Partida Rol por web

Nieve y Hambre, capítulo 1: La silueta entre los árboles

4.10 - Lo que espera tras el rastro

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14/12/2016, 20:14
El frío

Los grupos de caza se reúnen en la linde del pueblo, separados como ha establecido Thaldein al acabar la reunión. Las caras de cansancio, los brazos caídos, el miedo en las miradas. Cuatro grupos, casi una quincena de personas, partirán esa tarde hacia el bosque, hacia el peligro, hacia lo desconocido, hacia el frío y el miedo, para volver apenas unas horas después. Es probable que en tan pocas horas apenas consigan su objetivo, pero no se puede desaprovechar ninguna oportunidad. Un simple tanteo, la punta de lanza de un plan que puede funcionar... Que debe funcionar.

A vuestra derecha, el primer grupo, formado por los tres hombres que acompañaron a Resmit a buscar a los Yormef esa mañana. Sus expresiones, ceñudas, sus bocas cerradas. No hay nada que decir en un momento así. A la izquierda, otro grupo, encabezado por el locuaz Rorar, que no deja de maldecir en voz baja mientras mira hacia las profundidades del bosque. A sus espaldas, sus dos compañeros, un chico joven llamado Jostein y el que parece ser su padre, un tal Fredrick, que le recuerda en voz baja todos aquellos detalles que tan a menudo la juventud pasa por alto, y que solo la experiencia y la madurez pueden llegar a enseñar. Por último, más allá se encuentra el tercer grupo, formado por tres hombres cuyo nombre no conocéis. Uno de ellos, el más joven, es el que estuvo bailando con Saga en la fiesta del día anterior, hace ya lo que parece una eternidad. Su expresión dista mucho de la de entonces, y ni siquiera parece haberse percatado de la presencia de la hedense, a varios metros de distancia. Simplemente deja la mirada fija en algún punto perdido entre los árboles. Sus pensamientos son solo un eco de los del resto, tan oscuros como podría esperarse en una situación así.

Vuestro grupo es el más numeroso de todos. Los tres os habéis preparado, en apenas quince minutos, para la marcha. El frío es insoportable, pero vuestras ropas mantienen vuestro calor corporal de manera más o menos relativa, lo que no implica que no sea bastante molesto el encontrarse allí afuera, a merced del viento y la ventisca. Una vez el bosque se vuelva más frondoso, por otro lado, es probable que los árboles sirvan como pantalla y os protejan. Sin embargo, el peso de vuestras armas os recuerda que, una vez allí, lo más peligroso no será el frío. Thaldein, que ha insistido en ser el que os acompañe, contempla la escena con expresión sombría.

Solo hay una persona que, por petición expresa, ha decidido salir sola.

Yngrid, que se encuentra a varios pasos de vosotros, revisa la cuerda de su arco con expresión ausente. Ninguno de los intentos por convencerla de ir en grupo, no digamos ya de quedarse en la aldea junto a las otras mujeres, ha tenido demasiado efecto. Según ha expresado con firmeza en todo momento, "ya ha hecho suficiente de niñera la noche anterior, y no va a dejar que la torpeza de sus ruidosos compatriotas lleve a la bestia hasta su posición". Razonar con ella es tarea imposible, al parecer, y da la sensación de que muchos de los habitantes de Sultünge ya están acostumbrados a ello, pues pocos han insistido. Thaldein, que ha sido uno de los pocos que ha decidido persistir en esta gesta, ha llegado incluso a ofrecerle la posibilidad de acompañaros en vuestra expedición, para así poder aprender más sobre la criatura. Cuando se lo dijo, la norteña se limitó a esbozar una sonrisa burlona.

-Eso es justamente lo que pienso hacer, pichón. Y créeme, seremos mucho más eficientes si no voy con vosotros.

No parece alguien muy dado a trabajar en equipo, así que nadie se lo discute demasiado.

Listos ya para partir, algunos se giran hacia el grupo de personas que ha ido a despediros. Pocos han decidido quedarse dentro con el calor, por lo que casi todo el pueblo vuelve a reunirse, y esta vez pareciera, por las miradas que os dirigen, que lo ha hecho para despedirse. Por desgracia, no es algo del todo improbable.

El bosque parece llamaros, esperando a engulliros entre sus fauces de tierra, madera y nieve.

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15/12/2016, 19:39
Resmit Kruik

Abro los ojos con unos cuantos parpadeos cansados, miro el techo de la habitación de madera, cubierto de un manto de oscuridad borrosa mientras aún lucho por mantener abiertos mis ojos adormecidos. Giro la cabeza hacia los lados intentando identificar confuso donde estoy, puede que todo haya sido un sueño, pero la ilusión tan solo dura un segundo. Me siento en la cama apoyando los pies en el suelo mientras me froto la cara con las manos.

Aaaahg no ha sido un sueño... estoy en casa de Thaldein ¿Cuanto he dormido? ¿una o dos horas? Me hacia falta pero aun estoy cansado. Bueno, habrá que reunirse con el resto.

Me levanto y cojo mis cosas, especialmente mi maza la cual permanece apoyada al lado de la cama, justo donde la deje, y el abrigo de lobo con el que estaba medio arropado para aguantar el frío del bosque. Una vez listo salgo de la casa despidiéndome de la mujer de mi amigo. Están todos reunidos fuera, parece que soy el último. Los grupo ya están hechos y por lo visto Thaldein nos acompañará a las mujeres y a mi.

Según me acerco voy recordando hacia donde nos dirigimos, aquel lugar, donde nos encontramos a la criatura, donde Einar murió... No es un recuerdo muy agradable, y si no lo es para mi, imagino que para Thaldein tampoco. Me reúno con él y las chicas, sin perder de vista al rubio mientras me acerco. Una vez con ellos les sonrío y les echo un vistazo, había empezado con mal pie con Bedelia pero es una mujer con carácter, además de ser exótica; Saga en cambio es una norteña muy hermosa y su tez blanca me tiene cautivado.

Solo espero que no tengamos problemas por ahora.

Ya estoy listo, cuando queráis.

Miro al resto de grupos, Rorar como no refunfuñando cual niño pequeño, me sorprende que Godwin no esté igual, pero por lo que veo le acompañan Lamont y Fredrick, parece que Thaldein es más listo de lo que pensaba, aunque es entonces cuando veo a Sigbjörn.

Asi que él también viene...

Por último el grupo más reducido, compuesto solo por Yngrid - Bien podría ser descendiente de Uruz, valla mujer. Se las apañará bien sola.

Miro al bosque, no tengo miedo, pero la inmensidad de sus árboles provoca una miranda a un abismo de infinita oscuridad y nostalgia, hay un gran peligro entre esos árboles y sin duda nos dirigiremos hacia sus fauces produciéndose así ligero escalofrío en mi nuca, como si el gélido viento me dijera que fuera pero a la vez que no lo haga.

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15/12/2016, 20:57
Saga Olrik

En comparación, se podría haber dicho que Saga se adentraba desnuda a la batalla. Ni armas, ni mochila, ni equipación más allá de su ropa, la gruesa capa de piel y los mitones que estaba terminando de colocarse. Y por alguna razón guardaba una calma impertérrita que dictaba de la desesperanza que parecía estar apoderándose de aquel lugar. Temía, sí, pero era capaz de desterrar todo aquello a un recóndito lugar donde los pensamientos se arremolinaban como bestias enjauladas con las que lidiaría en otro momento.

Allí, en aquel instante, estaban a punto de internarse en la espesura del bosque con el vago resplandor del sol como único escudo. Necesitaba estar alerta, no asustada. Necesitaba prestar atención a cualquier señal que les ayudase a descubrir cuál sería su siguiente movimiento. Y los dioses miraban, expectantes. O quizá no. Quizá Einar tenía razón y aquel era un pedazo de tierra olvidado completamente por Gaïa. Pero ellos… ellos iban a hacer que se recordase.

Miró a Resmit y asintió. Sus cejas, su pelo y sus pestañas empezaban a cubrirse de motas blancas, haciendo contraste con los reflejos cobrizos de su melena y el rubor de su rostro ante el frío. Tras haber pasado gran parte del día a refugio y junto al fuego, estar a la intemperie de nuevo y parada logró que comenzase a tiritar enseguida, escondiendo la barbilla y boca entre el pelaje del cuello de su capa. Hizo todo el esfuerzo posible por no hacerlo notar, pero aun así era bastante evidente.

Notas de juego

Llevo el estilete y alguna bolsita de cuero pendiendo del cinto, pero todo lo demás se queda en casa.

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17/12/2016, 17:38
Bedelia

Bedelia esperaba junto a Saga, frotándose las manos para calentarlas. A pesar de ir envuelta en ropa de abrigo y de que una manta la rodease, seguía teniendo frío. Llevaba tiempo viajando por el norte y no toleraba mal las bajas temperaturas, pero aquello no se limitaba al cuerpo, envolvía el alma también.

Acarició el estoque. La sureña no era como Drunfo, no podría partir a ningún hombre en dos, pero tenía otras habilidades. Confiaba en que, de alguna manera, su instinto de mercenaria le ayudase en aquella expedición. Si algo salía mal...

No, se dijo con firmeza, esto no saldrá mal.

Thaldein había tomado la sensata decisión de dividirlos en grupos, pero aun así Yngrid seguía prefiriendo ir sola. Después de unos cuantos intentos por convencerla Bedelia, como tantos, se había dado por vencida. Sin embargo le dedicó unas últimas palabras.

-Acepto tu decisión de ir sola-Dijo-Pero si en algún momento necesitas ayuda, grita. Intentaremos llegar hasta ti lo antes posible.

Poco a poco todos los guerreros del pueblo se reunieron, y así lo hizo Resmit. Asintió a su comentario y se giró hacia la espesura, dispuesta a internarse en una oscuridad inenarrable.

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17/12/2016, 22:45
Thaldein

Thaldein se gira hacia vosotros antes de salir.

-Bien, quiero dejar algo claro antes de partir. Es posible que nuestra teoría sea errónea, y eso también esté activo durante el día. También es posible que el hecho de que atacara en ese lugar, ayer, no sea una coincidencia, y su guarida esté cerca de allí. Si llegamos a encontrarnos con ella, no quiero que nadie se haga el valiente, ¿de acuerdo? No podemos...

Le interrumpe una voz a vuestras espaldas.

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17/12/2016, 22:50
Ingur

-Joder, otra vez con la misma historia. Que sí, que ese bicho es peligroso. Vámonos de una puta vez.

Ingur esboza una sonrisa divertida al ver las expresiones de vuestros rostros.

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17/12/2016, 22:53
Thaldein

Thaldein alza una ceja.

-Tú... No vienes.

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17/12/2016, 22:53
Ingur

-¿Y qué coño voy a hacer, quedarme aquí con las mujeres?

Escupe al suelo.

-Que no se te suba porque te hayan puesto al mando, pichón. Yo no formo parte de tu pueblucho. Así que voy con vosotros.

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17/12/2016, 23:50
Thaldein

-No -Thaldein frunce el ceño-. No vamos a dar un paseo por el campo. No podemos permitirnos traer...

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17/12/2016, 23:52
Ingur

-¿Traer qué, eh? ¿Alguien que sepa usar un arma?

Ingur emite un ruido seco, a medio camino entre la carcajada y el bufido.

-Lo único que hacéis es hablar del peligro que vais a correr, pero llega la hora de la verdad y rechazas mi ayuda. Mira, si tenéis problemas ahí fuera, un par de manos más no os van a venir mal. No tengo ni puta idea de cazar, pero sé lo que me hago con el hacha. Y ni se te ocurra mencionar lo de que no confías en mí, porque a estos tres hace un día ni les conocías. Dos de ellas, de hecho, ya os han traicionado una vez.

Thaldein le mantiene la mirada, pero guarda silencio. Ingur se cruza de brazos, victorioso.

-Podemos seguir discutiendo, si quieres. A este paso salimos al ocaso.

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18/12/2016, 10:34
Saga Olrik

Podría haberse quedarse en silencio. Podría haber dicho que no y punto. Incluso podría haber soltado un comentario mordaz que seguramente no le habría importado en absoluto. Y cada vez que le miraba, no podía apartar de su mente aquel pobre muchacho, cómo se había burlado de él... Y de Will. Ratita la había llamado, y se había reído a carcajadas sin una pizca de consideración. Los suyos también habían muerto, imaginaba, y tampoco parecía importarle.

Era absolutamente despreciable, desde su tono de voz hasta la postura autosuficiente y victoriosa que llevaba por escudo, como si fuese algo de lo que enorgullecerse. Sabía que aprovecharía cualquier oportunidad para burlarse y faltarles el respeto tanto a ella como a Bedelia y aun así...

-Es un guerrero competente -comentó, dirigiéndose a Thaldein tras un suspiro que se hizo notar-. Sabe responder ante el peligro y sobrevivió ahí fuera, como yo. Estoy segura de que es capaz de entender y respetar que estás al mando y mantener la boca cerrada hasta que estemos fuera de peligro. Vamos. No merece la pena perder tiempo discutiendo.

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18/12/2016, 11:07
Thaldein

Ingur esboza una sonrisa y asiente, dedicando a Saga una mirada de agradecimiento. Thaldein, por otro lado, parece poco convencido. Sin embargo, al final deja caer los hombros.

-Está bien, ven. Pero cuidado, no te quito ojo.

Notas de juego

Si nadie tiene más que añadir, os pongo en marcha

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18/12/2016, 22:52
Resmit Kruik

Cuando cortan a Thaldein miro sorprendido al individuo que lo hace tan inconscientemente. Un tío muy feo con una cicatriz en la cara, seguramente no vea con un ojo y por su forma de hablar, su carácter provocativo y sus estúpidas palabras no puedo evitar que me recuerde a Rorar.

Parece que los idiotas se acumulan en este pueblo... Aun que algo de razón tiene, estas mujeres ya traicionaron al pueblo en menos de 24 horas y les han dado un voto de confianza. Si este tío puede luchar nos puede ser útil.

- Veo que en Sultünge teneís demasiados los idiotas Thaldein, pero déjale venir, como ha dicho, dos manos que sepan luchar nos vendrán bien.

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19/12/2016, 22:59
Bedelia

Aquello fue...inesperado. Casi se había olvidado de Ingur, casi le había pasado desapercibido, pero en el fondo Bedelia sabía que debería volver a enfrentarle, y no tenía claro cómo iba a terminar todo aquello.

La sureña no hizo comentario alguno, simplemente miró al hombre con expresión neutra, cavilando. Con todo lo que se había hablado cualquier añadido sobraba. En lugar de eso decidió ponerse en marcha.

-¿Estamos listos?

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20/12/2016, 00:39
El frío

Thaldein asiente. Os ponéis en marcha.

La silueta de los que quedan en Sultünge y de los grupos de cazadores pronto se pierde entre los árboles, y ya solo quedáis vosotros, y el bosque. El viento aúlla, pero los árboles lo hacen más soportable, y la ventisca, aunque molesta, no ruge con esa fuerza indómita a la que estáis empezando a acostumbraros, cuando la escarcha y la nieve araña los ojos y ni siquiera las más gruesas pieles pueden proteger del latigazo helado.

Camináis durante unos minutos en silencio, pendientes de vuestro objetivo. La zona donde lucharon los Yormef y el grupo de Eskol no está muy lejos, y Thaldein se orienta con facilidad, moviéndose por el bosque con desparpajo y agilidad. Sin embargo, y a pesar de la corta distancia, la marcha se hace pesada y más larga de lo deseable, pues la nieve del suelo parece agarrarse a vuestros tobillos, y de vez en cuando una pisada en falso supone ser enterrado hasta la rodilla. Pronto ni vuestras resistentes botas pueden contener durante mucho más tiempo la incómoda humedad, que empieza a calar vuestros pies y hace la caminata más sufrida, si cabe.

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20/12/2016, 01:01
Ingur

-Hay que ser idiota -Irrumpe Ingur, entre el sonido de la ventisca, cuando lleváis ya poco menos de un cuarto de hora caminando-, para quedarse a dormir a las afueras del pueblo, con la que está cayendo. O esos Yormef tenían algo entre manos, o son idiotas, no lo tengo claro. Aunque he de reconocer que estas dos casi les quitan el primer puesto. Y yo que creía que estaban salvando su propio culo... ¡Ja!

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20/12/2016, 01:07
Thaldein

-Ya hemos llegado -Corta Thaldein antes de que podáis responder.

Frente a vosotros hay una pared rocosa, de unos dos metros y medio en su parte más alta. No es muy larga, por lo que si se gira unos metros hacia la derecha o la izquierda se puede subir por sendas laderas, menos pronunciadas y más accesibles, hasta la parte superior. En la parte inferior, que es donde os encontráis, se puede ver una oquedad, medio tapada por la nieve, en la parte baja de las rocas. Un buen refugio para recogerse del viento.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Dificultades: Rastro del combate (20), Espadas de Drunfo (80), Utensilios de Drunfo (40), Rastro de Sangre (120), Detalles sobre el combate (140), Detalles adicionales (180+)

Tirada: 1d100

Resultado: 84

Notas de juego

Todo aquel que vaya a buscar activamente en la zona, que tire Rastrear en oculto. Si queda algo en la zona (Que es posible que no haya nada ya), la dificultad para encontrarlo es obviamente secreta (Puede haber más de una dificultad si hay más de una cosa por encontrar). Esto es si decís que buscáis en general. Si declaráis que vais a buscar algo en concreto (Rastros de batalla, dientes humanos, el McDonalls más cercano...) la dificultad para encontrar esa cosa en concreto, si es que está, baja en dos grados... Pero el resto, como ya habréis imaginado, también sube, en este caso un grado.

Y si alguno quiere hacer algo que no sea exactamente rastrear, tendrá mi total beneplácito. ¡El guión está para saltárselo, oye! Bonus para todo aquel que encuentre excusas para tirar Navegación, Ciencia o Tasación. La razón es que pollas.

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20/12/2016, 15:46
Bedelia

Bedelia ignoró deliberadamente a Ingur. Aquella era la primera provocación que habían sufrido, pero no sería la última.

Oteó la nieve en busca de sangre, aunque sabía que podía pasar inadvertida fácilmente a sus ojos inexpertos. Con todo, confiaba que una decapitación dejase un rastro lo suficientemente grande como para teñir gran parte del suelo, incluso con la ventisca de la noche anterior. Si no habían devorado a Einar allí mismo lo más probable es que eso le hubiera arrastrado hasta su cubil. Sólo necesitaban algo de suerte...

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Rastrear

Tirada: 1d100

Resultado: 30(-20)=10

Notas de juego

Lo dicho, sangre

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20/12/2016, 21:18
Thaldein

-¿Qué estamos buscando, exactamente?

Thaldein se gira hacia las dos mujeres, en busca de alguna guía.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Rastrear Thaldein

Tirada: 1d100

Resultado: 33(+50)=83

Tirada oculta

Motivo: Rastrear Ingur

Tirada: 1d100

Resultado: 87(+20)=107

Notas de juego

Voy a hacer tiradas también por los pnjs, genéricas en principio a menos que les digáis de mirar por algo en concreto.

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20/12/2016, 23:07
Bedelia

-Sangre, uñas, dientes, pelo...-Dudó un segundo-o algo que Einar llevase encima. Cualquier cosa. Eso necesita alimentarse, y si se comporta como un animal habrá arrastrado a su presa hasta su guarida. Si encontramos un rastro podremos seguirlo y tendremos ventaja.

Bedelia se sentía cómoda pensando que la bestia podía tener instintos animalescos, por eso insistía tanto en su teoría. Les daba la oportunidad de enfrentarse a ella con algo más de seguridad.