Los dos padawans corrieron en dirección al hangar a toda velocidad. Pronto varios guardas más se unieron al que ya estaba disparando, haciendo que una tormenta de disparos de bláster cayera sobre la pareja.
Justo cuando entraban en el hangar, Draze, aprovechando que iba por delante de Kate echó la vista atrás, justo a tiempo para ver como uno de los disparos le impactaba directamente en el hombro. Dolorido, el muchacho se llevó la mano al hombro sin dejar de correr hacia la derecha, seguido por Kate, hasta quedar resguardado dentro del hangar.
Tras unos segundos para recuperar el resuello y que Draze pudiera soportar el dolor, los muchachos le dieron un rápido vistazo al hangar. Ante los muchachos se encontraban cuatro naves. Las naves estaban ubicadas en el hangar formando un cuadrado donde cada una de ellas hacía de esquina. Cada pareja de naves miraba a la otra, formando un pasillo en medio para facilitar la salida de éstas por el hangar. Kate, más experta en estos temas, las reconoció con facilidad. La más cercana a los padawans era un carguero ligero corelliano modelo YT-2400. Detrás había otro carguero, un YT-2000. Al otro lado del hangar una nave Kazellis se encontraba en el lado más cercano a la puerta y a su izquierda, otro carguero modelo XS-800.
He hecho varias tiradas en casa así para los disparos de los pantoranos y me han salido dos 20s seguidos (de hecho con los incrementos de distancia hacían falta 17-20). So sorry Draze. Da gracias a que me ha salido un 9. Te quedan 3 puntos de heridas.
Eché un ojo a las cuatro naves dedicándoles no más de dos segundos a cada una. Si la memoria no me fallaba la nave Kazellis era ligeramente la más rápida que las que se encontraban allí. Sin duda, rapidez era lo que necesitábamos ahora para dejar atrás todo este follón.
— Subamos a esa —le dije a Draze mientras la señalaba nuestro vehículo de escape. Pero antes de caminar hacia la nave, me acerqué a él para examinarle de cerca, le miré con ojos preocupados el hombro y después a él—. ¿Estás bien?
—Estaré mejor en cuanto salgamos de aquí —dijo al más puro estilo de su maestro, contrayendo el rostro en una mueca de dolor. ¿Sería por eso por lo que Sto estaba siempre tan cascarrabias? ¿Por la pierna herida?
No había tiempo para pensar en ello. Draze avanzó a trompicones hasta la nave indicada por Kate. Tenía la piel en carne viva y la capa de viaje hecha jirones. Y luego estaba el olor. Ese hedor nauseabundo a carne quemada y a tela chamuscada.
—Espero que sepas pilotar esta cosa —dijo mientras accedía a la nave por la rampa de acceso—. Porque yo… bueno, podría intentarlo. Pero no me culpes si acabamos estampándonos contra una torre o algo.
Mientras los muchachos corrían hacia la nave, una alarma comenzó a sonar por el hangar. El sonido era un pitido intermitente muy fuerte y molesto. Durante un instante Kate y Draze se detuvieron en su carrera, desorientados por la irrupción sónica. Pasados unos segundos, y tras comprobar que no había pantoranos en el hangar, los dos chicos volvieron a reanudar su carrera hasta la nave Kazellis.
Tras activar la rampa, ambos padawans subieron a la nave y hasta llegar a la cabina, haciendo que el sonido de la alarma quedara amortiguado. Kate se lanzó sobre los paneles de control para activar todos los sistemas de la nave y verificar los indicadores. Draze, al verla iniciativa de su compañera decidió quedarse en segundo plano. Tras unos segundos que parecían minutos, la chica quedó consternada al descubrir que el hiperimpulsor no estaba operativo. No podrían escapar en esa nave.
Mientras Kate operaba con los controles de la nave, Draze se desplomó sobre uno de los asientos, visiblemente exhausto. Al parecer su compañera sabía lo que se hacía -por fortuna- así que la dejó a su aire. Aprovechó aquellos instantes para revisar su herida: tenía muy mal aspecto. Cerró entonces los ojos y se concentró en la fuerza, canalizándola hacia el foco de su dolor. No era una solución a largo plazo, pero al menos se suponía que le aliviaría.
Por desgracia el dolor era demasiado agudo y penetrante, por lo que Draze no logró concentrarse lo suficiente.
Borra entonces este comentario (la nota) y el post anterior, porfa. ¿Cuántos PV me quedan? Es por ir actualizando la tabla de las notas :P
—¡Joder qué mala suerte! —espeté a los controles en voz alta y con tono malhumorado golpeando con ambas manos sobre el panel. Cada vez me parecía más a Shanna—. No tenemos combustible, Draze. Tenemos que elegir otra y rápido.
Me levanté del asiento y ayudé a Draze a que se incorporase. Parecía demasiado ocupado con su herida y no me gustaba lo que su rostro estaba expresando. Nada más bajar la rampa me vi indecisa, bloqueada por no saber cuál escoger, ¿y si volvía a elegir otra nave estropeada?
Por alguna razón recordé una corta canción-juego que me enseñó mi madre a la hora de decidir algo entre muchas opciones. Probablemente estaba luciendo algo ridícula para Draze señalando una a una cada nave y llevando un conteo de las palabras de la canción en mi cabeza pero el azar nos iba a sacar de este planeta, aunque las enseñanzas Jedi nos cuentan que el azar no existe sino que son designios de la Fuerza. Finalicé mi canción señalando la XS-800. Tiré de la chaqueta de Draze con la otra mano y comencé a correr hacia ella para montarnos.
— ¡Vamos!
Motivo: Pinto-pinto, gorgorito
Tirada: 1d3
Resultado: 3
Tirada de dados pinto pinto gorgorito, por orden de narración:
1:YT-2400
2:YT-2000
3:XS-800
¿A suertes? ¿De verdad estaba eligiendo Kate la nave de huída a suertes? Bueno, teniendo en cuenta cómo les había ido en la primera nave no sería él quien se lo reprochara.
Su mano rozó accidentalmente la suya cuando la padawan empezó a tirar de la manga de su maltrecha chaqueta. Draze siguió a Kate hasta la nueva nave, la más horrible de las tres. Esperaba que esta estuviese plenamente funcional. Si no tendrían que empezar a preocuparse de los guardias.
—No creo que tengamos mucho más tiempo, Kate. Esperemos que esta vez funcione —le dijo dejándose caer sobre uno de los asientos.
Tanto Draze como Kate echaron a correr hacia la nave que había elegido la chica. Una vez más se repitió la misma situación. Ambos subieron por la rampa hasta llegar de nuevo a la cabina. La nave tenía un olor a tierra y a piedras penetrantes, lo que le hizo pensar a Kate que debía de ser una de las naves que los Eron usaban para transportar la mercancía de las minas que el matrimonio poseía.
Una vez en cabina la chica comenzó a activar de nuevo los sistemas. Respiró aliviada al comprobar que todo estaba en orden y la elevó levemente para poder iniciar la salida del hangar.
Ahora sí estaban preparados para abandonar Pantora.
Kate, dado que es la primera vez que coges una nave así, dime lo que pretendes hacer (nárralo en forma de pensamiento e intenciones en lugar de acciones) y hazme tres tiradas en pilotar. Todavía eres capaz de calar la nave xD.
Me sabía la teoría mucho mejor que la práctica ya que siempre había echado un ojo a cómo lo hacía Zeven o Farret cada vez que se ponía a los mandos de la nave. Así que básicamente esta era la primera vez que pilotaba con mis propias manos. Cuando la elevé ligeramente suspiré aliviada y sonreí.
Dado que lo que no queremos hacer es provocar una batalla sino escapar sanos y salvos, lo más sensato sería desviar nuestra energía de potencia de fuego a los escudos para que nuestra nave resistiese mejor los impactos de cualquier torreta antiaérea que tuviesen. Además, ninguna de estas personas merecía recibir daños.
Acto seguido, tendríamos que elevarnos hasta más allá de la atmósfera y cuando estuviésemos alejados del peligro del fuego enemigo, hacer los cálculos necesarios para saltar al hiperespacio dirección Tatooine. Sólo esperaba que todo saliese bien...
Tirada oculta
Motivo: Pilotar 1
Tirada: 1d20
Resultado: 2(+2)=4
Tirada oculta
Motivo: Pilotar 2
Tirada: 1d20
Resultado: 16(+2)=18
Tirada oculta
Motivo: Pilotar 3
Tirada: 1d20
Resultado: 17(+2)=19
Guajaja! Tiradas ocultas para no saber ni lo que he sacado y para que Draze también esté igual de acojonada que yo!
Kate guió la nave hasta llevarla al pasillo, y desde ahí enfilar hasta la salida del hangar. A lo lejos, Draze vio cómo del edificio principal empezaban a salir guardas que corrían hacia su posición. Kate, más concentrada en sacar la nave del hangar, y nerviosa por la responsabilidad que tenía en sus manos, se dio cuenta de la presencia justo cuando la XS-800 llegaba a la puerta del hangar.
Sorprendida, la joven padawan, elevó la nave bruscamente al tiempo que aumentaba la potencia de los motores de postcombustión. Debido al rápido giro en los mandos, la puerta superior de la nave golpeó el frontal del hangar, haciendo que Draze se desequilibrara y se cayera de su asiento, llevándose la mano al hombro herido para protegérselo de un posible golpe. Un trozo del muro se desprendió por la parte superior de la XS-800, la cual empezó su ascenso.
Los guardas, al ver como la XS-800 abandonaba el hangar, abrieron fuego contra ella, pero ya era demasiado tarde. La nave comenzó a ganar velocidad a la vez que ascendía, quedando pronto fuera del alcance de los disparos. Tras dar un giro alrededor de la torre principal, la nave salió disparada hacia los cielos.
Justo en ese momento una voz resonaba tanto en la cabeza de Draze como en la de Kate.
Por los pelos conseguimos escapar de Pantora, no sin antes dejar un atisbo de mi torpeza por el camino. Esperaba alguna queja de Draze cuando golpeé la nave contra el hangar pero supuse que se estaba comportando de manera amable con la persona que le iba a sacar de allí.
Cuando estábamos a punto de cruzar la atmósfera, le escuché, juraría por mi madre que le escuché, deseándonos lo mejor. Mis labios dibujaron una leve sonrisa, pero al mismo tiempo notaba aquel ardor en los ojos. Por suerte, pude agradecerle en aquella conversación que tuvimos en Tatooine todo lo que ha estado haciendo por mí. De alguna manera sus palabras me hicieron aliviar ligeramente el dolor que sentía dándome cuenta que me tenía que ceñir al presente. Me giré para mirar a Draze con cara preocupada.
— Hemos conseguido salir de allí, ¿significa eso que estás mejor? —le pregunté haciendo referencia a su anterior respuesta.
Draze se incorporó como mejor pudo y se aferró al asiento uno vez Kate hubo iniciado su brusco despegue. Se quitó la chaqueta y trató una vez más de paliar su dolor a través de la fuerza, aunque apenas sintió el cambio. Salvo por una voz conocida que les animaba desde el más allá.
Se prometió el muchacho entonces que el sacrificio del caballero no sería en vano, no mientras el viviera. El imperio pagaría por las atrocidades cometidas contra la orden.
Tranquilo, se dijo, ya estamos a salvo. Si quería conseguir que el imperio cayera no podía ser buscando venganza. Habría que lograr un cambio político y social más grande, como tantas veces había discutido con los Sen.
De momento debía de aferrarse al código. Era lo único que tenía. Y el motivo por el que Zeven aceptó su muerte con serenidad.
Cuando Draze salió de su ensimismamiento debía de haber pasado un buen rato, pues ya estaban abandonando la atmósfera. ¡Y de una pieza! Entonces llegó Kate.
—Sí, me encuentro mejor —dijo—. Esos malditos pantoranos me pillaron desprevenido.
Entonces le devolvió a Kate la mirada. ¿Cómo estaría? La muerte de Zeven debía de estar afectándola mucho más que a él en ese momento. Quizás sería bueno hablarlo entonces, fuera ya de todo peligro.
—Kate, yo… siento haberte respondido así antes —añadió en el último segundo, sin atreverse a sacar el tema de su tío. Al menos no por el momento—. ¿Dónde aprendiste a pilotar así? Se nota que no distes muchas clases en la astro-escuela.
Motivo: Curarse once again
Tirada: 1d20
Resultado: 9(+7)=16
Motivo: PH
Tirada: 1d4
Resultado: 2(+1)=3
Draze se cura durante el accidentando ascenso 3 heridas (bieeen). Sigue tocado, pero al menos no gruñe tanto.
—Es que yo era de las que se quedaban en la puerta charlando con los alumnos problemáticos y no asistía a clase —le dije para tomarle el pelo con su broma y reí levemente—. En realidad, tengo que confesarte que he improvisado, nunca había pilotado una nave —añadí con el mejor tono inocente que podía poner y sonreí como si no hubiese roto un plato en la vida—.
Me acomodé sobre el asiento estirando las piernas y tomando una postura no muy cómoda a largo plazo para mi espalda pero que resultaba cómoda en estos momentos. Eché la cabeza hacia atrás y cerré los ojos. Me sentía agotada por todo lo que había pasado en general...
Tras acomodarse durante unos segundos Kate comprendió que era hora de preparar el salto al hiperespacio con destino a Dagobah. La chica conocía nociones básicas sobre la astronavegación, pero nunca había sentido la presión que conllevaba la responsabilidad de estos cálculos. Era consciente de que si no lo hacía bien, podrían acabar en el núcleo de una estrella con catastróficos resultados.
De pronto una pequeña compuerta se abrió en la parte trasera de la cabina. Para sorpresa de ambos padawans, un droide astromecánico R5 salió de ella y se dirigió a un punto de conexión. Inexplicablemente, los dos muchachos sintieron que el peso que sentían disminuía. Al comprobar los sistemas, Kate comprobó que el droide había regulado el control gravitatorio al igual que estaba haciendo con otros sistemas.
De la misma forma, cuando la joven padawan comenzó a introducir las coordenadas de navegación, observó maravillada como el droide iba corrigiendo algunos de los parámetros, de forma que la tensión que sentía se rebajó lo suficiente como para facilitar la tarea.
Una vez que estaban fuera de toda interacción gravitatoria, llegó la hora. La XS-800 saltó al hiperespacio.