Partida Rol por web

Nieve y Hambre, capítulo 1: La silueta entre los árboles

F1 (Saga) - Llamas y Escarcha

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26/08/2016, 00:30
Recuerdos

Incluso ahí, en medio de la noche y la nieve, tantos años después, el brillo rojizo te hace recordar aquella vez que viste por primera vez a los zinner.

Tu mirada, fija en las llamas, sigue con atención los movimientos de aquella quimera, algo más que un simple hombre, capaz de realizar proezas con sus antorchas. El olor a caramelo, fuego y sudor inunda tus fosas nasales, un olor tan empalagoso y dulzón como hipnótico y atrayente. El grupo de curiosos que se apiña alrededor del mago, pues no puedes describirlo con otra palabra, te empuja hacia atrás y hace que apenas si puedas captar retazos de imágenes desconectadas entre sí: El mago lanza una antorcha al aire, y recoge otra retorciendo el brazo a sus espaldas. El mago se lleva una antorcha a la boca, y traga el fuego hasta la garganta. El mago dibuja círculos de fuego en el aire a su alrededor, como si trazara los símbolos de un hechizo olvidado. La gente aplaude, murmura y ahoga gritos de sorpresa, angustia o deleite. Con los ojos como platos, observas la escena, hipnotizada.

Andrel no te mintió, pues. La pregunta obvia de una niña ignorante ante la noticia de que un grupo de zinner se había asentado temporalmente cerca de un pueblo cercano había recibido una respuesta burlona e impaciente: "¿Cómo que qué son los zinner, cabezahueca? Los nómadas. Vienen de Moth, casi siempre. Pregunta a ver si pueden llevarte con ellos". El comentario de una madre resulta más dulce, pero menos atrayente: "No son gente de fiar, Saga. No suelen ser buena idea mezclarse con ellos". Ni siquiera la curiosidad de una niña sirve para ablandarla: No puedes ir, y punto. Pero las historias de inventos de tierras lejanas y acróbatas que realizan movimientos imposibles son para la niñez como la miel para las moscas. Ella cree que, tras terminar las tareas, has ido a casa de un amigo, que vive a veinte minutos de la posada. Y aquí estás tú.

La música salpica tus oídos con notas alegres, notas de baile que animan a unas cercanas siluetas danzarinas, siluetas que desprenden sombras y claros alrededor de una hoguera. Al otro lado del claro, cerca de una caravana de madera, un hombre sostiene sobre su cabeza un banco de madera, en el que dos muchachas del pueblo, que no dejan de reír con nerviosismo, se encuentran sentadas. En otros cuatro o cinco puntos, distintos espectáculos paralelos atraen la atención de otros corros, y varias personas cruzan por el centro del claro, sin prestar atención a ninguno en particular, simplemente disfrutando del ambiente festivo o charlando con alguno de los nómadas. Pareciera que todas las gentes de la zona han acudido a ver los espectáculos de aquel pintoresco pueblo errante. Sin embargo, tú solo tienes ojos para el mago.

Entonces logras colarte por un hueco entre dos personas, y recuperas el contacto visual con aquella muestra de hazañas imposibles. El tipo está terminando de hacer malabares con tres palos ardientes cuando su mirada se cruza con la tuya. Te dedica una sonrisa, y luego atrapa las tres antorchas, a la vez, con un ligero golpe de manos. Su reverencia, el punto y final de la actuación, arranca una nueva oleada de aplausos.

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26/08/2016, 16:11
Saga Olrik

Saga vivía entre lo extraño. Había escuchado idiomas singulares, visto a hombres y mujeres de ojos rasgados y pieles tostadas, lavado ropas de texturas que jamás habría podido imaginar. A veces, cuando todavía vivía, se sentaba en las rodillas de su abuelo y le escuchaba formular historias para cada extraño que cruzaba la puerta de la posada en un dialecto ya olvidado en su memoria.

Sabía que cada viajero era diferente y ocultaba bajo la capa anécdotas sin igual, pero los había que parecían envueltos en una neblina que desdibujaba su figura, rodeándoles con un sensual aura de misterio que incitaba a la curiosidad de los menos precavidos.

Pero aquello, nunca había visto nada como aquello.

Eran lenguas de rubíes y ambarina que danzaban en el aire como si fuesen olas enfurecidas. Un destello de cientos de diamantes que dejaban tras de sí una estela tan efímera como los sueños, siempre perdiéndose en la oscuridad de la noche.

Zinners. Zinners que habían salido de las entrañas de Moth arrastrando la magia con ellos la magia prohibida que se ocultaba entre el fango y las leyendas ya olvidadas. No podía dejar atrás la advertencia de su madre, que resonaba con el zumbido de una avispa en su oído, pero aquel… mago…

Se hizo paso entre la multitud casi como intentando alcanzar un sueño antes de que se desvaneciese al amanecer. Y lo logró justo para vislumbrar sus ojos, su torcida sonrisa y el cierre que terminó en un doloroso estruendo de aplausos. Volvió la cabeza cejijunta hacia los adultos, enfadada por alguna razón que escapaba a su conciencia. Sólo quería sentarse allí durante horas contemplando la magia de fuego, igual que sentarse bajo el brillante sol de primavera.

Notas de juego

Me ha recordado a la primera parte de esta canción. Creo que le pega muchísimo (al menos en mi mente)

https://www.youtube.com/watch?v=QT9FovJxMQg

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26/08/2016, 17:25
Recuerdos

Los ojos de una niña piden más, en silencio, como un viajero sediento que pide agua en medio de un paraje desértico. Pero la función ha terminado, y la gente empieza a dispersarse. Nadie se acerca a ese creador de maravillas, que parece infundir tanto respeto como miedo. El chico, pues no debe superar la veintena, demuestra estar acostumbrado a este halo de misterio, pues no acusa el hecho de que, tras la oleada de atención al conjurar sus hechizos, la escena dé paso a una reencontrada soledad en la que el único sonido que le acompaña es el murmullo de los espectadores, que siguen lanzándole miradas de reojo mientras rememoran el espectáculo que acaban de presenciar. Sin perder la sonrisa, se gira y, con movimientos diestros, coloca las tres antorchas sobre unos palos altos que, clavados en el suelo, sirven para aportar algo más de luz al onírico claro de luna en el que se asienta aquella feria de maravillas.

A sus pies, un cuenco de cerámica en el que ya reposan algunas monedas relucientes, las pocas que los pobres pueblerinos pueden y quieren permitirse donar a cambio de lo que sus ojos han podido contemplar. Suficientes, quizás, para que el mago no pierda su sonrisa.

O puede que esa misma sonrisa sea otro hechizo.

Notas de juego

Advertencia: Este flashback es tan libre como el resto de la partida. Que Saga haga lo que te apetezca (hablar con el malabarista, ir a ver otros puestos, pirarse de la feria, robar, etc...). Obviamente, yo tengo algo en mente, que prefiero ir revelando poco a poco porque soy un amante del drama, pero si tengo que forzar algo para llevarte por donde quiero ya lo forzaré, avisándote previamente. Pero vamos, que no creas que por ser un flashback tienes que sacrificar el libre albedrío del pj, ni mucho menos. De hecho, la propia esencia del flashback, que implica justamente ahondar en la historia de TU pj, me lleva a proponerte que, si en algún momento te apetece saltarte la línea y hacer un poco de máster, añadiendo detalles o lanzando encuentros al aire, siéntete libre de hacerlo. En esta escena, los dos podemos ser directores. Por esa misma regla, si en algún momento quiero tomarme alguna licencia (que me las intentaré tomar) y no te acaba de convencer, siéntete libre de soltar un "no, así no ocurrió", y se editan los posts que hagan falta.

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26/08/2016, 17:44
Saga Olrik

Su abuelo solía hablarle del valor de la tradición, de como él se había ganado la vida a través del conocimiento y la música. Decía que sin leyendas, el mundo perecería en el olvido, igual que había ocurrido con el gran reino de Holst. Y no era culpa de nadie salvo de aquellos que habían decidido enterrar la vieja gloria de un gran imperio. Por eso en la posada, cuando él vivía, cualquier escalda, bardo o titiritero tenía siempre un plato de sopa caliente y un lecho donde reposar, aunque fuese en el establo.

Después vino el gran invierno, uno tan frío como nadie recordaba, repetían los más ancianos, y se lo llevó. Y los artistas ya nunca más tuvieron un plato caliente y un lecho en el que descansar... sin la plata correspondiente.

-Mi madre dice que no sois gente de fiar, los zinner -comentó cuando estuvo a la altura del mago, sin ápice de crítica. Mientras, aflojaba el cordón de una pulsera de huesos y adornos en bronce-. Pero Kort siempre decía que hay que valorar los que otros sabes hacer mejor que tú. Me gusta tu magia.

Dicho aquello, sintiéndose orgullosa por aquella gran determinación, soltó la pulsera en el cuenco y se quedó frente a él, los ojos muy fijos y la barbilla alta como si quisiese demostrar que no le daba miedo afrontar a extraños.

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27/08/2016, 01:00
Recuerdos

El joven se agacha para ponerse a tu altura, y observa, siempre con su sonrisa inmutable, como dejas caer la pulsera en el cuenco. Luego asiente con la cabeza enérgicamente, entrecerrando los ojos hasta que su rostro no parece más que una máscara burlona, de esas que aparecen dibujadas en algunos libros de leyendas.

-Buenos consejos. Los dos, pero en especial el de tu madre. No puede fiarse uno de la gente que viaja -Baja la voz, hasta que esta no es más que un susurro-. Y mucho menos de la gente que juega con fuego.

Antes de que puedas decir nada, atrae el cuenco hacia sí y ladea la cabeza.

-Y, sin embargo, ya que estamos aquí... ¿Puedo contarte un secreto?

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27/08/2016, 01:21
Saga Olrik

-Puedes. Pero yo no me hago cargo si después ya no es un secreto... -confesó Saga entre susurros fijándo los ojos en los del zinner-. Tú mismo has dicho que no eres de fiar.

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27/08/2016, 09:58
Recuerdos

El zinner suelta una exclamación de victoria, y vuelve a alzar la voz con un tono divertido. Su aliento huele a ceniza y miel, y encierra una nota dulzona que no acabas de identificar.

-¡Chica lista! ¡Desconfía de mí, bien! Cada una de mis palabras es una mentira bien escogida. Sobre todo las primeras que te he dicho. Pero... ¡Basta! Estoy yéndome de nuevo por las ramas. He aquí el secreto.

Baja de nuevo la voz, y empieza a remover el cuenco de monedas con sus manos.

-Lo que yo hago -Dice, en tono confidencial-. Tiene una pizca de magia, pero cualquiera puede hacerlo. Juegos de sombras y habilidad, espolvoreados con algo de polvo de duende. Nada ante lo que una chica despierta como tú deba sorprenderse. Esto, sin embargo -Alza la pulsera que acabas de entregarle, y la sitúa frente a su nariz-, es la argamasa con la que se construyen los sueños. Y no puedo aceptar un pago así sin dar algo a cambio, ¿cierto?

Un movimiento de mano, y la pulsera ha desaparecido, quizás en uno de los bolsillos ocultos de su chaqueta. O puede que lo haya fundido con el aire, lo cuál sería igualmente sorprendente. Acto seguido se descuelga algo de la oreja y, atrapando tu mano con igual agilidad, sitúa algo frío en ella. Al observar el objeto de cerca, descubres un pendiente metálico.

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27/08/2016, 17:36
Saga Olrik

La chiquilla entrecerró los ojos, tan confusa como molesta. ¿Quería decir que los consejos de los adultos no eran buenos? ¿O que el mejor consejo era el de su abuelo? Y entre dudas, mientras él seguía hablando con significados ocultos, Saga llegó a la conclusión de que probablemente no había sido muy buena idea escaparse a la caravana. Aunque, por otro lado, aquel hombre era la persona más irritantemente fascinante que había conocido nunca.

Se cruzó de brazos, observando al titiritero hasta que este le robó la mano depositando en ella otra pizca de misterio.

Saga observó el obsequio con cautela, dejando que la emoción y el miedo se mezclasen en su barriga formando un hormigueo difícil de describir. Le habían enseñado a no aceptar cosas de extraños. Además, ella no tenía agujeros en las orejas como otros norteños; le daban miedo las agujas de hueso. Pero era bonito, y también extraño. Pero más extraño era aquel hombre cuya sonrisa parecía tan imborrable como el recuerdo de un sol brillante.

Y tenía una pregunta antes de decidir si lo devolvía o no.

-¿Por qué hablas tan raro? ¿Tienes miedo a que sepan quién eres? -inquirió con la absoluta indiscreción que sólo la lengua de un niño puede esgrimir con gracia.

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27/08/2016, 17:58
Recuerdos

El hombre suelta una carcajada cantarina.
-¿Qué pregunta es esa? Hablo raro porque soy raro. O eso dicen.

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27/08/2016, 18:02
Saga Olrik

Saga se cruzó de brazos, claramente ofendida.

-Eso no responde a mi pregunta: yo también soy rara y hablo que se me entiende. Son más trabalenguas, señor mago del fuego. Y no le estoy preguntando a los demás, le estoy preguntando a usted.

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28/08/2016, 01:19
Recuerdos

-Bien está, entonces respondo yo: Somos dos tipos distintos de raros. Pero eso tampoco te vale, ¿no? No, tú quieres la verdad. Y la verdad es que, hace mucho tiempo, me enamoré del rocío, de las nubes y de la llama -Se lleva las manos al pecho, en un gesto dramático-. Son amantes celosas, y cada una habla en un lenguaje distinto. Al final, de hablar tantos dialectos, mi cabeza ha acabado por confundirlos. A estas alturas ya no sé si hablo en verso o en reverso.

Se incorpora, y deja de mirarte para alzar la vista al cielo.

-Te regalo una nueva mentira, y no te cobro nada por ella así que presta atención: Los que persiguen la luna acaban por convertirse en lunáticos.

Notas de juego

Si vas a atacarle con el pendiente, tienes un daño final de 15

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28/08/2016, 10:15
Saga Olrik

'Reverso'

La niña esbozó una sonrisa que terminó en risueña carcajada, como si acabase de comprender las reglas ocultas de aquel misterioso juego.

-Está bien, lo acepto -dijo mientras pinzaba el pendiente en la parte interior de su capa-. Me caes bien. Y procuraré hacer más caso a mi abuelo.

Notas de juego

Atacarle por qué?

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28/08/2016, 23:06
Recuerdos

-Hazte caso a ti misma. Con eso ya tienes suficiente.

Te guiña un ojo.

-Antes de que te vayas -No recuerdas haberle dicho que te vayas a ir-, una última advertencia: Eso que te he regalado puede ser lo que tu quieras, pero también es una llave. Tú decides si quieres descubrir lo que abre. Si la curiosidad puede más que la prudencia, ve allí -Señala a la hoguera, en donde algunos adultos siguen bailando a la luz de las llamas-, y busca lágrimas de luna.

Notas de juego

Por brasas (ba-dum-tsss)

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29/08/2016, 13:37
Saga Olrik

Saga observó el broche y después el fuego que danzaba al son de la música, crepitando en vivo color rojo. Alternó su mirada entre el mago y su destino, o lo que creía ser su destino, sin saber muy bien qué hacer. No quería preguntar y parecer tonta, y a la vez tenía la sensación de que pedir más información iba a ser algo inútil. ¿Se refería al agua? ¿A gotas de plata? ¿Algún tipo de flor? ¿Y qué quería decir con que podía ser lo que quisiera? ¿Podía pedir una espada mejor que la que habían forjado para Andrel? ¿O sería mejor buscar la puerta de aquella llave?

Parecía seriamente confusa y frustrada por las palabras del zinner. Si su intención era confundirla lo había conseguido muy bien, decidió Saga. Después volvió sus ojos nublados hacia el cielo en busca de una luna triste y llorosa, como si fuese a ser tan obvio, y con las mismas echó a caminar hacia la hoguera esforzándose por pisar con fuerza y decisión.

Notas de juego

Saga se acerca, curiosea, y si no hay nada que llame su atención creo que se unirá a bailar


...

Deberían quitarte la licencia de Master.

 

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29/08/2016, 15:49
Recuerdos

-Ha sido un placer conocerte, pequeña.

El hombre hace una reverencia, luego queda atrás. Al llegar a la hoguera, la luz de las llamas te deslumbra. Pero ahí no hay nada: Ni lágrimas ni luna. Miras atrás, confusa, pero el mago ya ha desaparecido. Sin embargo, apenas si tienes tiempo de arrepentirte de tu decisión: Una chica, riendo, se acerca a ti y, tras decirte algo que no acabas de entender, coge tus manos y te arrastra al baile. La música llena tus oídos, y pronto las palabras del malabarista quedan relegadas a un segundo plano. La energía puede palparse en el ambiente, y la alegría con la que esas almas errantes desafían a los propios cielos es casi visible mientras, con sus bailes y risas, trazan formas incomprensibles alrededor de aquel bullicio luminoso que es la hoguera.

¿Cuántos minutos llevas allí? Quizás son horas, o años. O puede que solo unos segundos. La canción cambia, y los compañeros de baile también. Como un hechizo hipnótico, aquel círculo de hadas parece atraparte en su seno, y no te deja marchar. Arriba, cientos de estrellas contemplan vuestra descarada afrenta a su fría majestuosidad. ¡Que brillen allá arriba! La única estrella que importa aquí abajo es la que surge de los leños.

Tropiezas. A veces pasa, cuando la música acelera. Un chico joven, posiblemente tres o cuatro años mayor que tú, te ayuda a levantarte con una sonrisa. Sin embargo, al ir a darle la mano, notas algo extraño: Tu brazo está blanco. Miras abajo, y descubres la causa: El trozo de suelo en el que te has caído está lleno de cenizas blancas. Posiblemente alguien le habrá dado una patada sin querer a las brasas que se ocultan bajo las llamas, haciendo que estas vomiten una nube de polvo y astillas negras. El resultado, ahí en el suelo, casi pareciera puesto aposta por algún duende maligno que supiera de tu caída de antemano.

El chico te ayuda a limpiarte, riendo.

-Qué mala suerte.

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29/08/2016, 18:11
Saga Olrik

-¿Ceniza...?

Ni dio las gracias por la ayuda, ensimismada mirándose la mano gris y el suelo tiznado del polvillo que desprendía la hoguera. Lo de los modales le llegaría mucho más tarde.

¿Sería eso, ceniza? Pero no podía ponerse a revolver alrededor de la hoguera con toda la gente bailando, y menos acercarse a las brasas. Aquel fuego tardaría mucho en extinguirse y no las tenía todas consigo en eso de que la ceniza fuese las lágrimas de luna. A no ser que la luna no fuese luna sino fuego, o que...

-¡Bah! Estúpido acertijo. -Pateó la tierra en un vano intento de hacerle pagar su frustración a algo. Ya no se sentía jovial ni alegre, y casi podía escuchar la voz de Andrel burlándose de ella por haberse creído los cuentos bobos de un extraño-. Que tontería.

Pensó en tirar el pendiente, aunque era una pieza bonita que de verdad le gustaba. Y explicaba por qué ya no tenía la pulsera que le había hecho su hermana. Aunque también relataba su incapacidad para resolver misterios.

Notas de juego

Saga frustrada, tho

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29/08/2016, 18:53
Recuerdos

Al patear la tierra, la ceniza que hay bajo tus pies se esparce en todas las direcciones, como si quisiera corear tu indignación. Entonces tu mirada se detiene, metros más adelante, en otro punto blanco. Menos iluminado, al estar más alejado de la hoguera, pero igualmente sospechoso: Otro montón de cenizas blancas. Y, más allá, otro.

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31/08/2016, 13:40
Saga Olrik

Abrió los ojos como platos. ¡Era eso! ¡Eran los montones! O al menos eso creía.

Tras los primeros segundo de estupor salió corriendo esquivando a los bailarines siguiendo el camino a la luna... O a donde fuera.

Notas de juego

Perdona por la brevedad pero estoy de curro hasta arriba. Pero tampoco quiero paralizar esto.

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31/08/2016, 17:26
Recuerdos

Los montones te llevan a lo largo de todo el campamento zinner, hasta un hueco entre dos casetas. Allí, el camino acaba bruscamente, y solo te recibe la oscuridad. Cuando tus ojos se acostumbran a la luz, y antes de que la frustración regrese, distingues una silueta perfilándose entre las sombras: Una vieja tienda, que en su momento debió de ser colorida aunque el paso del tiempo haya acabado por hacer estragos en la pintura, dándole un aspecto triste y abandonado. Aunque en un primer momento no lo ves, tras entornar la vista descubres un tenue resplandor, casi un reflejo, que sale de su interior.

Tu subconsciente manda un enigmático mensaje, sin venir a cuento, sobre algún viejo refrán que oíste hace mucho tiempo relacionado con un gato. Por desgracia, no recuerdas nada más sobre dicho refrán. Tampoco tienes muy claro porque has pensado en un recuerdo así en una situación como esta. Sea como sea, la tienda dista mucho de parecer acogedora. Su aspecto no invita, pero tras rebuscar por la zona, no encuentras ningún montón más. Así que es eso o desechar tu búsqueda.

Notas de juego

En lo que a mí respecta, esto se puede quedar paralizado hasta el 2017, si es necesario, así que tómatelo con calma. Al fin y al cabo, es un flashback, podemos ir al ritmo que te de la gana.

En la otra escena, te diría que sí intentes mantener el ritmo... Pero seamos francos, eres de las jugadoras más activas. Dudo mucho que tu ritmo bajo vaya a retrasar el ritmo alto de otros jugadores. Exceptuando quizás a Edward... Pero bueno, que se espere. Si hace falta pausar la partida unos días hasta que tengas un rato para postear alguna semana complicada, se para.

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06/09/2016, 01:31
Saga Olrik

La niña se quedó expectante, como quien contempla por primera vez la abrumadora oscuridad del vacío. Eran fuerzas contradictorias las que tiraban de su estómago, voces traídas del recuerdo o quizá desde mucho más lejos, diciéndole que diese un paso adelante; que diese un paso atrás.

Y entonces cayó, como si hubiese sido un jarro de agua fría, en que estaba sola en un lugar desconocido, con gente extraña que hablaba en rimas y jugaba con fuego, sin haber avisado a nadie. Un repentino escalofrío la cogió por sorpresa, devolviéndole el escaso hilo de cordura que todavía mantenía. Tras mirar el pendiente, o lo que quiera que fuese aquello, decidió que no tenía por qué ser tan valiente ni demostrarle nada a nadie. Nadie sabía que estaba allí ni que no había llegado al final del camino de lágrimas de luna.