Partida Rol por web

Sil Auressë

[15.6.1] El camino hacia el Paso

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16/12/2016, 14:32
Agnor

La reunión y las presentaciones fueron tan rápidas que Agnor no tuvo ni que hacer los honores. Aquellos hombres estaban dispuestos a enfrentarse a los orcos. Eso era lo que le gustaba a Agnor, y el juramento de Caldrim lo llenó de esperanza.

Agnor servía a Echorion, quizá para siempre, quizá transitoriamente, pero antes de eso había visto muchos frentes y si había dado el paso de sumarse al proyecto de Sil Auressë era porque tenía la sensación de que Cardolan necesitaba una guía.

Para él, Cardolan era una tierra fértil y rica desangrada por rencillas internas que no alcanzaba a comprender, y que le hacían perder fuerza e importancia ante un enemigo más grande. Los príncipes parecían no darse cuenta, o ignorarlo, o aprovecharse de ello, pero la Oscuridad estaba ahí, y en ella no había facciones. Era única, fuerte y firme, y ante ella no cabían las discrepancias, las luchas palaciegas o las traiciones. Mientras la Oscuridad se infiltraba, o movía piezas en el tablero del norte, devorando a Rhudaur y debilitando a Arthedain, en Cardolan los príncipes, barones, ciudades y gremios se dedicaban a conspirar contra sí mismos. Negar eso era lo que significaba Sil Auressë, y eso era lo que había inspirado a Agnor. Era el mismo espíritu que acababa de invocar Caldrim: ante el enemigo auténtico, no caben facciones.

Las consecuencias de aquella fortuita alianza estaban por verse, pero conque hubiera una oportunidad de destruir a los orcos, para Agnor merecía la pena arriesgarse. No podía hablar en nombre del resto de hombres de Caldrim, pero aquel caballero le parecía de fiar.

La Oscuridad no distingue entre príncipes, a todos quiere devorar. Hagámosle caso al menos en eso: ¡contra ella, todos juntos! –dijo en voz alta, para que todos los hombres lo oyeran.

Faltaba por saber la opinión de Melechtor. ¿Aceptaría a esos extraños?

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16/12/2016, 17:01
Tarbrand

En cuanto Aelloth hizo aquella aclaración al joven dúnedain le cuadró las anteriores palabras dichas por el escudero, aunque visto la buena reputación de esa compañía de mercenarios, no sabía por qué el tal Bakar se esforzó en ocultarlo.

Sin embargo, si le llenó de satisfacción ver el enorme sentido del deber y el compromiso que traía aquel grupo, sin duda parecían gente honesta y sus deseos de ayudar no podrían haber venido en mejor momento. Aunque por otro lado, todas aquellas menciones sobre la anterior guerra con los orcos y la unión que trajo consigo, le cogían un poco lejos, pues él, hasta hace relativamente poco, vivía cómodamente en Arthedain, y poco supo de dicha gran batalla.

No obstante, se avecinaba una aún mayor si cabe, y esa tenía por seguro que no iba a perdérsela; además serviría bajo las órdenes del gran señor Echorion y eso lo llenaba de orgullo.

Mientras los hombres hacían sus presentaciones y juramentos, Tarbrand se limitó a asentir con solemnidad, pero no dijo nada sobre las disputas internas, pues para él sólo había un señor de Cardolan y aquella guerra era sólo debido a los enemigos de éste; por lo que prefirió guardarse sus pensamientos para sí y no abrir un nuevo debate con sus nuevos aliados. 

De esta forma, sólo intervino para apremiar al grupo y recordarles que debían moverse con presteza:

-Me alegra enormemente que deséis luchar a nuestro lado, sin duda será una batalla legendaria, pero lamentando no poder daros el recibimiento que merecéis, temo que debo insistir en continuar la marcha, según lo que sabemos hay orcos en esa colina y debemos destruirlos lo antes posible... -expuso un tanto impaciente para apremiar al resto a seguir con el plan que habían trazado.

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17/12/2016, 23:55
Theon

Aún estaba a la espera de los comentarios que Aelloth y Melechtor estaban por hacerle sobre el Comandante de Sil Auresse cuando Agnor y Tarbrand llegaron acompañados por un grupo de hombres armados. La montura con armadura cautivó la mirada del dúnedain, había visto pocas así a excepción del alto mando militar en Fornost. Algunos de esos hombres parecían expertos en batalla, nada mas apropiado para los momentos que se avecinaban.

Theon llevaba en su hombro el ribete rojo de Echorión, se lo había colocado minutos atrás tras un intercambio de palabras con el Capitán. Los recién llegados, sin embargo, no parecían leales a ninguna causa, aún así tenían el valor para sumarse en lo que podía ser su último combate y eso hacía que se ganasen su respeto. Al mencionar el juramento que alguna vez usó Hallas de Dol Tinare para convocar a los señores de Cardolán, sintió un leve hervor en su sangre, al igual que aquellos hombres marcaron la historia de la región, este grupo estaba haciendo lo mismo en menor escala, reducido en número pero no en valor. Esbozó una sonrisa hacia Caldrim y asintió cuando terminó sus palabras.

Agnor una vez mas lograba levantar la moral de todos con sus palabras. El entusiasmo repentino cesó cuando el montaraz informó sobre los orcos, no podían darse el lujo de perder hombres ni que delatasen su posición, coincidía con él en que era necesario actuar de inmediato. Volteó hacia Melechtor - Capitán, estos hombres pueden inclinar la balanza a nuestro favor. Pero al valor debemos sumarle velocidad e inteligencia para asegurarnos la victoria. Propongo que actuemos cuanto antes -

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18/12/2016, 08:48
[Gi] Melechtor

Melechtor no compartía el entusiasmo de algunos de los hombres que le acompañaban ante los recién llegados. No tenía dudas de la habilidad de los Cruaidh Maraich, y ciertamente su necesidad era grande. -Los días de los Señores Aliados quedan lejos, y desde entonces han sido otros los que han sangrado para proteger estas tierras mientras vosotros os habéis vendido al mejor postor.

Eran palabras duras, y esperó la reacción de Caldrim. A pesar de todo, le respetaba. Parecía un hombre de principios, pero no podía perder de vista que los Jinetes habían servido, entre otros, al Usurpador Earnil en Girithilin.

- Tiradas (1)
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18/12/2016, 08:58
[CM] Bakar

-¿¡Acaso no es la ambición y el oro el que mueve a vuestro señor!?, espetó Bakar. Las palabras de Melechtor le habían ofendido al veterano guerrero. -No acepto lecciones de honor de quien juzga tan a la ligera el pasado que desconoce. Nuestro comandante Daeros no es menos noble que los príncipes y soberanos de los feudos de Cardolan, o los que pretenden llegar a serlo, añadio en clara alusión al desterrado Lord Echorion.

- Tiradas (1)
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18/12/2016, 09:04
[CM] Caldrim

La respuesta de Melechtor no había sido la deseada, y la intervención de Bakar complicaba aún más la situación. Caldrim se vio de repente en una situación complicada. -Marcháis a la batalla, y menospreciáis la ayuda desinteresada que se os ofrece, le dijo a Melechtor. -Es lo que pasa cuando se sirve a un señor que solo ve enemigos a su alrededor. Suspiró. Muchas eran las dudas que ahora albergaba su corazón. Bakar y él eran jinetes experimentados, incluso el joven escudero era de la unidad, pero con ellos además cabalgaban tres que se les habían unido en la posada. No eran de los Cruaidh Maraich.

-Esos orcos se dirigen a Sil Auressë, según me ha dicho Agnor. Fue la Dama de Sil Auressë quien firmó nuestro encargo en Rhudaur donde estamos ahora, en representación de los señores de los Cantones de Feotar y el consejo de Fennas Drúnin. Y gustosos fuimos, porque la causa era justa. No os diré más, porque creo que se nos ha juzgado a la ligera, algo que no hemos hecho nosotros con vuestro grupo. 

A continuación, dirigió su caballo a un lado, y añadió: -Os damos unos minutos para que lo decidáis. Los orcos ya han seguido el camino desde la granja arrasada. Os llevan ventaja, así que el tiempo apremia si queremos llegar a tiempo para ayudar en la defensa de la aldea.

- Tiradas (1)
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18/12/2016, 09:21
Director

Los hombres liderados por Caldrim se quedaron a poca distancia pero fuera de alcance para permitir que Melechtor y sus hombres tomaran la decisión.

Junto a Melechtor estaban Agnor, Tarbrand, Theon, Aelloth y Aaren. El resto de la unidad estaba lista para partir, esperando la orden. El capitán Melechtor estaba taciturno, y miraba a los presentes en busca de consejo.

Notas de juego

Tarbrand: lo que sabemos hay orcos en esa colina y debemos destruirlos lo antes posible.

Esta información es la que ha corregido/comentado Caldrim, que estuvo con Agnor en la zona de la granja que hay al norte. Estaba completemante arrasada, más que la otra. Parecía que los orcos habían seguido su camino, salvo que hayan dejado alguno atrás por algún motivo.

Vaya secuencia más nefasta de tiradas de reacción :) Pero bueno, refleja las tensiones de Cardolan donde todos creen que están haciendo las cosas correctamente y donde nadie está libre de culpa

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20/12/2016, 21:26
Tarbrand

El montaraz no disimuló su resoplido cuando el hombre barbudo mancilló el buen nombre de Echorion, gustoso le habría dado una lección, pero su sentido común se imponía, ahora mismo no era momento para entrar en rencillas sobre la legitimidad del trono de Cardolan, y aunque en su fuero interno empezaba a desconfiar de aquellos mercenarios, sabía que eran necesarios.

Por ello, cuando se alejaron, se acercó a su capitán y le dijo con cierto tono cercano, fruto del camino compartido:

-Capitán, vos sabéis que mi fidelidad a Lord Echorion y a su causa no tiene parangón, y lo mucho que odio a aquellos disidentes que no entienden la legitimidad de su causa; no obstante, nuestra situación es bastante precaria, y no podemos permitirnos el lujo de renunciar a buenos hombres fuertes, por lo que si estimáis mi consejo, creo que lo mejor es que los aceptemos, eso sí, antes de nada que juren obedecer vuestras órdenes y que tengan clara la cadena de mando; así si respetan este punto podremos estar un tanto más seguros en mi opinión... -concluyó el joven dúnedain esperando que su consejo sirviera para solventar las dudas de su superior.

Notas de juego

Muy bueno el debate, se ve que los pnj están muy currados,  aunque creo que necesitaría saber algo más sobre la "ideología" de Echorion y de la "oposición" para defenderlo bien; aunque quizás sea demasiado rizar el rizo XD.

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21/12/2016, 19:13
Aaren

La dama Aylarien, Lord Barahir, el príncipe Echorion...y ahora la Cruaidh Maraich...

Demasiados nombres, demasiada información. Muy pocos rostros para poner cara a sus títulos y menos acciones todavía para valorar la veracidad de sus intenciones...

Me sentía perdido en medio de aquellos hombres de alto rango que discutían sobre asuntos de guerra e intrigas polaciegas.
En más de una ocasión estuve tentado de excusarme y regresar a la formación para poder gozar de la tranquilidad que me proporcionaba la soledad. Pero en el fondo, y aunque me sabia ajeno a las lealtades y compromisos que allí se dirimían, sabía que desentenderme y aislarme de todo aquello no era la mejor decisión para mis intereses.

Era consciente que de aquel conocimiento podría depender la vida de mis compañeros o aún la mía propia, de modo que me mantuve en silencio e intenté atesorar cada palabra, cada intención, cada sentido...conocer un poco mejor las motivaciones y valores que guiaba las voluntades de todos y cada uno de aquellos hombres, no me haría daño...o al menos eso pensaba.

En mi breve recorrido por la tierra, apenas había conocido el mundo de los hombres...aquel mundo que en un tiempo había sido el mio, y que me fue arrebatado por la sombra...

Durante 7 largos años permanecí en las estancias oscuras de Rakkâs-dum. La soledad y el abandono que allí padecí minaron mi voluntad consumiendo los escasos retazos de memoria que conservaba de mi gente...
los años que le siguieron no fueron mucho mejores en ese sentido. Había vivido gozoso pero confinado, protegido en la seguridad que me proporcionaba una sociedad hermética, recelosa de todo aquello que tuviera que ver con los hombres.

mi única compañía habian sido el sol,las estrellas, los animales del bosque, sus plantas... y mi único amigo de verdad, Thorian...

Por eso cuando Mellecthor me observó con ojos suplicantes...no pude sino apelar a mi corazón para brindarle consejo...

Principes, Lords...Damas de alta cuna, mercenarios...espadas libres añadí tras dedicar una breve mirada a Theon, mientras asimilaba todavía la revelación que acababa de hacer sobre nuestro cometido allí.
...como yo lo veo, el color de nuestros ribetes no importa llegados a este punto...sino la naturaleza de quienes lo portan...
Donde vos veis emblemas, , banderas y estandartes, yo solo veo, Lobos, perros y chacales...

Dudo que nadie de los aqui presentes sienta tanta vergüenza por nuestra raza como yo...los diferentes intereses y alineamientos que aquí se reúnen no hacen mas que alimentar mi deshorna...y en parte me revuelven las tripas...
Pero creo que lo que debemos preguntarnos ahora es...¿confiaremos en los perros, lobos y chacales para luchar contra la ponzoña que se extiende desde el norte?¿o dejaremos que la sombre arruine todo cuanto creemos bueno en el mundo...?
Porque ahora mismo es lo único que importa...
Sil auresse pende de un hilo...y salvo que penseis que su ruina puede perjudicar mas al oscuro que a nosotros, no veo razón por la que esta discusión se debe extender por mas tiempo...

Yo no soy perro, ni lobo, ni chacal...y aunque me muevo en la noche, no me gusta la negrura que la envuelve, por eso os digo ahora: Unamonos y desterremosla de nuestras tierras, lobos, perros y chacales y Aguilas, Halcones y buitres...pues si no lo hacemos ahora....jamas podremos luchar por las tierras que creemos nuestras.

Atajemos este mal ahora que todavía podemos y que cada uno juegue sus cartas en su propio interese cuando hayamos terminado.
Pues me temo que en esa batalla ha ya tiempo que hemos sucumbido... pensé con cierta tristeza...

y creedme cuando os digo que ese es un destino que no os gustaría presenciar, mucho menos que una manada de chacales al mando de un lord que no es el vuestro...sentencié...pues sabed que hay en este mundo cosas peores que la muerte...

Mi voz se fue perdiendo en un suspiro misterioso, inquietante...mientras mis ojos se devanecian el un horizonte difernte, rememorando turbadores recuerdos del pasado.

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21/12/2016, 20:05
[Gi] Aelloth

Aelloth era un hombre de Cardolan. Había mamado el complejo tablero de lealtades e intereses desde pequeño, y ahora que ya miraba el mundo con los ojos de un hombre viejo, comprendía que ese tablero por el que todos luchaban se estaba pudriendo. No era un panorama alentador, y el fin de Cardolan como reino dúnadan era cuestión de tiempo. El declive parecía imparable, e inevitable. Pero Aelloth era un hombre de Cardolan. Y eso le hacía un hombre eminentemente pragmático. Los tiempos de la gloria de Cardolan quedaban muy lejos, pero había hombres con valor, y con un brazo firme. Y había riquezas y había esperanza de labrar aquí un futuro aunque no se iba a recuperar nunca una estructura de reino. Ese futuro dejaría de existir si los orcos volvían a tomar posicione en el centro del tablero.

-Melechtor... Capitán, los demás, comenzó y miró a los presentes. -A nuestro contingente se han unido hombres libres cuando aún no sabíamos que eran leales a la causa de Lord Echorion, dijo mirando a Theon, a Aaren, incluso a Agnor. Todos ellos se habían unido para luchar juntos. -Necesitamos más hombres de los que tenemos, y cualquier ayuda es bienvenida. Ahora, entiendo el posible problema si Cruaidh Maraich presta su ayuda. Porque los servicios de las espadas de alquiler se pagan. Así es la costumbre y así es la ley.

Lord Echorion basaba su reclamación al trono de Girithlin en la justicia de sus pretensiones, y en la lealtad de los que le seguían. Rechazaba pagar a mercenarios para conquistar lo que consideraba suyo por derecho divino1. Los cimientos de su estrategia podrían verse comprometidos si se supiera que había contratado a mercenarios de renombre, aunque fueran unos pocos hombres.

-Caldrim es en este momento un soldado licenciado, fuera de servicio. Por lo tanto, es un hombre libre, igual que los demás. No procede ninguna exigencia posterior por parte del jefe Daeros, ya que no acuden a ayudarnos como miembros de Cruaidh Maraich. Así es como lo veo yo.

Además, es más que probable que no veamos el nuevo día, y en ese caso ya da igual quién nos pagaba o a quién habíamos jurado lealtad.

-Y teniendo en cuenta la importancia de Sil Auressë como base para la campaña de Lord Echorion, creo que cualquier perjuicio está más que justificado. Además, son los propios lugareños de aquí los que han pedido ayuda al enterarse de la granja. Que hayamos acudido nosotros y también Caldrim es simple coincidencia.

- Tiradas (1)

Notas de juego

1enlaza con la idea feudal de "justicia divina", se supone que Dios (o los dioses) ayudan a vencer al que defiende la causa justa.

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22/12/2016, 19:26
Agnor

El espíritu de Cardolan se había mostrado ante Agnor ahí mismo, delante de sus ojos, en un instante. Ese era el mal de aquella tierra: el desencuentro. Ante la perspectiva, no ya solo de la gloria, sino de la posible destrucción del mal, un objetivo común y deseado por todos, los cardolani preferían pelearse entre ellos y darle alas a la Oscuridad. Sin duda el enemigo sabía qué tierra infectar.

– Me niego a creer que la vida de todo un pueblo bondadoso valga menos que las rencillas entre los príncipes –dijo, indignado–. Que ellos se expliquen luego, nuestro deber ahora es conseguir que puedan llegar a hacerlo.

Señaló al norte con un gesto de cabeza.

–Con peleas como esta el enemigo está satisfecho, caminará a paso firme hasta Sil Auressë, la barrerá y podremos poner una mancha de negra tinta en el mapa de Cardolan. Después, crecerá y lo intentará con una ciudad mayor. Luego, no habrá que justificar que cinco hombres valerosos y dispuestos para la batalla se unieron al destacamento del señor Echorion, porque no quedarán ni feudos ni príncipes ante los que justificarse. ¿Podemos, por una vez, dar ejemplo a quienes deberían darlo?

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23/12/2016, 01:46
Theon

Tras sus palabras el Capitán reaccionó de un modo inesperado, Theon no había visto la profunda grieta que separaba a este hombre de los recién llegados. Tras las insultantes palabras de Bakar, sobrevinieron otras mas moderadas pero aún mas tensas de parte de Caldrim. Que tenía que ver la misteriosa dama de Sil Auresse con los intereses de los Cantones de Feotar? Como había logrado que Daeros se adentrara en las peligrosas tierras de Rhuadur? Tal vez en algún momento comprendiera lo que sucedía allí, pero antes debían lograr que la aldea y todos ellos sobrevivieran, y claramente eso estaba cada vez mas lejos.

Sus compañeros hicieron su aporte, Theon se sorprendió del valor con el que hablaron, eran fuertes de espíritu y hombres con convicciones. Agnor y Aaren se mostraron frustrados ante la miseria de los intereses de los nobles y a la vez desafiantes incluso a la voluntad del Capitán, pero esa pasión era algo que sin duda Melechtor valoraba, al igual que él. Tarbrand era leal a la causa, pero proponía un juramento que los mercenarios no harían, y en caso de que lo hicieran no tendría ningún valor, a menos que el oro lo respaldase. Aelloth era pragmático, podía dejar a un lado sus principios por un bien mayor o por sobrevivir, y el dúnedain respetaba la astucia de ese hombre. Sin embargo también comprendía al Capitán, no podía admitir dentro del grupo a alguien que había alzado su espada contra los suyos, que mancillaba lo que su justa causa buscaba. Como un hombre de confianza de Echorion iba a dejar que un asesino de los suyos se sumara a una batalla solo porque podían perderla? Si así sucedía, probablemente ganarían la batalla pero perderían mucho mas. Theon negaba con la cabeza en silencio, Melechtor no podía aceptar esa ayuda a menos que estuviese dispuesto a ceder su cargo en el círculo íntimo de Echorion, y eso era lo mismo que pedirle la muerte, tal vez los demás no lo comprendían, pero él seguía el mismo camino que ese hombre y podía ver claramente su pesada carga.

Habló en voz baja pero firme, solo para que el grupo pudiese escuchar - Capitán, soy vuestro aliado no vuestro servidor, y bien sabeis que me uno a la causa por convicción y porque creo en la visión de Echorion sobre el futuro de Cardolan, pero no lo hago como hombre de Girithlin sino como noble de Dol Tinare. Permitid que esos hombres se unan a mi, como espadas libres al servicio de los descendientes de Hallas que protegemos estas tierras, como ya demostraron que lo hicieron con anterioridad y que acaban de ratificar invocando aquél juramento que una vez nos unió a todos. Será mi responsabilidad ante vos y ante Lord Echorion los actos que ellos hagan y vuestra causa estará sin mancha. Pero si aceptais, tratadlos como uno de los míos, al igual que lo haceis con mi amigo Aaren, y pongámonos en marcha - sostuvo la mirada sobre Melechtor, estaba pasando la carga de aquél hombre sobre sus propios hombros, esperaba poder soportarla pero confiaba en que así sería, Theon creía que la voluntad de los hombres y la fuerza que había en su interior era lo que marcaba la diferencia.

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23/12/2016, 21:25
Tarbrand

Tarbrand escuchó a sus compañeros, el comentario de Aaren le parecía un tanto extraño, pero era obvio que aquel hombre había tenido una vida bastante dura y expresaba las cosas de un modo diferente; no obstante, en su base, estaba de acuerdo; por otro lado, aunque la respuesta de su compañero Agnor no le agradó demasiado, sí entendía sus motivos y su necesidad de urgencia, por lo que calló y siguió escuchando. De esta forma ante el comentario de Theon, asintió con rotundidad y dijo:

-Compañero, esa me parece una gran opción, y aunque no veo que aceptar a esos mercenarios suponga ningún mal para con Echorion o con el honor, sí que veo vuestra recomendación como la mejor forma para satisfacer a todas las partes, ¿no os parece? -dijo mirando a todos los presentes.

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23/12/2016, 22:45
[Gi] Melechtor

Melechtor asintió, y tragó saliva. La propuesta de Theon era sensata, y a todas luces suficiente para evitar cualquier contratiempo o consecuencia negativa posterior. Y respondía a las dudas planteadas por Aelloth. -Lo haremos así, dijo. -Nos viene tener más jinetes para la carga, y no dudo de su habilidad ni de su valor.

Agnor y Tarbrand habían dado su opinón también, y el capitán estaba de acuerdo con lo que decían hasta cierto punto. -No les pediré juramento, Tarbrand. Ya hicieron uno hace años, y si lo consideran suficiente... A mí me vale. Estarán bajo las órdenes directas de Theon, en quien confío plenamente. Tanto los Jinetes de Acero como los otros tres que según parece son hombres o milicianos de Dol Tinare.

Se acercó a Aelloth. Cada vez se alegraba más de que le acompañara en esta misión. Su astucia y sus conocimientos eran tan válidos o más que su manejo de la espada. -Cabalga con ellos, indicó marcando con la mano el flanco derecha. Prefería tener de momento algo separado a los nuevos aliados. -Serás mi enlace con ese grupo.  Luego miró a Tarbrand y Agnor. -Sigamos la marcha. De camino os comento lo que tenemos en mente para atacar al enemigo.

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24/12/2016, 15:40
Theon

Theon se sintió aliviado, si bien sobre él caía una gran responsabilidad, el Capitán había accedido a destrabar una situación que podía costar muchas vidas, tanto del grupo como de la aldea que se proponían defender. Agradeció con un gesto el apoyo de Tarbrand y se dirigió a Melechtor - Gracias por vuestra confianza, Capitán, no será defraudada. Permitidme cruzar unas palabras con los jinetes antes de partir - Debía dar cuentas por un grupo que no conocía, y los recién llegados tampoco lo conocían a él.

Se retiró del grupo y se acercó hacia Caldrim, haciendo un ademán a Aaren y Aelloth para que lo siguiera. Cruzó algunas palabras a la vista de todos por unos momentos, con la misma calma y firmeza con la que le había hablado al Capitán.

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24/12/2016, 15:56
Theon

Se acercó al grupo de jinetes y miró con severidad a Bakar, para colocarse luego frente a Caldrim. Su paso era lento y seguro, contenía en su interior las emociones que la presión de la situación le generaba, debía ganarse la confianza de un grupo de mercenarios ofendidos sin oro ni autoridad sobre ellos, además de convencerlos de dar su vida si era necesario bajo el mando de un desconocido. Siempre es así, debo tener simpatía por lo imposible.

A su derecha estaba su compañero y a su izquierda el hombre de confianza de Melechtor - Caldrim, Caballeros, permitidme unas palabras. Algunos de ustedes han sido miembros de los Jinetes de acero, y vuestra reputación los precede, sin embargo por sus palabras y ante mis ojos, sois hombres valientes y libres que ofrecen arriesgar su vida para erradicar el mal que acecha estas tierras. Se que sois hombres de Dol Tinare, mi nombre el Theon Vilarión, noble de la casa Hallas, y al igual que ustedes mi sangre me une a estas tierras- observó la reacción del grupo, y luego continuó.

- Me he unido al grupo de Lord Echorion como espada libre junto a mi fiel amigo Aaren, sin juramento a la causa que Melechtor lleva, pero sí con la convicción de que debemos trabajar en equipo para lograr vencer al enemigo y que el reino de Cardolan resurja. Este ribete que llevo es un signo de esta alianza, de mi buena voluntad hacia el Capitán y su equipo, que ha arriesgado su vida con valor sin siquiera ser de estas tierras. Como Agnor les dijo y ustedes mismos han sido testigos, la situación es delicada y requiere de hombres con valor que actúen con rapidez e inteligencia. Estoy convencido que tengo frente a mi justamente eso -

- Acudo a vosotros para que se unan a mi equipo, no os pido juramento alguno sino que mantengais el que hoy invocaron, que frente a este enemigo no haya división entre aliados. Claro que compartiréis la gloria, y tal vez al terminar la batalla nuestros caminos no se separen y nos lleven aún mas lejos, pero sea como sea habremos arriesgado nuestras vidas por algo que nos ennoblece y le da sentido a la espada que blandimos - miró a Aelloth un segundo y agregó -Debo dejar claro que estaremos alineados con la estrategia que el Capitán disponga, no como súbditos sino como aliados, y nos moveremos como una célula independiente bajo mi responsabilidad. Cuento con vuestras espadas y vuestro valor, estáis conmigo?- miró a Caldrim a los ojos, con porte seguro y a la espera de su respuesta.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Master, no es mi idea cortarme del grupo, pero "mi equipo" Aaren XD. Incluyo a Aelloth porque no hacerlo sería desobedecer la orden que acaba de dar el Capitán. A lo que voy es que físicamente nos acercamos los tres, pero si lo consideras necesario todos pueden escuchar la conversación, y sino nos integras con uno de esos post tan buenos que haces XD.

Diplomacia/Liderazgo (tienen el mismo valor, y ciertamente es un poco y un poco) + Calmness (creo que para el caso vale, con el capitán no lo hice porque ya estamos en confianza), tal vez te sirva la tirada para adecuar la reacción del grupo.

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30/12/2016, 15:11
Director

Theon, Aaren y Aelloth se acercaron a los recién llegados para informarles. Mientras tanto, el capitán Melechtor ordenó al resto a formar. Era hora de seguir el camino.

A pesar de hallarse un poco separados del resto, las palabras de Theon se escuchaban con fuerza.

- Me he unido al grupo de Lord Echorion como espada libre junto a mi fiel amigo Aaren, sin juramento a la causa que Melechtor lleva, pero sí con la convicción de que debemos trabajar en equipo para lograr vencer al enemigo y que el reino de Cardolan resurja. Este ribete que llevo es un signo de esta alianza (…)

Había algo en la voz de Theon que hacía presagiar que tal vez llegarían a ver un nuevo amanecer. Una esperanza que se tornaba en convicción.

- (…) no os pido juramento alguno sino que mantengais el que hoy invocaron, que frente a este enemigo no haya división entre aliados. Claro que compartiréis la gloria, y tal vez al terminar la batalla nuestros caminos no se separen y nos lleven aún más lejos, pero sea como sea habremos arriesgado nuestras vidas por algo que nos ennoblece y le da sentido a la espada que blandimos (…)

El resto de las palabras se perdieron por el sonido de los cascos de la primera columna. Acto seguido se puso en marcha también Melechtor con los del centro de la formación, que incluía a Agnor y a Tarbrand. Con ellos necesitaba hablar el capitán, pero primero quería ponerse en marcha de nuevo. Esta vez otros jinetes serían los encargados de explorar el camino que tenían delante.

- Tiradas (4)
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30/12/2016, 20:01
Tarbrand

Tarbrand asintió a su capitán, esperando ponerse en marcha de inmediato y ardiendo en deseos por entrar nuevamente en batalla.

Por ello, se acercó a Melechtor para que le contara su plan y no tuviera que comentarlo en voz alta, en caso de que ese fuera su deseo. Así que le respondió:

-A sus órdenes mi capitán, con un poco de suerte quizás los pillemos en campo abierto y podamos aplastarlos... -dijo un tanto animado ante dicha suposición.

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30/12/2016, 23:26
[CM] Caldrim

El veterano guerrero miró a Theon sin inmutarse. Había servido a muchos capitanes y señores, y podía distinguir a uno inexperto a la legua. Pero las palabras y los gestos de Theon le convencieron en parte. Había algo en el dúnadan que le tranquilizaba. –Cabalgaré con vos, Theon, dijo y le saludó con la cabeza. –Y lucharemos.

Miró a los demás. Los vio más convencidos de lo que él estaba tras escuchar las palabras del capitán. Luego se quedó mirando a su hijo Cathael.

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30/12/2016, 23:27
[CM] Cathael

-Iremos, padre, asintió el joven escudero. –Pero no aceptaré órdenes de nadie que lleve el ribete rojo…