Partida Rol por web

Nieve y Hambre, capítulo 1: La silueta entre los árboles

F4 (Resmit) - El día que todo cambió

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20/09/2016, 23:10
Recuerdos

"Resmit".

El paisaje es abrumador. Desde aquel risco, pareciera que el mundo se extiende a tus pies. La brisa de las montañas te llena los pulmones, fría y enérgica, haciéndote sentir vivo. Abajo, a muchas millas de distancia, un río de color azul oscuro parte el valle por la mitad, como una cicatriz que nunca hubiera sanado. Los bosques se salpican a lo largo de la ladera, intercalados con zonas rocosas y praderas verdes.

"Resmit".

Arriba, en el cielo, las águilas trazan círculos amplios, buscando sus presas. Varias nubes salpican el firmamento, tapando el sol de forma intermitente. Las sombras se mezclan con las zonas de luz, esbozando una paleta de colores que se estrella contra tus ojos haciéndote sentir pequeño, apenas un mortal entre criaturas tan eternas e inmensas como las montañas o tan efímeras y abstractas como las corrientes de aire.

-Resmit.

La voz te saca de tu ensimismamiento. Fungedr, con su habitual expresión de cansancio, te pone una mano en el hombro.

-Deja ya de mirar al infinito, compañero. Los demás se han puesto en marcha, te vas a quedar atrás.

Miras hacia el lugar donde antes estaba acampada la comitiva. La mayoría ya ha comenzado con la caminata, y parece que no van a esperar a los rezagados. Apenas si os habéis detenido un par de minutos, para tomar aliento.

-No se lo tengas en cuenta -Dice Fungedr, siguiendo el hilo de tus pensamientos mientras se encoge de hombros y empieza a seguirles-. Llevamos tres días fuera, y no hemos conseguido gran cosa. Tenemos que aprovechar el tiempo.

No supondrá un problema, no estás cansado. Tus dieciocho años te proporcionan unas reservas de energía que rivalizan con la de la mitad de los otros miembros de la comitiva. Puede que ellos tengan más experiencia, pero carecen de la fuerza de la juventud.

Notas de juego

Venga, vamos a entretenernos un poco que si no nos dormimos en los laureles

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21/09/2016, 21:20
Resmit Kruik

Miro donde estaba el campamento, está todo recogido y no queda apenas nadie.

Solo me he entretenido un minuto para mear antes de salir... que cabrones, ya podrían esperar a que estemos todos.

Mientras caminamos:

- Oye Fungedr ¿Sabes donde estamos? La verdad es que estoy un poco desorientado ¿Por donde está el río? llevamos tanto fuera de casa que creo que no sabría volver jejeje. Esta sin duda es mi cacería más larga desde aquella vez que me perdí en la montaña y maté al lobo.

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28/09/2016, 21:18
Recuerdos

Fungedr suspira.

-Resmit -Dice, en tono aleccionador-, eres de lo que no hay. El pueblo queda por allí -Señala hacia el Suroeste-. Tienes que estar más atento. Puede que esta sea la partida de caza más larga que hayas visto, pero también es de las más numerosas. Habrá más, en el futuro, y puede que no haya tanta gente contigo. Puede que seáis pocos, y si todos os perdéis no encontraréis el camino de vuelta. El norte no perdona...

Avanzáis por un estrecho sendero, bajando por la ladera. A los lados, el follaje es bastante denso, no te deja ver lo que hay más allá. Aunque la mayor parte de la comitiva sigue delante de vosotros, ya habéis dejado a algunos atrás debido a vuestro paso ligero.

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07/10/2016, 14:20
Resmit Kruik

Avanzo,intentando no tropezar con ramas o raíces que sobresalgan del suelo, atento a todo lo que me rodea, aunque el denso follaje me impide ver gran cosa. Se puede apreciar las pisadas de los que van delante, los más expertos y veteranos que conocen el bosque como la palma de su mano.

He de admitir que tienen buen ritmo

Aun con eso no paro, mis dieciocho años casi recién cumplidos tienen que hacer notar mi vitalidad a comparación con el resto cazadores más mayores.

Sin duda es la expedición más larga a la que he ido. Desde que conseguí la piel del lobo blanco que intento matarme en la montaña aquella vez que me perdí. Por suerte, esta vez no hace tanto frío y tengo más experiencia. 

Agarro mi colgante con cuatro colmillos, tres lobos y un oso, pero eso son otras historias, aunque todo empezó con el primero. Su muerte me trajo un mal sabor de boca, puesto que fue el día que descubrí que mis padres murieron.

El camino es denso, pero ya se ven a los que iban por delante.

Menos mal que hemos podido seguir las huellas de la comitiva.

- Vamos Fungedr, estos no esperan a nadie ¿Sabes donde nos dirigimos?

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07/10/2016, 16:17
Recuerdos

-Sí, creo haberlo oído antes. Hilgjör dijo que... ¿Eh?

Adelante, se oyen voces airadas. Parece que la comitiva se ha detenido unos cien metros más adelante, y hay un grupo de personas reunidas en grupo frente a un pequeño claro cercano, rodeado por una pared rocosa y una ladera escarpada. Las voces proceden de allí. Parece que algunos están discutiendo.

-Vaya... ¿Y ahora qué?

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09/10/2016, 05:05
Resmit Kruik

No lo sé, vamos antes de que se lleven la mejor pieza sin nosotros. -bromeo

Echo un último vistazo a Fungedr antes de acelerar el paso para reunirnos con nuestros camaradas que según parecen están discutiendo. Según corro voy apartando las ramas con las manos y los arbustos con las piernas, no quiero que empiecen sin nosotros.

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17/11/2016, 22:09
Recuerdos

Los focos de la discusión parecen encontrarse en dos de vuestros camaradas, un hombre pelirrojo y bajito, aunque musculoso, llamado Canute, y otro rubio y espigado cuyo nombre no acabas de recordar, pero que jurarías era algo así como Gorh, Corp, o algo parecido.

-¡Ninguna pieza, en todo el día! -Está gritando Canute, en ese momento-. ¡Por hacer caso a este imbécil!

-Tu puta madre -Responde Morth. ¿O era Forr?-. No es que hayamos tenido mala suerte, es que vas todo el rato mirando al suelo.

-¡Porque aquí no hay nada, joder! Nos has traído a un bosque vacío.

-¡Al menos yo he propuesto un camino! Tu estabas más perdido que tu polla en un burdel.

-¡Mi polla es lo que le voy a meter a tu esposa cuando vuelva, bastardo!

Un puñetazo, y luego otro. Un hombre intenta meterse entre los dos, otro tira de los pelos a Canute, y este le devuelve otro puñetazo. La discusión amenaza con convertirse en una pelea de taberna.

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08/12/2016, 14:45
Resmit Kruik

Al ver que se trata de una discusión no le doy muchísima importancia, pero según nos acercamos la cosa se calienta, parece que la se ha caldeado demasiado. Salgo corriendo al encuentro de los dos hombres y los otros que los intentan separar, aunque al ver el tirón de pelos a Canute y el puñetazo que le sigue esto parece que va a acabar en pelea grupal. 

Cuando llego al grupo ayudo al cazador que los intenta separar.

Asi no vamos a encontrar nada, estáis espantando a las pocas piezas que hay idiotas.

Si la cosa no se calma es el momento para mentalizarse para dar puñetazos.

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18/12/2016, 00:10
Recuerdos

-¡Eh, tú no te metas!

Notas un tirón de hombros, y alguien te separa. Ves como Canute se gira y golpea a uno de los hombres que le sujeta. Otro se dirige a él soltando una maldición, pero otros dos le sujetan. Te zafas de la presa y apartas al tipo que te tiene sujeto. En el borde de tu campo visual, ves forcejeos, golpes, tierra levantada. Entre los gruñidos distingues una voz que se dirige a ti.

-¿Idiota? Mira a quién insultas, mocoso.

El puño de Canute se estrella contra tu cara, y el mundo da vueltas. Durante unos segundos, no escuchas nada, solo tu propia respiración. El polvo del suelo invade tus fosas nasales, y el dolor no tarda en llegar, aunque tu cabeza embotada hace que su intensidad parezca menor de lo que es. Cuando tu vista se enfoca y recuperas tus sentidos, te das cuenta de que estás tirado en el suelo, derribado por el impacto. Entonces es cuando adviertes que algo no va bien.

Los sonidos que te rodean son los que cabría esperar: Ruidos de pelea, gruñidos, insultos, incluso el tintineo metálico de algún arma. Típica trifulca norteña, podrías pensar. Sin embargo, los gritos de guerra y los chillidos de dolor son algo inesperado. Al apoyar las manos en el suelo para incorporarte unos centímetros, identificas las figuras de tus compañeros, de pie a tu alrededor, moviéndose como gigantes, levantando gravilla que te golpea en las mejillas. Sin embargo, también distingues figuras que no reconoces. Una capa roja, raída, revolotea en el límite de tu campo visual.

Os atacan.

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18/12/2016, 23:11
Resmit Kruik

¡¡¡Sueltame!!!

Agito los brazos para intentar liberarme, los hombres de aquí tienen mucha más experiencia que yo y estoy en clara desventaja. Justo cuando consigo zafarme miro a los demás en busca de la cara de alguien conocido, pero lo primero que veo  es a Canute dándome un puñetazo. La vista se me nubla un segundo, pero lo suficiente para no ver donde caigo, no veo claramente mientras siento que como pierdo fuerza en las piernas y el equilibrio. Lo único que puedo hacer es es apoyar las manos en donde creo que está el suelo, aunque lo hago mas bien tarde. 

El olor del polvo y la tierra hace que vuelva en mi poco a poco, un intenso dolor en mi mandíbula aparece aunque todavía estoy desorientado. El sabor ferroso de la sangre envuelve mis dientes y empleo la lengua para retirarlo y dar un fuerte trago de saliva. llevo una mis manos a la zona donde me duele mientras apoyo la otra en el suelo para intentar levantarme.

Apenas he levantado la cabeza del suelo cuando oigo los gritos y el choque del metal. Miro a ve que sucede y es cuando lo entiendo todo, veo la capa raída y rojiza, las figuras que no conozco.

Nos están atacandooo...

Agito la cabeza para intentar recuperar el sentido lo antes posible y me levanto rápidamente, saco la maza que se encuentra en mi cinturón y busco a Fungedr, preparado por si un enemigo viniese por mi.

¡¡¡FUNGERD!!!

Si no le veo y no me responde voy a por el enemigo más cercano para intentar golpearle.

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20/12/2016, 01:20
Recuerdos

Fungerd no está. Los sonidos de batalla te invaden, y la tensión previa se convierte en pura adrenalina. Cuando ves como uno de los enemigos se acerca a ti, tu instinto de supervivencia se activa. Tu maza vuela con fuerza, chocando con su escudo, un escudo fuerte y robusto, con un extraño símbolo blanco pintado en forma de calavera. El impacto es brutal, pero tu fuerza natural vence en esta ocasión, y la madera se parte en dos pedazos entre una nube de astillas. Oyes un grito de dolor, y sabes que le has roto el brazo. Frente a ti, indefenso, no supone un problema rematarle.

Entonces oyes un grito a tu espalda. Cuando te giras, ves los ojos de Fungerd, que emiten un extraño brillo al devolverte la mirada. En su expresión se lee la confusión, su cuerpo está congelado en una extraña mueca, con la mano extendida hacia ti, como si quisiera decirte algo, como si quisiera pedirte ayuda. Pero no hay ayuda posible, deduces, al observar como el filo de una espada ensangrentada sobresale por su pecho.

Entonces le ves, detrás. Un hombre, con yelmo astado y expresión fiera. Con un movimiento brusco, extrae la espada del cuerpo de tu compañero, que se convulsiona involuntariamente, dando un nuevo paso hacia ti. Aquel individuo alza su espada de nuevo, dispuesto a rematarle sin piedad, su capa rojiza ondeando al viento y una sonrisa cruel de satisfacción en sus labios.

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07/01/2017, 17:47
Resmit Kruik

Me giro y veo a Fungerd tras oír un grito, veo su mano como se alarga hacia mi, como si intentara agarrarme por que esta apunto de caer por un gran abismo. Veo sus ojos con una chispa que no había visto hasta ahora, doy un paso hacia él y estiro el brazo para intentar agarrarlo aunque aún esta a unos metros de mi. Con el segundo paso que doy parece como si no se moviera, como si el mundo se parase en ese momento, como si la batalla que sucedía a mi alrededor no existiera, los ruidos del choque del metal, aún que fuera solo por un instante, dejan de oírse.

¡¡¡FUNGERD!!! - grité dentro de mi, mientras miraba entre el polvo a mi amigo de infancia.

Veo entonces como por su boca comienza a brotar un hilo de sangre, bajo ligeramente la mirada y veo salir de su pecho una espada completamente ensangrentada. El hilo de sangre que Fungerd tiene en la boca sale volando con un último bufido que arroja la sangre como si fuese metralla hacia mi, machando parte de mi rostro.

Apenas termino de dar un tercer paso hacia él cuando paro en seco, un par de gotas de sangre vienen hacia mi cara y no consigo esquivarlas manchando porte de mi mejilla que se mezcla con el polvo del suelo antes mordí. El brazo que intentaba agarrar a mi amigo pierde fuerza y sigue la trayectoria de mi compañero mientras cae al suelo. Mientras cae, la punta de la espada va desapareciendo de su pecho y sigo con la vista el frío acero hasta ver la mano que porta el arma. Por un instante que me quedo paralizado viendo quien había sido el que acabó con la vida de mi amigo y que alzaba la espada para darle el golpe final.

Aprieto mi maza con fuerza al ver como decapita a Fungerd en el suelo de un solo golpe, solo podía sentir ira en ese momento, una respiración honda y profunda acompañaban a mis ojos de incredulidad, apreté los dientes, cambie mi maza de mano y corrÍ hacia el hombre con el casco astado.

¡¡¡¡¡AAAAARRGG!!!!!

Mientras corría alzo la mano para crear una maza cubierta de rayos.

¡¡¡¡¡¡ THURIIIIIIIR, DAME TU FUERZA PARA MATAR CON ESTE BASTARDOOOOO !!!!!

Pero al contrario que otras veces, Thurir no me bendijo con su poder, tan solo una chispa salió de la palma de mi mano y un calambre recorrió mi brazo llegando hasta mi hombro. Parecía que quería ponerme a prueba y con el esfuerzo el brazo se me quedo dormido, incluso me faltó aire por un segundo, era como si los tres pasos que me quedaban hasta el guerrero fuesen cien metros, pero aún corrí hacia el con mi arma en alto.

 

- Tiradas (3)

Motivo: creción de energia- potencia psiquica

Tirada: 1d100

Resultado: 7(+60)=67

Motivo: turno

Tirada: 1d100

Resultado: 56(+25)=81

Motivo: ataque

Tirada: 1d100

Resultado: 30(+55)=85

Notas de juego

-2 de cansancio por la extenuación psiquica.

tiro turno y esas cosas por si acaso.

Al ataque le quito lo del arma (-5) y el atacar con la mano mala (-20) pero no me acuerdo si era eso.

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14/01/2017, 22:26
Recuerdos

La sonrisa del enemigo es de suficiencia, casi de burla. Tu golpe es débil, apenas una sombra de tu capacidad, y él tiene ventaja por su posición. Su arma se interpone en el camino de la tuya, sus piernas se posicionan, sus músculos se tensan. Está seguro de su victoria.

Entonces la rabia estalla, y la luz inunda la escena. Los rayos vuelan, y la espada se parte en cachitos. El poder acude a tu llamada, los dioses deciden darte un voto de confianza. Y tu maza divina se estrella en la cabeza de aquel individuo.

Tu grito recuerda a los antiguos héroes de la era de los sueños, en la que el reino de Holst aún se alzaba orgulloso como un ejemplo para todos los hijos de Mannaz. La sangre que te salpica te hace adquirir un aspecto fiero, y nubla tu juicio. Notas como te rodean, dispuestos a acabar contigo, pero la sed de venganza reemplaza el raciocinio, y el temor es reemplazado por la furia. Te lanzas al combate, a pesar de estar en clara desventaja, y notas sus huesos crujir bajo el poder de tu maza de rayos, el don de Thuriz, que les lanza varios metros más allá, volando por los aires. Las explosiones de electricidad se suceden, tu visión se vuelve roja y amarilla.

A tu alrededor, tus compañeros mueren. Lo ves, lo oyes. Sus gritos, sus palabras de súplica, rogando por una piedad que tus enemigos no les conceden. ¿Por qué habrías de concederles la misma piedad tú a ellos, entonces? Tu mano no tiembla, tus sentidos están puestos en el combate. Te conviertes en la pura definición del guerrero, una mezcla perfecta de instinto y precisión, el asesino perfecto. Sus máscaras, sus yelmos cornudos, y aquel horrible símbolo de la calavera, aparecen por doquier. Tú los destruyes, destruyes a aquellos que han osado atacar a los tuyos. Pero eres solo un hombre, y os superan en número. A tu alrededor, los tuyos mueren, y apenas puedes hacer nada por salvarlos. Así que luchas más, sobrepasas tus capacidades, alzas tu rugido al cielo, intentando infundir el miedo en sus corazones.

No sabes cuanto tiempo ha transcurrido, ni cuantos de esos bastardos han caído bajo el peso de tu maza, cuando el sentido común vuelve a ti, y el cansancio acumulado te golpea como un triste recordatorio de tu humanidad. Miras a tu alrededor, jadeando, y lo que ves te hace caer aún más en la desesperación.

Solo quedas tú. Rodeado por enemigos, que a pesar de los múltiples cuerpos de sus compañeros esparcidos a sus pies parecen seguir luchando con una extraña fuerza impía, la posibilidad de sobrevivir a aquello parece cada vez más lejana, más improbable. Has perdido la cuenta de todos a los que has matado, pero parece que no dejan de aparecer más. Te han arrinconado contra el final del camino, y no hay posibilidad de huida: Delate tuya, un círculo formado por aquellos canallas, que sonríen ante tu inminente derrota, conscientes de que tus fuerzas se acaban. Detrás, el precipicio, una caída probablemente mortal.

Uno de los hombres, el que parece el jefe, da un paso adelante y se acerca a ti con determinación. En sus ojos, notas un brillo asesino, casi inhumano, que se perfila tras la máscara en forma de calavera que le cubre parte del rostro. Su tono es grave y burlón, como si estuviera hablando con un viejo enemigo.

-Cuando veas a los dioses, diles que Baklar te envía.

Notas de juego

Es un flashback, no hace falta que tires. Simplemente narra ;)

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16/01/2017, 16:30
Resmit Kruik

Agotado no podía más, la lucha había sido muy intensa, los dioses me ayudaron, pero eran demasiados, tan solo había conseguido retrasar mi inevitable muerte. Mis compañeros yacían a lo largo del camino que recorrí para salvar mi vida mientras luchaba frenéticamente, sin duda ha sido mi mayor prueba hasta ahora.

E me aquí, rodeado, exhausto, jadeando para poder aguantar unos segundos más vivo, apenas sostengo la maza que cuelga de mi brazo. Echo una mirada a atrás, el camino se acaba, un enorme barranco detrás de mi y la risa burlona de mis enemigos al frente. Mi ropa esta está ensangrentada, no es mi sangre, sino las de los múltiples enemigos que he matado de camino. aún puedo llagar a ver el cadáver de alguno de mis compañeros antes de que terminen de cerrar el circulo a mi alrededor.

¿Por que yo...? Era el menos experimentado del grupo ¿Por que he sido el único en llegar hasta aquí? Fungerd... - las imágenes de su muerte se repiten en mi mente mientras uno de los guerrero con una mascara se acerca. - no he sido lo suficientemente fuerte, si solo los hubiese visto venir...

La sangre que se almacenaba en mi pelo comienza a chorrear por mi rostros como si de lagrimas se tratasen. El frío me inunda, una gota de sangre llega a mi ojo izquierdo, dando un aspecto rojizo a mi visión, comienzo a temblar entre jadeos.

Voy a morir aquí, como mis compañeros... - trago saliva

Miro la cara del tal Baklar, las risas de los demás resuenan en mis oídos como un llanto que me llama a la muerte. Su burla me hace enfurecer, pero la escena y el agotamiento solo me permiten temblar por el miedo a la inevitable muerte. De todas las maneras, evito llorar, no les daré esa satisfacción a estos hijos de putas.

Alzo la vista para mirar a mi ejecutora los ojos, su mirada me llena aún de más ira por la impotencia de poder defenderme.

Dioses ¿Por que me habéis abandonado?

Baklar alza su gran martillo, parece que ha decidido acabar ya, habría sido peor ser su prisionero, aunque no creo que sea el estilo de estos salvajes. Es entonces cuando una voz en mi interior dice:

No quiero morir.

Entonces, sin pensármelo dos veces, salto hacia atrás antes de que consigan darme el golpe de gracia. La bajada del martillo que habría aplastado mi cabeza sin ninguna duda la vi a cámara lenta mientras me impulsaba hacia lo desconocido, llegué incluso a sentir el aire movido por el arma cerca de mi nariz. Un instante después pensé: ¿A sido un error? 

No lo sé, solo sé que no sentía nada a mis pies, que la gravedad ejercía su fuerza y me precipitaba al fondo del barranco, poco a poco perdía de vista a Baklar, el último que permanecía a la vista. Según descendía me pareció ver su cornamenta asomar por el borde pero ahora solo podía caer.

No quiero morir - se repite en mi mente.

Con suerte habrá agua, aunque no la oigo. - giro la cabeza lo que puedo y miro la oscuro fondo casi sin esperanza, el aire en mis oídos no me deja oír nada solo un fuerte zumbido.

Cargando editor
16/01/2017, 20:39
Recuerdos

En el último momento, crees entrever el destello del agua. Luego, oscuridad.

Notas de juego

La segunda parte para el próximo flashback.