Partida Rol por web

Al acercaros a Resmit, este oye los casos de sus caballos y se gira. Está sólo, en un minúsculo claro que se diferencia del resto del bosque por una singular aglomeración de piedras en uno de sus extremos. Aunque en este momento se encuentra desarmado, y parece herido, no hay rastro de las llamas negras que mencionó Yngrid.

Antes de que tengas tiempo de responder a Baklar, tres figuras aparecen por un extremo del claro: Thorir, Saga e Yngrid. Los tres van montados a caballo, e Yngrid lleva el arco preparado.

Baklar sigue sonriendo, sin prestarles la menor atención. Tú eres el único que le importa.

Saga, a lomos del caballo, se adentró en el claro alzando las manos ligeramente, mostrando que no portaba armas. Aun así, la tensión era más que palpable en su rostro y en su cuerpo. Y es que allí, en aquel momento, se jugaban demasiado.

-Resmit... -llamó con toda la suavidad de la que fue posible, intentando evitar que no le temblara la voz-. ¿Puedo hablar contigo, por favor?

Thorir se posicionó detrás de Saga, guardando las distancias con Resmit y guardó silencio, esperando ver la respuesta del Solvigtanden.

La tensión era tremenda, Thorir desearía saltar sobre Resmit y sacarle a golpes toda la información, sentía un odio tremendo hacia él, pero había dado su palabra de no intervenir de manera violenta, y la palabra es la palabra.

Agarraba con fuerza las riendas de su caballo, deseando, en el fondo, que hiciera algo que le diera motivos para cargar contra él. Pero en su cabeza rondaba algo, una duda, ¿Era verdad que había sido Resmit?, No lo tenía muy claro, y por ese motivo decidió aguardar y escuchar primero.

Miro a Baklar apoyado en el tronco retorcido; por fin sabría, después de un año de viaje, de aventuras, desgracias y perdidas, la razón por la cual aquel día murieron mis compañeros de caza, el por que de ese ataque tan indiscriminado, por que murió Fungedr.

En ese momento aparecen Saga, Thorir e Yngrid, los miro brevemente de reojo.

¿Dónde está Drunfo? Les dió tiempo de ir al pueblo supongo. Sino no vendrían juntos. ¿Cuanto tiempo he estado aquí...?

Vuelvo a mirar a Baklar, sin darles la mínima importancia he ignorando las palabras de Saga temporalmente.

- Vamos habla ¿Qué eres? ¿Qué quieres de mi? ¿Porqué nos atacaste hace un año? Cuéntamelo todo.

Miro a Baklar apoyado en el tronco retorcido, en ese momento aparecen Saga, Thorir e Yngrid y los miro brevemente de reojo. Vuelvo a mirar a Baklar, sin darles la mínima importancia he ignorando las palabras de Saga temporalmente.

- Vamos habla ¿Qué eres? ¿Qué quieres de mi? ¿Porqué nos atacaste hace un año? Cuéntamelo todo.

Resmit se está dirigiendo a un árbol. No hay nadie más allí.

-¿Todo, eh? Oh, Resmit, pero tú ya lo sabes. Lo has sabido desde el primer momento, pero una parte de ti se niega a aceptarlo...

Habla susurrando, lo suficientemente bajo para que solo tú, que estás casi al lado, le oigas a través del sonido de la ventisca.

-Soy tu opuesto, tu nemesis. Existo porque tú existes, porque tú me creaste. Y sólo matando a mi creador podré cortar los hilos que me impiden ser libre.

Las palabras de Baklar consiguen enfurecerme de nuevo. Sigo sujetando la herida de mi costado para taponarla mientras le mantengo la mirada.

- ¿Que dices...? Yo no te cree... ¿Cuando?¿Para qué lo haría? Te ataste a mi el día que atacaste a mi gente.

Había algo que se les estaba escapando; lo sabía. Y fue al prestar más atención cuando se dio cuenta de aquella... Cosa que había alrededor de Resmit. Algo que no había visto antes y que se tejía a su alrededor de forma muy sutil, casi imperceptible incluso para ella. No era magia, no en el sentido apropiado de la palabra, tal y como ella la conocía. Era algo más, mucho más fino y complejo. Eso significaba demasiadas cosas que a Saga se le escapaban y contra las que no podía luchar. Y peor, lo convertían en un ser irracional que se regía por otras normas que desconocía, lo que le volvían más peligroso todavía porque era prácticamente imposible predecir qué iba a hacer o decir.

La hedense miró a sus compañeros, más que preocupada. Había miedo en su mirada y, aun así, la vieron desmotar del caballo todavía a distancia prudencial, con movimientos lentos y bien medidos. No quería provocar nada que fuera innecesario.

-Resmit -volvió a llamar-. Resmit, mírame, por favor. Quiero ayudarte. No sé con quién estás hablando, pero ahí no hay nadie. Y te lo digo yo, que veo todo. Lo... que sea, está en tu cabeza.

La sonrisa de Baklar se ensancha.

Su sonrisa aviva mi ira, tanto que solté un pequeño gruñido dando un paso hacia él. Escucho las palabras de Saga, pero hago caso omiso, podría obtener por fin las respuesta a todas las desdichas que me llevaron a ese lugar.

¿Qué pasa? ¿No lo ve? Esta ahí mismo. "Que veo todo"... ¿Ahora se cree una especie de dios?

- RESPONDE MALDITO, has dicho que no habrá más secretos. Y muéstrate para que te vean, no juegues con sus mentes.

Su sonrisa aviva mi ira, tanto que solté un pequeño gruñido dando un paso hacia él. Escucho las palabras de Saga, pero hago caso omiso.

- RESPONDE MALDITO, has dicho que no habrá más secretos. Y muéstrate para que te vean, no juegues con sus mentes.

Saga apretó los dientes con rabia.

-¡Resmit! Maldita sea, ¡escúchame! Estamos en peligro y si no hacemos algo ahora, vamos a morir TODOS. Te necesito.

-Te necesita, dice -Baklar suelta una carcajada-. ¿Y si tiene razón, eh? ¿Y si no son sus mentes aquellas que han sido engañadas?

Se acerca, y sientes como aquella parte de ti que se revolvía, inquieta, empieza a chillar alarmada. Algo va mal.

-Ante ti tienes una decisión: corre, aléjate de aquí. Olvida a esta gente, olvida este pueblo, olvídame a mí. Olvida todo lo ocurrido y sigue con tu vida. O ven -te ofrece la mano-. Te daré tu recompensa por hacerme vencido. Y sabrás hasta donde llega la oscuridad que me define.

Me necesita desde el momento en el que estuvimos encerrados en este lugar... Por que espere un poco más no pasará nada. Además, si hubiésemos ido a por lo monstruos como dije en un principio después del juicio no estaríamos en esta situación, estamos en peligro desde hace mucho.

Al ver como Baklar se acerca solo puedo mirarle con repulsión y odio, aunque todo fuese mal debía zarjar esto, es el motivo por el que abandoné mi pueblo y no pararía hasta tener su cabeza. Miro la mano que me ofrece, pensando el golpearla, en arrancársela como si se tratase de un mero insecto. Durante unos instante pienso en su oferta, mientras levanto la mirada poco a poco hasta llegar a su cara.

- Es una decisión fácil... me la suda tu oscuridad.- Alzo el brazo derecho y cuando se encuentra en lo más alto invocó de nuevo la maza que Thuriz me otorgó, envuelta en chispas y destellos de luz dejando un haz de su recorrido al golpear una estela de relámpagos. - LO QUE QUIERO ES TU CABEZA... - y le asesto un golpe mortal descendente que llega a tocar el suelo.

Al ver como Baklar se acerca solo puedo mirarle con repulsión y odio, aunque todo fuese mal debía zarjar esto, es el motivo por el que abandoné mi pueblo y no pararía hasta tener su cabeza. Miro la mano que me ofrece, pensando el golpearla, en arrancársela como si se tratase de un mero insecto. Durante unos instante pienso en su oferta, mientras levanto la mirada poco a poco hasta llegar a su cara.

- Es una decisión fácil... me la suda tu oscuridad.- Alzo el brazo derecho y cuando se encuentra en lo más alto invocó de nuevo la maza que Thuriz me otorgó, envuelta en chispas y destellos de luz dejando un haz de su recorrido al golpear una estela de relámpagos. - LO QUE QUIERO ES TU CABEZA... - y le asesto un golpe mortal descendente que llega a tocar el suelo.