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Nieve y Hambre, capítulo 1: La silueta entre los árboles

F5 (Thorir) - Los tres consejos

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18/12/2016, 11:13
Recuerdos

-Thorir.

Oyes tu respiración, pesada, constante, profunda.

Alzas tu mano, observando las perlas de color escarlata que caen hacia el suelo tras recorrer caóticos cauces por los surcos de tu piel. El tacto, caliente y pringoso, no es nuevo. Tampoco lo es el olor dulzón, metálico, que te rodea. Pero esta vez la intensidad es mayor, y las señales de la muerte te inundan, te rodean, desbordándote como un mar desatado que entrara en un valle desprotegido durante el deshielo.

Y mientras, tu respiración es lo único que se oye.

-Thorir.

Una mano se posa sobre tu hombro, el hechizo se rompe. El rostro de Hakon aparece frente a ti, devolviéndote a la realidad. Tu padre, al igual que tú, está cubierto de sangre, pero a diferencia de ti, su mirada es firme y segura. Parece estar justo donde tiene que estar. Tú, en cambio, eres solo un forastero en una nueva tierra, desconocida y hostil. Todos los guerreros lo son, la primera vez.

-Ya está. Venga, sígueme.

No queda claro si es una orden, una petición o un consejo. Se gira y empieza a caminar, y tú le sigues de forma automática, todavía sumido a medias en aquel sopor. Atrás queda el cuerpo de tu última víctima, la persona cuya sangre todavía gotea por tu espada. Mientras limpias el filo, tu cabeza recuerda los últimos segundos, sus primero desafiantes, luego suplicantes, el tacto de tu arma entrando en sus entrañas, el sonido de su garganta intentando recuperar el aire entre los torrentes de sangre, su vida escapándose bajo tu mirada. No es el único que has matado, pero curiosamente, es el que mejor recuerdas. Y no solo por ser el último. Cuando la adrenalina abandona el cuerpo, el horror de lo que uno ha hecho, el horror del interior, sale a flote y le devuelve la mirada a uno, le adentra en la oscuridad, le ofrece un reflejo de su rostro, y entonces uno no se reconoce, no entiende lo que ve, no le gusta. La eterna condena del guerrero es morir cada vez que mata, reviviendo un segundo más tarde para convertirse en un nuevo ser, más oscuro, más implacable, más inhumano. Suficientes muertes, y nada quedará de aquel aprendiz imberbe que sujetaba una espada por primera vez. Suficientes muertes, y ni siquiera aquellos más cercanos a él serán capaces de reconocerle. Esa es la condena del guerrero.

-Tranquilo, hijo mío. Todos hemos pasado por eso.

A vuestro alrededor, los hombres de tu padre, tus compañeros y hermanos, rematan a los moribundos sin pensárselo dos veces. Recorriendo el campo de batalla, buscan a aquellos que todavía respiran, a aquellos que se remueven entre el dolor, a aquellos que les devuelven la mirada. Algunos claman por piedad, los más cobardes, que son ajusticiados sin miramientos. Otros se limitan a recibir a la muerte con honor, devolviendo la mirada y colocando su arma apoyada en el pecho. La mayoría, sin embargo, se limita a cerrar los ojos y a esperar lo inevitable. De vez en cuando, el lamento de alguno de los vuestros. A ellos, a los aliados, les espera un destino más esperanzador. Muchos sobrevivirán, curarán sus heridas, verán un nuevo día. Otros, sin embargo, morirán esa misma noche. Algunos ya están muertos.

No ha sido una batalla bonita.

Ninguna lo es, en realidad.

-Ha sido tu primera batalla, pero habrá más -Tu padre camina entre sus hombres, devolviendo sus miradas con firmeza, asintiendo para darles fuerzas, incluso permitiéndose el lujo de sonreír triunfal de vez en cuando. Mientras, sigue hablándote, sin mirarte pero consciente de que le sigues-. Tendrás que aprender a devolver la mirada a la muerte, a hacerte uno con la guerra. Eso es algo que solo viene con la edad, con la experiencia. La cruda realidad es que uno nunca llega a acostumbrarse. Algunos hombres sí... Pero esos hombres son los verdaderos monstruos. Los grandes hombres solo aprenden a fingirlo. Recuerda esto, Thorir. Recuerda ese sentimiento que te embriaga. Nunca llegarás a desearlo, pero será tu compañero en muchas ocasiones. Tendrás que aprender a vivir con él.

Se detiene en una zona algo más despejada, ligeramente separada del epicentro de lo que fue la batalla, en la que, por tanto, no hay apenas cadáveres. Se gira y te ofrece una sonrisa amable.

-Aun así, lo has hecho muy bien. Estoy muy orgulloso de ti, hijo mío.

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18/12/2016, 15:02
Thorir Espada de Hielo

La cabeza de Thorir era un hervidero de pensamientos, un caos, por un lado estaba orgulloso, había demostrado al Clan su valía en combate y su padre estaba orgulloso de él, pero por otro lado estaban aquellos ojos, aquellos ojos de aquel hombre que él había cerrado para la eternidad. 

Caminaba detrás de su padre, con la mirada perdida, pero sereno, escuchaba lo que su padre le transmitía y de vez en cuando volvía la cabeza para mirar al resto de los hombres, algunos sonreían y festejaban su victoria, otros simplemente se limitaban a limpiar sus armas. 

Cuando llegaron hasta aquel lugar apartado, Thorir le devolvió la mirada a su padre y esbozó una pequeña sonrisa, -Gracias Padre - contestó y dirigiendo la mirada hacia el campo de batalla dijo, -Estoy bien, de veras, es solo cansancio, ha sido una batalla muy dura- volvió a mirar a su padre, -¿Qué haremos ahora?

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20/12/2016, 01:28
Recuerdos

-¿Ahora? -La sonrisa de tu padre se ensancha más aún-. Ahora guardamos las armas, y esperamos. Que esos bastardos del clan Yngling se laman las heridas y vuelvan a sus tierras. Podríamos perseguirles, claro que sí. Han llegado a las puertas de nuestro hogar, han intentado arrebatarnos lo que es nuestro. La venganza sería justificada, ¿No crees?

Se aparta y se cruza de brazos, con una actitud serena y casi sosegada que casi parece fuera de lugar en un contexto tan fúnebre como solo puede ser el resultado de una batalla.

-No, claro que no -Dice, sin esperar tu respuesta-. Sé que tu eres más listo que eso. El clan Yngling es mucho más grande que el nuestro, enfrentarnos a ellos de forma abierta sería arriesgarnos a la extinción. Si lo dejamos así, ese niñato de Endoer tendrá que volver a casa con el rabo entre las piernas, en donde tendrá que explicar a los jefes del clan, con más poder y tierras que él, como es posible que haya iniciado una incursión contra un clan inferior al suyo, sin contar con el apoyo del resto del clan, y el único resultado sea una derrota humillante contra un enemigo en inferioridad numérica. Los Yngling nos dejarán en paz, Endoer recibirá su castigo, y nosotros podremos reforzar nuestra posición, algo que se ha vuelto prioritario teniendo en cuenta la tensión con los Solvgilftanden.

Al decir el nombre de vuestros eternos rivales, su mirada se ensombrece, pero rápidamente despeja aquel fantasma de su rostro y continúa con su exposición.

-Si decidiéramos vengarnos, sin embargo, la cosa cambiaría. El clan Yngling empezaría a vernos como un posible enemigo molesto, como una amenaza, y quizás movilizaría a varias de sus aldeas. Son mucho más poderosos que nosotros, y deberíamos dedicar todos nuestros recursos para combatirles. Aun así, y en el mejor de los casos, lo más probable es que a la larga muchos de los nuestros murieran, y que no consiguiéramos más que algo de rapiña. Estaríamos indefensos ante ataques de otros clanes, y nos habríamos ganado el rencor de uno de los principales clanes de todo Goldar. No, no debemos responder a esta ofensa. Sé que tienes la cabeza fría, y que estás de acuerdo conmigo. Tu hermano, en cambio...

-¿Estáis hablando de mí?

Henrik camina hacia vosotros, con una sonrisa divertida en el rostro que, sin embargo, no coincide con su postura, tensa al andar. Detrás de él van dos de sus hombres, Gilden y Yaldan, charlando de forma animada. Su actitud jovial, como la de tu padre, resulta chocante en un lugar como ese.

-¿Qué opinas de mi actuación, padre? -Henrik sonríe, orgulloso-. La carga que lideré les pilló por sorpresa. ¡No se esperaban que apareciéramos por su flanco! ¿Viste cómo les arrasamos?

Hakon resopla.

-Vi como varios de mis mejores guerreros seguían el plan que trazamos antes de empezar la batalla, con los resultados esperados. Por desgracia, no pude distinguirte entre ellos, hijo mío. En cierto momento creí ver a algo que se te parecía en la retaguardia, pero no estoy del todo seguro...

La sonrisa de Henrik se congela en su rostro.

-Eso no es justo, padre. Cargué con los demás. Puede que no estuviera el primero, pero gracias a mí el día es nuestro. Eran mis hombres...

-Eran MIS hombres, chico -El tono de Hakon se vuelve severo y acusador-. Exceptuando a tus amigotes, el resto te sigue porque YO se lo ordené. ¿Crees que esos hombres te seguirían si, de repente, decidieras cambiar el plan en mitad de la batalla, contrariamente a mis órdenes? ¿Crees que alguno de ellos te obedecería si les ordenases lanzarse contra una horda de enemigos en clara desventaja?

Mientras hablaba, ha ido acercándose a Henrik, y al terminar está solo a un par de palmos de su rostro. La sonrisa de tu hermano se ha borrado por completo. No responde, pero Hakon parece interpretar su silencio como una concesión.

-No, claro que no. Porque no eres su jarl. Un jarl debe saber liderar, pero también debe saber inspirar. Un jarl debe ser el primero que se lance al combate, y el último que salga de él. Debe estar en la punta de lanza en cada carga, y medio de huracán. Algún día ocuparás mi lugar, por desgracia. Así que será mejor que te lo empieces a meter en la cabeza.

Henrik aprieta los puños, sosteniendo la mirada a tu padre. Su rostro está rojo de la furia, pero parece conservar el suficiente sentido común como para no decir nada. Tu padre, sin embargo, parece que todavía no ha terminado con él. Se aparta y te señala.

-Podrías aprender algo de Thorir. Puede que no haya liderado ninguna carga, pero hoy ha luchado con la fuerza de diez hombres, y en ningún momento he visto el miedo en sus ojos. Esa es la actitud de un noble. La segunda fila es para los bondi.

Tu hermano te clava una mirada iracunda.

Notas de juego

Te he dejado para el último, porque tenía muchas ganas de escribir este post bien. Me voy a dormir, que mañana en el trabajo no voy a ser persona.

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20/12/2016, 12:16
Thorir Espada de Hielo

Thorir contemplaba aquella escena atento, sereno y firme, hacía tiempo que había desistido de llevarse bien con su hermano, y bien saben los Dioses que lo había intentado, pero Gilden siempre le respondía con más desprecios y humillaciones, -Sólo eres un bastardo-, solía decir. Pero ya no le importaba nada, Thorir solo cumplía y lo respetaba como lo que era, el Heredero del Clan Yormef, nada más. 

Ante aquella mirada furiosa de su hermanastro, Thorir permaneció impávido, manteniéndole la mirada, dejando que el frío silencio hiciera el resto.

Notas de juego

Está muy bien, has retratado a los personajes justo como los imaginaba. Solo espero narrar bien las cosas, que la verdad es difícil "volver" al pasado de un pj, ya que todo en él es distinto.

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20/12/2016, 21:30
Recuerdos

El duelo de miradas perdura unos segundos, hasta que Henrik la desvía de nuevo hacia vuestro padre.

-¿Qué más debo hacer, eh, padre? ¿A qué extremos he de llegar para conseguir tu aprobación? Te he seguido fielmente en todas tus decisiones, he cumplido cada una de tus órdenes. Pero lo único que recibo tu desprecio. Él, en cambio, no debe hacer nada por obtener cariño. Desprecias a tu propio hijo por un... -Te mira, y entrecierra los ojos-. Bastardo.

Escupe la palabra con desprecio. Aunque llevas escuchándolo toda tu vida, no por ello ha dejado de doler el oírlo.

-Bastardo o no, lleva mi sangre -Tu padre sube el tono de voz, algo alterado-. Lo que le convierte en tu hermano. Algún día será uno de tus mejores hombres, así que yo que tú empezaría a tratarle con más respeto.

Tu hermano se gira sin decir nada, dando la espalda a tu padre y alejándose de allí. La ofensa no pasa desapercibida, pero Hakon parece contenerse y se limita a seguirle con la mirada, en vez de volver a llamarle la atención. Incluso habiéndose ido tu hermano, la tensión perdura en el lugar durante un rato, hasta que tu padre suspira y se gira de nuevo a ti.

-Tu hermano tiene capacidades de liderazgo, pero no es un guerrero. Todavía. En fin, Thorir, dejemos este episodio a un lado. Hay algo que necesito que hagas por mí.

Notas de juego

Esa es la idea, en realidad. A ver, no te voy a negar que yo tenga mi propia agenda maligna de máster con estos flashbacks, pero el objetivo principal, en realidad, es que conozcáis mejor a vuestros pjs, que los desarrolléis más en profundidad. Me ha pasado alguna vez que, jugando algún flashback yo mismo con uno de mis personajes, me haya sorprendido descubrir cosas de este que no sabía. Siempre te ayuda a plantear más dimensiones para tu pj el ponerle en situaciones nuevas (o, en este caso, viejas), lo que a la larga le convierte en una persona más compleja, y no en un simple conjunto de stats y una personalidad que se resume en cuatro o cinco palabras.

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21/12/2016, 09:18
Thorir Espada de Hielo

La situación, como de costumbre parecía caldearse , aunque como siempre terminaba igual, con su hermano marchándose renegando y llamando maldito bastardo a Thorir, el cual le observaba intentando reprimir sus emociones, sentía rabia, rabia de no poder hacer nada y ver como todo aquello acabaría mal, el día en que su padre faltase y Henrik fuera el Jarl las cosas se pondrían realmente mal. Pero cuando su padre se dirigió a Thorir borró todos esos pensamientos de su cabeza, -No te preocupes Padre, no ha pasado nada- dijo Thorir, -¿Qué quieres que haga?

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21/12/2016, 21:59
Recuerdos

-Aún tenemos que limpiar la zona. Hemos acabado con el grueso de sus fuerzas, pero los que han escapado podrían reagruparse. Sin embargo, en el pueblo estarán preocupados por nosotros. Es por eso que deseo que vuelvas lo antes posible, para darles las buenas nuevas.

Se gira hacia el bosque, y señala hacia un punto en concreto, al parecer aleatorio.

-Por allí hay un atajo, apenas un sendero medio oculto por la maleza, que lleva directo hacia nuestro hogar. No te costará mucho seguirlo. No podríamos haber marchado tantos hombres por él, cuando veníamos hacia aquí, al menos no sin algún que otro altercado, además de que habríamos perdido la ventaja del terreno. Pero es perfecto para un mensajero, y mucho más rápido que el camino que tomamos esta mañana para venir aquí.

Al enfocar la mirada, distingues la entrada del sendero con cierta dificultad.

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21/12/2016, 22:35
Thorir Espada de Hielo

Thorir miró algo extrañado el pasaje semi-oculto del que hablaba su padre y luego lo miró a él, no terminaba de entender porque le encargaba aquella tarea, -¿Y si vuelven padre?, me gustaría quedarme aquí hasta el final y volver con todos vosotros-, dijo Thorir en un intento de evitar aquella tarea, a priori, tan extraña. 

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23/12/2016, 18:25
Recuerdos

Tu padre suelta una carcajada, recuperando rápidamente el buen humor perdido ante el encuentro con Henrik.

-¿Impaciente por luchar de nuevo, Thorir? ¿No has tenido suficiente por hoy? ¡Mírate, estás hecho una fiera!

Te mira divertido, y luego niega con la cabeza.

-No te preocupes. No van a volver, si saben lo que les espera. Sea como sea, siempre puedo mandar a otro, si así lo deseas. Pero prefiero que vayas tú, hijo mío. Ser portador de buenas nuevas es siempre un honor y un privilegio. Y está bien que nuestra gente las reciba de tu boca. Un jarl debe preocuparse siempre por los suyos, y eso incluye tanto a los guerreros que le acompañan como a los que se quedan atrás, en la seguridad del hogar. ¿Y qué mejor manera de mostrarles mi dedicación que mandando a mi propio hijo? De ahí el favor que te pido.

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23/12/2016, 21:14
Thorir Espada de Hielo

Thorir sonrió al ver la reacción de su padre, le gustaba verle de buen humor, para más tarde asentir, y así aceptar el encargo, miró a su padre con una sonrisa en la cara y dijo, -Está bien, iré al pueblo- volvió la mirada al camino y dijo con tono irónico, -Espero no perderme, jaja-, y por último le alargó la mano para despedirse y partir hacia el pueblo. 

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02/01/2017, 00:33
Recuerdos

Tu padre sonríe ante tu comentario.

-Venga, date prisa. Nos veremos luego.

El camino es tan angosto como cabría esperarse. Apenas un sendero de cazadores, las raíces y piedras hacen el tránsito incómodo y engorroso, tal y como había comentado tu padre. Sin embargo, tras unos minutos tu vista se acostumbra a las sombras de los árboles y tu paso se vuelve más ligero. Los ruidos de tus compañeros de batalla quedan atrás, y solo el recuerdo de la sangre y los muertos, aún vigente en tu mente, acompaña al trino de los pájaros y el sonido del viento entre las hojas. A pesar de que todavía te encuentras bastante impactado por la batalla, tu cabeza empieza a racionalizar lo ocurrido. Los horrores que has presenciado y cometido se vuelven cada vez más reales, más palpables y vivos, una nueva carga sobre tus hombros, más pesada de lo que habrías podido llegar a imaginar hasta ahora. Pero, al mismo, tiempo, la perspectiva y la distancia hacen que esos horrores tengan un sentido, que las causas que han llevado a ese punto encajen en el puzzle. Al final, decides no pensar más en ello. Habrá más batallas, en el futuro, pero por ahora, ya ha terminado todo.

Y aun así, probablemente esa noche te cueste concebir el sueño.

Tras unos minutos de marcha, el camino pasa cerca de un montículo, relativamente despejado. Al subir para orientarte, descubres que la zona te suena. Probablemente ya has estado allí antes. Es cuando estás intentando hacer memoria cuando la ves. Una sensación de vértigo te inunda, pues, en efecto, no es la primera vez que estás en ese lugar. Poco a poco, los recuerdos te invaden: Los cuchicheos de tu hermano y sus amigos, tus pasos temblorosos, tu firme determinación enmascarando el miedo infantil a lo desconocido.

No te cuesta encontrarla, a pesar de que el tiempo parece haberla ocultado más, como si ya no fuera más que una parte de las raíces y arbustos que la rodean. Su techo, antes cubierto por ramas, ahora también presenta un manto de hojas, musgo y forraje. Sin embargo, el totem que cuelga junto a la puerta de la cabaña sigue siendo el mismo. No hay duda al respecto.

La imagen de ese tótem lleva apareciendo en tus sueños durante mucho tiempo ya.

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02/01/2017, 09:05
Thorir Espada de Hielo

Thorir se detuvo durante unos segundos contemplando aquel lugar con sus ojos fijos en aquel tótem. Entonces descabalgó lentamente, y cogiendo de las riendas a su caballo se acercó lentamente hacia aquella especie de cabaña, ató al caballo en un árbol cercano y se dirigió hacia la puerta, tardó un instante en empujarla, como si temiera volver a pasar, echó un último vistazo hacia los alrededores y acto seguido pasó hacia el interior de la cabaña. 

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02/01/2017, 20:57
Recuerdos

El olor de la cabaña está tan cargado como aquella vez. De hecho, aunque el exterior es visiblemente diferente, el interior parece haber conservado hasta el último detalle, olor y forma, e incluso la temperatura es similar a la que recuerdas. Como una puerta hacia el pasado, te invade la súbita sensación de que lo único que ha cambiado en ese lugar... Eres tú. Hace años, por la puerta entraba un niño inocente, decidido a demostrar su valor. Hoy entra un joven curtido, atormentado por sus actos.

Sin embargo, cuando tus ojos se acostumbran a la luz, descubres algo que, al igual que tú, parece haber sido añadido a ese espacio atemporal e inmutable.

-Él ha venido.

-Ella dijo que vendría.

Las dos siluetas se giran hacia ti. Aunque todavía no llegas a distinguir sus facciones, parece que no son más que dos niñas, situadas junto a la pared que hay en frente tuya. Te das cuenta de que, a pesar de haberse girado, no te están mirando, sino que parecen observar sus propias manos, manchadas de una sustancia negra, la misma con la que, al parecer, acaban de terminar de pintar un extraño símbolo en la pared.

-Está confuso.

-Está atormentado.

Tus ojos terminan de acostumbrarse a la luz, y entonces distingues sus rostros. Sus facciones son delicadas, su piel pálida y sus cabellos oscuros. No deben tener más de once o doce años, a lo sumo, aunque hablan con un tono extraño y firme que no recuerda al de un adulto. Sus voces cantarinas se entrelazan al responderse la una a la otra, como si estuvieran entonando alguna extraña canción olvidada, aunque su tono sea monótono y sus palabras claras.

Sus ojos están cerrados.

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02/01/2017, 22:15
Thorir Espada de Hielo

Asustado ante aquella situación Thorir dió un paso atrás y como acto reflejo se llevó la mano a la espada, miraba alrededor, en busca de respuestas ante aquella situación tan extraña, -¿Quienes sois?- dijo elevando la voz,-¿Dónde está la volvä?

Notas de juego

No me sale la foto

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03/01/2017, 20:51
Recuerdos

-Somos las que somos.

-Somos lo que somos.

Vuelven a girarse hacia la pared y repasan el símbolo, lentamente, con sus dedos manchados de negro.

-Ella estará aquí en unos segundos.

-No tardará más de unos segundos.

Entonces se detienen, y por unos instantes, te parece que la runa palpita con vida propia, brillando de forma extraña al haber sido completada.

-Deseas verla para saber.

-Deseas verla para preguntar.

Parpadeas, y la ilusión óptica desaparece. Aunque tienes la molesta sensación de que tu respiración suena lejana, casi exterior, como si estuvieras oyéndola desde fuera.

-¿Pero quieres saber, en realidad?

-¿Acaso conoces las preguntas?

Entonces se oye un crujido, y una puerta, en la parte trasera de la casa, se abre antes de que tengas tiempo de contestar. A través del umbral se distingue una extraña luz, una luz que ya vistes hace muchos años. Y, recortándose contra ella, la silueta de la völva.

Al verla te embriaga una sensación agridulce que no llegas a identificar. Es ella, sin duda, pero está cambiada. Su pelo ha perdido la tonalidad pajiza, volviéndose más gris y apagado. Sus ojos están más hundidos, su piel está cuarteada y vieja. No es una anciana, pero tampoco es aquella mujer joven que conociste años atrás. Curiosamente, no hace tantos años de aquello, lo cual convierte ese cambio en un suceso misterioso y casi antinatural. El magnetismo que la rodea, sin embargo, sigue siendo igual, y al cruzarse vuestras miradas no puedes evitar volver a quedar fascinado por el aura que desprende.

-Tú.

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03/01/2017, 22:19
Thorir Espada de Hielo

Thorir estaba saturado, todo aquello le desbordaba, ¿Qué era aquello?, ¿Qué hacía allí?, tragó saliva para intentar aclarar su garganta y hablar, pero sin darse cuenta había retrocedido un paso hacía atrás, como si su subconsciente le pidiera a gritos huir de allí, ya conocía aquella sensación, la vivió en el pasado.

Entonces miró a los ojos a aquella extraña mujer y asintió, no dijo nada, dejó que el silencio fuera su mensaje. 

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03/01/2017, 22:27
Recuerdos

La mujer suspira.

-No te esperaba todavía. Has llegado antes de lo debido.

Las dos niñas se giran, aún con los ojos cerrados.

-Demasiado pronto para la gloria.

-Demasiado pronto para la muerte.

La völva suelta un bufido.

-Oh, callaos de una vez. No les hagar caso, Thorir, son unas listillas.

Las dos niñas esbozan una sonrisa enigmática.

-Sabemos lo que sabemos.

-Ignoramos lo que ignoramos.

-Chitón, he dicho -La mujer se acerca a la mesa, con lentitud, y se deja caer en una de las sillas, soltando un suspiro de alivio. Las dos niñas guardan silencio, pero mantienen su sonrisa. Aunque no podrías llegar a asegurarlo, ya que tienen sus ojos todavía cerrados, te entra la incómoda sensación de que te están observando.

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04/01/2017, 09:59
Thorir Espada de Hielo

Thorir dio un paso hacia delante, y mirando extrañado a la völva preguntó, -¿Me esperabas?-

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04/01/2017, 19:46
Recuerdos

-Ya te he dicho que no. No todavía.

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04/01/2017, 19:57
Thorir Espada de Hielo

Thorir esbozó una media sonrisa, -El destino es caprichoso-, dijo mientras se acercaba un poco más a la mujer, -Has dicho que me esperabas más tarde, ¿Para qué?-, Thorir estaba intrigado, quería saber los detalles de aquel encuentro tan extraño y el miedo del principio se había convertido en una curiosidad desmesurada.