Partida Rol por web

En cierto momento del día, ya tirando más para la tarde, los Yormef reciben una nueva visita. Esta vez, aquel que ha decidido ir a charlar con ellos es Resmit, uno de los forasteros que además formó parte de la comitiva que fue a apresarles.

El día a sido duro, al igual que la noche, que el día anterior... Pero he de hacer un último esfuerzo antes de poder dormir tranquilo. He de corroborar algunas cosas y por desgracia solo podrán decirme algo los Yormef. Atravieso la fría interperie para ir a su celda. Allí se encuentra Sigbjörn, al que apenas dirijo una mirada al entrar.

Vengo a hablar con los Yormef.

Ambos se encuentran en condiciones pesimas, sus heridas y cautiverio no les benefician en nada, sin embargo al ver al bastardo no puedo evitar sonreir.

Valla, valla, Thorir, espero que estas comodidades estén a la altura de su... magestad jeje. Pero  tranquilo, no vengo a burlarme, solo vengo a haceros unas preguntas antes del thing.

Thorir estaba arrebujado en sus pieles cuando vi entrar a Resmit, soltó un bufido al pensar en que diablos quería aquel..., aquel...hombre. Tras escuchar las palabras de Resmit, Thorir le encaró y fijó sus ojos en los suyos, -Por desgracia no soy Rey, por lo que lo de Majestad me queda algo grande-, contestó Thorir con una sonrisa sarcástica, -Por otra parte puedes preguntar lo que quieras, otra cosa es que obtengas respuestas, al parecer aquí no eres nadie, por no ser no eres ni del pueblo, así que por ese motivo no tengo porque darte explicaciones-, los ojos se clavaron en los del norteño a la espera de contestación.

Jajaja, tranquilo principito, no te conviene hacer más enemigos aquí. Parece que no entiendes la situación, pero anoche pasaron muchas cosas, de las cuales se os acusa. Primero ardió el granero, dejando al pueblo sin comida para el invierno, luego acabasteis con varios hombres de Eskol y lo atacasteis a él. Estos hombres además eran amigos del Thadein, el hombre que está al mando temporalmente. Y para acabar Einar murió. - le devuelvo la mirada fija a los ojos - Yo que vosotros no esperaría muchos aliados aquí. Además, no eres el único que puede hablar. - le sonrío y miro a Drunfo de reojo. -  Pero aunque te sorprenda... vengo a ayudaros.

Thorir asintió lentamente, -Está bien, habla con él, yo tengo la verdad de mi parte y no necesito la ayuda de un Solvgilftanden, que te quede bien claro- 

Bien, mejor así supongo. -  Miro a Drunfo y me dirijo a él, con un tono menos conflictivo - Drunfo, Saga  y Bedelia nos contaron su versión de lo ocurrido anoche, y digeron que os vieron cerca del incendio al poco de iniciarse. Por eso lo que quiero saber es... ¿quién empezó el incendio? si visteis a alguien o si oísteis algo.

¿Que Bedelia y Saga vieron qué?
 

Las palabras de Resmit sorprendieron a Drunfo, que no pudo evitar soltar en una risotada entrecortada un:

-Que Bed.. vieron.. ¿que?... jaja

El rostro del gigante había mostrado un leve gesto de diversión por un instante, el único gesto que había articulado en toda la mañana.

-No se que creyeron ver esas dos pero el bastardo y yo estuvimos toda la noche bajo un agujero en la nieve, bastante alejados del pueblo hasta que vinieron a atacarnos y nos defendimos.

Drunfo paró un momento y se tocó el surco que tenia en la sien, después miró de reojo a Thorir y prosiguió.

-De hecho, no me había enterado del incendio hasta esta mañana, que me desperté. ¿Por que dicen esas dos mujeres que nos vieron?

Sorprendido arquéo una ceja, no esperaba que la versión de las mujeres fuera mentira.

Entonces las mujeres han mentido, que sentido tenía eso, lo único que hace esto es perjudicarlos y a ellas también.

¿Entonces no sabíais nada del incendio? Los del pueblo os culpan a vosotros, y con razón después de la amenaza de Thorir - miro de reojo al indignado norteño - pero que vuestras versiones no coincidan solo os perjudica, lo sabéis ¿verdad? ¿Y como os enterasteis del incendio?

Drunfo cerró los ojos, buscando en sus recuerdos. El golpe en la cabeza y la visita del parlanchin le habian dejado una ligera jaqueca que le dificultaba pensar.

-Mmm, si mal no recuerdo, me enteré en la cabaña, Bedelia me lo dijo. No espera...

Hizo una pausa y miró a Thorir.

-Dijiste que cuando me trajiste al pueblo había un gran incendio ¿No?

Sin esperar una respuesta, Drunfo se llevó la mano a la cabeza y soltó un lamento.

-Perdona si no recuerdo todo, con el golpe en la cabeza todo está difuso en mi mente, puede que las mujeres si nos vieran junto al fuego... ARRGH!... ¡Maldita sea! Tengo hasta el recuerdo de haber luchado contra lobo, ¿Luchamos contra un lobo Thorir?

Thorir permanecía atento a la conversación en todo momento, no quería perderse nada de lo que aquellos hombres hablaban, al escuchar a Drunfo preguntar por lo acaecido la noche anterior dijo, -Umm, la noche fue muy confusa, yo tampoco tengo muy claro los sucesos, la pérdida de sangre y el esfuerzo hicieron mella en mí. Pero creo que no hubo ningún lobo- hizo una pausa y entornó los ojos como oteando el horizonte -No, estoy seguro, no hubo ningún lobo- dijo con una media sonrisa en la boca.

Pues deberíais aclarar vuestra ideas para cuando lo contéis en el juicio. - Doy unos pasos mientras hago memoria - Asique no sabes si te enfrentaste a un lobo anoche, cree, si así fuese seguro te acordarías - Digo en tono burlón. - Pero acabas de contrariarte, me dices que si puede ser que las mujeres os vieran cerca del fuego, pero al a vez dices que te enteraste esta mañana... - Hago una pausa junto a un suspiro mientras cruzo los brazos. - Te lo preguntaré una vez más ¿Que pasó anoche? la cosa va mucho más allá que juzgar a unos delincuentes. Hablo de la posible desaparición de Sultünge.

Al escuchar aquello Thorir se echó a reir mientras negaba con la cabeza, tras esto volvió a mirar a Resmit y le preguntó con tono burlón, -¿También somos nosotros los culpables?, vaya no sabía que una noche diera para tanto, matar, incendiar, secuestrar, fugarnos, ¿se me olvida algo? jajaja- tomó aliento y suspiró, miró fijamente a Resmit y esta vez con semblante serio le dijo, -Estoy un poquito harto de todo esto, tienes suerte que esté en estas condiciones-

-¡Cállate Thorir! No es momento para que saques a relucir tu incipiente ego.

Con las dos manos en las sienes y mirando al suelo Drunfo continuó.

-Vamos a repasar juntos lo que pasó anoche, así quizás pueda poner en orden mis pensamientos.

Thorir miró lleno de ira Drunfo, -¡A mi nadie me manda callar!-, dijo alzando la voz, -Te diré que pasó de una puta vez- se volvió con los ojos encendidos hacia Resmit, -Después de que nos expulsaran de este maldito pueblo nos fuimos al monte, cavamos un refugio y allí permanecimos hasta que los hombres de Eskol nos encontraron, en aquel páramo luchamos, dos contra Drunfo y otros dos contra mi, tras un duro combate conseguimos dejar fuera de combate a dos, sólo quedaban Eskol y Poika, fue entonces cuando Drunfo cayó inconsciente por un golpe en la cabeza de una de mis espadas, Eskol huyó del combate dejando a Poika conmigo, que tras un gran duelo conseguí vencer, acto seguido monté a Drunfo en mi caballo y vine hasta el pueblo en busca de ayuda, fue cuando vi el maldito incendio, entonces caí inconsciente y me desperté al día siguiente en casa de Yngrid, nada más- tras unos segundos para tomar algo de aire y calmarse Thorir miró de nuevo a los dos hombres y dijo con un tono mucho más calmado -Eso fue todo, joder- 

La mirada de Drunfo atravesó a Thorir y sin cambiar el gesto miró después a Resmit y repitió con el mismo tono que Thorir había usado hace unos segundos a la vez que asentía casi burlón.

-Eso fue todo, joder.

El gigante no alcanzaba a entender, después de tantos años de persecuciones junto a su padre, viendo como la vida les trataba tan mal, después de tantas penurias pese a las precauciones tomadas año tras año, pese a todo, la vida le había colocado frente a un hombre que desafiaba toda forma de supervivencia que conocía y que pese a ello, seguía respirando. Es como si la vida quisiese burlarse de él.

-Me parece increíble... - Bufó Drunfo.

Me parece increíble que este niñato egolatra y malcriado haya sobrevivido tanto tiempo. Deberían haberle cortado el cuello cuando nació y haber ahorrado a la humanidad su intranscendente presencia. ¿Este hombre de aquí recuperar algún día su "trono"? Déjame que me ría.

-Coincido.

Pensaba que se iba aquedar calladito ahí, sentado en su ricón como el niño mimado que es. - pienso al mirar a Thorir cuando empieza a hablar.

La historia de Thorir parecía más aextraordinaria a  cada palabra que decía - ¿¡Cada uno se enfrentó a dos...!? ¿¡Eskol huyó!? Entonces... que pasó realmente...

Cuando acaba  no quepo en mi, la historia que cuenta no tiene nada que ver con lo que yo he visto, por lo que debo indagar más, en cierto modo me alegra que Sigbjörn también esté de testigo de su versión.

- Entonces... ¿No heristeis a Eskol? ¿Salió corriendo? El hijo de Einar huyó dejando a sus compañeros atrás... y a Renmo ¿Alguno de esos hombres era Renmo?

Thorir alzó una mano pidiendo una pausa, el cansancio, la falta de sueño y las heridas le habían nublado la mente y hecho confundir algunos detalles de lo ocurrido anoche, -Espera- dijo Thorir con tono serio y calmado, tras unos segundos pareció ordenar mejor los hechos, -Eskol fue el herido, quedó inconsciente durante la pelea, y Remmo el que huyó, sí, estoy seguro, debéis disculparme por la confusión- estaba claro que debía descansar, ya ni siquiera era capaz de recordar con cierto orden.