toda la habitación desde la pared del fondo hasta casi la puerta. Al otro lado se encontraba seguramente la cama, pero la cortina era gruesa y no dejaba pasar la luz.

 

Notas de juego

Norión: detectaste Esencia aquí.

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07/01/2016, 23:26
[SA-ac] Edrec

-¿Q-Qué? ¿Walec?, preguntó Edrec confusa. Los ruidos le habían sacado de la cama, y se había puesto una capa para tapar el vestido color verde claro con el que solía dormir. Su cabello estaba algo despeinada, pero olía a perfume.

-¿Qué sucede?, preguntó con más firmeza al ver a Norión y a más gente detrás del Jefe de Guardia.

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10/01/2016, 07:29
Norión

Las sombras eran dueñas de ese cuarto, pero había mas luz que en las catacumbas, eso no incomodaba al anamarta sino la fuerte presencia de esencia alrededor, potente y perturbadora. Sería sabio actuar con cautela. Habrá un hechicero tras las cortinas? O es la misma Edrec la fuente de esta magia? supo que ella no era la fuente de ese poder, el pelo despeinado y la capa colocada a las apuradas le quitaban toda presencia, ese poder venía sin duda de otra fuente, sea viviente o sea un objeto.

Las palabras de Welec podían ser un excelente modo de abordar el problema sin que se sienta acorralada - Es así Edrec, disculpa la hora pero hay problemas en la academia, algo oscuro nos rodea y tu puedes ayudarnos. Tus conocimientos en matemáticas no tienen par y hay unos números que necesitamos descifrar... Podemos ponernos mas cómodos? - miró hacia la silla que estaba en el rincón apoyandose con firmeza en el bastón. Sacó la hoja de pergamino que acompañaba a la transcripción de la profesía que le había dado a Cerveth, que estaba llena de números que no comprendía y aguardó su respuesta con el escrito en la mano.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Norión va a observar las cortinas con detalle para tratar de darse cuenta si están acompañados, va a usar detectar vida para distinguir si ademas de Edrec y ellos hay alguien mas. Tengo alguna idea sobre la dirección de la que proviene la esencia? (entiendo que estos hechizos de detección pueden darme datos de la dirección en la que proviene la emanación, tanto de vida como sobre la fuente de la esencia).

Nota: los dados y yo, definitivamente, no somos buenos amigos!!! XD

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13/01/2016, 22:33
Director

Norión se acercó a la silla sin dejar de observar la estancia, sobre todo el espacio que se quedaba oculta tras la enorme cortina. Sentía que había otra persona en la estancia, y esa persona a su vez les estaba estudiando, escudriñando…

Cerveth y Walec se encontraban junto a Edrec, y entonces Otho le agarró del brazo a Norión.

Notas de juego

Detectar vida => éxito (ajustado pero OK), hay alguien vivo detrás de la cortina.

La información más exacta de la dirección etc => para eso éstan las tiradas de orientación :)

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13/01/2016, 22:34
[Si] Otho

–Maese Norión… El hombre que me secuestró, se llamaba Raku creo, susurró Otho. Ella se le parece mucho. Los ojos, la nariz, la piel.

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13/01/2016, 22:35
[SA-ac] Edrec

-Pero ... ¿de qué se trata?, preguntó Edrec, dirigiéndose ahora a Cerveth. No había visto al director de la Academia hasta ahora. -Un problema de matemáticas... Y añadió con voz temerosa: -¿Tiene algo que ver con los libros que he estado consultando?

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15/01/2016, 01:59
Norión

Norión asintió preocupado ante el comentario de Otho y luego le susurró - quedate a mi lado-. Las inquietudes de Edrec iban llevando poco a poco la conversación hacia dónde el quería, solo lo inquietaba la esencia y lo que fuera que estaba tras esas cortinas.

- Es un tema de números, si, aunque no se a que libro se refiere usted - sabía sobre los libros que ella había consultado y que hacían mención al vado de Sarn, pero prefería escuchar su versión antes de comentarlo - en este manuscrito hay números extraños escritos por alguién que parece haberse infiltrado en la academia, y creo que usted es la única que puede interpretarlos - estiró la mano con las notas de números que él sabía que ella misma había escrito, pero no los soltó sin antes preguntar - Edrec, lo que vamos a hablar es de suma confidencialidad e involucra la seguridad de la aldea, estamos seguros hablando aquí? o sabe de alguién que pueda estar escuchándo esta conversación? no queremos que otros oídos que no sean los suyos escuchen esto - ocultaría ella la presencia de quien sea que estaba allí? o revelaría la identidad de quien la acompañaba? El sacerdote sabía que era el momento de la verdad, Namo lo había llevado hasta allí para que la conociese y ya podía sentir el inconfundible aroma de lo que realmente es.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago una tirada de orientación! (salio bastate bien, pero no se cual es la bonificación, no suelo usar esto en mesa XD)

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18/01/2016, 21:07
[SA-ac] Edrec

Había una mirada extraña en los ojos de Edrec al escuchar las palabras del anamarta. Estaba tensa, tal vez preocupada, pero se había recompuesto tras los titubeos iniciales. No necesitaba ver los manuscritos, ya sabía lo que contenían. Aún así, dio un paso hacia Norión. Y le miró con esos ojos de color avellana. Ojos que siempre habían tenido una mirada limpia, directa, honesta. Ojos acostumbrados a escudriñar los secretos de los números, de las ciencias exactas. Desvelar la verdad incuestionable de los cálculos. Pero que ahora se enfrentaban a lo desconocido, a un abismo que se abría ante sus pies, una ecuación que no podía solucionar.

Entonces, esos ojos apartaron un instante la mirada de los de Norión, y se dirigieron a un punto detrás de la cortina, para luego regresar. No fue más que un fugaz instante, pero Norión se percató de ello, y también Walec.

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18/01/2016, 21:08
[SA-ej] Walec

El Jefe de Guardia no necesitó más, y agarró la cuerda de la cortina para tirar de ella mientras Norión y Cerveth seguían junto a Edrec.

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18/01/2016, 21:09
Director

La cortina se abrió, desvelando el secreto que guardaba. Una cama o más un diván, y encima de ella, una mujer tumbada…

Llevaba un vestido plateado de seda que se le ajustaba al cuerpo, dejando ver la piel de porcelana de sus hombros y el generoso escote. El cabello oscuro estaba recogido, y en sus muñecas y en su cuello tenía bisutería de varios tipos. Y en su mano sujetaba una especie de abanico de las tierras lejanas del sur. La postura era seductora, pero a la vez denotaba un poder y dominio sobre la situación. Ella, consciente del poder que emanaba su mera presencia, miró con desdén a los presentes.

Los hombres tardaron varios segundos en reconocerla. Estaban acostumbradas a verla con túnicas que le escondían el rostro, el cuerpo y piel. Pero los ojos les desvelaron su identidad...

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18/01/2016, 21:10
[DC] Finduilas

-No es a ella a quien buscáis, ni tiene las respuestas que ansiáis, dijo Finduilas, la que hasta hace pocos años había sido la soberana del principado de Dol Caladir. La princesa que había movido los hilos de poder tanto de la Esencia como de la política en el Norte, y a quien Ayla había rescatado de un exilio y traído a Sil Auressë. También era la hechicera que según se rumoreaba, había tanteado con los poderes oscuros hasta dominar lo que quedaba de la sabiduría de la Esencia en Eriador.

Era difícil saber lo que había de cierto en esos rumores que ya eran casi leyenda. Lo que estaba claro era que ella había pagado un alto precio por esa ambición desmesurada que le había consumido en años atrás, y que tal vez, solo tal vez, había hallado cierta paz ahora en Sil Auressë.

Ahora ella miraba a los presentes. Uno a uno. Veía lo visible y lo invisible en cada uno, y su mente los analizaba con rapidez y precisión. No perdió ni un segundo con Walec, cuya presencia era insignificante para ella. El mediano le provocó lástima o pena. Todo esto nada tenía que ver con el hombre-niño. En cuanto a Cerveth, su mirada denotaba desdén y hastío por la torpeza de su ingenio, por su escaso intelecto. Sabía tanto para entender tan poco. Conocimientos vacíos sin alma, y sin el fuego impetuoso de los auténticos herederos del legado de Número. Pero al menos con su torpeza había sido capaz de llegar hasta…

Y Finduilas se fijó en Norión.

Aquel sacerdote de Námo encorvado y pálido despertó su curiosidad morbosa. –Maese Norión, ¡qué extraña sorpresa! Pensaba que os habiáis ido hasta el lugar de los rituales... Pero habéis regresado a la fuente del misterio.

Y vio en sus manos los manuscritos, y lo comprendió. El anamarta había seguido las pistas, no el torpe Cerveth que no era capaz de ver lo que tenía ante sus ojos. –Así que lo has notado, ¿no es así? dijo incorporándose lentamente, su voz extrañamente seductora y ronca. Al levantarse, se pasó cerca de Edrec, y su mano le acarició el cuello con delicadeza, como si de un gato o de una mascota se tratara. Mas su atención estaba centrada por completo en Norión, ignorando a todos los demás.  -Cuéntame, guardián de la eternidad, protector de los secretos y custodio de la justicia eterna…  ¿Has sentido ya el Abismo que se nos acerca?

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19/01/2016, 00:41
Norión

Le costaba discernir las motivaciones de Edrec, por momentos parecía la compañera de la acadamia, comprometida con la enseñanza, el conocimiento y la verdad, y por otros no dejaba de dar muestras de su tensión por ocultar algo, algo que a ojos de Norión era la confirmación de sus sospechas. Un inestable equilibrio se había armado entre ambas versiones de Edrec, y el sacerdote prefería ser cauteloso aún.

La mirada cómplice de la profesora señalando la cortina que escondía la única fuente de preocupación que tenía en ese momento, fue para él un alivio, tal vez aún podía contar con ella. Walec fue veloz y decidido, la determinación corría por las venas de ese guardia, y el velo que ocultaba la verdad se disolvió. Lo que vió estaba mas allá de sus sueños. Si, Norión sabía que solo una persona podía tener una esencia tan fuerte como la de Ayla, intuía tal vez que la futura consejera estaría allí, pero se negaba a creerlo, porque eso podía empeorar todo. Aún así no lo sorprendió que Finduilas estuviese presente, sino algo mas... su belleza, su presencia, su imponente majestuosidad. La fragilidad de una mujer mezclada con una fuerza capaz de arrasar ejércitos, la experiencia de una vida intensa mezclada con una juventud envidiable, la sabiduría de quien lo ha vivido todo combinada con la imprudencia de quien camina en el filo del abismo una vez mas. No era tan bella como la elfa, pero la oscuridad que rodeaba su vitalidad, la hacían irresistible a los ojos de Norión. Era acaso un demonio que venía a poner a prueba su fe? Todos le advirtieron que era de temer, pero nunca imaginó que lo sería de ese modo, jamás. Notaría ella lo que le estaba sucediendo? lo dudaba, ni la magia mas fuerte podía sacar a la luz lo que el inexpresivo rostro del sacerdote guardaba. 

- Dama Finduilas, verdad? - dijo inclinando su cabeza con cortesía - le ruego sepa disculpar que no me ponga de pie, la jornada ha agotado mi cuerpo. Esperaba ir a su encuentro el día de hoy, pero los Valar nos estan bendiciendo y cruzaron nuestros caminos antes. Si lo hacen por bondad o solamente porque somos los únicos que podemos hacer algo para mantener su justo dominio frente a la oscuridad del abismo que se avecina, la verdad que no lo se, pero ... acaso importan sus motivaciones?- sus miradas se cruzaron, la de él insondable, sin brillo, tanta muerte sobre sí ya no dejaba percibir la vida en sus ojos, la de ella, enigmática, con luz y sombra por igual, temible y hasta cierto punto, traicionera. Se había ovidado de Otho, de Walec, de Cerveth e incluso de Edrec, esa mujer era mucho mas para él, aunque hacía segundos que la conocía.

- El abismo te devuelve la mirada, su llamada encierra una promesa.... Si, princesa de Dol Caladir, he sentido las fuerzas primigenias que se estan despertando en el lugar de los rituales, pero sé que son insignificantes frente a la oscuridad que Gothdust pretende convocar....- hace un breve silencio para pronunciar en lengua negra lo que no debía salir de sus labios -Fha-Burzum-

Guardó silencio. La muerte le había enseñado eso muy bien, el silencio era sabio y los vivos cometían mas errores que los muertos. No sabía si podía confiar en esa mujer, o mas bien , sabía que no podía hacerlo, pero aún le costaba aceptar lo que estaba sucediendo. Una parte de él aún dudaba que ellas estuvieran involucradas en el rapto, en esta macabra conspiración, pero eso no nublaba su juicio, no faltaría mucho para que la carta llegase al Lugarteniente, en una hora, tal vez dos, ese lugar iba a estar infestado de guardias, esperaba al menos poder hallar la verdad antes de eso.

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19/01/2016, 23:20
[DC] Finduilas

-No concibo bondad en los designios de los valar, sentenció Finduilas tratando de sondear en las profundidades de la mirada del clérigo. Al rato añadió: -Pero ciertamente, no importan las motivaciones, ni el por qué, únicamente importa hacia dónde fluyen las fuerzas.

Las palabras pronunciadas en lengua negra resonaron en las paredes de los aposentos, y el silencio se hizo eterno. Finalmente, ella habló de nuevo. –Os equivocáis en una cosa. La Gran Oscuridad que se avecina no es convocada. Fha-Burzum es el oscurecimiento en sí, la victoria de la noche sobre el día. Es el Abismo que se aproxima porque así está escrito, y su llamada encierra la promesa de una victoria y el Mal responde a su convocatoria. Las criaturas malvadas a su modo pueden sentir que algo está a punto de suceder, y los hechiceros pueden percibir los flujos de mordo…

Sonrió. Se había dejado llevar por el rostro inexpresivo del joven sacerdote, y tal vez había hablado de más. Para recuperar el dominio de la situación, dio unos más hacia el encorvado clérigo que se hallaba sentado. –Norión, ¿no?, dijo con voz casi seductora, saboreando el nombre en su paladar. -¿Por qué me hablas de la justicia en el eterno fluir de la vida y de la muerte? No es propio de un anamarta interferir de esa manera. Espero que no me decepciones…

Por momentos, parecía haber un tono juguetón o incluso de burla en su pregunta. Pero en cualquier caso, para bien o para mal, todo esto había despertado su curiosidad.

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20/01/2016, 01:24
Norión

El sacerdote negó con la cabeza enérgicamente, quien lo conocía sabía que eso era un desborde de emoción de su parte, pero solo Cerveth de los presentes podría haberse dado cuenta de ello. - Acaso hay algo mas justo que la muerte? es imparcial, paciente y contundente. Ni usted ni yo estamos exentos de su soplo, ni Gothdust ,ni Khathog, ni Raku, ni ningún mortal por mas pactos que haga con la oscuridad - tras esas palabras se serenó, y la calma volvió a su voz.

- He visto la ruina de Tyrn Hodhath, la muerte de miles a causa de la plaga, y el deceso de cientos por la invasión de oscuros espectros - se frenó. Odiaba hablar de eso, los tormentos de esos momentos eran tan insoportables como la culpa que sentía por los errores que cometió - y aún así, con todo, sigo los pasos de Namo sin titubear. Como bien dice soy un custodio de la justicia eterna, y esta va mucho mas allá de la muerte, porque tras ese final incesantemente se renueva la vida. Admito que esto último no me lo enseño un anamarta sino una elfa que me dio una oportunidad, creo que sabe bien de quien hablo-  la miró a los ojos fijamente. Ahora había un brillo en los suyos, uno que parecía surgir desde lo profundo de un alma casi muerta, como un destello fugaz, casi imperceptible, que tomaba control de él cada vez que recordaba a Ayla - Puede decirse que interfiero si me muevo para mantener el equilibrio? Puede juzgarse mi accionar si es guiado por quienes forjaron Arda y deciden defenderla? puede alguien objetar lo que hago si con eso me aseguro que detrás de la muerte florezca la vida? - volvió a mirar a la mujer, recordó que ella también vivió en un exilio, al parecer voluntario, que también había dejado un pasado de poder por un presente diminuto, y que había sido tocado por la dama blanca tanto como él, recordó lo que hablaban a sus espaldas y como evitaban su presencia tanto como evitaban la de él. Sonrió, por un instante la conoció mejor que nadie. Ella sabía el peso de una profecía, la fuerza de lo que estaba escrito, pero también podía percibir como los hilos del destino eran finos, delicados, intrincados y sutilmente influenciables, lo suficiente como para que la locura de hacerle frente valiera la pena.

- Mi señora, no tengo las fuerzas para lidiar solo con esta oscuridad. Soy una pieza pequeña en el inmenso tablero de un juego al que no estoy invitado a ganar. Usted, sin embargo, puede inclinar la balanza lo suficiente para volverla al equilibrio,... eso es todo lo que podemos permitirnos, al menos nosotros, que hemos perdido nuestro pasado y caminamos solos, que comprendemos la oscuridad y la muerte y aún así no perdemos la compostura ni nos dejamos vencer...- apoyó su mano con firmeza sobre el cayado y se puso de pié, no supo como su cuerpo le respondió, pero le fue fiel una vez mas, tal vez las fuerzas provenían de lo que esa mujer inspiraba en él - Finduilas, puedo contar con su ayuda en esto?- 

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21/01/2016, 21:28
[DC] Finduilas

En ese momento, la Dama de Dol Caladir se centraba únicamente en Norión. Ignoraba a los demás presentes, y fijaba en el sacerdote que le hablaba de la  justicia, de los hilos invisible del destino, y de la muerte. Y recordó…

-No importa cual haya sido el pasado, he ahí la grandeza de los hombres, trae la grandeza a esta tierra, sé como las antiguas Damas y haz lo que hasta ahora tus antepasados no se atrevieron a hacer. Distínguete de las calamidades que han azotado tus tierras y rescata la gloria de antaño. Escribe en la historia, Finduilas, con letras que los anales del tiempo no podrán borrar…, dijo Ayla.

-Nuestras obras no perdurarán en el tiempo, contestó Finduilas. -Nuestro comportamiento tampoco. Porque buenos o malos, lo único que quedará es que vivimos en estos tiempos. Y morimos. Y en la muerte y en el olvido seremos todos iguales. ¿Quién nos va a juzgar? ¿Acaso hay un camino correcto y otro incorrecto? El bien y el mal… A final todos caeremos en el olvido. Y de esta vida, de todo esto, lo único que nos llevamos es nuestra libertad. Nuestras elecciones. Las decisiones que nos han hecho las personas que ahora somos.

Recordó aquel encuentro, y sonrió nuevamente, sus ojos brillando con una fuerza rara vez vista en un rostro mortal. –Ayla tiene el poderoso don de la esperanza, y acarrea un peligro que puede perforar hasta las tumbas más profundas de nuestras almas, sentenció. -Es capaz de hacerte oír una voz interior que resuena con Arda.

- Al final, después del tiempo jugado, con la partida terminada… Aquí me tienes. La vida vivida, la historia escrita a falta de una última línea. He venido a este refugio oculto para responder a la pregunta de cómo afrontar el fin. Sin embargo, ahora me entra la duda de si se trata realmente el fin, el final de los finales, de una vida corta pero intensa. O quizá sólo un capítulo que se cierra para abrir otro. Tú traes la duda, Ayla. Despiertas la curiosidad… La esperanza. Ya había tenido una premonición. Una noche, yo estaba asumida en un profundo sueño, no muy lejos de este claro. De repente me encontraba en una cama elevada, en un círculo de luz en medio de la oscuridad. Sentí como las fuerzas me abandonaban, y me hallaba junto a un precipicio que se abría a mi izquierda. Pero no me daba miedo el abismo. Esta vez no. Tampoco miré en su interior. Esta vez no. En mi interior sabía que solamente tenía que girarme hacia el abismo y dejarme caer. Tenía la certeza de que allí encontraría la paz. Pero no lo hice. Algo me detuvo. De ese sueño hace ya muchas lunas, y cada día me pregunto qué fue aquello que me detuvo. Qué fuerza o qué voluntad me impidió dejarme caer hacia el eterno descanso. ¿Y por qué? En el sueño escuché una voz. Cuando hice el primer ademán de girarme hacia el abismo, la escuché. Algo distorsionada, pero se entendían perfectamente las palabras. La voz me habló y me dijo:

¿de verdad crees que has llenado tu medida?”

“En un momento así, ante el final de los finales, con el alma desnuda a merced del Universo, no puede tratarse de una pregunta sin más. Es una sentencia. Uno debe ser fiel a sí mismo, siempre. No hay otro camino que la Verdad. Y esa verdad, en mi caso, me lleva a plantearme hasta dónde soy capaz de llegar. Todo lo demás es secundario, irrisorio. Es vivir una mentira, o lo que es peor, morir a la sombra de una mentira.”

“Hay un fuego en mi interior, aún me quedan cosas por dar, por vivir. Me niego a caer en la sombra oscura, en el olvido, por muy tranquila que sea, por mucho alivio que me dé. No quiero una victoria plácida. Prefiero la derrota, si es mi destino. Prefiero la verdad, aún dolorosa y cruel, a una mentira que me mata, que me asfixia día a día.

La voz que escuché en mi sueño por fin la he reconocido. Gracias a tu llegada, la he vuelto a oír después de un largo tiempo, Ayla.”

“¿De verdad crees que has llenado tu medida?, decía.”

“Aquellas palabras me frenaron en aquel momento. Me prepararon a un nuevo desafío. Aquella voz…”

“Ahora la he vuelto a escuchar.”

“Parecía tu voz, Ayla. Pero no lo era.”

...

“Era la mía.”

Incluso ahora, en la distancia del tiempo, el recuerdo de su encuentro con Ayla resonaba con en el espíritu de Finduilas, y le convencía del paso que estaba a punto de dar. Un paso más de un camino que ya comenzó a andar con Ayla. –La muerte nos espera a todos, anamarta. Pero en su infinita certeza, en lo inevitable de su llegada, reside nuestra fuerza, que se alimenta de nuestra vitalidad, de nuestro rechazo a caer fácilmente en la sombra y en el olvido. Este tablero que se presenta ahora ante nosotros es ciertamente complejo, y creo que merece la pena ver cómo se desarrolla esta partida…