Partida Rol por web

Nieve y Hambre, capítulo 1: La silueta entre los árboles

4.4 - El estudioso

Cargando editor
22/11/2016, 22:39
Ahmel Bal’Karim

Sigbjörn no parece alguien de muchas palabras, así que la mañana transcurre sin pena ni gloria. Las heridas os hacen estar cansados, y el sueño amenaza constantemente. No es que haga calor ahí dentro, pero al menos las pieles os ayudan a conservar el calor corporal. Estáis, desde luego, mucho más incómodos que en casa de Yngrid, pero sobreviviréis. Eso es más de lo que podríais haber dicho unas horas antes.

En cierto momento de la mañana, sin embargo, la monotonía se ve interrumpida por la aparición de cierto personaje, que entra sin llamar ni siquiera a la puerta.

-¡Vaya, aquí estáis! Así que vosotros sois los miembros de ese clan tan mencionado en las últimas horas, ¿verdad?

Se acerca con una sonrisa, repleto de energía, y hace una leve reverencia.

-Me presento. Mi nombre es Ahmel Bal'Karim.

Cargando editor
22/11/2016, 23:31
Thorir Espada de Hielo

Thorir se quedó observando a aquel personaje tan extraño, jamás había visto a nadie así, con esos ropajes ni con esos rasgos, el nombre también le sonaba muy raro. Ante la presentación de aquel hombre, Thorir respondió, -Parece que ya nos conoces-, esbozó una media sonrisa en la cara, -Soy Thorir, Hijo de Hakon, legítimo heredero del Clan Yormef, un honor conocerle- Thorir sonrió, aquella mañana estaba de mejor humor y decidido a afrontar aquella situación con la mayor de las enterezas. -¿Y bien, quien es usted?-

Cargando editor
23/11/2016, 20:03
Ahmel Bal’Karim

El hombre asiente vigorosamente, visiblemente emocionado ante la presentación de Thorir.

-¡Excelente introducción, sí señor! La fuerza de su voz es notable y firme, la mención a su antepasado aporta el toque pintoresco perfecto. ¡Qué espécimen, qué formidable figura! Es usted sin duda un caballero interesante, puedo deducirlo tan solo con esas pocas palabras, mi querido Thorir.

Mientras habla, agarra un saco cercano y se sienta de forma descuidada antes de alzar un dedo para pedir atención de nuevo.

-Ah, sí, pero no os preocupéis. No he olvidado vuestra pregunta, ni mucho menos. A diferencia de otros interlocutores más descuidados o concienzudos, yo, mi buen señor, no paso por alto las exigencias y reglas establecidas para una buena conversación, si bien reconozco que a veces caigo en la indulgencia de la verborrea y el monólogo. Pero habéis respondido con una pregunta, y estáis en vuestro derecho de oír la respuesta. Definir quién soy, sin embargo, resulta cuanto menos una tarea ardua, si se limita la pregunta al ámbito genérico de la interpretación, sin llegar a especificar el contexto en el que se pregunta. ¿Cuál es, pues, vuestro interés? ¿Es acaso conocer el nombre de mis progenitores, de forma similar a la mención que vos mismo habéis realizado hacia vuestro padre? ¿O pudiera centrarse más en la incertidumbre respecto a mis orígenes, mi tierra natal o cultura? ¿Queréis conocer quizás mi posición social, mis títulos o apellidos? ¿O puede que en realidad estéis preguntando por mi oficio y mi objetivo en estas tierras, de las cuáles soy evidentemente más extranjero que vosotros? Ah, pero... ¡Perdonad de nuevo, amigo! Me pierdo en las palabras, y no os dejo responder. Os lo ruego, esclareced vuestros deseos, si os place.

Se inclina ligeramente, esperando que Thorir hable. Tras oírle hablar, no sabríais decir de donde le llega el acento, aunque su Arkes es bastante bueno. Excepto por todos los palabrejos que usa, claro, que lo hacen mucho más complicado de entender.

Cargando editor
23/11/2016, 20:33
Thorir Espada de Hielo

Thorir se quedó asombrado ante aquel hombre, tanta palabra le estaba mareando, pero se dirigió a él con firmeza pero con simpatía, -Señor, aunque tengo curiosidad por saber más de sus orígenes y de su, aparentemente, lejana patria, ante esta situación me interesa mucho más saber que hace aquí y a qué ha venido desde tan lejos, y por último, si usted me permite la pregunta, ¿Qué hace con nosotros?, no se si sabe de lo que se nos acusa, y bueno, no somos precisamente muy bien vistos en este pueblo-

Cargando editor
24/11/2016, 14:43
Drunfo Ulfrym

Este pueblo esta lleno de payasos y el inútil de Thorir cada vez me cabrea más.

Pensó Drunfo mientras el parlanchín estrafalario no cerraba la boca y el bastardo de los Yormef intentaba parecer inteligente.

Cargando editor
24/11/2016, 14:45
Drunfo Ulfrym

Ante la aparición de tan estrafalario personaje Drunfo se limitó a mirarle atentamente, no con una mirada inspecionadora sino más bien con una mirada de quien lleva horas esperando en silencio y momentaneamente otra persona se cruza frente a él.

Cargando editor
24/11/2016, 19:47
Ahmel Bal’Karim

Ahmel sonríe de oreja a oreja, paladeando la parrafada que va a soltar incluso antes de empezar.

-¿Mis motivos entonces, no es así? Pero para describirlos permitidme, si no es molestia, que me explaye sobre mis funciones con exactitud, para no dejar así lugar a duda en lo que respecta a mi misión. El objetivo en estas tierras vendrá después, al igual que el motivo de mi visita.

Toma aire y se levanta, alzando las manos en un gesto algo teatral y ensayado.

-Mi oficio se divide en tres partes: Búsqueda, comprensión y registro. Inmortalizo aquello que entiendo, estudio aquello que encuentro. Mi meta es la erudición, y mi regalo al mundo, la inmortalidad de aquello que encuentro meritorio de tal honor. Soy físico, alquímico, naturólogo e historiador, pero al mismo tiempo soy mucho más. No hay disciplina demasiado compleja para mi mente, y el estudio es mi estado natural, así como el método científico es mi herramienta. Mi nombre, Ahmel Bal’Karim, me fue otorgado en mi patria, la bella Kushistán, pero la única frontera que puede frenar mis avances es el horizonte.

Realiza un saludo bastante pomposo, similar a una reverencia.

-A su servicio.

Notas de juego

Voy haciendo pausas porque A) no tengo tiempo de escribir más y B) os voy dando espacio por si queréis intervenir, porque le quedan unas cuantas parrafadas solo para responder a las dos preguntas de Thorir, y como me ponga más que una escena de una partida de rol esto se va a convertir en un monólogo.

Cargando editor
25/11/2016, 16:06
Thorir Espada de Hielo

-Mmm, interesante cuanto menos, pero sigo sin entender en que puedo ayudarte, ¿Qué deseas saber de mi, o de nosotros, que te ha hecho venir desde tan lejos?, así que si a vos no le importa, y con todos mis respetos, le pido que vaya al grano- dijo Thorir con tono amable y pausado. 

Cargando editor
25/11/2016, 18:32
Drunfo Ulfrym

¿Quien coño es este tío y de donde ha salido?

Cargando editor
26/11/2016, 22:18
Ahmel Bal’Karim

-¿Al grano?

Ahmel suelta una carcajada.

-Os ruego me disculpéis. Es fácil olvidar, para alguien con mis, admito avergonzado, descuidados hábitos, las características de mi interlocutor. Pero... ¡Ah! ¿Habéis reflexionado, entonces, sobre esa respuesta tan mordaz y directa, pero al mismo tiempo enunciada con un cierto tono de galantería? ¡Delicioso! Debo... ¡Oh, vaya cabeza! Excusadme unos segundos.

Rebusca entre sus ropas hasta sacar un extraño panel de metal, en el que apoya rápidamente una lámina blanca. Al volver a sentarse, saca con rapidez un carboncillo y empieza a garabatear anotaciones en el papel. Mientras lo hace, retoma la conversación donde la dejó antes.

-Espero no encuentren esto ofensivo. La explicación, creo, responde asimismo a su pregunta, mi querido Thorir, hijo de Hakon. ¡He de admitir que encuentro fascinante su forma de expresarse, propia de las castas nobles a las que dice pertenecer, pero al mismo tiempo conservando la rudeza y simplicidad de sus congéneres norteños! Un verdadero espécimen, sí señor.

Por como mira a Thorir, casi pareciera estar analizando algún tipo de fenómeno atmosférico singular o alguna criatura exótica. Tras terminar su anotación, suelta una carcada triunfal.

-"Al grano", pues, y no divago más -Parece especialmente contento-. Esta hoja, al igual que las otras muchas decenas que he cargado conmigo hasta estos recónditos confines, no tienen sino el propósito, el objetivo, por qué no decirlo, ¡la noble misión! de ayudarme a recopilar lo que mi, por otro lado prodigiosa, mente, no es capaz de conservar por si misma. Y es que el menester que a estos lares me ha traído, mis pintorescos amigos norteños, es el de elevar sus tierras, tan bellas y salvajes, y con ellas a sus gentes, a una nueva condición histórica, más sublime, más compleja y duradera. Podríamos resumirlo, para no aburriros más con más divagaciones, en una simple tarea: Iluminar al mundo con la primera y única recopilación de la historia, cultura y condiciones naturales de la ya longeva y siempre misteriosa Goldar. Es decir, vuestro hogar.

Al ver vuestras expresiones, suspira de forma algo exagerada.

-¡Oh, lo he vuelto a hacer! ¿Quizás no estoy siendo lo suficientemente claro? A veces me cuesta bajar la calidad de mi enriquecido vocabulario, lo cuál puede pareceros extraño y chocante. Por favor, si no habéis entendido algo ruego que lo enunciéis sin temor.

Cargando editor
26/11/2016, 22:48
Thorir Espada de Hielo

Thorir alzó una mano como pidiendo una pequeña pausa, -No, comprendo lo que queréis, recoger historias y conocer la cultura de Goldar, una noble tarea si señor, y útil por otro lado- tras decir esto el norteño apoyó su espalda en la pared que tenía detrás y con una sonrisa preguntó, -Y bien, ¿qué quiere conocer que yo le pueda contar?-

Cargando editor
27/11/2016, 21:27
Ahmel Bal’Karim

-¿Qué quiero...? ¡Pues todo, mi buen amigo! Cada una de vuestras palabras es un nuevo registro que me permite desentrañar la maraña conformada por vuestra sabiduría popular. ¿Cómo no iba a interesarme por dos figuras tan especiales como las vuestras? ¡Un bastardo que clama por el trono, si es que podemos considerarlo trono, que le otorgará el liderazgo de su propia comunidad! Desterrado, buscado y acusado de varios crímenes. ¡Una historia épica, digna de ser estudiada! ¿No creéis? Y vos -Se gira hacia Drunfo con actitud enérgica-. ¡Un criminal, condenado a uno de los rituales más representativos de estas tierras! Escapado de las rudimentarias leyes que aquí conforman la justicia, y con una presencia digna de los gigantes de las leyendas.

Rápidamente, empieza a tomar notas de nuevo, aunque sin dejar de hablar. Qué está escribiendo, es un verdadero misterio.

-Quiero saberlo todo, pues. ¡Exigencia titánica, admitido! Reduciré, pues, mi petición a un simple resumen, permitiéndome, si me perdonáis el atrevimiento, el lujo de interrumpir con preguntas breves cuando requiera una aclaración para aquellas costumbres y conceptos que, a pesar de ser comunes aquí, en mi tierra podrían resultar extraños, casi imposibles o incluso vedados. Así que adelante, no hablaré más, pues sé que mi lengua es mordaz y saltarina. No en vano, intentaré contenerla mientras habláis vosotros. Es el trabajo del sabio, pues, el de escuchar, recopilar y reflexionar en vez de perderse en el sonido de su propia voz.

Se fija en Thorir y le señala con el carboncillo.

-Empecemos por el principio, para no empezar el castillo por las almenas -Se ríe ante su propia comparación-. Contadme, Thorir hijo de Hakon, sobre vuestro pasado. ¿A qué os dedicabais? ¿Cómo fue vuestra infancia? ¿Cómo era el entorno en el que crecisteis, en el que aprendisteis lo que ahora sabéis? Os pediré brevedad, pues por desgracia nuestro tiempo no es infinito, pero al mismo tiempo, y por contradictorio que parezca, añadiré a dicha petición la de no guardar ningún detalle, pues todo es importante para reconstruir vuestra historia, y con ella, la de vuestro pueblo. Pensad, si sois reticente, que el número de testimonios que podré reunir será reducido, y que por tanto es muy probable que, al colaborar conmigo relatándome vuestro pasado, podáis escribir vuestro nombre junto a los pocos afortunados que, una vez mi libro haya alcanzado el reconocimiento mundial que certeramente predigo alcanzará, todo niño, hombre y mujer en Gaïa podrá conocerlo. ¡Imaginad el honor!

Rápidamente, vuelve a tomar notas en su cuaderno, no sin antes dirigir una mirada fugaz a Drunfo.

-Empecemos, pues, con vos, Thorir. Cuando estéis listo.

Notas de juego

Que conste que, si decidís contarle vuestras historias, no hace falta que lo relatéis todo. Con un leve resumen (para que el otro pueda enterarse un poco de lo que reveléis de vuestro trasfondo) me vale.

Cargando editor
27/11/2016, 21:54
Thorir Espada de Hielo

Thorir soltó una pequeña carcajada, por un lado le hacía gracia aquel personaje, pero por otro le admiraba, en el fondo no era tan distinto de él mismo, ambos anhelaban algo con tanto ahínco que eran capaces de patearse toda Gaïa en busca de tal propósito. 

Escudriñó los ojos de aquel hombre y tras unos segundos de pausa comenzó a hablar, -Pues bien, como ya apuntabas, soy el Hijo bastardo de Hakon, líder del Clan Yormef hasta su muerte hace unos meses. Nunca conocí a mi madre y me crié junto a mi padre y el resto de su familia, no fue fácil, al ser el bastardo tenía que hacer mucho más que el resto, pero mi padre siempre me apoyó, fue él quien me enseñó todo lo que se, era sin duda un buen hombre, valiente y honorable- Thorir hizo una pausa y miró para otro lado, tras recomponerse volvió a mirar a Ahmel y prosiguió -Al cumplir la mayoría de edad fui reconocido como hijo de todo derecho por mi padre, iba con él a las incursiones y batallas de nuestro Clan, hasta la última, contra el Clan Solvgilftanden, donde cayó herido en combate y fue asesinado por orden de mi hermanastro para arrebatarme el Clan, ya que unos días antes, mi padre en presencia de otro consejero, Erik, me dijo que yo le sucedería. Aquel día la mano derecha de mi hermanastro, le mató a él y a Erik, culpándome de todo aquello, desde aquello vago por los Yermos en busca de apoyos, pero a la vista está de que no me va muy bien- acabó con una media sonrisa en su cara, como quien le ríe al destino o la mala suerte. 

Cargando editor
28/11/2016, 03:51
Drunfo Ulfrym

Drunfo escudriñó con asombro a Thorir, luego miró al parlanchin.

-Por mi puedes perderte, no voy a contarte nada.

Cargando editor
30/11/2016, 23:15
Ahmel Bal’Karim

Ahmel parece extasiado con la historia de Thorir, y no deja de tomar notas en todo momento. Sin embargo, cuando este termina, la intervención de Drunfo parece emocionarle más aún incluso.

-¡Eso es! Pura brusquedad norteña. Sois, si se me permite el juicio, buen Drunfo, el perfecto estereotipo de guerrero exaltado norteño. ¡Vaya suerte que he tenido con vosotros dos! Sin embargo, y aunque me alegro de que vuestra respuesta haya confirmado mis más deseadas sospechas, lo cierto es que debo rogaros que reconsideréis vuestra postura. ¿¡Y por qué debo hacer caso a este individuo, diréis, un extraño que no conoce de nada mis pasado, mis deseos, mis preocupaciones!? Oh, pero, mi querido Drunfo, intentad prestar atención a este mi hilo de pensamiento... Si accedéis a contarme vuestras historia, como está haciendo aquí nuestro buen amigo Thorir, no solo quedaréis registrado para la posteridad... ¡También podréis dejar un último testamento a vuestro honor, a vuestra historia! ¿No os parece atractiva la idea de reescribir el rastro que dejará vuestro nombre en la historia? Pensadlo detenidamente, y disculpadme si me atrevo a pronosticar que vuestras perspectivas de futuro no son demasiado alentadoras... ¡Diantres, es más que probable que dentro de unos días ya no podamos conversar! ¿O no dictan acaso las anticuadas leyes nórdicas una pena bastante definitiva, por llamarlo así de alguna manera, ante los crímenes de los que se os acusan?

Se inclina ligeramente hacia vosotros, en actitud confidente.

-Al hablar conmigo, podéis tener la última palabra, incluso si todo sale mal luego. ¿Queréis que vuestras leyendas acaben aquí, en medio de la nada, en un pueblo olvidado, humillados y abandonados? Yo puedo cambiar eso. ¡Puedo hacer que vuestra leyenda perdure, incluso aunque el final sea trágico! Puedo transmitir vuestro mensaje, y quién sabe... Quizás, en el futuro, alguien que conocierais leyera vuestra historia, y se asombrara ante el desenlace. ¡Incluso un final horrible puede ser adornado con una bella narración épica!

-Pero si acaso eso no os valiese, si acaso la gloria o el nombre os fueran ajenos, si acaso desecharais la noción de poder escribir vuestra firma en los anales de la historia de la humanidad... Al menos considerad esto: Un hombre que sabe la verdad es un hombre capaz de empatizar. Y un hombre capaz de empatizar es un hombre capaz de hablar por los oprimidos, por los que no tienen voz, por los que sufren la injusticia. Un hombre que sabe la verdad es, sin duda, un paladín de la honestidad, un lucero que ilumina a los que andan perdidos, un rayo de esperanza. Y ciertamente puede transmitir esa verdad en un momento clave, si lo cree justo y necesario. Pongamos como ejemplo, por teorizar, un juicio injusto.

Esboza una sonrisa, mostrando una dentadura bastante cuidada.

Cargando editor
01/12/2016, 02:07
Drunfo Ulfrym

Durante todo el discurso Drunfo ni siquiera miraba al parlanchin, el dolor de cabeza empezaba a aumentar y ese era su única preocupación en el momento. Cuando Ahmel terminó ni siquiera le miro a la cara.

Cargando editor
01/12/2016, 12:41
Thorir Espada de Hielo

Thorir observaba a aquel hombre con atención, su forma de hablar, su manera de gesticular, su mirada, le escudriñaba todos sus gestos y su actuaciones. Entonces Thorir cambió el gesto, se volvió más serio, y tras escuchar todo lo que el sureño hablaba, Thorir le miró a los ojos y le preguntó, -¿Tú ya me conocías verdad?- la mirada de Thorir intentaba penetrar en la mente de aquel hombre, y averiguar si la sospecha era cierta o simplemente fruto de su imaginación.

Cargando editor
02/12/2016, 19:16
Ahmel Bal’Karim

Ahmel mira a Thorir, entre sorprendido y divertido.

-Pues no, no he tenido el honor hasta hoy, mi buen amigo. ¿Qué os ha hecho pensar lo contrario?

Parece completamente sincero.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Advertir Thorir (el modificador me da igual porque es solo para ver si pifia o saca tiradón)

Tirada: 1d100

Resultado: 94

Tirada oculta

Motivo: Abierta (oh la ironía)

Tirada: 1d100

Resultado: 52(+114)=166

Cargando editor
02/12/2016, 23:26
Thorir Espada de Hielo

Thorir miró a Ahmel, tras unos segundos algo tensos miró hacia la puerta con desdén, y entonces volvió a encarar al sureño, -Bueno, este pueblo está bastante alejado de cualquier ciudad, y pasar por aquí es poco frecuente, por otro lado, venir aquí a hablar con nosotros es cuánto menos, ..., Curioso - entonces Thorir se detuvo, y dibujando una sonrisa en su cara dijo, -Bah, tranquilo hombre, si quieres sobrevivir por estos lares tienes que desconfiar de todo y de todos, una costumbre nórdica más- Thorir volvió a cambiar su gesto, a uno más amable, pero su mirada seguía en los ojos de aquel extraño hombre.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Advertir

Tirada: 1d100

Resultado: 68(+20)=88

Cargando editor
03/12/2016, 15:35
Drunfo Ulfrym

Por fin un poquito de sentido común en el bastardo...