Bedelia gimió, intentando desesperadamente recuperar la inercia de su carrera.
Motivo: Res. Dolor
Tirada: 1d100
Dificultad: 80+
Resultado: 67(-25)=42 (Fracaso)
Motivo: Atletismo
Tirada: 1d100
Dificultad: 180+
Resultado: 7(+65)=72 (Fracaso)
Motivo: Acrobacias
Tirada: 1d100
Resultado: 69(+200)=269
Motivo: Buscar
Tirada: 1d100
Dificultad: 40+
Resultado: 17(+15)=32 (Fracaso)
Motivo: Suerte
Tirada: 1d4
Resultado: 1
El golpe te deja sin aire, haciendo que tu cuerpo se doble como un acordeón. Por unos instantes, pierdes el equilibrio y te ves obligada a apoyarte en una piedra cercana, perdiendo en el proceso unos valiosos segundos. Oyes a la criatura tras de ti, cada vez más cerca. A pesar de no girarte, sientes sus ojos fijos en su presa, su boca torcida en una mueca de deseo y júbilo enfermizo. La adrenalina de la presa empieza a inundarte, al igual que la del cazador le ha inundado ya a él.
Así que sigues corriendo. Corres como alma que lleva el diablo, por tu vida. El juego es cada vez más peligroso, y un fallo puede significar el final. Así que, una vez recuperada, intentas poner todo de ti: Saltas de piedra en piedra, evitando montones de nieve virgen. Te deslizas por debajo de ramas a la altura de tu cintura, ramas que oyes partirse unos segundos después cuando la bestia pasa a través de ellas con furia. Desciendes desniveles con volteretas vistosas, posándote con gracia en el suelo tras la caída. Todas estas argucias te ayudan a reducir la marcha de tu enemigo... Que, sin embargo, sigue acercándose, cada vez más.
De repente, una pared de piedra. No sería difícil de escalar en situaciones normales, pero cada segundo apremia: La técnica, o falta de ella, puede suponer perder unos valiosos segundos en el proceso...
Motivo: Acrobacias bicho
Tirada: 1d100
Resultado: 46(+80)=126
Distancia Inicial: 44 m (-10 m rama) = 34 m
TM Bedelia: 10 - 1 (terreno difícil) = 9
TM Bestia: 12 -1 (acrobacias) = 11
Distancia actual: 26 m
Evento: Trepar a dificultad Media (80) o 10 metros menos de distancia
-¿¡Estás de coña!?-Chilló Bedelia con desesperación, encaramándose a la pared rocosa con manos temblorosas.
Por suerte consiguió ascender sin mayor dificultad, pero seguía sin encontrar nada que pudiera ayudarla a despistar a la bestia. Respirando entrecortadamente debido al esfuerzo continuó su apresurada carrera.
Motivo: Trepar
Tirada: 1d100
Dificultad: 80+
Resultado: 21(+75)=96 (Exito)
Motivo: Atletismo
Tirada: 1d100
Dificultad: 180+
Resultado: 69(+65)=134 (Fracaso)
Motivo: Acrobacias
Tirada: 1d100
Resultado: 85(+200)=285
Motivo: Buscar
Tirada: 1d100
Dificultad: 40+
Resultado: 22(+15)=37 (Fracaso)
Motivo: Suerte
Tirada: 1d4
Resultado: 4
Sientes el aliento de la criatura, tras de ti, cada vez más cerca. Huele a muerte, violencia, a carnaza desgarrada, a sangre caliente esparcida por el suelo. El hedor de un cuerpo agonizante, hinchado, de unos dientes que se cierran entre tendones, músculos, huesos... De adrenalina disparada, de sudor pegajoso, de algo horrendo y sacrílego, una herejía prohibida violada por el ansia más animal. El olor de un alma podrida.
De repente, un árbol se tambalea frente a ti. El destino quiere que, justo en ese momento, el peso acumulado de la nieve y la fuerza del viento hagan ceder una pequeña rama. La reacción en cadena no se hace esperar, y como si una consciencia enterrada en la madera se dispusiera a darte un aviso amistoso, ves como las otras ramas empiezan a inclinarse. Por unos instantes, da la sensación de que la nieve va a quedar suspendida en el aire, sujeta por unos soportes demasiado frágiles para sostenerla y por la magia oscura que parece inundar ese aún más oscuro bosque.
Y dos fuerzas entran en conflicto en tu cabeza.
La primera, encargada de tu racionalidad, grita que aquella es tu gran oportunidad. Tienes el tiempo justo para pasar por debajo antes de que la nieve caiga, bloqueando el camino, lo que te daría unos segundos preciosos de ventaja frente a la criatura. La otra, el miedo inherente en todo mortal, te grita que no puedes hacerlo, que no te arriesgues a quedar sepultada. En una fracción de segundo, aquellas dos partes de tu cerebro colisionan, dejándote en blanco. En una fracción de segundo, una de las dos sale victoriosa.
Dar un rodeo o lanzarse a por todas. Aprovechar la oportunidad o tomar la vía segura. Voluntad y miedo. Razón e instinto.
Aquel momento termina, y tomas una decisión.
Motivo: Acrobacias bestia
Tirada: 1d100
Resultado: 35(+80)=115
Distancia Inicial: 26 m
TM Bedelia: 10 - 1 (terreno difícil) = 9
TM Bestia: 12 -2 (acrobacias) = 10
Distancia actual: 23 m
Evento: Frialdad a dificultad Media (80). Si la pasas, +20 metros a la distancia
Aunque tu valentía te permite ganar algo más de distancia, la criatura sigue pisándote los talones...
Motivo: Acrobacias bestia
Tirada: 1d100
Resultado: 56(+80)=136
Distancia Inicial: 23 m (+20 frialdad) = 43
TM Bedelia: 10 - 1 (terreno difícil) = 9
TM Bestia: 12 -1 (acrobacias) = 11
Distancia actual: 35 m
Evento: No hay eventos este turno
Tu argucia funciona a la perfección. Tu estoque vuela de la vaina en apenas unos segundos, cortando de golpe la mitad del grosor de una rama cercana. Confiando en que el golpe haya sido certero, envainas de nuevo el arma, sin dejar de correr, mientras te deslizas entre unos afilados arbustos repletos de espinas con sorprendente facilidad. La nieve acumulada en la copa del árbol tarda unos segundos en caer... Y, por el rugido iracundo de la criatura, deduces que justo en el momento adecuado. Es en ese momento cuando aprovechas para virar bruscamente, escogiendo un nuevo rumbo que esperas confunda a esa monstruosidad. Y, de nuevo, funciona. La persecución sigue, pero la distancia es mayor, y la esperanza crece. Contra todo pronóstico, contra toda tu mala suerte, parece que vas a poder salir de esta con nada más que unos pocos rasguños y un buen susto.
Y es todo gracias a tu inventiva. Porque puedes tener muchos defectos... Pero el ser vencida por un destino injusto nunca fue uno de ellos.
Llegas al borde de una ladera, deteniéndote un instante para valorar tus posibilidades. Bajar directamente es posible, pero la inclinación te retrasaría, quizás, a menos que lo hagas sin cuidado. En cuyo caso podrías tropezar, caerte, y no solo hacerte daño, sino convertirte en una presa fácil. Por suerte, a unos metros a la derecha hay un tronco inmenso, derribado por alguna clase de rayo, que ha quedado encajado en el suelo blanco como una especie de pasarela improvisada. Podrías correr por encima, usando los múltiples nudos para no caerte. Te ahorraría el tener que pisar con cuidado, descendiendo con rapidez, y confías lo suficiente en tu sentido del equilibrio como para no dudar de que puedas lograrlo. El problema sería que la madera muerta no aguantara tu peso, porque además el tronco parece hueco. Lo cuál te da una nueva idea, aún más alocada: Lanzarte de cabeza por el agujero a lo desconocido, entrar el interior del túnel oscuro. Parece que hay nieve y hielo suficientes como para no quedar atascada, y la inclinación te ayudaría a deslizarte, como en un tobogán, hasta el otro lado... Y ese es el problema: Que no ves el otro lado. Si todo sale bien, ganarás unos preciosos segundos, decisivos quizás para quitarte a la criatura de encima. Si no... Bueno, quizás quedas atascada dentro.
Así que un abanico de opciones se abre ante ti:
Bajar por la ladera, con cuidado de no caer.
Hacer lo mismo, pero a lo loco.
Cruzar por encima del tronco.
Deslizarte por el agujero y dejar que la suerte decida.
O quién sabe, puede que incluso haya una quinta opción que todavía no has contemplado.
Por desgracia, y a pesar de que puedes permitirte el lujo de sopesar los pros y los contras durante un par de segundos, no debes eternizarte. La criatura no tardará en pisarte los talones otra vez, si lo piensas demasiado...
Motivo: Acrobacias bestia
Tirada: 1d100
Resultado: 75(+80)=155
Motivo: Inteligencia bestia
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+4)=10
Distancia Inicial: 35 m (+35 inteligencia) = 70 m
TM Bedelia: 10 - 1 (terreno difícil) = 9
TM Bestia: 12 -1 (acrobacias) = 11
Distancia actual: 62 m
Evento: Decisión
Motivo: Acrobacias bestia
Tirada: 1d100
Resultado: 6(+80)=86
Distancia Inicial: 62 m (+10 pasarela +10 regla del 10 en inteligencia) = 82 m
Winner: Bedelia
Quítate 1 de cansancio
Bedelia se apoyó en un árbol cercano y se agarró el pecho, con el corazón todavía a galope. Sentía las piernas débiles y temblorosas fruto de la adrenalina que empezaba a abandonarla. Se había librado, había conseguido huir.
De repente, una descarga de emoción recorrió todo su cuerpo. ¡Había burlado a la bestia! Pequeños destellos blanquecinos bailaban por su rango de visión debido al esfuerzo, sentía un profundo dolor en el pecho después de haber chocado con la rama y volvía a tener numerosos y pequeños cortes por todo el cuerpo, pero estaba entera, con todas sus extremidades. Y por si fuera poco ya no sentía frío, al contrario, estaba acalorada (aunque no fuese a durar bastante). De repente se acordó de Dag, menos mal que no le había dejado venir con ella.
Pero, ¿dónde estaba? En su afán por alejarla del pueblo había recorrido lo que parecía medio bosque a la deriva. No tenía marcas que indicasen su ubicación ni forma alguna de orientarse, lo único que sabía era que si se acercaba demasiado al círculo ocurrirían cosas extrañas (como aquella vez con Saga e Yngrid, cuando empezó a nevar hacia arriba).
Así que lo único que se le ocurría era andar hasta encontrar algo conocido. Lanzando una rápida mirada hacia atrás emprendió de nuevo la marcha.
Bedelia dejó de andar un instante. Había visto mucha muerte durante el servicio, cuerpos desmembrados, decapitados, con terribles lesiones...pero de aquello hacía un tiempo y aunque unas horas atrás había observado desde demasiado cerca cómo arrancaban la pierna a Ingur necesitaba prepararse si iba a ver un cadáver abotargado por el frío.
Con todo lo ocurrido no había podido volver a pensar en Hadar, pero volvió rápido a su mente. Podría ser él. Podría tenerlo delante, muerto.
Contuvo el aliento mientras se acercaba y, antes de fijarse en el destello plateado, apartó la nieve de lo que sería su cara.
Tus peores sospechas se confirman. Un par de ojos congelados, fijos en un punto indefinido del cielo, aparecen bajo la nieve entre un rostro machito de piel azulada. Aunque te cuesta un poco debido a su horrible aspecto, le reconoces como a uno de los habitantes de la aldea. Le vistes en el thing, el día anterior, y estaba presente en una de las partidas de caza. Es un tipo delgado, ni muy guapo ni muy feo. Tiene el pelo castaño, no muy largo, con una barba bien cuidada que rodea su barbilla. No recuerdas su nombre, por desgracia.
Tus años como mercenaria y tu sentido común te permiten deducir que murió por causas violentas: Parte de su cráneo está aplastado, como si lo hubieran golpeando con algún objeto muy pesado o con una fuerza desmesurada. Sin embargo, no presenta ningún corte o mordisco, lo cuál contrasta con el aspecto que presentan las otras víctimas de la criatura. Lo que te hace pensar que quizás no es ella la responsable...
El destello procede de un hacha pequeña, posiblemente el arma que portaba antes de morir.
Tirada de medicina
Bedelia se quedó con la boca entreabierta. Aquello no lo había hecho la bestia, aquello tenía marca humana. Barajaba dos opciones, o bien que hubiese sido un vecino del pueblo, o que lo hubieran hecho los bandidos.
Se giró rápidamente, esperando encontrar a alguien acechándola. Aquel bosque encerraba demasiados peligros, y ya había tentado demasiado su suerte.
Pero no iba a renunciar, no podía renunciar. Sintió una punzada de orgullo no demasiado satisfactoria, si había escapado de la bestia, ¿cómo no iba a poder escapar de unos cuantos bandidos? Si es que quedaba alguno con vida, visto lo visto...
¿Y quién era aquel hombre? Puesto que no conocía su nombre (o más bien no lo recordaba) dedicó cierto tiempo a aprenderse sus rasgos para poder describirlo cuando volviese. Si había alguien esperando...bueno, necesitaría saber la verdad.
Se agachó hasta el arma y, levantándola, la examinó mejor. Quería descubrir cualquier cosa, rastros de sangre principalmente. Tenía la sensación de que había sido atacado por la espalda y había muerto en el acto, pero tal vez pudiera haberse defendido.
Motivo: Inteligencia
Tirada: 1d10
Resultado: 1(+7)=8
El hacha, a pesar de estar algo mellada y vieja, no parece haber sido utilizada recientemente. Tendría algún rastro de sangre seca o rastros de tierra o follaje. Aunque quién sabe: puede que intentara utilizarla pero no pudiera alcanzar a su enemigo. Porque también es cierto que no la llevaba guardada... Lo cuál tampoco te dice mucho, en realidad. Quizás la llevaba todo el rato en la mano, o puede que ni siquiera sea suya.
Frunció el ceño y, tras sopesar sus opciones, decidió que no podía conseguir mucha más información de la escena. Miró al hombre una última vez, sintiendo lástima por él, y se colgó el hacha al cinto. Tal vez alguien la reconociese, y tal vez resultase útil de alguna manera.
También marcó algunos árboles a su alrededor (distintas a las que conducían al campamento Yormef) por si necesitaba volver y reemprendió la marcha. Necesitaba encontrar el símbolo.
Después de andar durante lo que parecieron horas, algo empezó a aparecer en la lejanía, algo que resultó ser Sultünge. Bedelia lo observó con una extraña mezcla de alivio y desilusión, pues no quería volver sin haber visitado el símbolo. Sin embargo, sus múltiples magulladuras, el frío que amenazaba con volverse insoportable y un creciente dolor de piés invitaban a regresar, al menos de momento.
Y no le vendría mal una taza caliente después de haber huido de...
¡La bestia! ¿¡Cómo podía haber sido tan tonta!? Había partidas de caza en marcha, partidas de caza que creían patrullar un bosque seguro, ¡debía avisar a Ashe!
Con pánico creciente, corrió hacia el gran salón.
Motivo: Suerte
Tirada: 1d10
Resultado: 5
Motivo: Rastrear
Tirada: 1d100
Resultado: 10(-20)=-10
Antes de llegar a la linde del pueblo, sin embargo, eres detenida por una voz.
-¡Bedelia!
Yngrid se acerca a ti, colgando el arco en su espalda.
-Menudo susto -dice, frunciendo ligeramente el ceño-. ¿A qué viene tanta prisa? ¿De dónde vienes?
Pese a los nervios y la urgencia, no pudo evitar sonreír brevemente. También se alegraba de verla.
-Del bosque, necesito avisar a Ashe. La bestia no duerme durante el día, sigue activa. Hay que cancelar las partidas de caza.
Yngrid niega con la cabeza.
-Nadie ha salido. Aunque he oído algo de un plan, pero...
Se detiene, todavía encajando la sorpresa.
-¿Te has internado en el bosque? ¿Tú sola?
Bedelia asintió con impaciencia
-Si, para intentar buscar pistas, pero me la he encontrado. Sigue tan activa como por la noche. Por eso debemos evitar que salga nadie, ya conseguiremos comida cuando matemos a esa cosa.
-¿Que te la has...?
Abre los ojos de par en par, completamente estupefacta.
-Joder. Los tienes buen puestos -detectas un brillo de respeto en sus ojos. Parece que, lejos de condenar tu decisión, la aprueba-. Estoy de acuerda, nadie debe salir.
Bedelia vuelve a sonreír, lanzando una rápida mirada al gran salón y decidiendo que todavía tenía un poco de tiempo para preguntar.
-Espero que se pongan de acuerdo en qué hacer. Por cierto-sacó el hacha del cinto y se la mostró-he encontrado a alguien en el bosque...muerto.
Le describió brevemente.
-¿Sabes quién puede ser?