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Nieve y Hambre, capítulo 1: La silueta entre los árboles

1.1 - Una calurosa bienvenida

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06/07/2016, 23:34
Director

Sultünge.

No es mucho, la verdad. Apenas una docena de casas, escondidas entre los árboles en una zona baja del bosque. Al llegar, cualquier viajero pensaría lo mismo: "¿Esto se considera aldea?". Por mucho que venga señalada en los mapas, es probable que la mitad de los goldarianos que viven cerca de Sultünge ni siquiera sepan que existe. Su posición, en medio de ninguna parte, es mala se mire como se mire. No hay ninguna ruta comercial cercana, y es dudoso que sus habitantes tengan un poder adquisitivo relevante. Se encuentra alejada de los principales núcleos urbanos, en medio de un bosque salvaje, y en una zona expuesta que puede ser fácilmente atacada por sorpresa, debido a la mala visibilidad. Eso descarta también la importancia estratégica. A decir verdad, el mismo viajero que antes se preguntaba si esas casuchas merecerían ser llamadas aldea suele acabar haciéndose otra pregunta totalmente distinta:

¿Quién diablos vive ahí?

¿Quién tendría las agallas, o la falta de sentido común, como para instalarse en aquella región perdida? El ser humano es conocido por su afán de establecerse en las zonas menos probables, y Sultünge es un claro ejemplo de esta naturaleza intrínseca. Fuesen quienes fuesen los primeros pobladores que la fundaron, intentar adivinar lo que tenían en mente es una tarea difícil.

Es en este lugar olvidado por los dioses donde, en uno de los días más fríos de noviembre, acontece una casualidad singular. Primero fue un viajero solitario, algo infrecuente pero nada extraño. Luego otro, y otro. De lo singular pasó a lo inaudito, de lo inaudito pasó a lo imposible. ¿Cómo es posible que tantos viajeros se conjugaran, el mismo día, en un lugar que normalmente tenía una media de diez visitas al año? ¿Dónde deja de entrar en juego la casualidad, dónde acaban las coincidencias?

Es como si el destino estuviera golpeando a las puertas de aquella solitaria comunidad.

Llegan a lo largo del día, uno tras otros. Quien mire ahora por la ventana de la cabaña principal, la residencia del jarl, podrá divisar siete figuras que se aprietan, incómodas, a lo largo de dos mesas, que han sido unidas para la ocasión. Hay tres figuras más, repartidas por la habitación, observándoles. Desde fuera, no se escucha lo que dicen, aunque hasta ahora las palabras que se han cruzado han sido escasas y medidas...

Notas de juego

La foto es más o menos fiel a la idea de Sultünge, pocas casas desperdigadas entre los árboles. Sin embargo, es importante notar que el estilo de las casas es menos "moderno", y mucho más "vikingo". Este es un buen ejemplo de dicho estilo, aunque esto es Anima, así que sentíos libres de añadirle vuestro toque personal en vuestra cabeza.

Esperad a que os ponga posts para escribir.

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07/07/2016, 00:09
Director

Llegas a Sultünge algo antes del mediodía, cubriendo el terreno con rapidez gracias a tu montura. Los habitantes de Sultünge te reciben con miradas algo extrañadas, como si no estuvieran acostumbrados a ver forasteros como tú. Tras presentarte, te indican cuál es la cabaña de Einar, el jarl. Aunque tampoco es que pudieras perderte, teniendo en cuenta las pocas chozas que hay y el hecho de que dicha cabaña es el doble de grande que las demás.

Sin embargo, el tal Einar no se encuentra en casa cuando llegas. Una mujer, que se presenta como Ashe, te indica que te recibirá tan pronto vuelva de resolver unos asuntos, a las afueras del pueblo. Mientras, te pide que esperes en una de las cuatro mesas de madera maciza que hay en el salón principal del edificio, y te sirve una jarra de cerveza. No tardas en calentarte junto a la chimenea, recuperándote del cansancio y el frío.

Sin embargo, no es Einar el que entra por la puerta, tras la espera, sino otro viajero como tú. Y luego, otros cinco más. Siete, en total. Ashe explica a cada no lo mismo que a ti, que Einar volverá en un rato, y que mientras pueden esperar en el salón. Según el número de viajeros va incrementando, sin embargo, notas que su actitud pasa de simple curiosidad a genuina incredulidad, e incluso alarma. Notas como os mira de reojo constantemente, y sale en un par de ocasiones del edificio para volver a entrar luego, aparentemente atareada. Sin embargo, no puedes dejar de notar que os vigila sin cesar, incluso aunque parezca que ya ha descartado, por vuestro comportamiento, que forméis parte de un mismo grupo. Su sorpresa, sin embargo, es algo esperable: Sultünge no parece un lugar habitual de paso, no deben de pasar muchos extraños por allí. Que siete aparezcan de repente, un día, de la nada, es algo que seguramente dará mucho de qué hablar.

Sea como sea, con todo el ajetreo no te ha dado tiempo a conocer a los otros viajeros, y apenas habéis conseguido cruzar un par de palabras. Sin embargo, te has podido forjar una ligera primera impresión de cada uno:

La que llega después de ti es una mujer norteña, esbelta, pálida y con un porte regio a la par que sombrío. Es relativamente atractiva, en especial por su actitud distante y sus facciones delicadas. Habla de forma calmada y sus ojos parecen evaluarte a cada momento.

Detrás de ella llega un extranjero de piel azabache, probablemente procedente de las tierras del sur. Su aspecto es elegante aunque serio, y desde el primer momento queda patente que su dominio del arkes no es el mejor, aunque se defiende más o menos bien. No deja de toser en ningún momento, por lo que deduces que su visita a estas frías tierras le ha dejado un buen catarro de regalo.

Los siguientes en llegar son una pareja bastante singular, sobre todo por lo diferentes que son el uno del otro. El primero es un norteño imponente, de más de dos metros de altura, que lleva a su espalda un inmenso mandoble. La segunda es una extranjera, de pelo castaño y sonrisa fácil, que lleva una espada fina en el costado. Al lado de la de su compañero, el arma casi parece un mondadientes.

Más tarde entra un individuo cubierto en pieles, que lleva colgada de la cintura una maza de aspecto hosco y primitivo. Sin embargo, lo que no intimida el arma lo consigue el portador, pues su aspecto es fiero y amenazante, y su barba rojiza, la cresta de su cabello y su dura mirada le identifican como un guerrero de Goldar, alguien a quién temer como enemigo y respetar como aliado.

El último de los visitantes llega unas horas después de ti. Sus facciones son las de un norteño, pero su complexión es delgada y poco fornida, y su actitud amable y sonriente chocan con el estereotipo de goldariano al que estás acostumbrado.

Notas de juego

Te toca poner dos posts.

  1. El primero, opcional, para relatar tu llegada a Sultünge. Especifica si quieres el resto del viaje al pueblo, como fueron tus impresiones al llegar, quién te mandó a la casa del jarl, cuales fueron tus palabras de presentación, etc... Pero todo marcado como solo al director.
  2. El segundo, marcado para todos, es estando ya en el salón en el que te encuentras ahora mismo, después de que entre Einar. En este pon solo tus reacciones en el momento, para que los otros jugadores sepan cuanto menos de ti mejor, por ahora.

Espera, de todas maneras, a que ponga un post para todos, y luego ya tienes vía libre.

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07/07/2016, 00:43
Director

Llegas a Sultünge algo antes del mediodía, cubriendo el terreno con rapidez gracias a la guía de Yngrid, que se despide poco antes de llegar al pueblo. Los habitantes de Sultünge te reciben con miradas algo extrañadas, como si no estuvieran acostumbrados a ver forasteras como tú. Tras presentarte, te indican cuál es la cabaña de Einar, el jarl. Aunque tampoco es que pudieras perderte, teniendo en cuenta las pocas chozas que hay y el hecho de que dicha cabaña es el doble de grande que las demás.

Sin embargo, el tal Einar no se encuentra en casa cuando llegas. Una mujer, que se presenta como Ashe, te indica que te recibirá tan pronto vuelva de resolver unos asuntos, a las afueras del pueblo. Mientras, te pide que esperes en una de las cuatro mesas de madera maciza que hay en el salón principal del edificio, en la que ya hay otro viajero como tú, y te sirve una jarra de cerveza. No tardas en calentarte junto a la chimenea, recuperándote del cansancio y el frío. Las heridas, que ya empiezan a cicatrizar, cada vez son más soportables, aunque la del costado te sigue regalando, de vez en cuando, alguna que otra punzada de dolor cuando realizas algún movimiento brusco.

Sin embargo, no es Einar el que entra por la puerta, tras la espera, sino otro viajero más. Y luego, otros cuatro más. Siete, en total, contando al que estaba antes que tú. Ashe explica a cada no lo mismo que a ti, que Einar volverá en un rato, y que mientras pueden esperar en el salón. Según el número de viajeros va incrementando, sin embargo, notas que su actitud pasa de simple curiosidad a genuina incredulidad, e incluso alarma. Notas como os mira de reojo constantemente, y sale en un par de ocasiones del edificio para volver a entrar luego, aparentemente atareada. Sin embargo, no puedes dejar de notar que os vigila sin cesar, incluso aunque parezca que ya ha descartado, por vuestro comportamiento, que forméis parte de un mismo grupo. Su sorpresa, sin embargo, es algo esperable: Sultünge no parece un lugar habitual de paso, no deben de pasar muchos extraños por allí. Que siete aparezcan de repente, un día, de la nada, es algo que seguramente dará mucho de qué hablar.

Sea como sea, con todo el ajetreo no te ha dado tiempo a conocer a los otros viajeros, y apenas habéis conseguido cruzar un par de palabras. Sin embargo, te has podido forjar una ligera primera impresión de cada uno:

El que estaba antes que tú es un joven nórdico, ataviado con pieles, de aspecto fuerte y barba arreglada. Lleva el pelo largo, recogido en una coleta que le llega hasta la mitad de la espalda. Bajo las pieles distingues una cota de malla, y en su costado, dos espadas de aspecto soberbio.

Detrás de ti llega un extranjero de piel azabache y pelo blanco, típico de los daevar, probablemente procedente de las tierras del sur. Su aspecto es elegante aunque serio, y desde el primer momento queda patente que su dominio del arkes no es el mejor, aunque se defiende más o menos bien. Por su acento, deduces que su lengua materna es el latín. No deja de toser en ningún momento, por lo que deduces que su visita a estas frías tierras le ha dejado un buen catarro de regalo.

Los siguientes en llegar son una pareja bastante singular, sobre todo por lo diferentes que son el uno del otro. El primero es un norteño imponente, de más de dos metros de altura, que lleva a su espalda un inmenso mandoble. La segunda es una extranjera, de pelo castaño y sonrisa fácil, que lleva una espada fina en el costado. Al lado de la de su compañero, el arma casi parece un mondadientes.

Más tarde entra un individuo cubierto en pieles, que lleva colgada de la cintura una maza de aspecto hosco y primitivo. Sin embargo, lo que no intimida el arma lo consigue el portador, pues su aspecto es fiero y amenazante, y su barba rojiza, la cresta de su cabello y su dura mirada le identifican como un guerrero de Goldar, alguien a quién temer como enemigo y respetar como aliado.

El último de los visitantes llega unas horas después de ti. Sus facciones son las de un norteño, pero su complexión es delgada y poco fornida, y su actitud amable y sonriente chocan con el estereotipo de goldariano al que estás acostumbrada.

Notas de juego

Te toca poner dos posts.

  1. El primero, opcional, para relatar tu llegada a Sultünge. Especifica si quieres el resto del viaje al pueblo, como fueron tus impresiones al llegar, quién te mandó a la casa del jarl, cuales fueron tus palabras de presentación, etc... Pero todo marcado como solo al director.
  2. El segundo, marcado para todos, es estando ya en el salón en el que te encuentras ahora mismo, después de que entre Einar. En este pon solo tus reacciones en el momento, para que los otros jugadores sepan cuanto menos de ti mejor, por ahora.

Espera, de todas maneras, a que ponga un post para todos, y luego ya tienes vía libre.

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07/07/2016, 00:59
Director

Llegas a Sultünge al mediodía, gracias en parte a haber apretado el paso, ansioso por alcanzar un lugar con una chimenea junto a la que calentarte. Los habitantes de Sultünge te reciben con miradas algo extrañadas, como si no estuvieran acostumbrados a ver forasteros como tú, y menos a un extranjero con la piel negra y el pelo blanco. Tras presentarte, haciendo un ligero esfuerzo para entenderte con esa gente debido a tu poco dominio del arkes, te indican cuál es la cabaña de Einar, el jarl. Aunque tampoco es que pudieras perderte, teniendo en cuenta las pocas chozas que hay y el hecho de que dicha cabaña es el doble de grande que las demás.

Sin embargo, el tal Einar no se encuentra en casa cuando llegas. Una mujer, que se presenta como Ashe, te indica que te recibirá tan pronto vuelva de resolver unos asuntos, a las afueras del pueblo. Mientras, te pide que esperes en una de las cuatro mesas de madera maciza que hay en el salón principal del edificio, en la que ya hay otras personas sentadas, y te sirve una jarra de cerveza. No tardas en calentarte junto a la chimenea, recuperándote del cansancio y el frío. La tos, por desgracia, continúa.

Sin embargo, no es Einar el que entra por la puerta, tras la espera, sino otros dos viajeros más. Y luego, otros dos más. Siete, en total, contando a los que estaban antes que tú. Ashe explica a cada no lo mismo que a ti, que Einar volverá en un rato, y que mientras pueden esperar en el salón. Según el número de viajeros va incrementando, sin embargo, notas que su actitud pasa de ligera preocupación a genuina incredulidad, e incluso alarma. Notas como os mira de reojo constantemente, y sale en un par de ocasiones del edificio para volver a entrar luego, aparentemente atareada. Sin embargo, no puedes dejar de notar que os vigila sin cesar, incluso aunque parezca que ya ha descartado, por vuestro comportamiento, que forméis parte de un mismo grupo. Su sorpresa, sin embargo, es algo esperable: Sultünge no parece un lugar habitual de paso, no deben de pasar muchos extraños por allí. Que siete aparezcan de repente, un día, de la nada, es algo que seguramente dará mucho de qué hablar.

Sea como sea, con todo el ajetreo no te ha dado tiempo a conocer a los otros viajeros, y apenas habéis conseguido cruzar un par de palabras. Sin embargo, te has podido forjar una ligera primera impresión de cada uno:

De los dos que había antes que tú, el primero es un joven nórdico, ataviado con pieles, de aspecto fuerte y barba arreglada. Lleva el pelo largo, recogido en una coleta que le llega hasta la mitad de la espalda. Bajo las pieles distingues una cota de malla, y en su costado, dos espadas de aspecto soberbio.

La segunda es una mujer norteña, esbelta, pálida y con un porte regio a la par que sombrío. Es relativamente atractiva, en especial por su actitud distante y sus facciones delicadas. Habla de forma calmada y sus ojos parecen evaluarte a cada momento.

Los siguientes en llegar, detrás de ti, son una pareja bastante singular, sobre todo por lo diferentes que son el uno del otro. El primero es un norteño imponente, de más de dos metros de altura, que lleva a su espalda un inmenso mandoble. La segunda es una extranjera, de pelo castaño y sonrisa fácil, que lleva una espada fina en el costado. Al lado de la de su compañero, el arma casi parece un mondadientes.

Más tarde entra un individuo cubierto en pieles, que lleva colgada de la cintura una maza de aspecto hosco y primitivo. Sin embargo, lo que no intimida el arma lo consigue el portador, pues su aspecto es fiero y amenazante, y su barba rojiza, la cresta de su cabello y su dura mirada le identifican como un guerrero de Goldar, alguien a quién temer como enemigo y respetar como aliado.

El último de los visitantes llega unas horas después de ti. Sus facciones son las de un norteño, pero su complexión es delgada y poco fornida, y su actitud amable y sonriente chocan con el estereotipo de goldariano al que estás acostumbrada.

Notas de juego

Te toca poner dos posts.

  1. El primero, opcional, para relatar tu llegada a Sultünge. Especifica si quieres el resto del viaje al pueblo, como fueron tus impresiones al llegar, quién te mandó a la casa del jarl, cuales fueron tus palabras de presentación, etc... Pero todo marcado como solo al director.
  2. El segundo, marcado para todos, es estando ya en el salón en el que te encuentras ahora mismo, después de que entre Einar. En este pon solo tus reacciones en el momento, para que los otros jugadores sepan cuanto menos de ti mejor, por ahora.

Espera, de todas maneras, a que ponga un post para todos, y luego ya tienes vía libre.

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07/07/2016, 01:09
Director

Llegáis a Sultünge al mediodía, gracias en parte a haber apretado el paso, ansiosos por alcanzar un lugar con una chimenea junto a la que calentaros. Los habitantes de Sultünge os reciben con miradas algo extrañadas, como si no estuvieran acostumbrados a ver forasteros como vosotros. Tras presentaros, os indican cuál es la cabaña de Einar, el jarl. Aunque tampoco es que pudierais perderos, teniendo en cuenta las pocas chozas que hay y el hecho de que dicha cabaña es el doble de grande que las demás.

Sin embargo, el tal Einar no se encuentra en casa cuando llegáis. Una mujer, que se presenta como Ashe, os indica que os recibirá tan pronto vuelva de resolver unos asuntos, a las afueras del pueblo. Mientras, os pide que esperéis en una de las cuatro mesas de madera maciza que hay en el salón principal del edificio, en la que ya hay otras tres personas sentadas, y os sirve unas jarras de cerveza. No tardáis en calentaros junto a la chimenea, recuperándoos del cansancio y el frío.

Sin embargo, no es Einar el que entra por la puerta, tras la espera, sino otro viajero más, y más tarde otro. Siete, en total, contando a los que estaban antes que vosotros. Ashe explica a cada no lo mismo que a vosotros, que Einar volverá en un rato, y que mientras pueden esperar en el salón. Según el número de viajeros va incrementando, sin embargo, notáis que su actitud pasa de ligera preocupación a genuina incredulidad, e incluso alarma. Advertís como os mira de reojo constantemente, y sale en un par de ocasiones del edificio para volver a entrar luego, aparentemente atareada. Sin embargo, no podéis dejar de observar que os vigila sin cesar, incluso aunque parezca que ya ha descartado, por vuestro comportamiento, que forméis parte de un mismo grupo los siete. Su sorpresa, sin embargo, es algo esperable: Sultünge no parece un lugar habitual de paso, no deben de pasar muchos extraños por allí. Que siete aparezcan de repente, un día, de la nada, es algo que seguramente dará mucho de qué hablar.

Sea como sea, con todo el ajetreo no os ha dado tiempo a conocer a los otros viajeros, y apenas habéis conseguido cruzar un par de palabras. Sin embargo, os habéis podido forjar una ligera primera impresión de cada uno:

De los tres que había antes que vosotros, el primero es un joven nórdico, ataviado con pieles, de aspecto fuerte y barba arreglada. Lleva el pelo largo, recogido en una coleta que le llega hasta la mitad de la espalda. Bajo las pieles distingues una cota de malla, y en su costado, dos espadas de aspecto soberbio.

La segunda es una mujer norteña, esbelta, pálida y con un porte regio a la par que sombrío. Es relativamente atractiva, en especial por su actitud distante y sus facciones delicadas. Habla de forma calmada y sus ojos parecen evaluarte a cada momento.

El tercero es un extranjero de piel azabache y pelo blanco, típico de los daevar, probablemente procedente de las tierras del sur. Su aspecto es elegante aunque serio, y desde el primer momento queda patente que su dominio del arkes no es el mejor, aunque se defiende más o menos bien. No deja de toser en ningún momento, por lo que deducís que su visita a estas frías tierras le ha dejado un buen catarro de regalo.

Más tarde, después de vosotros, entra un individuo cubierto en pieles, que lleva colgada de la cintura una maza de aspecto hosco y primitivo. Sin embargo, lo que no intimida el arma lo consigue el portador, pues su aspecto es fiero y amenazante, y su barba rojiza, la cresta de su cabello y su dura mirada le identifican como un guerrero de Goldar, alguien a quién temer como enemigo y respetar como aliado.

El último de los visitantes llega cuando ya ha entrado la tarde. Sus facciones son las de un norteño, pero su complexión es delgada y poco fornida, y su actitud amable y sonriente chocan con el estereotipo de goldariano al que estáis acostumbrados.

Notas de juego

Os toca poner dos posts.

  1. El primero, opcional, para relatar vuestra llegada a Sultünge. Especificad si queréis el resto del viaje al pueblo, como fueron vuestras impresiones al llegar, quién os mandó a la casa del jarl, cuales fueron vuestras palabras de presentación, etc... Pero marcad solo al otro jugador (Bedelia y Drunfo), desmarcad a los demás.
  2. El segundo, marcado para todos, es estando ya en el salón en el que os encontráis ahora mismo, después de que entre Einar. En este poned solo vuestras reacciones en el momento, para que los otros jugadores sepan cuanto menos de vosotros mejor, por ahora.

Esperaos, de todas maneras, a que ponga un post para todos, y luego ya tenéis vía libre.

PD: No recuperáis el cansancio que habéis perdido corriendo, sino el que os hubierais gastado caminando el resto del camino. Vamos, que no os subáis el cansancio en la ficha, todavía.

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07/07/2016, 01:10
Director

Llegas a Sultünge después del mediodía, gracias en parte a haber apretado el paso, ansioso por alcanzar un lugar con una chimenea junto a la que calentarte. Los habitantes de Sultünge te reciben con miradas algo extrañadas, como si no estuvieran acostumbrados a ver forasteros como tú. Tras presentarte, te indican cuál es la cabaña de Einar, el jarl. Aunque tampoco es que pudieras perderte, teniendo en cuenta las pocas chozas que hay y el hecho de que dicha cabaña es el doble de grande que las demás.

Sin embargo, el tal Einar no se encuentra en casa cuando llegas. Una mujer, que se presenta como Ashe, te indica que te recibirá tan pronto vuelva de resolver unos asuntos, a las afueras del pueblo. Mientras, te pide que esperes en una de las cuatro mesas de madera maciza que hay en el salón principal del edificio, en la que ya hay otras cinco personas sentadas, y te sirve una jarra de cerveza. No tardas en calentarte junto a la chimenea, recuperándote del cansancio y el frío.

Sin embargo, no es Einar el que entra por la puerta, tras la espera, sino otro viajero más. Siete, en total, contando a los que estaban antes que tú. Ashe le explica lo mismo que a ti, que Einar volverá en un rato, y que mientras puede esperar en el salón. Adviertes que su actitud es de genuina incredulidad, e incluso alarma. Notas como os mira de reojo constantemente, y sale en un par de ocasiones del edificio para volver a entrar luego, aparentemente atareada. Sin embargo, no puedes dejar de notar que os vigila sin cesar, incluso aunque parezca que ya ha descartado, por vuestro comportamiento, que forméis parte de un mismo grupo. Su sorpresa, sin embargo, es algo esperable: Sultünge no parece un lugar habitual de paso, no deben de pasar muchos extraños por allí. Que siete aparezcan de repente, un día, de la nada, es algo que seguramente dará mucho de qué hablar.

Sea como sea, con todo el ajetreo no te ha dado tiempo a conocer a los otros viajeros, y apenas habéis conseguido cruzar un par de palabras. Sin embargo, te has podido forjar una ligera primera impresión de cada uno:

De los cinco que había antes que tú, el primero es un joven nórdico, ataviado con pieles, de aspecto fuerte y barba arreglada. Lleva el pelo largo, recogido en una coleta que le llega hasta la mitad de la espalda. Bajo las pieles distingues una cota de malla, y en su costado, dos espadas de aspecto soberbio.

La segunda es una mujer norteña, esbelta, pálida y con un porte regio a la par que sombrío. Es relativamente atractiva, en especial por su actitud distante y sus facciones delicadas. Habla de forma calmada y sus ojos parecen evaluarte a cada momento.

El tercero es un extranjero de piel azabache y pelo blanco, probablemente procedente de las tierras del sur. Su aspecto es elegante aunque serio, y desde el primer momento queda patente que su dominio del arkes no es el mejor, aunque se defiende más o menos bien. No deja de toser en ningún momento, por lo que deducís que su visita a estas frías tierras le ha dejado un buen catarro de regalo.

Los otros dos son una pareja bastante singular, sobre todo por lo diferentes que son el uno del otro. El primero es un norteño imponente, de más de dos metros de altura, que lleva a su espalda un inmenso mandoble. La segunda es una extranjera, de pelo castaño y sonrisa fácil, que lleva una espada fina en el costado. Al lado de la de su compañero, el arma casi parece un mondadientes. Parece que han venido juntos.

El último de los visitantes llega poco después de ti. Sus facciones son las de un norteño, pero su complexión es delgada y poco fornida, y su actitud amable y sonriente chocan con el estereotipo de goldariano al que estás acostumbrada.

Notas de juego

Te toca poner dos posts.

  1. El primero, opcional, para relatar tu llegada a Sultünge. Especifica si quieres el resto del viaje al pueblo, como fueron tus impresiones al llegar, quién te mandó a la casa del jarl, cuales fueron tus palabras de presentación, etc... Pero todo marcado como solo al director.
  2. El segundo, marcado para todos, es estando ya en el salón en el que te encuentras ahora mismo, después de que entre Einar. En este pon solo tus reacciones en el momento, para que los otros jugadores sepan cuanto menos de ti mejor, por ahora.

Espera, de todas maneras, a que ponga un post para todos, y luego ya tienes vía libre.

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07/07/2016, 01:16
Director

Llegas a Sultünge, el pueblo que se escondía bajo la columna de humo, cuando empieza a atardecer. Sus habitantes te reciben con miradas algo extrañadas, como si no estuvieran acostumbrados a ver forasteros como tú. Tras presentarte, te indican cuál es la cabaña de Einar, el jarl. Aunque tampoco es que pudieras perderte, teniendo en cuenta las pocas chozas que hay y el hecho de que dicha cabaña es el doble de grande que las demás.

Sin embargo, el tal Einar no se encuentra en casa cuando llegas. Una mujer, que se presenta como Ashe, te indica que te recibirá tan pronto vuelva de resolver unos asuntos, a las afueras del pueblo. Mientras, te pide que esperes en una de las cuatro mesas de madera maciza que hay en el salón principal del edificio, en la que ya hay otras seis personas sentadas, y te sirve una jarra de cerveza. No tardas en calentarte junto a la chimenea, recuperándote del cansancio y el frío.

Parece que todos allí sois viajeros. Adviertes que la actitud de Ashe es de genuina incredulidad, e incluso alarma. Notas como os mira de reojo constantemente, y sale en un par de ocasiones del edificio para volver a entrar luego, aparentemente atareada. Sin embargo, no puedes dejar de notar que os vigila sin cesar, incluso aunque parezca que ya ha descartado, por vuestro comportamiento, que forméis parte de un mismo grupo. Su sorpresa, sin embargo, es algo esperable: Sultünge no parece un lugar habitual de paso, no deben de pasar muchos extraños por allí. Que siete aparezcan de repente, un día, de la nada, es algo que seguramente dará mucho de qué hablar.

Sea como sea, con todo el ajetreo no te ha dado tiempo a conocer a los otros viajeros, y apenas habéis conseguido cruzar un par de palabras. Sin embargo, te has podido forjar una ligera primera impresión de cada uno:

El primero es un joven nórdico, ataviado con pieles, de aspecto fuerte y barba arreglada. Lleva el pelo largo, recogido en una coleta que le llega hasta la mitad de la espalda. Bajo las pieles distingues una cota de malla, y en su costado, dos espadas de aspecto soberbio.

La segunda es una mujer norteña, esbelta, pálida y con un porte regio a la par que sombrío. Es relativamente atractiva, en especial por su actitud distante y sus facciones delicadas. Habla de forma calmada y sus ojos parecen evaluarte a cada momento.

El tercero es un extranjero de piel azabache y pelo blanco, probablemente procedente de las tierras del sur. Su aspecto es elegante aunque serio, y desde el primer momento queda patente que su dominio del arkes no es el mejor, aunque se defiende más o menos bien. No deja de toser en ningún momento, por lo que deducís que su visita a estas frías tierras le ha dejado un buen catarro de regalo.

El cuarto y el quinto son una pareja bastante singular, sobre todo por lo diferentes que son el uno del otro. El primero es un norteño imponente, de más de dos metros de altura, que lleva a su espalda un inmenso mandoble. La segunda es una extranjera, de pelo castaño y sonrisa fácil, que lleva una espada fina en el costado. Al lado de la de su compañero, el arma casi parece un mondadientes. Parece que han venido juntos.

El sexto y último es un individuo cubierto en pieles, que lleva colgada de la cintura una maza de aspecto hosco y primitivo. Sin embargo, lo que no intimida el arma lo consigue el portador, pues su aspecto es fiero y amenazante, y su barba rojiza, la cresta de su cabello y su dura mirada le identifican como un guerrero de Goldar, alguien a quién temer como enemigo y respetar como aliado.

Notas de juego

Te toca poner dos posts.

  • El primero, opcional, para relatar tu llegada a Sultünge. Especifica si quieres el resto del viaje al pueblo, como fueron tus impresiones al llegar, quién te mandó a la casa del jarl, cuales fueron tus palabras de presentación, etc... Pero todo marcado como solo al director.
  • El segundo, marcado para todos, es estando ya en el salón en el que te encuentras ahora mismo, después de que entre Einar. En este pon solo tus reacciones en el momento, para que los otros jugadores sepan cuanto menos de ti mejor, por ahora.

Espera, de todas maneras, a que ponga un post para todos, y luego ya tienes vía libre.

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07/07/2016, 01:20
Einar

De repente, las puertas del edificio se abren de golpe, y dos figuras entran por el umbral, con paso firme y decidido. Uno de ellos es un hombre entrado en años, ataviado con una capa negra que le identifica como noble, y que porta una espada larga en su costado derecho. Su acompañante es un hombre feo con el rostro cubierto de cicatrices, que os dirige una mirada ceñuda nada más veros. Detrás de ellos dos entra Ashe, que cierra las puertas para evitar que el frío entre.

El hombre mayor os dirige una mirada, de reojo, mientras camina hacia la zona frontal del salón, en donde una imponente silla de madera descansa, en el centro de una tarima: La silla del jarl. Tras descolgar su espada y dejarla apoyada junto al respaldo de la silla, se sienta con total naturalidad y, por fin, se digna a hablar, aunque no sin antes clavar su mirada durante un instante en cada uno de vosotros.

-Bienvenidos. Mi nombre es Einar Morizung, y soy el líder de esta comunidad.

Ashe se sitúa a un lado de la tarima, algo apartada. Einar le dirige una mirada fugaz.

-Ashe me ha contado que sois todos viajeros, y que no tenéis relación entre vosotros. ¿Es eso cierto?

Notas de juego

Dejad a todos marcados, a menos que:

  • Pongáis un post de pensamientos o de trasfondo, que consideréis que solo es para vuestros ojos (y para el bienamado director, que soy omnisciente y omnipotente).
  • Tengáis una conversación privada con uno o más pjs o pnjs. El salón es lo suficientemente grande como para que, si habláis bajo y no hay nadie haciendo esfuerzos por escucharos, podáis tener cierta intimidad. Si, por ejemplo, Bedelia y Drunfo se sentaran en el extremo de una mesa y empezaran a hablar en tono bajo, podrían marcarse solo a ellos dos en los posts para que el resto no os enteréis de su conversación. Eso sí, si a mitad del post hacéis algo que todos pueden ver, como levantaros para coger algo o subir el volumen en una frase concreta, añadid un post para todos para que se enteren.

Aleh, ahí os suelto, tenéis luz verde. Pero comportaos.

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07/07/2016, 10:25
Saga Olrik

La norne había llegado con un aspecto lamentable que sugería que sus últimos días no habían sido especialmente agradables. Su rostro enrojecido mostraba algunos cortes aquí y allá, y sus labios habían sido severamente maltratados por el frío.

Sin embargo, tras saludar al norteño que ya estaba allí y presentarse formalmente, solicitó una palangana con agua donde lavarse la cara y las manos, quitándose los restos de sangre de los pequeños cortes que llevaba a la vista. También se humedeció el pelo, que era más bien una maraña indomable, y se colocó junto al fuego para cepillarlo con mimo y paciencia hasta que volvió a ser una cascada fina y cobriza. Aunque permanecía con cierto aire ausente, no dejó de saludar a cuantos extranjeros llegaron, dándose cuenta de que ella no era la nota más discordante en aquel festín de extraños.

Cuando el fuego le devolvió la temperatura, se deshizo de la ropa adicional que llevaba quedando vestida como una viajera más, con pieles y lana que aunque pertenecientes al norte, no eran habituales en Goldar. Después se sentó tan silenciosa como hasta entonces, dirigiendo breves miradas a los extraños que compartían su mesa, y sacó un pesado volumen que tenía aspecto de haber viajado tanto como ella. Sólo fue ante la entrada del jarl que decidió cerrar el libro con cuidado, siguiéndole con la mirada.

Fue la primera en levantarse, haciendo una reverencia respetuosa hacia el señor de aquellas tierras.

-Señor, permítame presentarle mis respetos darle las gracias por acogernos en su casa durante la espera. Mi nombre es Saga Olrik, y sólo puedo hablar por mí ya que es la primera vez que veo al resto de invitados. Soy viajera e intérprete, y vengo de las tierras del norte. Mi caravana fue asaltada ayer por unos indeseables, y mis compañeros asesinados o peor. Una mujer, Yngrid, me encontró esta mañana en el bosque y tuvo la amabilidad de guiarme a un lugar seguro: su hogar.

Dicho aquello, volvió a tomar asiento posando las manos sobre el volumen que había frente a ella.

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07/07/2016, 10:35
Thorir Espada de Hielo
Sólo para el director

Esta aldea es demasiado pequeña, no creo que tenga mucho poder por estos lares, de todas formas intentaré hablar con el Jarl. Intento pasar lo más desapercibido posible, aunque todos en la aldea me miran y murmuran cuando paso ante ellos. Me dirijo a un anciano que veo sentado en la puerta de lo que parecía su casa, - Bueno días señor, mi nombre es Thorir y busco al Jarl de Sultünge, ¿podría indicarme cúal es su residencia? -, el anciano me miró a los ojos, me mantenía la mirada firmemente y en sus ojos aún quedaba un destello de su juventud, quizás fue un guerrero, tenía esa mirada, pasaron unos segundos hasta que el anciano me respondió con voz serena y recia, -Aquel edificio- dijo señalando hacia el final de la "calle". El hombre se levantó y sin decir nada más se metió en su vivienda. Yo desmonté de mi caballo y me dirijí a pie hacia la casa del Jarl. Después de atar al caballo a un poste entré al "palacio" del Jarl, unos soldados me detuvieron y llamaron a una mujer, la cual parecía sorprendida, -Buenos días, soy Thorir Espada de Hielo y vengo en busca del Jarl para hablar con él, ¿podría pasar?, la mujer me miró de arriba a abajo y con un movimiento de cabeza me indicó que pasara. - Thorir, el Jarl se encuentra resolviendo unos asuntos a las afueras de la aldea, acudirá en cuanto le sea posible, mientras tanto puede esperar en este salón-, a lo que yo respondí, - Muchas gracias señora, esperaré aquí -

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07/07/2016, 10:38
Bedelia

Bedelia había llegado agotada hasta la aldea. Después de haber corrido un buen trecho estaban mucho más cerca de lo que creía, y justo cuando la nieve empezaba a calarle las botas consiguieron llegar. Sin embargo, lo que no se esperaba en absoluto era que les dirigieran directamente hasta la casa del jarl. 

Ashe les dio la bienvenida y les indicó que se sentaran. Bedelia lo hizo, observando aquella casa con curiosidad. Sin embargo, aún le llamaba más la atención la presencia de más extraños en la casa. ¿De qué manera podían haber llegado a juntarse cinco desconocidos en la aldea el mismo día y casi a la vez? Aún se sorprendió más cuando una sexta persona entró en la habitación, y poco después una séptima.

Ya había sido mucha casualidad encontrar a Drunfo por el camino, ¿pero aquello? ¿Qué significaba aquello? ¿Se le había pasado algo por alto? Quizás todas aquellas personas viajaban juntas, o tal vez el jarl las había convocado...

Con curiosidad, paseó la mirada por la sala, esperando encontrar algo distintivo que pudiera explicarle qué estaba pasando allí. Al no encontrarlo torció el gesto, decepcionada.

Entonces apareció un hombre llamado Einar, presentándose a si mismo como el líder de la comunidad, despejando una de sus dudas y creando otras tres mas. Allí ninguno se conocía, ni les conocían los habitantes de la aldea.

Bedelia frunció el ceño. Demasiada casualidad...

Notas de juego

La gnosis, bendito recurso literario.

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07/07/2016, 10:39
Bedelia

Después de la confusión inicial, uno de los invitados se levantó y presentó. Saga. Saga Olrik. Repitió mentalmente el nombre varias veces confiando recordarlo y escuchó su historia con curiosidad. Dedicó un instante a pensar en la mala suerte de la mujer y de sus compañeros asesinados. Después, ella misma se levantó, casi como un movimiento reflejo. No era norteña, no conocía bien las costumbres de Los Yermos, así que decidió repetir la reverencia de Saga para evitar ofender a nadie. Quedó algo torpe...

-Mi nombre es Bedelia, y al igual que Saga aquí sólo me conozco a mi misma. He llegado hasta la aldea junto a Drunfo-Miró a su compañero de mesa para dejar claro a quién se refería.-pero sólo porque nuestros caminos se han juntado caprichosamente. Confío en poder compensaros la hospitalidad mostrada.

Inclinando la cabeza, volvió a sentarse, dio un pequeño trago a su cerveza y dejó el turno de palabra a otro. Se había presentado en perfecto Arkes pero el acento resaltaba su origen sureño.

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07/07/2016, 12:05
Einar

Einar responde a Saga, cuando esta se incorpora.

-Lamento vuestra pérdida. No es muy frecuente toparse con bandidos en estos lares, pero corren tiempos difíciles. En cuanto a Yngrid, confío en que no le haya asustado. Es una persona... Reseñable, por decirlo así.

Acto seguido escucha a Bedelia, y responde a su vez.

-Y yo confió en que nuestra comida y techo sean de vuestro agrado. No es algo frecuente encontrarse con forasteros como vos por estas tierras, por lo que no dudo de que vuestra historia será algo digno de contar. Aunque, por lo que veo, últimamente el número de extranjeros empieza a aumentar...

Su mirada se dirige a Add Maddow durante un instante.

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07/07/2016, 14:09
Drunfo Ulfrym

Al llegar a la aldea Drunfo notó que Bedelia estaba realmente cansada. Entre un sentimiento de culpa, por haber forzado a su compañero a tal travesía y otro de orgullo por poder seguir desenvolviéndose gracilmente entre estas tierras le palmea la espalda a Bedelia en señal de respeto.

Les atiende una mujer llamada Asha y rapidamente les dirige a la casa del Jarl, algo común. Pero hay algo en el ambiente del pueblo que no le gusta de Drunfo, demasiado ajetreado...

Al entrar en el salón del Jarl y ver a los otros tres viajeros Drunfo se inquieta mucho. No le gusta nada la presencia de esas personas y a partir de entonces no dice una sola palabra, solamente examina con mucha cautela a todos los extraños.

En el momento en el que entra el séptimo "viajero" Drunfo piensa para si "Demasiados guerreros en esta sala..."

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07/07/2016, 14:17
Drunfo Ulfrym

Desde el momento en el que siete son las personas en aquella sala, Drunfo tiene bastante clara la posibilidad de que sean un grupo de mercenarios que están en su busca. Puede que no sea así, pero la experiencia le ha enseñado que no puede arriesgarse a pensar bien. No se fía de nadie, ni siquiera de Bedelia. 

Drunfo está totalmente alerta, no pierde de vista sus pertenencias, no comerá ni beberá nada que no haya traído consigo y en cuanto pueda se largará de esa aldea lo más sigiloso posible.

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07/07/2016, 14:21
Drunfo Ulfrym

A la llegada del jarl primero se puso en pie una mujer, narró como su carruaje fue asaltado. A continuación fue Bedelia que imitando las formas de la primera mujer se presentó e hizo alusión a Drunfo lo que ocasionó que por consiguiente le tocaba a él presentarse.

En medio de la respuesta del jarl a Bedelia, Drunfo se puso en pie, de forma algo brusca y destacando en la sala, lo que ocasionó que el jarl se detuviese un momento mirándole. Drunfo le hizo un gesto para que continuase y cuando este terminó de hablar Drunfo pronunció las primeras palabras desde que habia entrado en aquella sala:

-Mi nombre es Drunfo, y como bien Bedelia ha dicho nos hemos encontrado en el camino. Me siento agradecido de su hospitalidad y me ofrezco para ayudarle en cualquier tarea que la aldea necesite.

Sopesó durante unos instantes y luego continuó:

-Decidme, ¿A que clan pertenece la aldea de Sultünge?

Mientras decía estas palabras, Drunfo no dejó en ningún momento de observar los rostros de sus compañeros de mesa. Aguardó la respuesta del jarl y se sentó.

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07/07/2016, 15:38
Thorir Espada de Hielo

Permanecí callado, observando y analizando a todos aquellos viajeros, había un par de damas y el resto unos guerreros que parecían luchos en el arte de la Guerra, pensé, no serían malos para un futuro. Al cabo de unos minutos y escuchar algunas presentaciones me dirigí hacia el Jarl y situándome delante de él me presenté. - Saludos señor, mi nombre es Thorir y viajo por los Yelmos Gélidos en busca de unos viejos amigos. Respecto al resto de personas aquí presentes no las conozco con anterioridad, por todo ello decirle que quedo a su disposición mientras permanezca en su aldea - me​ alejo del lugar, siempre mirando a los ojos del Jarl, tras unos pasos me vuelvo a donde estaba inicialmente y continuo examinando toda la escena, gentes, la habitación en sí, y sobretodo, busco algo que se asemeje a un escudo de armas o algo que lo identifique con algún clan conocido.

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07/07/2016, 16:26
Einar

Einar se toma unos segundos para responder a Drunfo, segundos en los que penetra a este con la mirada, evaluándole.

-Somos leales al clan Baldisung.

No le dirige más palabra que esas. Ante la presentación de Thorir, se limita a asentir como única respuesta.

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07/07/2016, 16:30
Recuerdos

No dejas de darle vueltas al nombre de Drunfo... ¿De qué te suena?

"Drunfo, de la familia Ulfrym"

Sí, recuerdas ese nombre. Lo has oído en más de una ocasión, mencionado con desprecio por tus antiguos compañeros de clan. Un fugitivo, que asesinó, junto a su familia, a un consejero del clan, y escapó del ritual de las Diez Espadas...

¿Podría ser el mismo, o es una coincidencia? Drunfo no es un nombre muy común...

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Memorizar Thorir

Tirada: 1d100

Dificultad: 20+

Resultado: 93(-25)=68 (Exito)

Tirada oculta

Motivo: Memorizar Thorir Abierta

Tirada: 1d100

Dificultad: 20+

Resultado: 55(+68)=123 (Exito)

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07/07/2016, 17:34
Recuerdos

Thorir...

¿Dónde has oído ese nombre antes?

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Memorizar Drunfo

Tirada: 1d100

Dificultad: 20+

Resultado: 84(-30)=54 (Exito)