Noa miró a Kate por un momento y asintió en silencio. Se daba cuenta de que parecía algo exagerada su preocupación, pero habían demasiadas preguntas sin respuestas tras los últimos acontecimientos y eso le inquietaba demasiado. Tenía claro que más valía ser precavidos a tener que lamentarse en el futuro.
-Estad alerta y atentos al intercomunicador por si sucede algo.
El nautolano no terminaba de sentirse agusto con la situación. Todo iba según lo planeado, o quizás incluso con mayor facilidad de la prevista y si algo le había enseñado la vida es que no habían cosas fáciles. Se sentiría bastante más cómodo si hubiese tenido que pelear en la cantina para conseguir la información o al menos, haber tenido que negociar.
Igual que Nahir. Asentí con la cabeza sin decir nada más. No sé porque estaban empeñados en hablar y en quejarse tanto de lo que había ocurrido hacía unos minutos. Estaba a puntito de encaminarme yo sola a casa de Ackbar cansada de ellos. Miré a Noa.
— Bien Noa, sígueme, creo que recuerdo cómo llegar —le dije comenzando a andar—.