Partida Rol por web

Nieve y Hambre, capítulo 1: La silueta entre los árboles

7.8 - Diplomacia

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05/06/2017, 21:15
Will

Casi os cuesta seguir las zancadas de Will, que apenas si se gira hacia vosotros mientras la seguís de vuelta a la sala común. Un firme "rápido, os explicaré por el camino" fue suficiente para trasmitir la urgencia del asunto, y las palabras que os llegan a través de la ventisca confirman su advertencia inicial: Tenéis problemas.

-Fue poco después de que os fueráis. Ahmel afirmó conocer una manera de derrotar a la bestia, un antiguo ritual de su cultura o algo así. No sé cómo les... -se corrige a sí misma-. Bueno, sí lo sé pero no me lo explico. Resulta que ese tipo puede llegar a ser bastante convincente, a pesar de lo mucho que habla. Apeló a la ausencia de un plan, y la gente empezó a asentir. El caso es que ya les está organizando. Ha pedido dos voluntarios, y tiene pensado salir con ellos en dirección al bosque inmediatamente.

Notas de juego

Entiendo, por otro lado, que todos seguís a Will, al menos hasta el momento en el que ocurre este post, unos segundos más tarde. Si este no es el caso avisadme y edito.

No hay tiempo para más de un par de posts antes de llegar a la sala común, avisados quedáis.

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05/06/2017, 21:50
Resmit Kruik

Alertado bajo las palabras de Will la sigo y le pregunto por la situación. No me esperaba para nada que Ahmel Bal’Karim tuviera tal poder de convicción sobre esta gente, al menos siendo extrangero y hablando tanto como le gusta, llegando al nivel de la pesadez y la cansinidad.

¿¡De verdad la gente ya está en este nivel de desesperación...!? Aún se está racionando la comida, es cierto que no queda mucho, pero ¿Ya empiezan a perder la cabeza...?

- Will ¿Sabes que pretende hacer en el bosque con los voluntarios?

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05/06/2017, 22:00
Saga Olrik

-Ashe, puedo ganar tiempo confrontándole. Pero lo que tú decidas. 

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05/06/2017, 22:10
Thorir Espada de Hielo

-Estoy de acuerdo con vosotros, Ashe, tu decides, no me fío mucho de ese extranjero- dijo Thorir mientras se aproximaban hacia la sala común. 

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05/06/2017, 22:14
Ashe

-Sí, por favor.

Ashe parece estar pensando en diez cosas a la vez.

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05/06/2017, 22:19
Will

-Un... Ritual. No me he enterado de los detalles, pero creo que ha dicho algo de atar a alguien.

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06/06/2017, 00:48
Drunfo Ulfrym

Aprovechando la rápida confusión, al salir de la caseta Drunfo busca el rastro que debió dejar Bedelia en la nieve al marcharse.

- Tiradas (1)

Motivo: Rastrear

Tirada: 1d100

Resultado: 33(+40)=73

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06/06/2017, 08:49
Director

La ventisca no ha debido tardar mucho en tapar el rastro. El hecho de que sólo sea una persona y que sólo estés mirando por encima también dificulta el proceso. Quizás, si te separas del resto, puedas encontrar algo, aunque ni con esas las tienes todas contigo...

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06/06/2017, 12:43
Director

Dejas que el resto continúe hacia la sala común, y te quedas atrás. Solo tienes una ligera idea de por donde se fue Bedelia, pero quizás si revisas a fondo la zona podrás encontrar alguna pista...

Notas de juego

Tirada de Rastrear, otra vez (aplica penalizadores)

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06/06/2017, 12:56
Ahmel Bal’Karim
Cuando llegáis a la sala común, el alboroto es evidente. Parece que no todo el mundo está tan seguro del nuevo plan que se ha formado en vuestra ausencia, y las conversaciones se desarrollan de forma paralela en varios puntos. En el epicentro de aquel barullo, Ahmel espera sonriente, ataviado con un exótico abrigo, como si se dispusiera a salir de un momento a otro. A su lado está una de las mujeres de la aldea, cuyo nombre no recordáis, visiblemente nerviosa. Apenas un segundo después de que entréis, el sureño advierte vuestra presencia y alza los brazos en actitud triunfal.
 
-¡Un momento, amigos! Quizás estos cinco rezagados -os señala, y un buen puñado de los presentes se gira hacia vosotros-, cuya ausencia hasta ahora no dudo es más que justificada, tienen una solución para nuestro actual problema de falta de voluntarios...
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06/06/2017, 16:47
Saga Olrik

-¡Por supuesto! -declaró Saga con un entusiasmo del que no gozaba segundos antes de cruzar el umbral-. Disculpad la desbandada pero nos urgían asuntos, curiosamente también relacionados con la bestia. Veo que vais con prisa -hizo notar, mirándole de arriba abajo-. Pero dejadme presentarme primero: Saga Olrik. Hedense. Aunque mi línea de sangre asciende hasta el clan Ygnling que, curiosamente de nuevo, cuenta con una larga tradición de völvas thurls. Brujas y chamanes, en términos vulgares. Y de ahí vengo yo. Razón por la que, querido amigo, veo que te estás precipitando en tus conclusiones. Sobre todo para ser alguien que ni ha visto de frente ni ha luchado con la criatura. Algo que... -hizo una cuenta rápida, paseando la mirada por encima de los presentes-, al menos cinco personas de esta sala han hecho. Yo incluida. Y seguro que como estudioso que eres valorarás tanto como yo el conocimiento que viene de la experiencia. Creo, por tanto, que sería harto juicioso que me concedieses unos minutos para contrastar algunas cosas antes de salir ahí fuera y arriesgar la vida de gente inocente.

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06/06/2017, 17:29
Drunfo Ulfrym

Al separarse del grupo, Drunfo ya puede dedicarse a intentar encontrar el rastro.

- Tiradas (1)

Motivo: Rastrear

Tirada: 1d100

Resultado: 73(-10)=63

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06/06/2017, 19:27
Thorir Espada de Hielo

La cabeza le daba vueltas, demasiados interrogantes en tan poco tiempo, los pequeños planes que tenía y las cosas que creía ciertas habían volado por los aires, ya nada parecía tener sentido, y para más inri, Ahmel quería hacer un sacrificio a la bestia, ¡Pero que diablos estaba pasando!.

Al entrar observó el ambiente reinante, discordia, dudas y sobre todo nerviosismo, escuchó con atención lo que aquel sureño decía y la reacción de Saga, pero casi sin pensar buscó con la mirada al único hombre que parecía un témpano de hielo, aquel que en todos los días que llevaba allí no había visto perder el temple, Sibjörn, al fin y al cabo, necesitaba algo de serenidad y ver que pensaba aquel hombre. 

Notas de juego

Lo dicho, busco a Sibjörn y si lo encuentro voy hacia él. 

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06/06/2017, 21:30
Resmit Kruik

Al llegar me paré observando la sala, Will no se equivocaba, Ahmel  Bal’Karim la estaba liando en la sala común y parecía que aún no tenía a sus "voluntarios".

Maldito hombre quemado, si no vas a hacer nada bueno mejor no hagas nada, deja los asuntos del norte a los norteños.

Con la intervención no puedo evitar sentirme asqueado al meterme en el mismo saco que el bastardo, pero dada la situación debe actuar como un grupo. No puedo evitar mirar atrás en busca de Will y Drunfo que no habían actuado, y para mi sorpresa el gigante no estaba.

¿Donde cojones se ha metido...? En fin.. da igual, un idiota menos.

Finalmente solo me quedaba ver el gesto de Eskol, el cual imagino que seguirá sentado en su cómoda silla. Cuando me contaron lo que sucedía ya había empezado a trazar un plan por el camino, pero por el momento dejaría a Saga que interviniera primero para ver si era capaz de solucionar la situación. Permanezco a su lado  para apoyarla, atento a la actuación de Ahmel. El tiempo se nos echaba encima, me hubiese gustado haber ido tras la bestia después del juicio, pero las cosas no salen bien nunca, al menos en Sultünge.

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07/06/2017, 08:49
Ahmel Bal’Karim

Ashe aprovecha la intervención de Saga para ir hacia Eskol, que observa la situación desde su silla. Thorir también se aparta, lo que deja a Saga, Resmit y Will frente a Ahmel. En cuanto al sureño, su sonrisa ha quedado congelada en el rostro ante la intervención de Saga.

-Una presentación muy... Elocuente. Y no muy esclarecedora, puedo añadir, más el sociólogo experto podría extrapolar algunas ideas tras una observación detenida. Es bien sabido por aquellos que han dedicado su talento al análisis de los rasgos humanos, y de forma algo más instintiva y primaria por hasta el más ingenuo de los chiquillos, que las diferencias entre el sexo masculino y femenino son, cuando no evidentes, al menos sí innegables. Es por eso que no me sorprende la reacción adversa y la calificación de 'precipitado', pues claramente procede de un instinto maternal latente que manifiesta una preocupación legítima. Sin embargo, y aunque nunca pondré en duda de que en múltiples ocasiones esta actitud de la mujer es útil y necesaria, llega el día en el que el arrojo y la determinación masculina se convierten en la única respuesta viable.

A esas alturas, la mayor parte de los presentes se ha callado, y prestan atención al intenso intercambio entre los dos estudiosos.

-Así que... No, mi buena, señora, no creo haberme precipitado, pues estoy plenamente seguro de que mis teorías son acertadas, tanto como para poner mi vida en peligro. ¿Es que acaso todos aquí pueden decir lo mismo?

De repente, cambia de dirección y empieza a dirigirse a la gente.

-El tiempo apremia, y cuanto más esperemos a que la inseguridad de estas señoras retrase nuestros avances, mayores serán nuestras penurias. ¿Y cuantas veces, amigos míos, no es nuestro peor enemigo nuestro propio miedo, nuestras dudas infundadas? Ella afirma que hay que ver a la bestia para comprenderla. ¡Un disparate! ¿Pues no dejamos a un lado la razón, acaso no abandonamos el sentido común ante esa clase de situaciones límites? El ignorante deja que su temor guíe sus actos, se encomienda a dioses y creencias infundadas para refugiarse ante la Verdad. ¡El sabio no! Investiga, con mentalidad fría y metódica, y se enfrenta a esa realidad incómoda con actitud pura y valiente. No es insensato, pero no teme poner a prueba sus teorías, pues sabe que ahí radica el origen del conocimiento.

Vuelve a mirar a Saga, recuperando su sonrisa.

-Pero veo la desconfianza en tus ojos, tan obvia como la luna reflejada en un estanque cristalino. ¿De qué vale mi certeza, si la hija de las brujas y los chamanes piensa que YO soy un charlatán? No hay porque afligirse: No me considero una persona arrogante. Lo que otros interpretarían como una ofensa yo lo tomo como un reto. Pregunta, pues, si es que tan preocupada estás. ¿Qué son unos minutos más, al fin y al cabo?

Notas de juego

Saga y Resmit, marcad los tres. Thorir, tú sólo para el director

Por cierto, y esto vale para toda la escena: Si en algún momento alguien desea interrumpir los monologazos de este tipo, que avise y edito

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07/06/2017, 09:29
Sigbjörn

No te cuesta encontrar a Sigbjörn: Es uno de los pocos que no parece alterado ante la situación actual. Al llegar a su lado, te saluda con una breve inclinación de cabeza, sin decir nada. Para variar.

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07/06/2017, 15:05
Saga Olrik

Saga…

Saga quiso muchas cosas en aquel instante, y muy diferentes. Desde desvanecerse hasta saltarle los dientes de una bofetada, algo que sabía que no podía hacer. Pero de todo ello, lo que aquel malnacido del sur logró que se quedase grabado a fuego fue el no haber nacido varón y todas las miserias que habían venido con ello.

Las expectativas tras el nacimiento de Saga decían que no iba a sobrevivir al invierno. Prematura y notablemente más pequeña que cualquiera de sus hermanos, si hubiese nacido en un clan particularmente retrógado, quizá la hubiesen tirado a las bestias. Sin embargo, una de las pocas cosas que recordaba de su madre con cariño es que, cuando sus hermanos mayores (Andrel entre ellos) acertaban a darle collejas y hacerle llorar, solía decirle con secreto orgullo que había nacido siendo minúscula, delgada e inquieta como una lagartija, pero también con los ojos abiertos de par en par, dispuesta a ver el mundo. Gozaba de un tesón y una tenacidad como pocas, y había luchado invierno tras invierno berreando con la fuerza de un toro hasta ser capaz de caminar.

Pero una vez empezó a caminar, las cosas no habían sido más fáciles.

Las tiernas palabras de su madre no la separaron del papel que habría desempeñado cualquier mujer en el hogar. Cocinar, atender a los huéspedes, limpiar cuartos y vómitos y meados de los borrachos de turno. Al menos, se decía, había tenido la estrella de nacer en una familia de bardos, donde su abuelo se había asegurado de que todos supiesen leer y escribir hermital y, si no eran muy cazurros, también arkés y algo de latín.

Pero las espadas le habían quedado lejos, así como los trabajos laboriosos o cualquier cosa que se asemejara. Porque ya tenían varones para ello. Y tras la catástrofe, entre los chamanes de las llanuras, la vida no había sido ni más sencilla ni exenta de aquel tortuoso recordatorio de haber nacido hembra y escuálida y lista, pero no alta y corpulenta.

Illazer había sido, a pesar de los desencuentros y muchas otras cosas, su mentor en todo lo que la mente no alcanzaba a comprender. Pero eso no le hacía más sensible y menos duro. Saga recordaba, no obstante, una mujer que había sido su matrona en lo que a ser una mujer respecta. Una mujer sin la que seguramente no habría llegado allí.

Con la primera sangre le había hablado de lo que se esperaba de ella, de que era capaz de traer vida al mundo y cómo, y también de lo mucho que el mundo había decidido putearla no dándole genitales de hombre. Pero le reveló un secreto, el secreto de las völvas, algo reservado para ellas y que atesoraban en aquella tradición. Y por primera vez, Saga se sintió orgullosa.

Tresh fue comprensiba a ratos, todo lo que el norte le permite a uno ser, y conforme Saga fue creciendo y su cuerpo transformándose en el de una mujer, le enseñó multitud de cosas que todavía vivían con ella. Le enseñó, por ejemplo, que el deseo carnal era un secreto escondido bajo la piel de cada hombre, y también de cada mujer. Y se lo enseñó de la única manera que realmente importa; a través de las manos de una mujer.

Posteriormente, Saga leería sobre el amor y lo que un hombre y una mujer debían hacer en su noche de bodas para concebir. Lo leería en los libros y se reiría, porque no era ni un triste reflejo de lo que ella sabía o lo que hacía. Sin comentar que casta y pura hacía tiempo que no era, y que gracias a aquella mujer sabía muy bien cómo precisamente no concebir vida.

Con los años, tras haber abandonado los Yermos Cálidos, Saga había descubierto algo inherentemente triste y desagradable en todo aquello. Y es que funcionaba, y la mayor parte de las veces era obscenamente sencillo conseguir lo que deseaba si una estaba dispuesta a sacrificar un poco de sí misma en el camino. Pero de nuevo, ¿qué otra forma había cuando el mundo se empeñaba en recordarle una y otra vez lo débil y estúpida e ignorante que era por ser mujer?

Los caminos nunca parecían seguros para una jovencita y los caballeros, había descubierto, parecían haber quedado encerrados entre las páginas de los libros. O perdidos en la memoria de una leyenda. Pero había métodos, y Saga había perdido la cuenta de los que debían haberse despertado sin pantalones ni bolsa tintineante. Y no podía decir que se arrepintiera lo más mínimo.

Sentirse sola era una sensación aterradora, y las tropelías que se veía obligada a hacer para poder dormir con los dos ojos cerrados rozaban lo absurdo. Pero las armas no eran lo suyo, al menos a blandir, y con el tiempo también descubrió que el mundo a veces tenía a bien guardar sorpresas dulces.

Había conocido a Will, y a Zack y a otros antes que ellos. Otros que la ayudaron a darse cuenta de que gozaba de cualidades particularmente útiles. Hablaba multitud de idiomas, sabía cosas que muchos otros ignoraban y, con los dioses por testigo, tenía una lengua afilada y una mente despierta como pocos. Y era fuerte, a su manera. Con una voluntad inquebrantable y la tozudez de seguir viviendo y moviéndose.

Pero en momentos como aquel, cuando se topaba con ciertos indeseables, recordaba de forma punzante y dolorosa que seguía siendo mujer y que por ello, infinidad de estúpidos la iban a querer pasar por alto.

Y aunque Saga quiso por un momento llorar por sus palabras, recordó que, primero, estaba ganando tiempo y, segundo, ella vivía de palabras.

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07/06/2017, 15:12
Saga Olrik

La norteña permaneció callada durante toda la serenta, y si bien su rostro pasó por una innumerable cantidad de estados, hizo lo mejor que pudo para disimularlo, morderse la lengua y seguir ganando tiempo.

-Gracias, pensé que no te ibas a callar en la vida -soltó ciertamente aliviada al dejar de escucharle-. ¿Quieres llevarte a gente al bosque para hacer un ritual y matar a la bestia? Adelante. Por favor. Sálvanos a todos de esta cárcel y de nuestra propia estupidez, porque somos norteños y tiene que venir un extranjero a decirnos lo que estamos haciendo mal. Claro que, no sé… Llámame tonta o mujer o ignorante, pero creo que de poco te va a servir matar una bestia si hay como poco dos o tres más campando a sus anchas por ahí. Ah, y se mueven a plena luz del día porque, ¿sabes? La gente se basa en leyendas para suponer que saben algo con certeza y luego meten la pata, y de ahí resultan muertes inocentes. ¿Has pensado ya en eso? Nah, seguro que ya lo sabías y has tenido a bien informar a toda esta buena gente. Y también de que matar a las bestias no garantiza nada porque, bueno, es una maldición lo que las transforma y todos somos susceptibles de ella. Seguro que sabes de qué te hablo. ¿También tienes un ritual para eso? ¿Una cura? ¿Algo que tu gente del desierto haya combatido antes? Alguien tan listo y humilde como tú debe saber exactamente de qué se trata, y del punto donde se originó todo y vas a ir allí, ahora mismo, tú solo a parar esta maldición. ¿A que sí?

Fue entonces cuando Saga, en toda su flema y su gracia, le soltó un escupitajo. Dejó el tono de burla a un lado y le encaró, casi de puntillas, como si en realidad midiese los dos metros de Drunfo.

-Por encima de mi cadáver te vas a llevar a nadie a lo desconocido con mentiras y sin saber de lo que hablas, pedazo de inútil. ¿Crees que puedes venir aquí con tus presunciones a insultarme y a mearte en mi cultura y tradiciones? Djinn mis ovarios. Sal ahí fuera si tienes las agallas, mira a los ojos a esas criaturas como hemos hecho nosotros y después vuelve y nos repites tus cuentos y sandeces, si tienes lo que hay que tener. Y si alguien tiene ganas de seguirle a descubrir su destino, adelante. Hasta entonces, de aquí no se mueve nadie hasta que lo diga Ashe, que es LA ÚNICA, la única que está velando por el bienestar de todos y tiene dos dedos de frente.

- Tiradas (1)

Motivo: Estilo

Tirada: 1d100

Resultado: 16(+50)=66

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07/06/2017, 16:21
Ahmel Bal’Karim
Ahmel da un paso atrás ante el estallido de Saga.
 
-¡Se ha vuelto loca!
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07/06/2017, 16:22
Eskol
Eskol, que parece haber estado discutiendo algo por lo bajo con Ashe mientras Saga respondía a Ahmel, se inclina hacia delante, apoyando los codos en las rodillas, y se frota los ojos cansado.
 
-A ver, vamos a tranquilizarnos todos un poco...