El piloto frunció el ceño cuando Kate pidió su opinión.
—¿Sinceramente?—preguntó de forma retórica—. Creo que todos tenéis parte de razón. Mi cabeza me dice que lo más inteligente es optar por acciones menos agresivas aunque su efecto sea menor, pero el corazón me pide que hagamos algo de verdad contra esos culos blancos.
Barret se pasó la mano por la cara, reflexionando y finalmente esbozó una sonrisa relajada.
—Vosotros decidís. Decidme dónde queréis ir y toda la flota imperial se ponga de por medio, os llevaré.
Como era de esperar, Shanna fue mucho más vehemente de lo que lo había sido Barret.
—Yo estoy con Katkazza. Estamos en guerra y si queremos que la gente nos siga, tendremos que demostrarle que se le puede hacer frente al Imperio. Que se le puede pegar un puñetazo y vivir para pegarle otro.
Mire a uno y a otro cuando expresaron su opinión y cuando acabaron parecía que ya había una decisión que despuntaba más. Sonreí por el comentario de Shanna.
— Bueno, entonces... —comencé en cuanto Shanna terminó de hablar—. Parece que nos movemos a otro lado... —me levanté, me estiré exageradamente con las palmas de las manos apuntando al techo y poniéndome de puntillas—. Pero creo que será mejor meditar el donde durante lo que queda de noche y mañana decidirlo —sugerí—. Estoy reventada y no vendría mal descansar un poco antes de partir.
- Ey tío, gracias!. – le dijo al wookie al ver como tendía comida a su coleguita.
El debate continuaba, él era el nuevo por lo que creyó que lo más oportuno era dar su opinión, cosa que ya había hecho y después callar para que los que realmente habían comenzado esta guerra tomaran una decisión. – Lo que dice Noa puede tener sentido, pero, ¿Cómo haceros notar?, me refiero, ¿tenéis algún objetivo que pueda dolerle al imperio y que de un golpe en la mesa para poder decir?… ¡EHHH LAMECULOS!! ESTAMOS AQUÍ Y OS VAMOS A JODER LA VIDA!!. – comentó enfatizando la última frase.
-Para eso está el disco Korven. Es el arma perfecta. Pero hay que usarla después de un ataque. Acabemos todo lo que tengamos que hacer aquí llamando la atención del pueblo y por último vayamos por Seggor en público, dejémosle en evidencia y démosle al pueblo la opción de hacer justicia y convenzámosles de que Ackbar es la persona que necesitan. Algo así no tardará en hacerse eco y mientras buscamos en otros planetas más apoyos tenemos con Ackbar asegurado el apoyo aquí. Se que es difícil de creer pero se que Ackbar puede marcar el destino de este planeta. Con su experiencia aquí sería el lider perfecto.
Me quedé mirando a mis compañeros mostrando que era posible hacer todo y hacer mucho daño al imperio.
Draze se volvió hacia el Nautolano.
—Pero Noa, Seggor no es el Imperio. Fue un agente, un colaborador, tal y cómo se muestra en el vídeo, no parte integrada de su estructura. Podemos mostrarle a la gente que el imperio estuvo involucrado, pero han pasado 20 años desde entonces. ¿Qué nos garantiza que por mostrarle estas imágenes al pueblo de Ciudad Coral vayamos a conseguir una revuelta? Necesitamos aliados o un golpe de efecto. Y aunque con el vídeo podamos conseguir la primera… no creo que sea suficiente para transformar el descontento de la población en un levantamiento.
El padawan calvo se frotó los ojos y negó con la cabeza. El cansancio empezaba a pasarle factura a él también.
—Estoy con Kate, retomemos la discusión por la mañana. Pero antes decidamos una cosa: ¿nos quedamos en Mon Calamari o nos alejamos del planeta y ya decidimos el destino en unas horas?
»Noa —se volvió hacia el Nautolano—, tenemos que elegir bien nuestras batallas. Y centrarnos ahora en desprestigiar a Seggor no creo que nos vaya a resultar provechoso. Menos si dejamos a Ackabar solo en el planeta y sin aliados que puedan apoyarle ante las represaliar del Imperio. Lo mejor es marcharnos, ya sea a Alderaan en busca de los rebeldes, a las Colonias a liberar al pueblo de Katk, a los confines del borde exterior en busca de los Mandalorianos o a Nar Shadda a por Plobo, los planos y la nave de Korven —Draze miraba fijamente al resto de sus compañeros mientras enumeraba sus opciones—. Por cierto, Barret, ¿qué nos pilla más cerca?
El piloto compuso con su cara una exagerada expresión de aquel que hace cuentas.
—Pueeeees...—dijo torciendo la boca—. Dentro del borde exterior estarían todos así, así. Irnos a uno de los mundos del núcleo como Alderaan nos llevaría bastante más tiempo la verdad.
Después de responderle a Draze, miró al nautolano.
—Por cierto Noa, el Seggor ese puede ser un cretino, pero no lo subestimes, uno no llega a señor del crimen siendo un cobarde o un imbécil.
-Está bien. ¿Entonces que proponeis? ¿Ir a por Plobo?
Me encontré más receptivo a las sugerencias de mis compañeros. La verdad es que estas conversaciones eternas no estaban hechas para el nautolano y prefería evitarlas todo lo posible. Sí no veían clara su propuesta sería mejor buscar otra en la que todos se entregaran en cuerpo y alma. Ya llegaría el momento en el que Seggor recibiría justicia, no había prisa.
- Yo creo que lo más oportuno es salir del planeta y descansar, aquí nos están buscando y es peligroso tener la nave aquí por más tiempo. – comentó Korven. La verdad es que sus nuevos compañeros no se aclaraban sobre lo que debían hacer.
- Y ya una vez fuera del alcance de los pulpos, ya decidimos, aunque ojos bon… digooo, Kate, tiene razón- comentó señalando a Kate. – Es mejor dormir y descansar y ya después pensar en que paso dar. – hizo una leve pausa mirando a Shanna. – No he dicho nada… me he contenido… - sonrió.
Pese a las insistencias de Noa por trazar un objetivo, el sentido común se impuso en el resto del grupo y por mayoría decidieron tomar el consejo de Kate para dormir un poco y dejar que las ideas se asentaran. Un sólo día había bastado para ponerlo todo patas arribas, probablemente no fuera el mejor momento para decidir. Solo cabía esperar que la noche fuera buena consejera.