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Nieve y Hambre, capítulo 1: La silueta entre los árboles

F7 (Bedelia) - Nueva vida

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10/02/2017, 19:34
Recuerdos

El sonido rítmico de los cascos del caballo en la gravilla es lo único que cruza tu cabeza.

A lo lejos, un sol radiante comienza a iniciar su descenso hasta el horizonte, proyectando sombras cada vez más largas a lo largo de las accidentadas llanuras de tu tierra natal. El escuadrón, no más de media de docena de soldados de tu mismo rango, permanece en silencio durante la vuelta, y aquel mutismo te ayuda a despejarte, a abstraerte y empujar la frustración hacia el fondo del estómago. Los ruidos que te rodean parecen una orquesta invisible tocando alguna melodía desconocida y arítmica: El tintineo de las armaduras, el trino de los pájaros, el sonido del viento pasando entre la hierba... Y el ruido de los cascos, por encima de todos los otros, como si un grupo de percusionistas exaltados hubiera decidido saltarse la partitura e imponerse al resto de instrumentos, buscando un momento de gloria. Con el tiempo, el jinete acaba olvidando ese estruendo, llegando al punto de asociarlo al silencio. Sin embargo, tú siempre has sido una persona perceptiva.

Y además, en ese momento necesitas pensar en algo estúpido. De otro modo, la frustración volverá.

Una mano se levanta, y los caballos se detienen. La figura de Straufer se coloca a la cabeza de la comitiva, girando para miraros. Al cruzar la mirada con tu teniente, lo inevitable ocurre y toda la rabia, humillación y fastidio general regresan de aquel pozo oscuro al que habían sido relegados. Como si supiera lo que estás pensando, y en un acto de insufrible arrogancia, el oficial esboza una media sonrisa antes de dirigirse a vosotros.

-Bien, llegaremos al campamento en unos minutos. El capitán Göldin confía en escuchar buenas noticias, así que es probable que salga a recibirnos. Dudo que nuestro informe le agrade, pero no temáis: Este fracaso no manchará vuestra trayectoria. Bueno, al menos no la de la mayoría de vosotros.

Te mira, y de nuevo puedes distinguir aquella insinuación de sonrisa, nada más que breve destello en sus ojos que no llega a transformarse en mueca, pero que para ti resulta dolorosamente obvia. Estará disfrutando de lo lindo, probablemente. Y no es algo nuevo. Ya has perdido la cuenta de las veces que Straufer ha intentando hacerte la vida imposible. A decir verdad, ya no recuerdas ni por qué te odia. Quizás ni él mismo se acuerda. Pero el hecho es que, si existe una persona en la cuarta división que pueda llegar a empañar tu optimismo, ese es sin duda Janhe Von Straufer II, noble venido a menos, militar frustrado y rematado pedante. Hijo tercero de los barones Straufer, sin derecho a ninguna herencia pero con aires de grandeza equivalentes a los de un monarca, parece descargar en ti la frustración que debe sentir al no ser ascendido en un trabajo que odia y en el que, desde luego, no destaca de ninguna manera. Un trabajo que, con toda seguridad, consiguió con ayuda de su título y los contactos de su familia. Un completo incompetente, y sin embargo tu superior. La suerte no sonríe a todos por igual, y la sangre parece tener más peso que el ser competente, al parecer.

Por suerte, no soléis coincidir demasiado. Aunque pertenece a tu regimiento, por un mutuo acuerdo no enunciado entre ambos los dos hacéis lo posible por no acabar compartiendo misiones, lo cuál ha resultado ser una buena manera de evitar el conflicto. Lo que no quita que, de vez en cuando, tengáis que soportaros. En tu caso, no puedes hacer nada, porque es tu superior y la desobediencia no es algo que un soldado pueda plantearse si no quiere acabar mal en Togarini. En el suyo, tampoco es que lo tenga tan fácil. Al fin y al cabo, su rango como oficial no es el más alto, y normalmente debe buscarse buenas excusas para torturarte. Lo que no quiere decir que no las encuentre, pero normalmente la cosa no pasa de tener que doblar turno limpiando letrinas o verte obligada a aguantar estoica sus comentarios mordaces sobre tu inutilidad. Los cuales suelen afectarte bien poco, pues tanto tú como tus compañeros saben que al criticarte solo se pone en evidencia.

Esta vez, sin embargo, te ha pillado bien. Y no es porque tu idea fuera mala. Había indicios de que la banda de Ojo Seco se encontraba atrincherada en ese valle, no es que lo hayas inventado. Göldin escuchó tu teoría, y pareció estar de acuerdo. Que el capitán hiciera un hueco para escucharte a ti, que ni siquiera eres una oficial, ya había supuesto un subidón de adrenalina muy gratificante. Pero el hecho de que te elogiara delante de todos, y que decidiera llevar a cabo tu plan... La cara de Straufer era un poema. El hecho de que te hubiera costado tanto decidirte a expresar tus ideas al cuadro de mando solo amplificaba el sentimiento de victoria, haciendo que aquel día cayera, probablemente, entre los cinco o seis mejores del último año. Y pensar que si Fredrick no te hubiera animado quizás ni siquiera te habías atrevido...

Pero resulta que te equivocabas.

Los bandidos ahora sabrían que estabais peinando la zona. Aquellos indicios que tan claros parecían probablemente no eran sino información falsa o incompleta. Y tu maravilloso plan os había hecho caer en la trampa. Habíais perdido el elemento sorpresa. No es que todo estuviera perdido: Aquellos no eran más que matones, una banda desorganizada y poco expermientada, y el propio Ojo Seco no era el tipo más brillante, por decir algo. El ejército los arrasaría, como debería haber hecho hace dos años, cuando sus crímenes en la región empezaron a ser preocupantes, si no hubieran tenido el apoyo de ciertas personalidades locales, tan poderosas como corruptas. Sin embargo, ahora que sabían que veníais detrás de ellos, probablemente muchos desertarían, y nunca recibirían su castigo. Los que mantuvieran la esperanza estarían más preparados para vuestra llegada, y sería más costoso reducirles.

Y todo por tu culpa.

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10/02/2017, 21:00
Bedelia

Uno, dos, tres, cuatro.

Bedelia respiraba profundamente, confiando en que eso calmara el impulso de saltar del caballo, correr hasta Straufer y hundirle la nariz de un puñetazo. Pero sólo lo conseguía a medias.

Uno, dos, tres, cuatro.

¿Ese inútil no tenía nada mejor que hacer? ¿No prefería jugarse el turno de noche a las cartas y volver a perderlo? Ni en eso era bueno. No era capaz ni de marcar los naipes.

Uno, dos, tres, cuatro.

Si, estaba descargando su frustración sobre Straufer, ¿pero qué mas daba? Si se la guardaba iba a reventar, y todavía quedaba una charla muy intensa con Göldin. ¿Por qué no convertir a su oficial en el blanco de su ira? Al fin y al cabo, el hacía lo mismo con ella. ¿No la redimía ese punto de alguna forma? Si. Definitivamente si.

Uno, dos, tres, cuatro.

Pero había metido la pata hasta el fondo y eso si que era su entera responsabilidad. Habían estado tan cerca de colgar a esos malnacidos que la sola idea de imaginarles contando cómo se habían reído en su cara hacía que le hirviera la sangre. Y sus compañeros, la decepción y la pérdida de tiempo por haberles mandado a ese trabajo...Si el día que decidió comentar aquella idea había sido uno de los mejores del año, éste era sin duda uno de los peores.

Uno, dos, tres, cuatro.

Como le apetecía un buen baño caliente y que difícil era conseguirlo allí. Pero tenía a Frederick...De hecho, ver a Frederick le apetecía incluso más que un baño caliente. Y eso que llevaba varias jornadas de viaje.

Pero primero tendría que lidiar con Göldin y su derrota, cosa que a cada segundo le daba más pereza.

"Tu puedes, Bedelia, actitud positiva. Aunque sólo sea para dejar con la boca abierta al imbécil de Straufer".

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12/02/2017, 11:48
Recuerdos

El recibimiento por parte del capitán y su escolta resulta bastante más caluroso de lo normal, si bien la sonrisa de Göldin desaparece rápidamente al ver vuestras caras cuando bajáis de las monturas. Tras las habituales formalidades, se dirige a Straufer con tono resignado.

-Interpreto por vuestras expresiones que no me traéis las noticias que esperaba...

Straufer, todavía en posición de firme, mantiene la mirada del capitán mientras responde con voz seria. Te parece sorprendente que pueda contener la sonrisa de satisfacción que probablemente pugna por emerger en su rostro.

-Señor, temo reportarle que la información aportada por -y aquí viene-, nuestras fuentes -que detalle que no te nombre directamente-, era completamente falsa -aunque pensándolo bien habría sido demasiado directo, muy poco del estilo de Straufer-, y por tanto la misión ha sido un fracaso absoluto -menudo dramatismo-. Los objetivos no se encontraban allí -que bien que lo recalque-, y con toda seguridad saben de nuestra presencia en la zona -ouch-. No hay mucho más que añadir, señor.

Bueno, al menos no...

-En mi opinión, el plan que propuso la regular Bedelia estaba destinado al fracaso.

Oh, bueno.

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13/02/2017, 22:55
Bedelia

"Straufer, te juro por lo más sagrado que un día te arrancaré la lengua y se la echaré de comer a los caballos."

Pero tanto tiempo como mercenaria tenía sus ventajas, había aprendido a mantener una expresión neutra bajo presión, y así lo hizo. Nada en su gesto cambió. En lugar de eso, Bedelia agarró con fuerza las bridas de su montura y apretó los dientes, pero guardó silencio, consciente de que hablar sin permiso sólo empeoraría las cosas.

"¿¡Que estaba destinado al fracaso!? Pues podrías haberte negado a venir desde el principio, desgraciado. Podrías haber ocupado tu valioso tiempo cascándotela en tu tienda, o ahogándote con tu propio ego. Ahogarte con tu propio ego si que sería justicia poética."

Mantuvo la mirada firme en el frente, esperando que alguien le pidiera explicaciones, o tal vez la mirada decepcionada de Göldin. Podía con ello...o eso creía.

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14/02/2017, 20:42
Recuerdos

Göldin frunce el ceño.

-No recuerdo haberle pedido su opinión, teniente.

Notas como te mira de reojo, pero no dice nada. Straufer, por otro lado, traiciona su sorpresa abriendo la boca de par en par, pero tras unos segundos parece darse cuenta y vuelve a ponerse firme, aunque con la cara algo enrojecida.

-Le pido disculpas, capitán...

Göldin alza una mano, dando por finalizada la conversación. Luego se gira y empieza a caminar en dirección al campamento.

-Straufer, me acompañará a mi tienda y me dará un informe detallado. Soldado, usted también. El resto puede retirarse.

Aunque no llega a decir tu nombre, está claro que se refiere a ti.

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14/02/2017, 23:04
Bedelia

Sorpresa. Sorpresa y satisfacción. ¿Göldin la había defendido o simplemente no quería que un teniente menospreciase a un soldado delante de sus compañeros? Sea como fuere, la cara enrojecida y humillada de Straufer sería una buena imagen a recordar. Si, se aseguraría de atesorar ese momento...

Pero todavía debía rendir cuentas. Bedelia descabalgó con soltura, tal y como le habían enseñado. Seguía sintiéndose insegura encima de los caballos, pero cumpliendo los consejos básicos no tenía por qué pasar nada. No había terminado de cogerles el punto, y desde luego no era por el animal (a ella le encantaban). ¿Correr? Perfecto. ¿Nadar? Sin problemas. ¿Trepar? Un juego de niños, pero montar...Montar no era su fuerte. Algún día tendría que aprender, pero hasta entonces lo había eludido.

Con paso firme y gesto marcial, se acercó hasta Göldin y saludó al estilo militar, mostrando el debido respeto hacia su superior (respeto que con Straufer se diluía ligeramente). Después, esperó a que él se moviera primero para seguirle.

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15/02/2017, 20:53
Recuerdos

Una vez en la tienda, Straufer se encarga de explicar con todo lujo de detalles vuestra por otro lado rutinaria y poco destacable misión fallida, aprovechando cualquier excusa para volver a acusarte de... Bueno, de cualquier cosa. Aunque parece que el toque de atención de Göldin le ha puesto en alerta, pues esta vez se preocupa porque dichos dardos envenenados no sean demasiado obvios. El capitán, por otro lado, se limita a escucharle con atención hasta que termina, sin interrumpir más que para tomar ocasionales sorbos de su taza. Ya estaba a medio empezar cuando entrasteis, así que deduces que debió haberse preparado el té justo unos minutos antes de que llegarais al campamento. Aunque ahora debe de estar frío, no parece que eso le moleste demasiado. Al terminar la exposición de Straufer suspira, y luego habla con tono distante.

-Bueno, por lo que me cuenta veo que a estas alturas solo nos queda hacer control de daños. ¿Desea añadir algo a la exposición del teniente, soldado?

Su mirada se desvía hacia ti. Aunque su tono es formal y serio, su expresión es amable. Sus cejas arqueadas y su postura relajada te invitan a hablar.

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17/02/2017, 10:54
Bedelia

Bedelia permanecía erguida y con las manos a la espalda. Aquella postura se aprendía muy pronto, pero requería práctica realizarla sin forzarla. Su primer impulso ante la pregunta de Göldin fue decir que no, pero su gesto hizo que cambiara de opinión.

-Sólo pedir disculpas, capitán. La información obtenida parecía veraz y no podíamos dejar pasar una oportunidad así, pero ahora entendemos que dicha información era inútil o un señuelo-"Respira, vas bien"-Por ello asumo la total responsabilidad sobre el fracaso de la misión.

"Que a saber lo que puede implicar. Aunque si a Straufer le salpica algo de ésto no seré yo la que se queje".

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17/02/2017, 21:26
Recuerdos

Göldin suelta un bufido.

-No sea arrogante. No tiene ni el rango ni la potestad para asumir dicha responsabilidad. Y, francamente, la información era buena.

Suspira y os da la espalda para depositar la taza en una mesita plegable de madera.

-Sea como sea, y si bien le concedo que la idea fue suya, la decisión la tomé yo. Y sigo pensando que era un buen plan.

Aprovechas para mirar a Straufer de reojo. Parece que va a salirle humo de las orejas.

-Es lo que hacemos, ¿no? -se encara hacia vosotros y te dirige una sonrisa burlona-. Probar cosas. A veces incluso funcionan.

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20/02/2017, 23:15
Bedelia

A Bedelia le sorprendió tanto el tono de Göldin que incluso sonrió. No es que ella no sonriera, pero delante de un superior se contenía. Y bueno, tal vez el gesto de Straufer contribuyera.

-Así es, capitán. A todos nos habría gustado volver victoriosos, pero debemos ser optimistas, ver el lado positivo y aprender de ello.

Y tenía la sensación de que se había excedido. ¿Se había excedido? Bueno, ya estaba dicho y Göldin parecía razonable, pero no dejaba de ser su capitán. ¿Su cercanía justificaba un tratamiento similar?

"A la mierda", pensó mientras estudiaba con cuidado el rostro de su capitán.

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01/03/2017, 20:02
Recuerdos

Göldin parece tan sorprendido como tú por tus propias palabras, pero por suerte resulta tan razonable como habías previsto, y parece tomárselas bien.

-Una punto de vista interesante. Y útil. Aunque peligroso, si se confunde el ser optimista con ser un iluso. Sea como sea, no es momento de hablar de filosofía. Ante este fracaso se debe actuar con celeridad.

Se cruza de brazos y frunce el ceño.

-No ocultaré mi decepción ante el resultado de la misión. Pero si bien el resultado de sus decisiones es desafortunado, la naturaleza de dichas decisiones no lo fue. Asegúrense de que no volvamos a encontrarnos en esta situación en el futuro. Pueden retirarse.

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01/03/2017, 23:13
Bedelia

Bedelia se irguió (comprobando con un pequeño acceso de temor que había relajado algo su postura durante la conversación) y saludó a su capitán al estilo militar. Sin mediar palabra con Straufer, esperó a que éste saliera primero de la tienda y después le siguió. Una parte muy chiquitita de si misma estuvo peligrosamente cerca de patearle la espalda.

Aquella conversación había ido bastante mejor de lo esperado, lo que significaba que podría ver a Frederick muy pronto, si es que no había salido del campamento. Una ventaja y a la vez un inconveniente de la vida como mercenario eran las constantes idas y venidas. Le gustaban, pero también hacía muy difícil coordinarse. Un día podías estar tranquilamente en el campamento y al siguiente todo tu escuadrón partía de urgencia a...bueno, donde se necesitase.

Pero había mucho encanto en esa vida, no lo podía negar. Incluso los chistes verdes a la hora de la comida tenían su gracia (maldito Donovan, ¿cuantos se sabía?). Si, Bedelia había elegido una buena profesión...

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03/03/2017, 19:45
Recuerdos

Como si tu pensamiento le hubiera invocado, el propio Donovan sale a tu encuentro poco después de salir de la tienda del capitán. Le acompañana otros dos compañeros de tu regimiento. Donovan esboza una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Mira a quién tenemos aquí! Me dijeron que el propio Göldin te había metido en su tienda. ¿Y bien? ¿Qué tal la noticia?

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05/03/2017, 00:09
Bedelia

-¡Donovan!

Bedelia le saludó con un puñetazo en el hombro (cosa que había aprendido a hacer después de llevarse ella unos cuantos, no entendía por qué).

-La noticia...no demasiado bien-Enfrió el tono y su sonrisa se congeló-Supongo que ya te has enterado, la información no era veraz. Aunque Göldin se lo ha tomado mejor de lo que esperaba. No lo ha pasado por alto, pero ha sido comprensivo.

Desvió la mirada, algo avergonzada, y juzgó que lo mejor era cambiar de tema.

-¿Por qué no estás borracho todavía? ¿Tienes misión? ¿O es que te estás reformando?

Fingió preocuparse.

-No te estás reformando, ¿verdad? Porque, ¿de quién me voy a reir entonces?

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05/03/2017, 13:39
Recuerdos

Donovan ignora la chanza.

-¿Que la información era falsa? ¿Qué...?

Parece confuso. Queda patente que no se estaba refiriendo a tu misión.

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06/03/2017, 12:28
Bedelia

-¿Hm?

Bedelia se sumó a la confusión, que quedó reflejada en su cara.

-¿A qué noticia te refieres tu?

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06/03/2017, 14:28
Recuerdos

-¿No lo sabes todavía? -Donovan sonríe de oreja a oreja-. ¡Has sido recomendada para oficial! ¡Por el mismísimo Göldin! El teniente Hauss, del tercer regimiento, ha comentado que estaría interesado en tutelarte. ¡No se habla de otra cosa desde ayer!

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06/03/2017, 16:16
Bedelia

-¿¡Qué!?

La alegría que aquello le supuso sólo fue superada por el aplastante peso de la derrota. Göldin no había comentado nada, y era comprensible después de terminar la misión con las manos vacías. Seguramente habían cambiado de idea. Aun así Bedelia todavía estaba confusa.

-¿Pero cómo? Yo...bueno, no importa. La misión de la que vuelvo ha sido un completo desastre. La información era falsa y la banda de Ojo Seco sigue suelta. Eso probablemente les haya hecho cambiar de opinión.

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06/03/2017, 20:10
Recuerdos

Donovan te da una palmada en el hombro, tan fuerte que casi te corta el aliento.

-¡Ja! Yo no estaría tan seguro. Por lo que he oído, ya están empezando a mover hilos. Aunque quién sabe. ¿Tanto la has cagado?

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06/03/2017, 23:41
Bedelia

Bedelia tuvo que adelantar ligeramente un pie para equilibrarse.

-Bueno, Göldin me ha defendido.

Se le hinchó el pecho al recordar su conversación bajo aquella nueva perspectiva, al tiempo empezó a sentir un nudo en la garganta de puro nervio. Parpadeó un par de veces, pero fue lo bastante sensata como para mantener un resquicio de escepticismo.

-Pues ahora no se que hacer-Se balanceó en el sitio, pero tomó una rápida decisión-Me apetece una cerveza, ¿quieres otra?

Si, lo mejor sería dejarlo pasar. Se le había cruzado por la cabeza hablar con Göldin, pero si su fracaso le había hecho cambiar de opinión sólo les colocaría a ambos en una situación incómoda. Lo mejor sería dejarlo pasar y esperar a que aquella situación se resolviera.

Aunque todavía sentía pinchazos de la emoción. Ella, ¡oficial! No podía ignorar la emoción que el título traía consigo, así como la responsabilidad, que no podía ser menospreciada. Tenía que contárselo a Frederick.