Partida Rol por web

Agradezco la confianza pero ya me cuesta suficiente votar un culpable como para decir otro nombre mientras empuñas esa escopeta, pero puedo hacer lo contrario respondió a Lian Yo añadiría a Kiran a la lista de inocentes. De los otros todos han tenido detalles, algunos con más peso y otros con menos, para  pensar  que podrían ser los traidores. Desde la silenciosa Fran al hiperactivo Red. ¿Pero suficientes para acabar con la  vida  de alguno de ellos? No. Hay un libro que me encanta: Diez Negritos. Cuando llegó el final y supe quien era el asesino grité ¡Lo he adivinado! Luego lo pensé mejor y, la verdad, es que al final había acabado sospechando de todos, aunque solo uno era el culplable. Ahora mismo ya pesan dos muertes sobre mi consciencia, la de Lyria y la de Paco, quiero pensar que acerté con ellos, pero que al mismo tiempo tenemos que llegar al final por si no lo hice.

Ephi se quedó pensativa un momento.

Aún así y ya que estamos hay varias cosas que me preocupan. Creo que alguno de los traidores, si es que quedan más de uno, puede manipular mentalmente. Que de repente Ink y Erik pasaran de llevarse perfecto y cooperar a odiarse en segundos, no es normal. Que Erik y Danilo creyeran de repente que saltar al vacío era buena idea, además llevándose a otro por delante tan ricamente, no es normal. Y en eso llego al punto que has comentado. Las supuestas reglas de este juego se desdibujan si matar a otro, ya sea por manipulación o por interés propio, es tan fácil. Sinceramente pensé que eso sería imposible, pero parece que no,  por lo que estamos a merced de los asesinos en todo momento y hacer lo que hicimos en la cabaña, de ir de dos en dos, pudo ser un suicidio. Y eso conjuntamente con las votaciones aún nos complica más las cosas. No entiendo porqué los que han votado a Paco no lo dicen, porqué Paco está muerto y la culpabilidad la van a sentir igual aunque no digan que lo votaron. Lo que está claro es que todos no estan mintiendo y que Paco quizás ha sido escogido con solo dos o tres votos.

Cogió aire antes de seguir hablando.

Son. muy. pocos. votos. Eso quiere decir que a la otra opción, que era Bastian, le votaron ¿Una persona? ¿Dos? En este caso sí entiendo que los que lo votaron no lo digan, porqué está vivo. Pero aún así si salió Paco con dos o tres votos, quiere decir que a Bastian le votó ¿Una persona?¿Dos personas? ¿Y el resto?¿Tres o cuatro votos en blanco? No sabemos cuantos traidores quedan, pero si alguien puede ser sacrificado con un par de votos, quizás tres, como Paco, depende de cuantos sean ellos y como se comuniquen que cualquiera de nosotros podría haber salido en las votaciones y estar adornando la puerta. Votar es nuetra única baza y creo que la estamos regalando. Si seguimos así ya no solo vamos a tener que rezar por despertar con vida, sinó por no salir en las votaciones de puta sorpresa.

Tras decir esto se dejó caer pesadamente en el suelo, con gesto cansado, muy cansado. Su rostro, que era lo único que dejaba entreveer sus quince años, ahora estava surcado por líneas de preocupación y ojeras. Cualquier atisbo de niñez había desaparecido en ella.

Consigo alejar a Danilo del borde y de Kiran. Me alejo después de su lado y me aproximo a la zona en la que están Kiran y Lian mientras escucho las palabras de Red, Lian, Kiran y Ephi.

—Es posible que esto ponga a alguno de vosotros en mi contra, sobre todo si mi deducción es certera y alguien siente su tapadera de inocente amenazada —digo, paseando mi mirada hasta detenerla sobre él—, pero yo voté a Bastian. —Mi voz se oye justo después de la de mi compañera.— No creo que Paco fuese culpable del asesinato de Duke. No soy nadie para enarbolar la bandera de la verdad, pero de lo único que podemos fiarnos es de nuestra investigación y de los datos que podamos recabar entre todos; el color del cabello del asesino encontrado en la escena del crimen, además de la pobre escusa que él dio, me lleva a pensar que sea espía del Anfitrión. 

Giro entonces mi rostro para hablar directamente a Lian y responder a su pregunta.

—Creo que Bastian es el espía, o al menos uno de ellos. —Respiro hondo antes de continuar.— Yo haré la primera ronda de guardia, como he venido haciendo cada noche, y durante mi descanso mantendré un ojo abierto. Nuestra única baza es descubrir quién o quiénes son los culpables cuanto antes si queremos salvarnos y salvar a quienes ya se han ido. —«Aunque nos caigan como el culo», pienso mientras miro hacia el abismo al que se ha lanzado Erik.

Ephi sonrió ante el agradecimiento de Kiran y luego agradeció la valentía y sinceridad de Ink. Había habido dos sospechosos y lo normal es que se votara a uno o a otro. Pero si quién había salido lo había hecho con pocos votos significaba que había muchos votando en blanco, en el mejor de los casos. En el peor, intentando votar para cazarles, uno a uno. Aunque como ha dicho Ink sea ponernos gente en contra, creo que deberíamos decir a quién votamos y porqué. Cuanto más diferente sea luego el resultado del esperado, pues peor Más traidores. Aún así Ephi sabía que no le harían caso, fuese porqué era la más joven  o porqué no tenía el carisma de los demás, no tomarían. En consideración aquella medida que le parecía fundamental para que las votaciones no se volvieran contra ellos. Bueno, había otra cosa que sí podía hacer: 

Yo haré la segunda ronda. 

-¿Yo, culpable? - pregunto a Lian un tanto nervioso tratando de no desestabilizarme -¿Por qué dices eso?- claro, como siempre se van contra el que tiene los nervios algo rotos y una imaginación de altos vuelos. Tome aire y dije al fin- Nada de lo que pueda decir servirá ¿Me vas a creer? ¿Alguien aquí de verdad cree lo que dicen los otros? Cualquier cosa que diga, por ejemplo, si digo que no dañaría a nadie, solo yo lo sé, si digo que soy muy católico, incluso hasta se burlarían. Así que a lo único que me puedo remitir es a las pruebas. Teniendo en cuenta que lo que hayan dicho los demás sea verdad, creo que los datos dicen que de los "sospechosos" soy de los más improbables. -respiro, vaya, parece que no todo lo que dicen los psicólogos es mentira. La buena respiración si relaja- Para empezar la primera noche, cuando te atacaron, la culpable fue una mujer, lo que nos descartó a todos los chicos. La segunda noche, cuando pasó lo de Duke, el culpable fue un hombre de cabello oscuro y ese evidentemente no fui yo. Así que hasta el momento, y aclaro que hasta el momento, no ha habido nada que apunte hacia mi. Si, se que eso no me descarta, que puede haber más de un jinete pero hasta ahora no hay nada contra mi. -a pesar de mi esfuerzo por estar tranquilo no puedo evitar respirar nerviosamente y decir- por lo menos a estas alturas y no puedo esconder que me aterra pensar que esas probabilidades lleguen a cambiar en un futuro -tiemblo de ansiedad al solo pensar que en algún punto me convierta en el principal sospechoso. -Lo único que hay contra mi son prejuicios, que les parezca "peculiar" o ¿Qué diga tonterías? Si eso fuera un crimen los payasos, los malos comediantes y el señor V -volteo en dirección a Kiran que me preguntó por el- estarían en la cárcel. Así pues que las pruebas hablen, total, lamentablemente, la realidad es la que es y no lo que queremos que sea. Me quedo en silencio hasta que mi cara se ilumina:

-¡Eso es! ¡Très bien!- voy en dirección a Kiran- Kiran, si esto que te voy a decir no te hace bien prometo ya no molestarte. Gracias a tu testimonio me salvé. Si no hubieras dicho lo que viste tal vez me hubieran visto como sospechoso y el que estaría en el lugar de Paco sería yo. Solo dijiste lo que viste, si no lo hubieras dicho a lo mejor te estarías lamentando por no hacerlo. -la emoción me embarga y con lágrimas en los ojos le digo- no había más resultados posibles y no es tu culpa. ¡Pero gracias! ¡Muchas gracias! ¡Mu, vaya! 

¿Por qué soy tan emocional como Ana la de Tejas Verdes?

-En cuánto al señor V... -resoplo- ¿Qué te puedo decir? Es un comunicador muy querido pero, en mi caso, de verlo me revuelve el estómago ya que, a pesar de ser amable y simpático, es un fantoche que siempre viste unos trajes que para que te cuento, ridículo, el si que dice muchas tonterías, habla de cosas que no existen, ilógico, incoherente, pero eso sí, se liga a cuánta mujer puede, y en ese renglón es una especie de némesis ya que todas las... -carraspeo- amigas que te enumere hace rato en la cocina lo aman. -Suspiro- Isabelle no se pierde su programa, Sophie dice que no puede haber nadie más perfecto, a Claire, Angélica y María se les ilumina la mirada cada vez que lo ven, Angelique dice que es muy elocuente, Rebeca no se pierde ni una sola emisión de sus shows, con Sonia tenía que vestirme como el cada vez que iba a... cenar a su casa, Fanny es super fanática y Perla ¡Oh, Perla! me confesó que el señor V es el amor de su vida y que incluso le mando un mensaje diciéndole que tenía tantas ganas de hacerle el amor -digo esto último molesto-En su momento eso si me rompió el corazón -ladeo la cabeza en señal de reprobación-. Y para rematar, a menos así me parece, el es extraño, siempre me ha dado la impresión de que no está del todo bien de la cabeza. No, no me cae bien.  -hago una pausa y digo con ironía- ¡Sacré Víctor Freire!

Escucho como Ink acusa decidida a Bast y decido no tomar partido por el momento a las pruebas me remitiré.

Respiro profundo. Me siento como un niño con juguete nuevo haciendo respiraciones para relajarme. Tomo a Diógenes y le digo:

-¡Oh, mi querido Diógenes! Este lugar es horrible y... cada que llegamos a este punto temo por mi vida. ¡Diógenes, sauve-moi!- Siento una vibración que viene de Diógenes así como un brillo.

El rostro de Ephi, pese a antojárseme a veces aún dolorosamente infantil, parece ahora el de una anciana que cargara el peso del mundo a sus hombros. Su discurso me deja pensativo, triste, asustado. Porque tiene razón, porque la peor ratonera es la que nosotros mismos estamos creando y es solo cuestión de tiempo que nos atrape a todos, sin queso ni nada.

Tras la intervención de Ink me obligo a hablar con esfuerzo.

_{-Yo también... Yo también voté a Bast} -digo muy, muy bajito, tanto que no estoy seguro de que no los que están más cerca de mí me haya oído, con la cabeza gacha, encapotada, y sin atreverme a mirar a nadie.

Me aferro a la diarrea verbal de Red (sus argumentos previos son, precisamente, la base por la que, por muy sospechoso que sea su comportamiento, de momento no he dudado de él), y sus palabras de consuelo no son tan efectivas por contenido como por continente, porque el mero hecho de que haya alguien que quiere hacerte sentir mejor ya debería hacerte sentir mejor.

-Pues parece que no tienes mucho  que envidiar a ese señor V -respondo a la, de nuevo, sorprendente lista de nombres que enumera-. Los ricos y famosos suelen ser inalcanzables, mientras que tú estás ahí para todos esos... ligues -me esfuerzo por bromear con una sonrisa cansada-. No sé cómo das abasto con tantas. A lo mejor deberías centrarte solo en una, Don Juan.

Se empiezan a repartir los turnos de guardia. Anoche, conmocionado, me dormí sin elegir uno. Pero si para algo ha servido el discurso de Ephi es para darme cuenta de que es más necesario que nunca organizarse, estar vigilante. Ya hemos perdido a alguien de forma gratuita y absurda: está noche haré todo lo que esté en mi mano por intentar que no muera nadie. 

Si es que algo así es posible, sin poderes de resurrección mediantes como el de Lian.

-Me iba a pedir el segundo turno, por seguir las normas del azar en la medida de lo posible -digo a Ephi, haciendo alusión al modo en que los repartimos la primera noche, y meto inconscientemente la mano en el bolsillo para tocar las cartas de Duke-. Pero supongo que es más importante que todos los turnos queden cubiertos, así que... ¿hago el tercero? -pregunto, enarcando las cejas y encogiendo un hombro.

Ephi escuchó a Kiran y le respondió, sentada desde el suelo, con una sonrisa cansada pero sincera. Hay muchas cosas que no puedo hacer, así que cómo te voy a negar una que sí puedo? Pués haces tu el segundo turno y yo el tercero. Para Ephi hacer un turno o otro le daba igual, así que si para Kiran significaba alguna cosa, por pequeña que fuera, no iba a negársela.

-Como prefieras. Lo importante es intentar cubrir todos los turnos -me preocupa más que, si los turnos se mantienen como el primer día, Ink se quede a solas con Fran, porque no termino de saber qué pensar de aquella chica tan callada y temo que pueda... darse algún ataque, pero no me atrevo a decir nada al respecto (bastante he tenido con decir lo de Bast)-. En cualquier caso, quedaría el cuarto -la primera noche Lian hizo el último turno, y la miro interrogativamente, sin atreverme a preguntar si sigue pensando que no merece la pena. No podría culparla, después de lo que le pasó-. ¿Alguien se apunta? 

El olor de Ink, el olor a galletas y el placaje de Ephi que claramente dolía - Diablos! - digo incorporandome - Así que si no es un sueño, tenemos dos opciones, la primera es prender a jugar este juego y que sobrevivamos los pocos que se puedan ó todos saltar al vacío y acabar con esto - volteo a todos lados buscando cámaras - Que te parecería eso anfitrión? Que todos saltaramos y se acabará tu juego - después de la rabieta le contesto a Lian - Si somos completamente estrictos, yo no confiaría en ti, quien dice que no sobreviviste al ataque porque cambiaste de bando, la gente es muy susceptible a qué los convenzan de cambiar sus principios... Vamos que es lo que se basa este caótico experimento.

Yo hago el último turno, que si hacer turnos los hace sentir superiores por "hacer algo" - digo haciendo comillas con los dedos porque me tachaban por no haber aportado nada - Cuando casi se los coma una planta vemos si quieren hacer guardia nocturna 

-¡Oh, Diógenes!, -el brillo parece apagarse- no se que mensaje intentas darme pero ven ¡Vamos, a dormir! Aunque sea solo con un ojo. Que la noche es larga. Te voy a contar un cuento... Había una vez un unicornio que conoció a un perro verde ¿O rojo? Con ribetes azules y luego llegaron tres elefantes... Invitados de la fiesta... era un manada escasa como de Berlín del este... Y luego llegó un niño muy ridículo, como el señor V... -decía con un ojo al gato y el otro al garabato- y ni con quinientas ovejas se dormían...