Partida Rol por web

Dos figuras corren por el bosque, alejándose del horror. Los árboles aparecen en medio del trayecto, la nieve ralentiza sus pisadas. La escarcha sobrenatural que cubre sus pieles les hace ir más lentos, y ni siquiera la sangre que bulle en su interior puede evitar que dejen de temblar.

Nada parece perseguirles. Fuera lo que fuera eso, ha quedado atrás...

La carrera desenfrenada me impidió mirar atrás, intentaba no perder a Thaldein, además que él conoce el bosque y me llevará al pueblo sin problemas, y yo solo acabaría perdido y seguramente correría la misma suerte que Einar. Parece que ya no se oye el crujir de los huesos de los cadáveres mientras la bestía los devora, aun que mejor asegurar y correr  hasta nuestros pies no puedan más.

El barro, la nieve y el cansancio hacen que poco a poco perdamos velocidad y Thaldein acaba por apoyarse en un árbol para tomar un respiro, cosa que imito para tomar una gran bocanada de aire y entre jadeo y jadeo  miro a mi amigo.

Aún no me lo creo... ¿que demonios era eso...? Era demasiado fuerte... y Einar... ha muerto... - hasta ahora no me había puesto a pensar, estaba demasiado ocupado corriendo. - Esa criatura, es la primera vez que la veo.

- Thaldein ¿Que era ese monstruo? Nunca vi nada igual. - Cuando recupero un poco el aliento.

Thaldein niega con la cabeza, todavía en estado de shock.

-Yo tampoco. Joder, joder... Einar, viejo estúpido...

Thaldein aún está agitado, según parece no puede creerse lo que ha pasado, la verdad que la muerte de Einar debe haberle impresionado muchísimo, y a quién no...

Me acerco a él, pongo la mano en su hombro y digo en un tono tranquilizador:

- Tranquilízate amigo, de momento estamos a salvo. Lo de Einar es una gran desgracia, pero a muerto  como un valiente guerrero y nadie puede cuestionar que saliésemos de allí. Ese monstruo era un demonio enviado por los dioses y no podíamos hacer nada contra él. Ahora hay que descubrir el motivo por el que está aquí.

Levanto mi mano de su hombro y miro a mi alrededor, la basta oscuridad en  un escenario de de bosque nos rodea. A estas alturas, cualquier árbol con una forma diferente podría confundirse con un enemigo, por lo que es mejor no hacer más ruido del necesario y "eso" sigue por ahí.

- Debemos volver al pueblo para pedir refuerzos y vengar a tu jarl, ¿Crees que podremos volver rápido?

Thaldein parece calmarse un poco ante tu racionalización de lo ocurrido. Como si quisiera creer tus palabras, aunque no llegara a interiorizarlas, asiente sin mucha convicción cuando justificas vuestra oída. Sin embargo, ante tus últimas palabras gira la cabeza hacia ti y frunce el ceño.

-No vamos a volver ahí. Esa cosa ha... -Parece que la palabra se le atraganta, así que al final cambia de rumbo-. Acabado con Einar en un segundo, como si no fuera más que un muñeco. No hemos tenido oportunidad.

Baja la mirada, incapaz de ocultar sus lágrimas de ira.

-¿Qué crees que haremos con refuerzos? Eskol y los suyos estaban entre los mejores guerreros del pueblo. Einar y yo somos mejores, incluso. Y tú... Sea lo que sea eso que has hecho -Vuelve a mirarte, y esta vez descubres una nota de desconfianza en sus ojos-, esta claro que eres alguien singular. Entre los tres, no hemos conseguido tocar a ese... Demonio. Incluso aunque todos los hombres en edad de luchar se unieran, estaríamos entrando en su territorio, por la noche. Nos cazaría como a animales.

- ¿Acaso prefieres quedarte en el pueblo, sin vengar a Einar, y pendiente cada día que pasa de que no te devore a ti o tu esposa? No se si te has fijado, pero vuestro granero estaba en llamas, no os espera un invierno agradable. -Alzando el tono cada vez más por la ira. Paro de hablar y reflexiono un momento. Sus lagrimas de ira e impotencia reflejan lo mismo que siento yo. Al fin y acabo, sigo vivo gracias a Einar.

No debería ser tan duro, no ha sido una noche fácil.

- Lo siento amigo, quizá me halla pasado, pero no podemos quedarnos sin hacer nada y esperar. Como bien dices, soy alguien singular, Thuriz me concedió su bendición y no pude hacer mucho, pero luchamos en su terreno. Debemos tenderle una trampa y atraerle a donde tengamos ventaja, junto con refuerzos. No se si te fijaste, pero hacía demasiado frío cerca suya, casi me congelo en su presencia, así que un combate cerca del fuego puede que nos dé la llave de la victoria.

Thaldein te dirige una mirada iracunda.

-Sí, te has pasado. He partido la cara a amigos de la infancia por menos, forastero -Recalca la última palabra con tono seco, como recordando que no hace más de un día que os conocéis-. No te atrevas a apelar de nuevo a mi sed de venganza. No puedes entender lo que siento. No sabes nada sobre Einar, ni sobre el hombre que es... Era.

Su expresión vuelve a una de angustia durante ese último momento de duda. Sus ojos bajan al suelo, y parece calmarse un poco.

-Sin embargo, hay algo de razón en lo que dices -Cede, algo más conciliador-. Me has malinterpretado: No he insinuado esperar a que esa cosa acabe con nosotros uno por uno, encerrados en nuestras casas como ganado que espera al día de la matanza. Puede que antes no haya mostrado el valor necesario, pero te aseguro que no soy ninngún cobarde. No te lo echo en cara, no me conoces.

Vuelve a mirarte, y esta vez hay firmeza en su voz.

-Por supuesto que tenemos que hacer algo. No soy un ingenuo, sé que esa cosa no va a irse. No sé por qué está aquí, ni qué es lo que quiere. Diablos, no sé ni lo que es. Pero entiendo que estamos solos contra ella, y que debemos hacernos cargo del problema por nuestra cuenta.

Frunce el ceño.

-Pero hay que ser un estúpido, o un suicida, para internarse en el bosque por la noche. ¿Quieres tenderle una trampa? Perfecto. Pero una trampa necesita planficación, astucia, tiempo. ¿Quieres atraerla a un terreno que conocemos? Estoy contigo. Ese terreno es Sultünge, no el bosque. El bosque es el territorio de las bestias. ¿Quieres usar fuego contra ella? Una antorcha no servirá, necesitamos algo más grande. Una gran cantidad de leña, que no podemos transportar lejos del pueblo sin que eso se nos adelante. ¿Quieres refuerzos? Te recuerdo que los hombres llevan todo el día trabajando, y ahora mismo están apagando el incendio. Estarán cansados.

Suspira.

-La oscuridad es su terreno. Si nos internamos ahora mismo en los árboles, estamos introduciéndonos en sus fauces. Si piensas que es buena idea volver ahora, es porque o eres un loco o eres un necio.

Resmit mira a Thaldein mientras habla fijamente, parece que por fin ha perdido el miedo que tenía en su cuerpo, aunque fuera a costa de que se enfade conmigo.

Aludir a su cobardía parece que ha funcionado, parece que ha dejado de pensar en el miedo que le tenía. El monstruo impresionaba, era cruel, sanguinario y macabro, además de extraño. Ahora hay que trazar un plan.

- Dices que necesitamos una gran hoguera, no sabemos aún quien a sido, pero no sé si por maldición o bendición, Sultünge es una gran hoguera ahora, con suerte las llamas aún no se habrán apagado y creo que el monstruo se dirige hacia allí. Justo antes de que nos atacara vi unas huellas de caballo que habrían un camino ensangrentado en dirección al pueblo. Si sigue el rastro se dirigirá allí. Mas no se si lo oíste, pero creo que nos usa de comida. - suspiro -Con suerte irá a Sultünge y todo esto acabará esta noche. Por eso debemos volver rápido para poder organizarnos.

Thaldein asiente, de acuerdo contigo, y se pone en marcha de nuevo.

-Vamos.

No habéis recorrido ni veinte metros cuando una figura se perfila entre los árboles, procedente de la dirección hacia la que os dirigís, es decir, de Sultünge. Parece que ya os ha visto, porque corre hacia vosotros con presteza.

-¡Resmit! -Parece reconocerte, y tu no tardas en hacer lo propio cuando se acerca a la luz de la antorcha-. ¿De dónde venís? Rorar me ha dicho que ha habido un combate.

Es Hadar, el joven viajero de Haufman. Sujeta un hacha y un escudo en cada mano, y en la cabeza lleva puesto un extraño artilugio, repleto de varillas y cristales, que no se parece a nada que hayas visto antes, y que oculta parcialmente su rostro, haciendo que sea difícil discernir su expresión.

Al ver que alguien se acerca saco la maza que cuelga de mi cinturón, pero antes de que termine de acercase oigo mi nombre, por lo que reduzco mi actitud agresiva y mera sorpresa.

¿Quién es...?

Cuando está al alcance de la luz de la antorcha veo el extraño casco que protege su cabeza y lo observo extrañado. 

Apenas se distingue su cara, pero diría que es el joven animado de esta tarde, Hadar Hosling. Ahora que lo pienso, creo que es el único que no vi en la fiesta.

- ¿Hadar Hosling? No pareces el mismo con eso en la cabeza. - digo a una distancia prudencial.

¿Es posible que él iniciara el fuego...? ¿Tan cerca estamos del pueblo que Rorar a llegado y nos ha enviado al ... pequeño flacucho...? Nos hemos dado una buena carrera o aquí falla algo. Ya no sé en quién confiar, no es posible que el fuego lo causara la bestia, pero... ¿Por que lo haría este pequeñajo...? Según parece, la pista de mis bandidos era falsa, así que es posible que el causante sea uno de los viajeros.

- Sí, lo hubo, pero nos tendieron una emboscada y Einar... - Miro a Thaldein para ver como reacciona antes de seguir, pero me corto a mismo antes de volver a sacar el tema. - debemos volver al pueblo rápido, tenemos que prepararnos. Hay un monstruo entre la oscuridad y espesura de este bosque y creemos que se dirige al pueblo.

Sigo andando y lo agarro del hombro a la que paso a su lado para darle la vuelta y que nos dirija a Sultünge.

- Vamos Hadar, muéstranos el camino. - Y camino a su lado o detrás de él, fuera del alcance de su hacha.

Al ver que alguien se acerca saco la maza que cuelga de mi cinturón, pero antes de que termine de acercase oigo mi nombre, por lo que reduzco mi actitud agresiva y mera sorpresa.

¿Quién es...?

Cuando está al alcance de la luz de la antorcha veo el extraño casco que protege su cabeza y lo observo extrañado. 

Apenas se distingue su cara, pero diría que es el joven animado de esta tarde, Hadar Hosling. Ahora que lo pienso, creo que es el único que no vi en la fiesta.

- ¿Hadar Hosling? No pareces el mismo con eso en la cabeza. - digo a una distancia prudencial.

¿Tan cerca estamos del pueblo que Rorar a llegado y nos ha enviado al ... pequeño flacucho...? Nos hemos dado una buena carrera. Según parece, la pista de mis bandidos era falsa.

- Sí, lo hubo, pero nos tendieron una emboscada y Einar... - Miro a Thaldein para ver como reacciona antes de seguir, pero me corto a mismo antes de volver a sacar el tema. - Debemos volver al pueblo rápido, tenemos que prepararnos. Hay un monstruo entre la oscuridad y espesura de este bosque y creemos que se dirige al pueblo. -Sigo andando y lo agarro del hombro a la que paso a su lado para darle la vuelta y que nos dirija a Sultünge. - Vamos Hadar, muéstranos el camino. 

-¿Esto? -Hadar se lleva una mano a la cabeza, señalando las varillas del artilugio cuando le preguntas-. Cosas mías, para ver mejor. Pero... ¡Eh!

Se zafa de tu presa, liberando su hombro y señalando en dirección contraria, por la que habéis venido.

-Para el carro. Rorar me ha dicho que él y el hijo de Einar han combatido contra los Yormef, no sé cómo han acabado pero puede que alguien siga vivo -Habla de forma atropellada, hilando algunas palabras de forma frenética sin dejar espacio excepto para respirar-. Tengo que ir a ver si puedo ayudar, si me doy prisa quizás llego a tiempo. Vosotros volved al pueblo, luego voy. ¿O no tenéis nada que hacer? Si no venid conmigo, si vamos juntos será más seguro, aunque también puedo ir yo solo, no sé. No estáis heridos, podéis seguirme, ¿no? Os noto algo alterados, en realidad. ¿Es por lo de Einar? Deduzco que ya es tarde para él. Bueno, sea como sea, hay hombres en peligro, ¡vamos!

Es increíble la velocidad a la que suelta las frases, como si fuera incapaz de equipararla con la de sus pennsamientos y esto le frustrara. Sin esperar una respuesta, sale corriendo en la dirección por la que habéis venido.

Pero... - cuando Hadar empieza a correr. - ¿...es que no me has oído? - Mientras se aleja. Miro a Thaldein - Menudo suicida, pero ya le hemos avisado. ¿Por que Rorar le diría eso...? Démonos prisa, hay que avisar al pueblo. -  y sigo en la dirección al pueblo, por donde vino Hadar.

¿Por que Rorar le dijo que luchó contra los Yormef? Ni siquiera los hemos visto, encima nos manda al pequeño flacucho. Aquí hay algo raro ¿Y Hadar va a ayudar a los Yormef sin siquiera conocerlos? ¿Si Rorar ya le ha dicho que ha luchado con ellos a quien ayudará? En verdad no importa, el monstruo acabará con el pobre chico, y solo por ayudar a un Yormef. Que pena me da el chaval, pero ya le avisé.

Pero... - cuando Hadar empieza a correr. - ¿...es que no me has oído? - Mientras se aleja. Miro a Thaldein - Menudo suicida, pero ya le hemos avisado. Démonos prisa, hay que avisar al pueblo. ¿Por que Rorar le diría eso...? -  y sigo en la dirección al pueblo, por donde vino Hadar.

Tardáis algo menos de diez minutos en llegar al pueblo. El resto del camino, Thaldein permanece callado. Parece que todavía no acaba de encajar lo ocurrido.

Puedes llegar a entenderlo.