Partida Rol por web

Fredrick da un paso hacia delante.

-Ashe, no solo eres la más indicada para guiarnos en estos momentos. Eres la única que puede hacerlo.

Varios asienten, conformes.

Lamont toma la palabra.

-Nadie aquí, a excepción del propio Eskol, conocía tan bien a Einar. Si alguien puede mantener vivo su espíritu, en esta noche oscura que nos acecha, esa eres tú.

Se oyen murmullos de conformidad.

Frigda es la última en tomar la palabra.

-¿Alguien se opone a esto? ¿Alguien tiene algo que decir?

La sala, esta vez, guarda silencio. A pesar del hambre, a pesar del frío y las pérdidas, muchos sonríen. Porque al fin, después de tanta tensión, parece haberse alcanzado un consenso general. Y, aunque sea temporal, el saber que una pieza encaja por fin en el lugar adecuado puede hacer que hasta el más pesimista de los hombres pueda recuperar la esperanza.

-Estamos contigo, Ashe.

Ashe, por otro lado, se limita a asentir con seriedad.

-Vale. Pues vamos a cerrar ya este bochornoso teatrillo y vamos a ponernos manos a la obra. Venga, que uno de cada familia me acompañe -mira a Saga, luego a Resmit-. Los forasteros también.

Sin esperar réplica, Ashe se dirige hacia uno de los extremos de la sala, lejos del resto de miradas. Tras unos segundos de duda, algunas personas la siguen.

Saga se incorporó de nuevo y, casi que arrastrando los pies, siguió a Ashe.

Thorir, aún sorprendido por lo vivido también se puso en marcha y acompañó a Ashe. 

Drunfo entra en la sala, y al ver a todos reunidos, se acerca con curiosidad.