Partida Rol por web

Nieve y Hambre, capítulo 1: La silueta entre los árboles

4.3 - El líder dubitativo

Cargando editor
22/11/2016, 22:37
Thaldein

En cierto momento de la mañana, Thaldein se acerca a ti.

-¿Resmit? ¿Tienes un momento para hablar? Ven, vamos a mi casa.

Notas de juego

Que conste que lo de hablar con estas dos lo he dado por supuesto, pero si prefieres no ir a verlas siéntete libre de decírmelo y corrijo la escena (o más bien la borro). Lo mismo con Thaldein, siéntete libre de ponerte borde y sacarle el dedo corazón (aunque entonces ya no seréis bros forever, tú verás).

Cargando editor
23/11/2016, 17:43
Resmit Kruik

Tras salir del salón de Einar me encuentro a Thaldein. Sigo sin fiarme de algunos del pueblo, especialmente de Eskol y los suyos, asique me aseguro de que nadie nos siga y que el menor numero de gente nos vea llendo a casa de mi amigo. 

- Claro, vamos y hablemos allí tranquilamente.

 

Notas de juego

los bros ante todo XD

Cargando editor
23/11/2016, 19:57
Thaldein

Thaldein te lleva a su casa, que no es la más humilde del pueblo pero desde luego tampoco es la más lujosa. Marja y los pequeños os dejan un poco de intimidad, quedándoos solos los dos en la sala principal, sentados junto a una mesa de madera junto al calor de la chimenea.

-Te ofrecería algo, en otras circunstancias.

Se remueve, inquieto, y luego mira hacia la puerta, como si esperara que alguien fuera a entrar de un momento a otro.

Cargando editor
23/11/2016, 20:25
Resmit Kruik

Sigo a Thaldein, al entrar en el calor de su casa mis mejillas empiezan a perder el color rojizo por el frío invernal que hace fuera. Me siento junto a él delante del fuego y le miro fijamente. La luz de la lumbre ilumina la mitad de mi rostro mientras le observo, se oye el crujir de la madera de la chimenea mientras esperamos a que su esposa nos deje a solas, es entonces cuando me percato de que mira a la puerta. La miro de reojo extrañado y cuando le vuelvo a mirar:

¿Habrá pasado algo en mi ausencia con Eskol?

No te preocupes, lo entiendo, pero... ¿esperas a alguien más?

Cargando editor
24/11/2016, 19:47
Lamont

Antes de que Thaldein pueda responder, la puerta se abre. Entran dos personas en la casa, sacudiéndose la nieve de los hombros. Parece que fuera, la ventisca azota Sultünge a plazos irregulares.

-Hola, Resmit -Dice Lamont al verte, visiblemente sorprendido por tu presencia.

Cargando editor
24/11/2016, 19:50
Fredrick

Fredrick se sienta a tu lado.

-¿Y bien? -Dice, mirando a Thaldein-. ¿Qué ocurre? -Mira a su alrededor, repasando la habitación con la mirada-. ¿Has llamado a alguien más?

Cargando editor
24/11/2016, 19:51
Thaldein

Thaldein se cruza de brazos, en actitud pensativa.

-Sí, pero podemos empezar sin él.

Luego levanta el rostro y os mira, uno a uno, antes de hablar.

-He formado una opinión en mi cabeza, una serie de decisiones que pueden propiciar la caída o el resurgir de Sultünge. No tengo un plan definitivo en la cabeza todavía, así que requiero vuestro consejo. No quiero ir al thing sin ningún apoyo.

Un frío silencio sigue a sus palabras. Thaldein se remueve, aunque no da muestras de incomodidad ante las atentas miradas que ahora se fijan en él.

-Os estaréis preguntando por qué os he llamado a vosotros en concreto.

Cargando editor
24/11/2016, 19:54
Fredrick

Fredrick se aclara la garganta.

-En realidad -Te mira de reojo-, y no te lo tomes a mal, Resmit... Pero lo que de verdad me extraña es la presencia de un forastero. Entiendo que tengas más confianza con algunos de nosotros que con otros... Pero a él solo le conoces desde ayer.

Cargando editor
24/11/2016, 19:56
Thaldein

Thaldein interviene antes de que puedas responder.

-Es cierto -Afirma con rotundidad-. La actitud de Resmit ha sido elogiable, desde que llegó, y os advierto a los dos que fue él el que, llegado el momento de plantar cara a la bestia, se enfrentó a ella sin miedo alguno, otorgándonos el tiempo suficiente como para escapar -No es del todo cierto, pero Thaldein sigue hablando sin darte tiempo a interrumpirle-. Me avergüenzo de no poder reconocer el mismo valor en mi actuación, aunque eso es agua pasada. Sea como sea, y por muy generoso y temerario que hayas sido, no podemos olvidarnos, Resmit, de que todavía eres poco más que un extraño. Un extraño con... Extraños poderes a su alcance.

Las miradas se clavan en ti, y aunque intentan ocultarlo no puedes evitar notar cierto tinte de miedo y desconfianza, el mismo que percibiste la noche anterior al hacer gala de tus poderes innatos.

-Pero -Y Thaldein se gira para mirar a Fredrick mientras responde-, tampoco tenemos ninguna razón para desconfiar de él. Para empezar, una opinión externa nos vendría bien, y creo que todos coincidiremos en que Resmit es la mejor, si no la única opción. Los Yormef asesinaron a los nuestros, las mujeres les ayudaron. No se sabe nada del hauf desde anoche, y los dos forasteros de piel negra tienen la cabeza en las nubes. No conocen nuestras costumbres. Resmit, sin embargo, es de los nuestros, ha nacido y crecido en los Yermos. Es un guerrero, como nosotros, pero a diferencia de nosotros puede ofrecer una visión separada, diferente. Seamos sinceros: Ninguno de los tres hemos viajado demasiado. No conocemos el mundo, ni sus peligros. Podemos ser diferentes, pero todos somos hijos de Sultünge y, por tanto, es muy posible que también cometamos los mismos errores, y pasemos por alto las mismas obviedades. Él, en cambio, ha viajado por todo Goldar. Puede que no sepa más que nosotros, pero sí sabe cosas diferentes. Puede que tenga alguna idea que a nosotros no se nos hubiera ocurrido.

Lamont y Fredrick se miran, poco convencidos. Thaldein suspira, y mira hacia abajo.

-La otra razón, y en esto me baso solo en mi propia intuición... Es que no creo que esté aquí por casualidad.

Cargando editor
24/11/2016, 20:09
Fredrick

Lamont ladea la cabeza, confuso. Fredrick, por el contrario, suspira cansado.

-¿A qué te refieres, Thaldein? ¿No irás a proponer que él ha traído la bestia, no?

Cargando editor
24/11/2016, 20:11
Thaldein

-No. Pero sí creo que hay un destino escrito para todos nosotros. Y creo que, en esta ocasión, la vista de los dioses está clavada en Sultünge.

Se hace un silencio. La expresión de los dos norteños pasa a una de incredulidad y escepticismo.

-Pensadlo -Thaldein se inclina sobre la mesa, y baja la voz-. ¿Cuántas veces habéis oído esa clase de historias y leyendas? Un demonio o bestia que asola a una población, un extraño que aparece de la nada con habilidades que sobrepasan el límite de lo humano... El número de forasteros que han aparecido, la cadena de casualidades que se han dado desde ayer...

Cargando editor
24/11/2016, 20:15
Lamont

Lamont niega con la cabeza.

-Ya hemos hablado de esto, Thaldein. Lo más probable es que esa cosa lleve rondando Sultünge desde hace semanas.

Cargando editor
24/11/2016, 20:15
Thaldein

-¡Sí, exacto! -Thaldein asiente, enérgicamente, y sube el volumen de su voz sin darse cuenta-. ¿Y por qué, justamente, decidió atacar ayer con tanta intensidad? ¿Por qué, de entre todos nosotros, fue Resmit el único que acabó saliendo con vida del encuentro con la criatura, exceptuándome a mí? Os lo digo, en ningún momento cedió al terror, y os aseguro que haberlo hecho habría sido tan fácil como respirar. La criatura le cogió, le miró a los ojos... Y luego le soltó. ¡No le mató! ¿Por qué? Pero Resmit no huyó, como habría hecho cualquier otro al escapar de la muerte por tan poco. Se lanzó de nuevo contra ella, y lo pude ver en sus ojos... Un fuego que no puedo llegar a describir.

Todas las miradas se clavan en ti. Lamont y Fredrick parecen sorprendidos ante la descripción. Thaldein, aunque obviamente está adornando la historia en gran manera, parece hablar con firmeza y seguridad en sí mismo... Lo que te hace pensar en que quizás cree de verdad en sus propias palabras.

-Es una corazonada. Pero si en verdad nuestro destino está escrito, entonces el suyo es el de acabar con esa cosa.

Cargando editor
24/11/2016, 22:23
Resmit Kruik

No puedo evitar alegrarme y sonreir ante las palabras  Thaldein, en cierto modo me ruborizo por las cosas que dice puesto que es cierto lo que dice aunque no terminan de hacerme justicia. Pero después de viajar durante un año por Goldar, de haber perdido a mis más íntimos amigos en una emboscada, de que mi pueblo me crea un mentiroso, de que no me quede familia puesto que mis padres murieron a manos de los Yormef; todo ello hace, que aunque como bien dicen, no les conozca mucho, este hombre empiece a ser un amigo para mi. Llevo un año vagando solo buscando a los bandidos que acabaron con mis amigos y en los sitios a los que he ido apenas permanecía una día y sin apenas conocer a nadie. Pero en Sultünge he vivido más que en todos estos lugares juntos en un día.

No sé si los dioses me enviaron a este pueblo por que era mi destino o por la criatura, pero me alegro de que lo hicieran.

Yo... no sé que decir, lo que dices es cierto, anoche pasaron muchas cosas y he visto suficientes masacres, si está en mi mano el acabar con la bestia podéis contar conmigo, pero no creo que pueda solo, necesitaré vuestra ayuda. Aunque eso ya lo sabías  Thaldein. -  Sonrío mostrando mis dientes como si fuese perlas que reflejan la luz de las llamas. - Pero he de añadir una cosa que me ha contado Saga cuando hable con ella antes. Por lo que parece, ella ya conocía a la bestia y me ha dicho que es posible que venga de la legenda de Ashof el tuerto. Me dirigía a ver al anciano para que me contara más cuando me tope contigo. - Miro a Thaldein.

Notas de juego

incluyo lo de Saga, ya que sale el tema del monstruo.

mi idea cronologicamente era:

1ª hablar con saga y bedelia

2º con Ashe

3º  esta reunion

4º con el viejo

5º Con Thorir y Drunfo

Cargando editor
26/11/2016, 21:26
Thaldein

Thaldein te devuelve la sonrisa, satisfecho con tu respuesta. Justo antes de que ninguno pueda decir nada, la puerta se abre. En el umbral espera, como si hubiera sido invocado por tu mención, el anciano, que dirige una mirada fugaz a los presentes antes de acercarse, con lentitud, hacia la última silla vacía. Thaldein esboza una sonrisa.

-No es necesario que esperes mucho más, pues. Gracias por venir, Hjalmar. Ya estamos todos.

Cargando editor
26/11/2016, 21:29
Hjalmar

-Admito que tu invitación me ha sorprendido -Responde Hjalmar, con la voz cavernosa que parece ser la constante en las personas ancianas-. No te tenía por alguien interesado en escuchar las palabras de un viejo.

Cargando editor
26/11/2016, 21:38
Thaldein

Thaldein sonríe, divertido.

-No vamos a engañarnos, nunca he sido de los que escuchan a los mayores. Pero ahora que yo mismo estoy empezando a echar años a la espalda, empiezo a verlo todo de otra manera. Supongo que hasta los cabezotas como yo pueden acabar volviéndose algo sensatos con el tiempo.

Cargando editor
26/11/2016, 21:41
Fredrick

Fredrick, haciendo muestra de buen humor, responde animado.

-Y así, de paso, puedes ayudar a meter a tu hijo en vereda. Lamont está muy parlanchín últimamente.

Cargando editor
26/11/2016, 21:42
Lamont

La broma es aceptada con humor, pero no se oyen carcajadas. La situación en la que se encuentra el pueblo sigue pendiendo sobre vuestras cabezas, como un fantasma hecho de frío que os recuerda la presencia de la muerte, a vuestras espaldas. No hay ganas de reír. Lamont ni siquiera parece esforzarse por sonreír. A diferencia de los otros, su actitud es más bien sombría.

-No me gusta esto, Thaldein. Pase lo del forastero. Puedo no estar de acuerdo con esos delirios tuyos de que es el elegido que ha venido a salvarnos, pero tampoco veo motivo para excluirle. No, lo que me inquieta es... Todo esto. Lo que estamos haciendo. ¿Una reunión privada? ¿A espaldas de Eskol? ¿Por qué nos has llamado solo a nosotros, y no al resto?

Se cruza de brazos, y niega con la cabeza.

-Es como si estuviéramos conspirando, o algo peor. No está bien.

Cargando editor
26/11/2016, 21:47
Thaldein

Las sonrisas ya han desaparecido. Thaldein suspira, cansado.

-Escucha, Lamont... Sé que parece lo que parece. Pero es lo que es. No estoy conspirando contra Eskol, ni estoy buscando apoyos a espaldas del resto de Sultünge. Simplemente estoy siendo pragmático.

Se apoya en la mesa con los codos y muestra las palmas de las manos en señal pacificadora.

-Seamos francos: Hay gente en la que confío, y gente a la que me gustaría ver bien calladita. Nos pasa a todos. Pero nunca violaría el carácter sagrado del thing, y lo sabes. Solo quiero aclarar mi cabeza, porque se ha puesto una carga bastante pesada sobre mis hombros, y no tengo claro que hacer al respecto.