-Ahí están.
Tan alejada del pueblo, perdida entre los árboles, la cabaña podría llegar a compararse con un verdadero reto a los espíritus del invierno, como si aquella tan Yngrid, la cuál parece ser un personaje bastante extraño, hubiera decidido enfrentarse al frío y a los dioses con un desafío tan arrogante como atrevido. Alejada del resto del mundo, sin ninguna protección natural más allá de los árboles que la rodean, que actúan más como posible escondrijo para los asaltantes que como una verdadera defensa natural, es quizás el punto más vulnerable de todo Sultünge. Lo cuál, por otro lado, os viene de perlas de cara al trabajo que tenéis entre manos.
-¿Qué hacemos?
-Yo digo que entremos por la puerta, tal cuál -Dice Godwin en un tono más alto de lo aconsejable, cruzándose de brazos. Ante la ceñuda mirada de Lamont, baja el tono hasta convertirlo en un susurro-. Están heridos, pero Yngrid es peligrosa. Si nos ve hacer alguna jugarreta, quizás decide saltarse la parte de preguntar qué hacemos aquí. Puede que esté algo ida de la olla, pero si vamos de frente y le explicamos por qué estamos aquí, seguro que razona. Al fin y al cabo, somos cuatro y ella está sola. Bueno, con esos dos, pero si están heridos poco van a poder hacer. Incluso alguien tan raro como ella sabe cuando una batalla está perdida de antemano. Si es que presenta batalla, que quizás se pone de nuestro lado...
-Puede ser. Pero no olvides que las forasteras han podido mentir. Quizás es una trampa. Aunque no lo sea, que estén heridos no quiere decir que sean menos peligrosos. Ya oíste a Renmo, no eran humanos. Puede que tirar por la borda el elemento sorpresa no sea lo más inteligente. ¿Tú qué piensas, Sigbjörn?
-Vale, joder, pues vamos en silencio, pero vamos ya. Se me está congelando el culo.
Godwin se remueve, incómodo. El camino hasta allí ha sido relativamente silencioso, ninguno parecía tener muchas ganas de hablar, quizás por estar todavía encajando todo lo ocurrido en el thing. Pero ahora que la cabaña ya está a la vista, y os encontráis a cierta distancia, escondidos, la necesidad de tener un plan conjunto por si las cosas se van de madre ha empezado a soltarles la lengua. Por otro lado, parece que tu condición de forastero importa más de lo que podría parecer en un principio, porque ni siquiera te han preguntado por tu opinión.
Tirada oculta
Motivo: Advertir Drunfo (-40 lejos, -40 sin vista)
Tirada: 1d100
Resultado: 27(+105)=132
Tirada oculta
Motivo: Advertir Thorir (-40 lejos, -40 sin vista)
Tirada: 1d100
Resultado: 23(-60)=-37
Tirada oculta
Motivo: Advertir Yngrid (-40 lejos, -40 sin vista)
Tirada: 1d100
Resultado: 96(-60)=36
Tirada oculta
Motivo: Advertir Yngrid (Abierta) (-40 lejos, -40 sin vista)
Tirada: 1d100
Resultado: 20(+36)=56
Tirada oculta
Motivo: Sigilo Godwin
Tirada: 1d100
Dificultad: 56+
Resultado: 41(-25)=16 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Sigilo Sigbjörn
Tirada: 1d100
Dificultad: 56+
Resultado: 41(+10)=51 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Sigilo Lamont
Tirada: 1d100
Dificultad: 56+
Resultado: 31(-25)=6 (Fracaso)
Tira sigilo
La mañana se hace larga, y la espera horrible. Han pasado ya unas dos o tres horas desde que Saga y Bedelia se fueron, y aunque la temperatura de la cabaña no es mala, tampoco es que sea el lugar más cómodo para estar. Vuestras heridas os están pasando facturas, y cuando el dolor os da algún respiro, el catarro o el agotamiento ocupan su lugar. Estáis en un estado deplorable, pero los dos habéis pasado por cosas peores. O, al menos, igual de malas. Algunos días y volveréis a estar en activo, con un par de cicatrices más para la colección y energías renovadas. Si hay suerte, claro. Si las cosas van mal, y las dos mujeres no consiguen hablar en vuestro favor... Bueno, mejor no pensarlo.
Entonces, el rítmico sonido de Yngrid, que trabaja con sus pieles sin prestaros atención, se detiene de forma brusca. La mujer alza la mirada y mira en dirección a la puerta. Luego frunce el ceño.
Lo oyes. Voces, a cierta distancia, susurrando, acercándose. Y tu experiencia te recuerda que nadie que hable en susurros suele tener buenas intenciones.
Miro en dirección a a mujer y en casi un susurro le digo:
-¿Los conoces?
Menudo spoiler el seleccionar a los jugadores q pueden verlo
-Probablemente.
Yngrid se levanta y recoge su arco, apoyado en la pared.
-Esperad aquí. Voy a echar un vistazo.
Bah, tampoco os dice mucho, la verdad. Solo que está cerca, o implicado en esta escena de alguna manera. Por lo demás, estáis to cegatos, chavalote.
Thorir se incorporó un poco, lo suficiente para poder ver con más claridad la habitación, miró a Yngrid y verla coger su arco no le dio mucha confianza, luego miró a Drunfo que parecía concentrado en Yngrid y en la puerta. Thorir se temía lo peor, ¿y si Saga y Bedelia habían fracasado?, acto seguido agarró sus espadas y las colocó un poco más cerca, no está mal tenerlas a mano por si las cosas se tuercen, aunque Thorir sabía perfectamente que su estado físico era pésimo, pero también sabía que no le matarían tumbado en una cama, si era necesario moriría empuñando una espada.
Entonces miró a Yngrid, pero no dijo nada, permaneció atento a la situación, y trataba de reconocer alguna voz del exterior.
La cabaña empieza vislumbrarse ente el follaje de los árboles, su ubicación y por como habla de esa tal Yngrid parece más que un hogar un escondrijo donde mantenerse lejos de la gente del pueblo.
¿que tendrán en contra de esta tal Yngrid? De verdad está tan loca como dicen...
Estoy bastante cansado, no nos ha llevado mucho el llegar hasta aquí, pero prefiero acabar con esto lo antes posible para descansar un poco. Mis ojos entreabiertos observan la casa y Godwin mientras habla.
Sigbjörn, se supone que tú eras el líder de esta "expedición" como te quedas callado ante el idiota éste, podrías haber dicho algo en vez de mirarnos con esa cara de lerdo. El acercarnos sigilosos no es mala idea, pero es más que posible que nos estén esperando y acercarnos acechando no suscitará a esa Yngrid.
Saben que Bedelia y Saga han ido al pueblo a interceder por ellos, nos estarán esperando y como nos vean acercarnos intentado pillarles por sorpresa pueden interpretarlo como un ataque y reaccionar violentamente. Vamos acercarnos al descubierto ¿o le tenéis miedo a una mujer y a dos hombres heridos? No queremos provocarlos verdad.
Motivo: sigilo
Tirada: 1d100
Resultado: 31(-30)=1
igualmente hago la tirada
Bua, no me acordaba que tenia -30 XD
Lamont parece a punto de protestar, pero Sigbjörn interviene.
-Yngrid es de los nuestros. Iremos de frente.
Ya, seguro que has propuesto ir de frente porque es la mejor opción, y no porque Resmit es un manta en subterfugio XD
Yngrid levanta una tela, en la parte trasera de la casa. Luego introduce la mano en una grieta, y acto seguido desencaja uno de los tablones de madera, sin hacer casi ruido. Antes de que podáis decir nada, se mete por el agujero y desaparece. No se preocupa en taparlo una vez fuera, así que el frío empieza a entrar en la cabaña a velocidad alarmante.
Los pasos, que ahora son perfectamente audibles para los dos, se acercan rápidamente a la puerta de la cabaña. Parece que ya no intentan ocultar su posición.
Tirada oculta
Motivo: Sigilo Yngrid
Tirada: 1d100
Resultado: 83(+40)=123
Tirada oculta
Motivo: Advertir Resmit
Tirada: 1d100
Resultado: 61(+70)=131
Tirada oculta
Motivo: Advertir Sigbjörn
Tirada: 1d100
Resultado: 8(+30)=38
Tirada oculta
Motivo: Advertir Godwin
Tirada: 1d100
Resultado: 73(+10)=83
Tirada oculta
Motivo: Advertir Lamont
Tirada: 1d100
Resultado: 90(+10)=100
Tirada oculta
Motivo: Advertir Lamont (abierta)
Tirada: 1d100
Resultado: 81(+100)=181
Os acercáis a la parte frontal de la cabaña con decisión. Justo antes de llegar a la puerta, Lamont alza una mano, y todos os detenéis. Frunce el ceño y mira hacia la parte lateral de la cabaña, que desde este punto queda oculta por el propio edificio. Tú también has oído el crujido de la rama.
Ya era hora que Sigbjörn dijera algo, es la mejor opción si no queremos que ofrezcan resistencia.
Me acerco encabezando la comitiva, apartando las ramas que molestan mi camino y mi visión de la cabaña. Cuando llegamos a la puerta Lamont alza el puño justo después de oír el CRACK de una rama al partirse en el lateral de la casa. Enmudezco por un segundo, miro rápido a mis acompañantes y me dirijo a la esquina con unas zancadas para ver lo que provocó el ruido.
¿Nos vais a dar una escusa para pelear...?
Una mujer os apunta con su arco, con el brazo tenso, preparada para disparar. Apenas a unos pasos de ti, que has tomado la iniciativa, te repasa de arriba a abajo con la mirada, evaluándote. Quizás hay cierta belleza salvaje en ella, pero su cara sucia, sus ropas descuidadas y su expresión fiera le ofrecen un aspecto bastante agresivo e intimidante.
-Dadme una excusa.
-No venimos a pelear contra ti, Yngrid. Baja el arco.
Lamont alza las manos, en expresión conciliadora.
-Sé perfectamente a por lo que venís. Y no voy a bajar el arco hasta que vosotros hagáis lo propio.
Yngrid os mira, desafiante.
Thorir miró rápidamente a Drunfo clavando sus ojos en él, -Maldita sea, nos ha abandonado- y agachando la cabeza por un segundo dijo -Saga y Bedelia han fracasado- apartó la mirada del norteño y miró a sus espadas. Thorir se levantó como pudo del suelo, le dolía todo pero ayudándose con la pared consiguió ponerse de pie, apretaba los dientes para ahogar el dolor que sentía. Acto seguido alcanzó sus dos espadas y se las colocó detrás suya, apoyadas en la pared, pero al alcance de su mano, no sabía sin quien venía era amigo o enemigo, por lo que las colocó cerca por si la ocasión requería su uso.
Miro a Yngrid y después a mis acompañantes haciendo les un gesto con las manos para que bajen las armas.
- Bajad las armas, no hemos venido a luchar. - Me giro de nueva a la mujer, esperando que actúe en consecuencia - Mi nombre es Resmit Cruik. No sé si sabrás que Einar murió anoche pero la aldea ahora mismo busca muchas respuestas. Saga y Bedelia han venido esta mañana en medio del thing hablando a favor de los hombres que se ocultan en tu casa. Solo venimos a escoltarlos al pueblo para que no sufran daño y puedan contar su versión. - digo con tono tranquilo.