Partida Rol por web

Yngrid sigue el rastro, aún fresco, de la bestia, con sorprendente facilidad. Se mueve por el bosque como si fuera parte de él, y a veces os cuesta seguir su paso. Su arco, preparado en todo momento, sus ojos bien atentos a todo movimiento extraño. No habla, y apenas si os dirige la mirada si no es para hacer algún que otro gesto para indicaros un cambio de dirección o una situación de peligro potencial.

Llegado a cierto punto, sin embargo, se detiene.

-Mierda. Lo he perdido.

Drunfo al oir aquello mira a la copa de los arboles que los rodea, como esperando una emboscada al mismo tiempo que se lleva la mano al mandoble.

Sigo en la comitiva, en silencio y con la maza en la mano en posición de combate, por si algo surgiera de los arbustos en cualquier momento. Siguiendo el rastro q nos marca Yngrid con la mirada, observando las huellas que en mismo Drunfo dijo que no dejaban y atento a cualquier movimiento o sonido que proviniera del bosque.
Al perder el rastro busco su continuación.

Tras repasar la zona, descubres un par de marcas en un tronco. Probablemente la criatura ha posado una de sus patas encima, clavando las garras en la corteza. La dirección a seguir parece clara.

Tras un minuto, Resmit parece dar con el rastro. Yngrid, sin embargo, no parece demasiado convencida. Mira en la dirección que señala Resmit, luego a él durante unos segundos, sin moverse un ápice. Luego pregunta.

-Antes quiero saber una cosa. ¿Cómo dices que murió Viggo?

Doy un paso en la dirección del rastro, pero la voz de Yngrid hace que me gire y la miré directamente a los ojos unos segundos en silencio, meditando fríamente durante ese tiempo.

- Eeemm... no es el momento, no hay tiempo, el chico nos necesita y corre peligro.

 Vuelvo a girarme y sigo el rastro lo mejor posible. Sin mirar atrás y hablando en voz baja:

- Lo hizo Baklar. - pausa - Continuemos, cuando lleguemos te contaré el resto.

-No. Ahora.

Y parece bastante seria al respecto.

La miro de nuevo, serio y con la vena palpitante en mi sien.

Vamos con prisa y me viene con esto ahora...maldita idiota...

- No es el momento, el chico va a morir... - mientras la miro desafiante directamente a los ojos.

Yngrid no se amedrenta ante la mirada de Resmit. Por el contrario, tensa la cuerda y le apunta con el arco, frunciendo el ceño.

-Tú. ¿Le mataste tú, no es cierto?

Abro los ojos sorprendido ante tal acusación, pero sin amedrentarme cuando me apunta con el arco, aunque la expresión de mi cara se torna más dura, aprieto la mandíbula mientras la miro fijamente.

¿Qué le pasa ahora? Se ha vuelto loca... No tenemos tiempo para esto... JODER, Saga se va a cabrear...

Tras unos segundos de silencio intento persuadirla.

- ¿Para que lo haría...? No le conocía, no tenía nada en su contra y necesitaba su ayuda para llevar a Thaldein. Luego te contaré los detalles, ahora vámonos, tenemos prisa...

Como respuesta, Yngrid se limita a tensar la cuerda un poco más.

Oigo como se tensa la cuerda del arco, mientras la miro fijamente, descruzo los brazos. 

- Mira, si pensaras de verdad que fui yo o si tuvieras alguna prueba ya habrías disparado, pero no tenemos tiempo para esto; cuando volvamos te contare con detalle. - me doy la vuelta y sigo el rastro que descubrí poco antes, haciendo una seña con la mano a Drunfo para que me siga.

Yngrid dispara a Resmit tan pronto como este se da la vuelta.

Al apoyar el pie en tronco marcado por la bestia un click en mi cabeza me hace reaccionar, el instinto de supervivencia que en muchas ocasiones me salvo la vida me decía que algo malo sucedía. Efectivamente, apenas me dio tiempo a mirar por el rabillo del ojo cuando oigo el latigazo en el aire de la cuerda del arco de Yngrid destensarse, un silbido que posiblemente llamase a la muerte, aunque no parecía así, puesto que por el angulo del brazo la flecha se dirigía a las piernas.

SERA PUTA...

No terminé de girarme cuando mi cuerpo empezó a emitir relámpagos, comenzando desde las piernas y ascendiendo hasta cubrir todo el cuerpo, pero la fecha ya estaba en camino. Ni siquiera habían llegado a cubrirme hasta la cintura cuando supe que era ya tarde, asique con un movimiento rápido de la pierna conseguí dar una patada a la fecha, haciéndola añicos en el aire, desapareciendo en un chisporroteo.

Para mi sorpresa, no sufrí daño alguno e incluso observe mi pierna durante un segundo verificando que todo estaba bien antes de mirar a mi agresora de forma airada. Ni yo mismo llegaba a creer que la patada hubiese roto la fecha, pero eso era algo normal, Thuriz me protegía desde hace mucho y con su apoyo no puedo perder ningún combate.

-¿QUE COÑO TE PASA ESTÚPIDA? Acaso quieres morir, YO NO MATE A VIGGO. -Las chispas revoloteaban por todo mi cuerpo que emitía una intensa luz, casi se podría oír el rechinar de mis dientes  y la vena mi sien comienza surgir. Los ojos se entornan blancas, casi luminosos y producen ligeros relámpagos que se direccionan hacia los lados. Los rayos cubren mi cuerpo como una armadura dorada, que poco a poco se va moldeando y adaptando a mis ropajes y piel. Mientras tanto, resoplo con fuerza, como un toro antes de embestir.

Drunfo se quedó inmóvil mientras Yngrid volvía a hacer el numerito del arco, esta vez con Resmit. Drunfo ni siquiera sabia quien era aquel tal Viggo. Inusitada fue su sorpresa cuando Yngrid disparó, pero más sorprendido se quedó el gigante cuando Resmit empezó a emitir relámpagos.

¿Que cojones?

Sin pensárselo Drunfo desenvainó y se colocó en posición defensiva junto a Yngrid, apuntando con su enorme mandoble al otro norteño, o lo que quisiera que fuese.

Yngrid no parecía esperar fallar su tiro, por lo que retrocede estupefacta al comprobar el espectáculo de luces de Resmit. Intimidada por los gritos del guerrero, parece quedarse bloqueada, sin saber qué hacer, durante un par de segundos.

Ninguno tenéis tiempo de hacer nada más. Súbitamente, una nube negra explota a vuestro alrededor, y todo desaparece.