Partida Rol por web

Nieve y Hambre, capítulo 1: La silueta entre los árboles

P2 (Bedelia) - Viento y frío

Cargando editor
19/06/2016, 22:39
Director

25 de Noviembre, año 990 D.C.

No es que hayas sido muy previsora, no.

A decir verdad, todo aquello parecía una buena idea, hace unos días. El mapa que te habían vendido parecía viable, y el niño que te aconsejó tomar este camino parecía un buen chaval. "Parecía". Qué palabra más traicionera. En retrospectiva, te da la sensación que lo embarcarte en un viaje al norte por tierras desconocidas, a las puertas de que el invierno empiece a arreciar con más fuerza, debió de haber hecho saltar algún resorte en tu cabeza, o una vocecilla que dijera "Quizás es mejor escoger otra ruta...".

Pero qué se le va a hacer: Una vez has empezado a remar, más bien te vale seguir haciéndolo hasta que llegues a la costa. Una buena filosofía, que es mucho más fácil de aplicar cuando uno no lleva varios días caminando por terrenos desconocidos, muerta de frío y con la creciente sensación de que tus pasos no te llevan a ningún lado. Porque parece ser que en Goldar lo de hacer caminos transitables no está de moda. Las diferencias con tu tierra natal son obvias, pero esperabas que al menos hubiera algunas rutas principales que fueran transitables. Porque esto dista mucho de ser transitable.

Te tomas unos instantes para pensar. A tus espaldas, en dirección Noreste, sobresalen varios picos de la cordillera Miürenheim, que se alzan proyectando su sombra sobre la tierra como gigantes dormidos. Ya estás a cierta altura, así que lo de seguir subiendo no parece una muy buena idea, y los pasos de montaña que cruzan ese laberinto de roca son en su mayoría, por lo poco que has podido ver, mucho peores que la senda oculta entre la foresta que estás siguiendo ahora mismo. Así que... Descartado, en principio.

El resto son árboles, y pocos puntos más de referencia tienes. Planeabas alcanzar un camino algo más transitado situado al norte del último pueblo que visitaste, una aldea pequeña del clan Baldisung cuyo nombre no recuerdas. Dicho camino te llevaría, en teoría, a una de las principales rutas de Goldar, que une las poblaciones de Hermagor y Billkenfest, tras unos días de viaje. Y, a partir de ahí, tendrías que decidir a cuál de las dos ibas, porque te habían hablado bien de ellas. Pero con lo fiable que ha sido tu mapa hasta el momento, es probable que el primer camino ni siquiera exista, porque ya deberías haberlo cruzado. Y, si existe, estará cubierto por la nieve. Como todo lo demás.

A estas alturas, ya empiezas a pensar que quizás no vas a poder seguir el plan original, y tendrás que improvisar. Aunque a lo largo de las últimas semanas has podido apañártelas para refugiarte del frío en distintas aldeas que has ido encontrando por el camino (y también en alguna cueva recogida, cuando no había muchos asentamientos cerca), temes que la exposición continuada a las penosas condiciones que te rodean acabe haciendo mella en tu salud. Aunque, por ahora, y antes de tomar una decisión sobre qué hacer a largo plazo, deberías empezar a pensar en qué vas a hacer hoy...

Vuelves la mirada para repasar el camino por el que has venido. La verdad es que está poco definido, y bastante oculto. Quizás ni siquiera es un camino, y te has equivocado, porque hace rato que no ves ninguna marca en la senda que indique que no te has perdido. Por otro lado, desandar lo andado supondría un gasto de tiempo bastante doloroso, y aunque aún es pronto las horas de luz no son tan abundantes en esta zona del mundo, y más en esta época del año. Arriba, una capa de nubes tapa el sol, por lo que no tienes muy clara la hora que debe ser. El efecto secundario de que no dé el sol directamente es, como no, más frío.

Hacia delante, la senda, si es que es una senda, desaparece por completo, tapada por la nieve. No tienes claro si esta es la prueba concluyente de que te has equivocado de dirección, o es simplemente una casualidad debido al mal tiempo y a la falta de cuidados a los que se ha sometido el sendero. Pero decidir seguir adelante podría suponer internarse en la espesura, y quién sabe qué es lo que mora en estos bosques salvajes. No parece una decisión muy inteligente, pero... Por otro lado, tampoco que es que tus últimas decisiones lo hayan sido.

Así que las opciones más obvias son seguir adelante y arriesgarse a perderse por completo, o volver sobre tus pasos y perder parte del día desandando lo andado. Te entran ganas de buscar una tercera alternativa, con estas perspectivas. Quizás estás pasando algo por alto...

Revisas tus pertenencias. Una bolsa de monedas de plata, que has ido reponiendo mediante pequeños trabajitos durante el camino, para los cuales tus habilidades como soldado te han venido bastante bien. Varias raciones de viaje. Tu arma. Bueno, al menos vas bien preparada...

Maldita sea, qué frío hace.

Notas de juego

Game is on!

Cargando editor
22/06/2016, 09:41
Bedelia

Bedelia suspiró profundamente y se abrazó a sí misma, hundiendo la cara en su ropa de abrigo.

Por lo menos agua no me va a faltar, porque estoy rodeada de nieve.

Giró sobre sí misma para observar su entorno, cuidando de mantener los pies bien firmes en el suelo (bastante perdida estaba ya como para arriesgarse a perderse aún más). ¿Nieve o árboles? ¿Árboles o nieve? Sus opciones no parecían muy alentadoras, y algo en su cabeza se revelaba ante la simple idea de desandar lo andado. Pero es que ni siquiera sabía dónde estaba. Lo que habría dado por una sopa caliente junto a una chimenea...

Miró un instante los árboles que se extendían a su alrededor con la mirada perdida. Si se internaba en la espesura podría ser atacada, pero por otro lado tampoco tenía muchas más opciones. ¿No?

Bedelia alzó la mirada hasta las copas de los árboles. Quizás una opción si que tenía. Al menos para saber dónde estaba.

Frotándose las manos para intentar calentarlas, se acercó hasta la base de un árbol y se dispuso a trepar por él. Tenía los músculos fríos, aquello iba a doler.

- Tiradas (1)

Motivo: Trepar

Tirada: 1d100

Resultado: 25(+75)=100

Notas de juego

Y ahora es cuando pienso "podría haber puesto algo en la mochila para poder trepar con facilidad"

Espero que los mercaderes del siguiente pueblo por el que pase me puedan vender algo *guiño guiño*

Cargando editor
22/06/2016, 11:39
El frío

Te apoyas en las ramas de un árbol algo más alto que los demás, de aspecto robusto. Las rugosidades del tronco te ayudan a subir, y no tardas más de un minuto en alcanzar la copa. Al llegar arriba, te pones cómoda y echas un vistazo a tu alrededor.

Al norte se extiende una masa frondosa de árboles, salpicada de algunos claros y colinas, que se extiende hasta donde alcanza la vista. Al sur y al oeste, a cierta distancia de donde estás, se divisa algo más de llanura, menos espesa y fácil de transitar aunque también más expuesta. Las montañas de Miürenheim tapan toda la zona este y noreste.

El viento a esa altura es más fuerte, y una ráfaga hace que te tambalees, ligeramente, aunque sin perder el equilibrio en ningún momento. Una oleada de frío te envuelve, haciendo que te encojas.

Entonces lo ves, a cierta distancia. Una lejana columna de humo, en dirección noroeste, sobresale por encima de los árboles. Una chimenea, probablemente una aldea, o al menos un asentamiento en el que poder dormir bajo techo y calentarse los pies helados. No debe estar a más de un día y medio de camino, si no calculas mal, algo menos si aprietas el paso o encuentras algún sendero mínimamente decente. Buenas noticias, probablemente.

Te das cuenta de que el viento ha dejado de soplar. Pero el frío persiste. Las ramas del árbol obstaculizan tu vista, impidiéndote ver lo que hay debajo. Por unos instantes, crees divisar una sombra, moviéndose entre dos rocas, pero tras unos segundos descubres que se trata de un arbusto que se mece al compás del viento...

...

¿Qué viento?

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Buscar

Tirada: 1d100

Dificultad: 40+

Resultado: 78(+15)=93 (Exito)

Notas de juego

Trepar a un árbol está chupado, con 75 de habilidad que tienes lo haces con los ojos vendados.

Cargando editor
22/06/2016, 12:15
Bedelia

¡Una aldea! O un asentamiento, o lo que fuera, llegados a ese punto daba igual si era un palacio o media choza derruida. Que hubiera humo implicaba la presencia de fuego, y sus maltrechos huesos podrían haber empezado a bailar simplemente por la posibilidad de dormir caliente. Sólo faltaba decidir cómo llegar hasta allí.

Después de examinar detenidamente el entorno, Bedelia decidió que la mejor opción para continuar era seguir hacia el oeste, donde el camino era más sencillo de transitar, y luego avanzar hacia el norte. A priori parecía un camino más largo, pero se presentaba como la mejor opción frente a la nieve y la espesura. Casi podía saborear esa sopa caliente, la boca se le hacía agua.

Decidida a continuar, Bedelia miró hacia abajo preparándose para descender. Entonces vio algo moverse, y un calambre le recorrió la espina dorsal.

Allí, en la copa del árbol, pasó un instante agazapada, observando su entorno, alerta. Parecía un arbusto. Estaba segura de que era un arbusto. ¿Aunque arriba no hubiera viento podría haberlo abajo? No parecía posible.

Si no te estás imaginando ésto lo más probable es que te encuentres un animal salvaje. No te vas a poner en peligro, ni a ti ni al animal.

Bedelia decidió dejar pasar un par de minutos para que la criatura continuara su camino. En aquel tiempo de descuento se dedicó a disfrutar de las vistas. Aunque despiadados y mortales para los viajeros descuidados (como ella), Los Yermos poseían cierta belleza salvaje, indomable. Respiró el aire helado que le llegaba desde la montaña y cerró un instante los ojos. Era hora de continuar, y el camino no iba a ser sencillo.

Con cuidado, descendió del árbol y comprobó que, efectivamente, estaba sola. Sólo cuando se cercioró de este punto emprendió la marcha.

Notas de juego

Lo dicho, Bedelia va a ir hacia el oeste (por el camino sencillo) y llegado cierto punto girará hacia el norte (probablemente se oriente volviendo a subir a un árbol, o de alguna manera parecida). Un camino en forma de L, vaya.

Cargando editor
23/06/2016, 01:07
El frío

Al pisar tierra, notas que algo no va bien. Hace más frío que antes, aunque el cielo sigue estando igual de nublado. No corre viento, pero un escalofrío azota tu cuerpo al notar la gélida garra del invierno en tu nuca.

El arbusto que viste moverse ahora está completamente quieto. A decir verdad, todo está completamente quieto, como si el bosque contuviera la respiración.

De hecho, es tu propia respiración la que te sobresalta. Es entonces cuando te das cuenta de que, efectivamente, tu propia respiración, e incluso los latidos de tu corazón, es lo único que se oye. El resto es silencio.

Como si el propio sonido se hubiera congelado.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Advertir

Tirada: 1d100

Dificultad: 80+

Resultado: 91(+35)=126 (Exito)

Tirada oculta

Motivo: Advertir

Tirada: 1d100

Dificultad: 80+

Resultado: 63(+126)=189 (Exito)

Notas de juego

Bedelia no va a ningún lado hasta que YO lo diga

Cargando editor
23/06/2016, 12:51
Bedelia

Bedelia se quedó completamente quita, congelada en el sitio. El vaho salía danzando de su boca y desaparecía en el aire, y ella no se atrevía a hacer algo más que no fuera respirar. ¿Qué clase de silencio era aquel? ¿Por qué tenía esa sensación inminente de peligro?

Con una mano en el estoque, más para buscar seguridad que como una verdadera intención de desenfundarlo, giró sobre si misma para examinar el entorno. Ni siquiera estaba segura de tener que defenderse de algo, pero el silencio le inundaba como una capa pegajosa de la que debía deshacerse.

Respirando profundamente un par de veces para intentar calmarse a sí misma, Bedelia recordó automáticamente el silencio de su casa en Schank. Aquel silencio también se colaba por la rendija de la puerta y destrozaba cosas a su paso. No estaba dispuesta a establecer paralelismos.

Con los músculos de la garganta tensos, comenzó a tararear una canción.

Notas de juego

Mira, diez minutos intentándolo y soy incapaz de insertar un vídeo de YouTube. Me sale el recuadro de Flash, pero cuando guardas el post se queda en blanco. Podéis ponerme la banderita de negado, la acepto.

https://www.youtube.com/watch?v=ZuP02g80x2o

Cargando editor
23/06/2016, 16:44
El frío

El sonido de tu canción parece algo prohibido en aquel lugar, como si al romper el silencio estuvieras quebrantando una ley antigua, establecida por algún dios cruel y caprichoso. El vello de tu nuca se eriza, y algo dentro de ti espera que llegue el castigo por tal horrible ofensa.

Sin embargo, nada responde.

Tus manos tiemblan, y las notas de la canción empiezan a verse afectadas por una molesta tiritera que empieza a convulsionar tu cuerpo de manera casi imperceptible. El frío... No puede ser normal. Casi notas la escarcha en tus pestañas y tu piel se vuelve cada vez más insensible.

Entonces, una ráfaga de viento hace que tu pelo revolotee, sobresaltándote. Junto a ella, un susurro... El sonido de una respiración pesada, animalesca, amenazadora. Una respiración grave, que consigue que tu corazón estalle en un alboroto de golpes contra tu pecho.

Antes de que puedas reaccionar, todo acaba. Tan rápido que, por unos instantes, dudas que haya sido real. Los sonidos regresan al bosque, y tus mejillas recuperan su color. Sigue haciendo frío, pero no más que el resto de días que has pasado viajando por estas tierras.

Y aquella presencia, fuera lo que fuera, ha desaparecido.

Cargando editor
24/06/2016, 10:04
Bedelia

Bedelia tiritaba, tiritaba incluso después de que aquello se hubiera ido. ¿Pero qué era aquello?

Cuando quiso ser consciente encontró su mano entumecida agarrando el estoque. Estaba demasiado confusa como para procesar lo que había pasado, y entenderlo se volvía una tarea titánica. ¿El frío le estaba trastornando? Miró hacia atrás, sólo para comprobar que nada había cambiado. Ningún ser de fantasía estaba acechando, aunque de alguna manera así lo sentía ella...¿Las cosas en esta parte del mundo eran diferentes de las de su tierra? ¿Algo así era normal en Los Yermos?

Necesitaba respuestas...aunque ni siquiera estaba completamente segura de que lo vivido fuera real.

Sacudiendo la cabeza, Bedelia comenzó a andar, casi como un automatismo. Todavía temblaba un poco, aunque no era consciente.

Cargando editor
27/06/2016, 08:00
Director

Tras un rato, el camino te hace recuperar el ánimo. El frío deja de ser tan molesto, y aunque el cansancio sigue presente, aquella presencia amenazadora comienza a convertirse en una anécdota que contar, en vez de en una amenaza inminente.

Vas en buena dirección, y probablemente mañana llegues a la aldea. La promesa de un plato caliente y un lecho cómodo hacen que la sonrisa vuelva a tu cara.

Notas de juego

Voy cerrando esta escena, a menos que tengas algo más que añadir. Te dejo un último post, si quieres, y luego te voy abriendo otra.