Cuando Einar interrupió a Resmit este cayó al instante, es seguro que deseaba ver como se resolvía el conflicto entre ambos guerreros. Echo una mirada comprensiva al jarl para después dirigir la mirada a Thorir y Drunfo, los cuales tenían pinta de enfrentarse. No obstante, Drunfo se contuvo, seguramente por no derramar sangre en el salón de nuestro anfitrión, mas es probable que Thorir no le convenciera del todo con sus palabras.
Thorir era el heredero de los Yormef, pero según dicen mató a su padre para obtener el trono; y aunque él lo niegue, es su palabra frente a la de su hermano, el cual no está aquí y no puede defenderse para decir lo contrario. Por lo que a mi respecta puede estar mintiendo perfectamente para evitar enfrentarse al gigantesco Drunfo.
Aunque ahora que lo pienso, Hadar y Saga también son norteños, pertenecerán a algún clan ¿no? ya les preguntaré más tarde, no es necesario caldear más el ambiente con conflictos de clanes.
Cojo mi jarra y la alzo sonriente para brindar junto al resto.
El hombre de las cicatrices da un paso adelante y esboza una sonrisa mientras acaricia el hacha que lleva en la mano.
-¿"No es potestad tuya"? Quizás un hachazo en la cabeza te enseña algo de respeto...
-Rorar.
Einar alza una mano, y el hombre baja el hacha, sin apartar la mirada de Drunfo.
Cuando Thorir escuchó las palabras de atención del Jarl dejó la jarra en la mesa y se giró hacía él para escuchar lo que tenía que decir. A medida que el Jarl hablaba la ira se incrementaba en su corazón, pero hacía todo lo posible para permanecer serio, firme e imperturbable. Al parecer las mentiras vertidas por mi hermanastro han llegado hasta aquí, pensaba Thorir, cuando Einar terminó de hablar Drunfo le contestó, Thorir dejó que este hablara primero, quería saber que le contestaría al Jarl, aquel Jarl que se creía el maldito Rey de los Nórdicos. Cuando Drunfo terminó Thorir empezó a caminar en dirección a Einar, mientras comenzaba su discurso, - Einar - pronunció su nombre lentamente, recalcando que lo hacía sin el apelativo de "Mi señor", como suele hacerse para mostrar respeto entre los nobles, - Es cierto que mi reputación ha sido manchada por mi hermanastro ¡¡y sí!!, soy Thorir el Bastardo, desgraciadamente solo los Dioses saben que soy inocente del crimen que dicen que cometí, el único testigo de todo aquello también fue asesinado por la mano derecha del cobarde de mi hermano, ¿De verás creeis que si fuera el verdadero asesino de mi padre estaría ante vos pidiendo justicia?, mi honor no tiene precio, y si vos me consideráis indigno de estar en vuestra casa me marcharé en este mismo momento, pero sabed que habrías expulsado al legitimo heredero de un clan amigo, puede que me entregeis y mi hermano os bañe en oro, pero responderme, ¿Cuánto vale vuestro honor?, al menos dejarme mostraros de una manera u otra, según vuestras costumbres que soy inocente ya que, al igual que ha dicho Drunfo, vos no tenéis la potestad de decidir mi inocencia o culpabilidad sobre el asesinato de mi amado padre - al terminar el discurso Thorir se encuentra prácticamente enfrente del Jarl manteniéndole la mirada, Thorir había apostado fuerte y dudaba de que aquello terminara bien, terminaría igual que con los otros Jarls de poblados por los que había pasado, con suerte le echarían de sus tierras.
Rorar detiene a Thorir a mitad de camino, situándose frente a él y cortándole el paso.
-¿Dónde crees que vas, chaval?
Thorir mira fríamente a los ojos de Rorar, -¿Chaval?-, los dos hombres se miraban y el tiempo parecía detenerse, todo el mundo les miraba y un silencio total inundó toda la sala, -Aparta de mi camino, sólo quiero hablar con tu señor-
Si Rorar tiene la mano en su arma o la tiene desenfundada yo pongo mis manos en los pomos de mis espadas.
Rorar sonríe de nuevo, enseñando una dentadura amarillenta salpicada por algún que otro diente partido mientras acaricia el mango del hacha.
-Vamos, lobito. Dame una excusa.
Por supuesto que lleva el hacha desenvainada. A diferencia de ti.
Ambos hombres se miran fijamente, Rorar con el hacha en las manos, Thorir sujetando firmemente los pomos de sus dos espadas, la tensión en aquel salón se puede masticar, Thorir le devuelve la sonrisa a Rorar, -Sabes amigo, puede que solo se un "lobito" pero te puedo asegurar que he matado a decenas de perros como tú, si tan valiente eres quizás deberíamos batirnos en duelo, ya veríamos quien gana, el lobito o el perro - dijo Thorir sin variar en ningún momento su semblante.
máster, me ha molado lo de lobito jajaja, ¿acaso soy un Stark? XDD
Aquella escena se estaba desarrollando demasiado rápido. Bedelia había experimentado ya un buen repertorio de emociones, entre las que se contaban la confusión, el alivio o la preocupación, por nombrar sólo algunas. Lo que había empezado como un encuentro casual se tornaba poco a poco en una situación grotesca y peligrosa para todos. Aquello no estaba bien, a varios niveles. Una reacción instintiva le empujó a levantarse de la mesa.
-Basta-El tono de Bedelia era calmado, aunque su voz temblaba ligeramente-Basta, los dos. ¿Cuál es vuestro plan ahora? ¿Qué pretendéis solucionar enfrentándoos al jarl de un poblado en el que somos invitados? ¿Queréis saldar las deudas de sangre derramando aún más?
La mirada de Bedelia bailaba entre Drunfo y Thorir, aunque permanecía más tiempo fija en éste último. A su parecer, aunque desafiante, el tono de Drunfo no era comparable al del segundo norteño, quien todavía se encontraba encarado ante el guardaespaldas de Einar.
-Thorir-La mirada se clavó en sus manos, firmemente sujetas al acero-¿Qué harás si atacas a Rorar? ¿Qué harás en el hipotético caso de que consigas vencerle? ¿Atacarás también a Einar? ¿Hablarás con él, suponiendo que se muestre receptivo tras herir o matar a Rorar?
Se detuvo un instante, esperando que sus palabras hicieran algún tipo de efecto.
-¿Cuántos enemigos necesitas antes de entender que son demasiados?
Rorar ensancha su sonrisa, y parece que va a responder a Thorir cuando Bedelia interrumpe con sus palabras. Cuando termina, se limita a soltar una carcajada seca, algo forzada.
-Deberías hacer caso a la sureña, pichón. No necesito un...
Karl, te cambio el
Thorir sin variar en ningún momento su semblante, veía como el rostro de Rorar se llenaba de ira.
Por
dijo Thorir sin variar en ningún momento su semblante.
Recuerda que las reacciones de los pnjs son competencia del director, al igual que las del pj son competencia del jugador. Por eso yo nunca narro como reaccionáis, y vosotros tampoco narráis como reacciona el entorno a vosotros. Hay excepciones: Por ejemplo, cuando insinúo como os hace sentir algo u os obligo a interpretar ciertas reacciones dependiendo de vuestras tiradas (claro ejemplo de una tirada de Frialdad fallida) o cuando la reacción de un pnj es tan obvia que no hay problema porque la añadáis a vuestro mensaje (por ejemplo, cuando al saludar a un campesino cualquiera dais por hecho que os va a devolver el saludo).
Pero en este caso, la reacción de Rorar no es nada obvia, y por mucho que a ti te mole que se le vaya poniendo la cara roja de ira porque eso hace que Thorir parezca más molón que antes, en realidad eso no es lo que ocurre. Eres totalmente libre de decir que Thorir no se echa atrás y no muda su semblante, pero si vas a mencionar a un pnj o intentas insinuar el tipo de reacción que debería tener el pnj ante sus palabras, prefiero que vayas con un "cualquier persona se habría puesto rabiosa ante esa respuesta" o un "Thorir había tenido ya encuentros como ese, y en todas las ocasiones su oponente había acabado rojo de la ira, aunque él nunca se inmutara", que dejan clara la reacción que esperas causar en el pnj (y que yo luego puedo descartar o aceptar según me parezca), antes que un "Rorar se enrabietaba", que establece un hecho y me obliga a editar el post si luego no es así.
Einar detiene a su compatriota por segunda vez.
-Basta, Rorar.
Tras unos segundos, el norteño obedece y se separa unos centímetros de Thorir, aunque sin dejar de sonreír. Einar entonces mira a este último.
-No tengo nada contra vos, hijo de Hakon, ni me interesa en lo más mínimo vuestra historia. Solo me habéis ofrecido palabras, pero las palabras no son más que humo, y a los ojos de Goldar no sois más que un fugitivo y un asesino. Márchaos ahora mismo, y olvidaré lo agravios que habéis cometido.
Hace una pausa, esperando la respuesta del norteño.
Thorir miró a Einar y dijo, -Si vos me pedís que me marche me marcharé, pero os aseguro que estáis cometiendo un grave error, y en esta vida o en la otra os daréis cuenta, es cierto que os he ofrecido solo palabras, pero son estas lo único que tengo y una prueba que corrobora mi versión, pero no me habéis dado la oportunidad de mostrarla, así que recogeré mis cosas y mi caballo y me marcharé - Thorir se lleva la mano al pecho y se da media vuelta hacia la puerta. De camino hacia ella va pensando en lo mal que han salido las cosas, pero diablos, al fin y al cabo esto se está convirtiendo en algo normal, nadie, jamás, va a creer a un bastardo fugitivo. Esta desilusión la muestra en su cara, a cuantas puertas he de ir para que me crean.
Mientras se marchaba miró a Bedelia a la que dedicó una leve sonrisa, aquella mujer parecía más valiente que muchos de los que allí se encontraban. También miró a Drunfo y a su compañera Saga a los que dedicó un asentimiento con la cabeza en señal de respeto. Thorir agachó por un instante la cabeza y prosiguió caminando hacia aquella puerta, hacia el frío, hacia aquel futuro incierto.
perdonad, se me había olvidado comentar esto en el post anterior
Por la razón que fuese, Saga había permanecido en silencio siguiendo el hilo de la conversación de forma bastante vaga. Había metido la pata tratando de defender a aquella gente a la que no conocía, y lo último que le convenía era enemistarse con un jarl por alegar la inocencia de un renegado. O de dos.
Estaba herida, perdida y el invierno acechaba a la vuelta de la esquina. Will no estaba y Andrel, sólo los dioses podían decirlo. Pensarlo le causó un nudo en el estómago, de esos que terminan por derramar lágrimas, pero se contuvo tomando una profunda bocanada de aire y miró a Thorir el Bastardo una vez más, tratando de diferenciar en su discurso algún resquicio de verdad.
Tirada oculta
Motivo: Verdad?
Tirada: 1d10
Resultado: 1
El discurso de Thorir suena poco creíble, y en el tono de su voz hay un deje de desesperación. Es posible que este no sea el primer pueblo del que le echan. Aunque probablemente parte de su historia sea cierta, hay algo en su rostro que te hace dudar de él. Puede que esté ocultando algún detalle importante, o que haya un punto de la historia que esté adornando para protegerse de... ¿Qué? ¿Qué vergüenza podría existir en la verdad, si es que realmente es inocente?
Se le nota nervioso, aunque bien podría deberse al hecho de que una fría noche se cierne sobre él si no consigue convencer al jarl. Pero no puedes evitar recordar a un narrador de historias cuando explica su versión de lo ocurrido allá, en ese clan que no conoces y en esas tierras que nunca has visitado. Unas palabras bien aprendidas, mecánicas, reflexionadas... Y, por tanto, seguro que adulteradas. ¿O estás pecando de desconfiada?
La norne, que había permanecido en sepulcral silencio casi ignorando el resto de la disputa, se incorporó con pesadez escondiendo un gesto de dolor para abandonar su asiento.
-Con su permiso, -comenzó mirando a Einar- mi señor, me gustaría decir algo. No pondría la mano en el fuego por alguien a quien desconozco y, por supuesto, aunque no esté marcado como proscrito es su derecho y obligación como jarl el de proteger su hogar y a los suyos. Pido disculpas por haber apelado a los Dioses para que estos hombres se diesen cuenta de su generosidad, y en ningún momento lo que voy a decir a continuación apela a que cambie su decisión.
Saga abandonó su sitio clavando sus ojos grises en el renegado, bastardo y maleducado que acababa de casi retar a un jarl en su propio salón frente a ocho testigos.
-Puedo notar en tus palabras la desesperación, Thorir hijo de Hakon, pero hay algo en ti que me hace dudar. Quizá sea que desconozco tu procedencia, tu historia y puede que hasta tus modales. Pero tu soberbia te traiciona y, aun así, creo que hay parte de verdad en lo que dices. Quizás una verdad enrevesada; quizás una verdad esclarecedora. Después de todo te niegas a desprenderte de tu verdadero nombre aunque eso signifique pasar la noche a la intemperie. Si tan seguro estás de que la verdad está de tu lado, yo podría ayudarte a demostrar que tu historia es cierta. O, al menos las partes que de verdad lo sean, en pos de impartir justicia.
Tirada oculta
Motivo: Persuasión Saga
Tirada: 1d100
Dificultad: 80+
Resultado: 21(+70)=91 (Exito)
Einar parece algo sorprendido ante la intervención de Saga, y cuando esta se dirige a él se apresura a puntualizar.
-No hay nada que disculpar, mi señora.
Las palabras de la norteña parecen haber conseguido aplacar levemente su enfado. Quizás por eso no interviene cuando esta se ofrece a interceder por Thorir. A veces, la curiosidad es más fuerte que el orgullo.
Drunfo da un paso al frente y le espeta al jarl.
-Le pido disculpas, mi señor, si he sido algo tosco, pero no estoy acostumbrado a medir mis palabras. Según tengo entendido, y aunque no sea de su agrado, Thorir y yo ya somos a ojos de las antiguas leyes sus invitados, ¿O acaso no hemos bebido bajo su techo y de su brebaje? Puede que sea anticuado, pero las antiguas leyes son sagradas, al menos lo eran en mi casa, donde si se le ofrecía reposo a un viajero este podía descansar seguro de que no seria atacado o expulsado en medio de la noche.
Drunfo suspiró y señaló al hombre que estaba a punto de salir a la helada intemperie.
-Si deja marchar a ese hombre seria como si usted mismo le clavara una fría daga en la noche, y si de algo estoy seguro en esta vida, es que a los dioses no les gusta esos deshonrosos actos.
Thorir se detuvo delante de la puerta y se sorprendió de que tanto Saga en primer lugar y posteriormente Drunfo intercedieran por él, se giró lentamente hacia atrás, hacia aquellas dos personas, cuando Drunfo terminó de hablar Thorir miró al Jarl a la espera de contestación, no podía irse, si se iba traicionaría a aquellas dos personas que intercedieron ante él, pero si se quedaba insultaría al Jarl, por primera vez en muchos años Thorir no sabía que hacer.
Einar suelta un bufido, y en su rostro reaparece el enfado que había desaparecido con la intervención de Saga.
-Un intento fútil por retorcer la forma, olvidando el contenido. Bien, pues, juguemos a eso: Las antiguas leyes especifican claramente que se debe haber compartido alimento, no bebida. Sí aclaran, como bien dices, que no se podrá expulsar al huésped en medio de la noche, algo que tampoco voy a transgredir, pues todavía no ha oscurecido, y aún quedan horas para la noche. Amenazar al anfitrión, a uno de sus amigos en este caso, o faltarle al respeto puede servir como motivo para retirar la hospitalidad, ya que la protección del anfitrión solo se aplica mientras el huésped se comporte de forma adecuada.
Poco a poco, el tono de su voz va elevándose.
-Podría seguir hablando de los matices, pero es un esfuerzo inútil. Y esto es debido a que, para los dioses a los que tan fácilmente acudes, lo que pesa es la intención de la ley, y creo que ningún hombre juicioso incluiría dentro de esa intención el acoger a un hombre sin honor, a un fugitivo, a alguien que hasta este momento no ha mostrado su verdadera naturaleza. Claro que, por otro lado, qué va a poder decir alguien que ha quebrantado uno de los rituales más arraigados en nuestra tierra. Deberíais preocuparos por vos mismo, Ulfrym. Os recuerdo que todavía no he decidido vuestro destino.