Nahir cerró el comunicador y lo volvió a ocultar bajo su manga, escuchando la conversación. Frunció el ceño cuando Draze se ofreció a facilitar que el cautivo soltara la lengua, aunque su mascara siguió mostrando su fría inexpresivo.
-¿Y de que te ayudó a escapar ese amigo tuyo? No pareces precisamente el tipo de persona que necesita mucha ayuda para salir de un atolladero.
Lyn alzó una ceja.
—Espero que no estés insinuando que me estoy inventando la historia señor con máscara—dijo—. Fui contratada junto a dos hombres más. Teníamos que robar un dispositivo en uno de estos talleres clandestinos del último nivel. Hasta aquí lo normal. La cuestión es que con el dispositivo en nuestras manos, y huyendo del taller, uno de mis compañeros no cogió desprevenidos y abrió fuego contra nosotros, hiriendo a mi otro compañero en la pierna y obligándonos a ocultarnos. Lo suficiente para que el bastardo huyera.
La twi’lek volvió a abofetear al mon calamari, que empezó a dar muestras de despertarse.
—Korven, que es como se llama mi otro compañero, no podía andar, quise ayudarle pero el cabrón me obligó a huir, dejándolo allí. Si perdían tiempo con él, yo lo ganaría. Pero no soy una zorra implacable como muchos creen. En este mundo es mejor tener un código de honor que ser un hijo de puta traicionero. Cuando haces equipo, necesitas ser alguien de confianza. Y es por eso que voy a llegar hasta dónde quiera que hayan encerrado a Korven.
Mirando al calamar alzó la voz.
—¡Así que empieza a cantar calamar!
Draze asintió, satisfecho con la explicación. Empezaba a sentirse más cómodo en presencia de la twi’lek y menos receloso a medida que les ponía en situación. Sí, puede que tuviese unos principios morales algo laxos –por aquello del robo y tal-, pero que no dejase tirados a sus compañeros decía mucho de ella en una época en la que la apatía de los ciudadanos del imperio era máxima y en la que casi nadie pensaba más allá de sus propios intereses.
Una vez hubo concluido, el muchacho se agachó frente al calamari, con el enorme wookie detrás de él, y puso la expresión más severa que pudo. Frunció el ceño, apretó los labios y le dirigió al pobre desgraciado una mirada glacial, digna de un aprendiz de Sto Lessat.
—Voy a decírtelo una vez y sólo una vez. Y por tu bien, espero que seas sensato y me hagas caso —esperaba que con aquella charada Lyn no sospechara demasiado. Movió discretamente la mano derecha en círculo—. Vas a decirme dónde está Korven, el amigo de nuestra colega.
Motivo: Vas a decirme... (Afectar Mente)
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+8)=21
Draze utiliza afectar mente sobre el calamari. Coste en PV: 3. Resultado: prueba Voluntad CD 15
El mon calamari aún estaba aturdido. Quizás por ese motivo o quizás por el “truquito” de Draze, el malherido matón no puso pegas al respecto.
—Muelle 7… Almacén 13L.
Después de haberlo dicho, el mon calamari volvió a caer inconsciente.
Lyn se mostró sorprendida, probablemente por la facilidad con la que Draze había conseguido la información. Aún así se limitó a sonreír al joven padawan y le guiñó el ojo.
—Buen trabajo muñeco. Creo que con esto ya tengo el camino allanado.
La twi’lek comenzó a repasar que llevaba encima todo lo que necesitaba.
—Os pediría ayuda, pero creo que ya habéis hecho lo suficiente y me parece que vuestros amigos os necesitan. Os desearía buena suerte, pero con el peludete no la necesitaréis.
—Bueno… —el muchacho dejó la frase abierta, mirando de reojo a Nahir. Le hizo entonces a la twi’lek un gesto con la mano, como dándola a entender que necesitaban un momento, y se aproximó hacia su enmascarado compañero.
Probablemente fuese una propuesta estúpida. Una completa pérdida de tiempo pero… Tal vez mereciera la pena el esfuerzo.
—Oye, Nahir, ¿crees que podríamos… ayudarla? —le preguntó entre susurros—. No estoy seguro, pero si les hacemos este favor a ella y su compañero, tal vez consigamos que nos lo devuelvan más adelante con… hum… nuestra pequeña empresa. ¿Cómo lo ves? Podemos reunirnos con los demás y planear algo para liberar a su colega.
La máscara de Nahir se mantuvo en silencio unos instantes, meditando la idea, sopesando las posibilidades, hasta que finalmente se pronunció.
-En otra situación diría que es una estupidez arriesgarnos en una tarea que puede impedir nuestro principal cometido, y que no presenta un beneficio seguro... -Miró a la twi`lek por un instante y luego de vuelta a Draze -Pero no creo que nuestras circunstancias sean producto de la casualidad ... además necesitamos atraer aliados y esta podría ser una buena forma.
El humano sonrió a su compañero y asintió convencido. Si Nahir estaba dispuesto a dar su brazo a torcer en aquella situación seguro que a Katk también le parecía bien.
—Avisa a Noa y a Kate, a ver si podemos reunirnos en la nave o en algún lugar discreto. Entre los cinco seguro que podemos hacernos cargo más fácilmente de la situación de Lyn.
Draze dio medio vuelta tras decirle aquellos al arkiano y se aproximó de nuevo hacia la twi’lek.
—Lyn, hemos decidido echarte una mano con el rescate de tu compañero —le dijo mirándola fijamente a los ojos—. Pero tienes que darnos un poco de tiempo para que nos reunamos con el resto del grupo, ¿te parece?
La twi'lek se cruzó de brazos y ladeó la cabeza.
—¿Y a cambio de qué es esa ayuda?—preguntó—. No esperaréis que me vaya a creer un cuento en el que sois almas caritativas siempre dispuestas a ayudar a quien lo necesite. Todos sabemos que la galaxia no funciona así.
Draze se encogió de hombros.
—Puede que te pidamos algo a cambio más adelante. O sencillamente puede que creamos en tu historia y pensemos que rescatar a tu colega sea lo más justo —el humano guardó silencio durante un instante—. Tú decides qué versión te gusta más. ¿Qué nos dices? ¿Quieres que te ayudemos o no? —preguntó imitando su tono.
-Has de saber que nuestro grupo lucha contra la opresión del imperio y busca derrocarlo ... no vamos a pedirte que te juegos el cuello por nosotros, pero tal vez podamos contar contigo para buscar contactos o para tareas encubiertas ... Te ayudaremos con tu problema, pero nos gustaría contar con un mínimo de colaboración para nuestra causa... aunque sea solo como información. ¿Te interesa?
La mujer abrió los ojos al escuchar la revelación de Nahir, aunque no tardó mucho en recuperar la compostura.
—Sinceramente, estáis como una regadera, pero bueno ese no es mi problema y no debería sorprenderme cuando viajáis con un wookie—dijo como si nada importante hubiera pasado—. Este es mi trato, una petición de información o una misión de rescate. Para cualquier otra cosa ni lo intentéis. ¿Os parece bien?
El humano miró expectante a su compañero, esperando que fuese él quien diese el visto bueno.
—¿Cómo lo ves, Nahir? —le preguntó con una expresión dubitativa.
Lyn le daba buenas sensaciones, pero no estaba seguro de que revelarle el motivo de su ofrecimiento –y de su visita al planeta, ya de paso- hubiese sido un buen movimiento. No queda ahora más remedio que esperar que la twi’lek además de leal con sus compañeros, fuese discreta.
-Hecho -contesta el arkaniano. -Avisare al resto del grupo de que vamos para el punto de encuentro e iremos a rescatar a tu amigo.
Nahir volvió a conectar su comunicador para averiguar donde se habían asentado sus compañeros.
Unos pocos segundos después se escuchó la voz de Kate con un escueto:
—¿Sí?
Katkazza, que había estado silencioso la mayor parte del tiempo, activo su comunicador y se lo acercó para responder a Kate.
—Kate, Noa—los llamó—Tenemos que reunirnos ya. Nos veremos en la puerta de la cantina dónde nos encontramos con el quarriano.
El planteamiento del wookie tenía sentido. La cantina seguramente sería el lugar más cercano que todos conocían. El puerto espacial quedaba demasiado lejos.
Tomó la iniciativa que el wookie lleva mucho tiempo callado.
Una vez más, la respuesta de Kate fue escueta:
—Vale, vamos para allá.
Con esa información sobre la mano, ya solo quedaba dirigirse a la cantina de Seggor Tells.