Partida Rol por web

Nieve y Hambre, capítulo 1: La silueta entre los árboles

5.1 - Perdidos

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18/01/2017, 23:21
Ingur

-Ugh... ¡JO-DER! ¡Mi pierna!

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18/01/2017, 23:47
Bedelia

Bedelia se giró hacia Ingur, mirándole por encima del hombro con gesto congestionado.

-Lo siento...Nos superó. Éramos mayoría y aún así jugó con nosotros.-No sabía que otra cosa podría decir-Pero no te voy a dejar atrás. Pararemos esa hemorragia, pero tenemos que alejarnos un poco.

Alzó la vista, temiendo que una nueva explosión les enterrase en nieve.

-Aguanta.

Se giró hacia Saga.

-¿Tu estás bien? ¿Te has hecho daño al caer?

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19/01/2017, 00:04
Saga Olrik

Saga pataleó y se removió hasta deshacerse de la nieve, ubicándose de nuevo al final de una pendiente. Que ironía. Ni que lo hubiese hecho a posta, pensó. Apenas le dio tiempo a recuperarse del susto cuando Bedelia aterrizó a su lado como si el hecho de llevar a un norteño acuestas fuese motivo suficiente para lucir su destreza y agilidad.

-Sí, sí... Mareo-. respondió de forma poco atinada palpándose la cabeza y sacudiéndose. Se incorporó tiritando, tratando de ubicarse en aquel desastre. La pelea quedaba lejos pero... seguía.- Mierda. Thaldein... No sé si sobrevivirá.

Miró a Ingur, echando un vistazo rápido a su no-miembro.

-Vamos. Tenemos que volver antes de que Andrel... De que sea acabe.

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19/01/2017, 00:25
Bedelia

Asintió y comenzó a andar, siguiendo más o menos la dirección que habrían tomado de no ser por el barranco. Las preguntas sobre qué o quién era Andrel llegarían después.

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19/01/2017, 08:37
Ingur

Al no seguir ningún sendero, vuestro paso es lento, pero la urgencia de alejaros de aquella cosa hace que avancéis con sorprendente rapidez, a pesar de vuestro lamentable estado. Bedelia siente como el tobillo se le resiente por la caída de hace unas horas, pero el hecho de mantenerse activa hace que el dolor, en caliente, sea más soportable. Saga, desbordada por otras muchas razones, avanza en silencio, sumida en sus oscuros pensamientos. Ingur, por último, se pasa el trayecto quejándose, insultando y lanzando maldiciones que, en cualquier otra situación, podrían haber escandalizado al borracho de taberna más soez, pero que en esta ocasión casi parecen resonar con vuestros oscuros pensamientos. Sin embargo, parece que el goldariano mantiene el suficiente sentido común como para contener sus gritos y reducirlos a unos simples murmullos y gruñidos de dolor. Si siguiera gritando como antes, probablemente la bestia no tardaría en dar con vosotros, aunque hubierais puesto medio bosque de por medio.

-Me estoy quedando sin sangre, joder, cago en la putísima madre...

Se mete un puño en la mano y lo muerde con fuerza. A decir verdad, el apaño de Bedelia no ha tardado en calar, y el rastro de gotas de sangre empieza a resultar preocupantemente delatador...

Notas de juego

Habéis andado unos minutos, y por desgracia parece que vuestro camino se separa ligeramente del que habríais tomado de no haber caído por la ladera. Sin embargo, más o menos podéis orientaros para saber en qué dirección está el pueblo. Y digo más o menos porque con las huidas y demás, no estáis del todo seguras.

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19/01/2017, 19:42
Director

Entonces lo ves, a cierta distancia, entre los árboles. Al principio no identificas lo que es, pero al entornar la vista distingues los radios de una rueda de madera, apoyada contra un árbol. Cerca se distinguen algunos bultos enterrados por la nieve, próximos a una depresión del terreno.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Advertir Saga

Tirada: 1d100

Dificultad: 80+

Resultado: 35(+45)=80 (Exito)

Tirada oculta

Motivo: Advertir Bedelia

Tirada: 1d100

Dificultad: 80+

Resultado: 41(+35)=76 (Fracaso)

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19/01/2017, 20:01
Bedelia

Bedelia giró la cabeza para mirar hacia atrás, observando el rastro de gotitas carmesí que dejaban tras ellos. No sólo el color era preocupante, color que resaltaba claramente con la nieve prístina, también le alarmaba el olor. Aquella cosa era un cazador, había quedado innegablemente claro. Estaría preparado para seguir su rastro.

La sureña paró, colocando cuidadosamente a Ingur junto a un árbol, de tal forma que su espalda quedase apoyada en el tronco.

-Hay que hacerte un torniquete.

Coronó la afirmación arrancándose dos jirones más de tela, lo que resultó en un terrible escalofrío al sentir el frío de la ventisca amplificado no sólo por su desnudez parcial, sino también por la sangre reseca propia y ajena que calaba la mitad de su cuerpo.

Le tendió uno de ellos a Saga, dejando que se encargase de la intervención. Dobló el otro varias veces, pasándoselo a Ingur.

-Muerde ésto en vez del puño. Ayudará con el dolor.

Mientras, se acercó a otro árbol y buscó algo de savia con la que poder frotarse y camuflar el olor. No tenía tiempo para algo más elaborado.

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19/01/2017, 20:14
Ingur

Ingur suelta una carcajada, entre convulsiones de dolor.

-No vale la pena, sureña. Dejadme aquí como cebo, a ver si ese hijo de puta me come la otra pierna. O la del med...

Bedelia le interrumpe con tono firme.

-No eres carnaza, y no te vamos a dejar atrás, muriendo solo en el bosque a merced de esa cosa.

Luego mete el pañuelo en su boca. Ingur, sin fuerzas para quejarse se limita a mirar hacia arriba, cerrando los ojos y respirando con dificultad debido al dolor.

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19/01/2017, 20:18
Saga Olrik

Saga permanecía en silencio, abriendo la marcha hacia ningún lugar. Orientarse no era fácil y cualquier ruido, cercano o lejano, hacía que volviese la cabeza cual cervatillo esperando lo peor. Pero lo peor no terminaba de llegar, la noche se cerraba y no dejaba de temblar de frío. Sin la capa, el viento cortaba como cuchillos en su rostro, pero no tenía ningún derecho a quejarse. Seguía de una pieza incluso después de la abalancha.

-Espera -intervino la norne, tocando el hombro de Bedelia-. Hay algo allí... Es... Una rueda. Podría ser el campamento de los mercaderes, ¿recuerdas? El que encontró Thorir. ¿Puedes ir a echar un vistazo mientras le hago un torniquete? Igual hay algo que nos sirve.

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19/01/2017, 20:27
Bedelia

Bedelia asintió, con una seriedad acorde al contexto pero impropia de ella. Desenfundó el estoque, que había guardado en algún momento del trayecto, y se acercó con cautela a inspeccionar el lugar.

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19/01/2017, 20:40
Saga Olrik

Saga asintió a su compañera y después se arrodilló junto a Ingur.

-Voy a amontonar nieve encima de la herida para insensibilizar la zona y empezar a frenar la hemorragia. Aguanta.

Después de hacer una pila de nieve en lo que quedaba de su pierna, se deshizo  del cinturón, donde llevaba varias bolsitas de cuero. Necesitaba cuerda; cuerda fina y rígida que pudiese frenar la hemorragia, algo que no iba a conseguir con harapos. Así que con el estilete que había logrado conservar, comenzó a desguazar las bolsas de cuero.

Se detuvo un momento para mirar de reojo a Ingur. Quisiera o no admitirlo, debía estar acojonado, y ahora era ella la que mandaba. Estilete en mano, se aclaró la garganta y le apuntó con un movimiento grácil.

-Voy a decirte esto una sola vez, y por tu propio bien, más te vale morderte la lengua en vez de soltar una tontería.

Esbozó una sonrisa burlona y se colocó a su lado, examinando brevemente el estado de la herida y después palpando el muslo de forma ascendente para encontrar la arteria más importante. Cuando lo hizo, cerca de la ingle, comenzó a cortar la tela del pantalón que no hacía más que estorbar, algo que probablemente no le hiciese mucha gracia, aunque a saber.

Suspiró. Se tomó un momento y comenzó a hablar mientras rasgaba la tela.

-No soy guerrera, pero ahora mismo tu vida depende enteramente de lo que haga con el alfiler que tengo en la mano... Sí, somos las estúpidas que salvamos a los Yormef. Las mismas que te vamos a sacar de aquí con vida. Así que... - Cogió el cinturón y lo pasó bajo la pierna, abrochándolo todo lo fuerte que pudo al muslo a la altura de la ingle. Después repitió el proceso con la cuerda, justo por encima. Era fina y la presión debería poder frenar la hemorragia para darle tiempo a coagular-. No me importa ni quiero saber por qué eres tan imbécil, pero sé que no quieres morir aquí, desangrándote y esperando a que esa criatura venga a comerte vivo. Eres despreciable y si te dejásemos aquí nadie te echaría en falta -puntualizó arrastrando las sílabas y mirándole a los ojos-. Por suerte para ti, ella no te va a dejar atrás. Y sé que tú no vas a dejar de ser así de idiota... Así que, este es el trato. Métete e insulta a quien te de la gana, pero, o empiezas a morderte la lengua con los comentarios bordes y las burlas constantes hacia nosotras o puedes empezar a dormir con los ojos abiertos porque sino, un día te vas a despertar sin otro miembro de la cintura para abajo... Y estoy segura de que aunque pequeño te dolería mucho. Ahora, muerde el trapo y aguanta como un campeón.

Dicho aquello, le palmeó el hombro, cogió el rebullo de tela que había cortado de su pantalón, quitó la nieve que tenía encima y empezó a envolver el muñón.

- Tiradas (1)

Motivo: Paramedic en camino

Tirada: 1d100

Resultado: 31(+20)=51

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20/01/2017, 19:29
Ingur

Ingur se bloquea ante tu discurso, durante el cuál parece incluso olvidarse del dolor. En sus ojos percibes un extraño brillo, que rápidamente identificas como una señal del miedo que le estás infundiendo. Unos segundos después de terminar, sin embargo, suelta una carcajada.

-¡Vaya, vaya, esto sí que no me lo esperaba!

Una nueva punzada de dolor interrumpe bruscamente su buen humor, pero su sonrisa, aunque agrietada por su pésimo estado, permanece en su cara cuando te mira con un extraño brillo en los ojos.

-Trato, hecho, pich... Saga. Está claro que te he juzgado mal. De gente como ella -Gira la cabeza para mirar en la dirección en la que se ha ido Bedelia, y luego vuelve a mirarte-, uno no puede fiarse. Demasiado nobles, demasiado impredecibles. Pero tú... Lo veo en tus ojos, no estás mintiendo. Me matarías aquí y ahora, si no fuera por ella. Eso puedo entenderlo, en ese sentido somos iguales. Dame diez personas como yo, y sabré a lo que atenerme.

Acto seguido se recuesta contra el árbol, dejando el pañuelo a un lado, sin morderlo, y mirando en otra dirección. Parece que la sangre está empezando a marearle.

-Intentaré contener mi lengua con las dos.

- Tiradas (1)

Motivo: Intimidar Saga (bonus por estar en la situación que estáis)

Tirada: 1d100

Resultado: 63(+80)=143

Notas de juego

Espero que no te importe que haga tiradillas por ti para agilizar :S

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20/01/2017, 20:55
Árboles en la oscuridad

Te acercas a la rueda que te señala Saga, que a pesar de estar parcialmente cubierta por la nieve todavía es claramente visible, una vez uno se fija en esa dirección. Al irte acercando, distingues más bultos, algunos de los cuales rápidamente identificas como trozos de madera y utensilios varios, restos de lo que parece haber sido algún tipo de vehículo. Los escombros se sitúan junto a una pequeña depresión de terreno, y al asomarte confirmas tu teoría: Lo que parece un carruaje destrozado reposa inmóvil, parcialmente enterrado por un manto blanco. A pesar de lo poco que puede saberse con un pequeño vistazo, debido principalmente al mal estado en el que se encuentra y a la cantidad de nieve y hielo acumulados, no parece ser un carromato cualquiera: Se intuye un techo en la parte superior y restos de pintura en los laterales. No es común ver carromatos en Goldar, pero tampoco es algo insólito. Un carruaje así de decorado, sin embargo, es una verdadera rareza, tanto que lo primero que te viene a la cabeza es que debe de pertenecer a algún extranjero.

Poco más puedes deducir, sin embargo, con un simple vistazo. Y, para ser sinceros, el hecho de que la oscuridad del ocaso empiece a dificultar tu visión considerablemente no ayuda. Dentro de unos minutos la oscuridad os rodeará...

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20/01/2017, 21:56
Saga Olrik

La norne siguió a lo suyo, aunque prestaba atención tanto a sus palabras como a sus ojos. Illazer solía repetir que eran ventanas al alma, y que si uno sabía leer en ellos, no había hombre capaz de ocultar la verdad de quién era. Y durante los años Saga había aprendido, por las buenas y por las malas, a calibrar a los hombres por el peso de sus palabras, pero también por la forma en la que evitaban cual desliz mirar directamente, o cuando se perdían en la profundidad de una mirada para después tardar un segundo de más en abrir los párpados.

Y en medio de la nada, aquel buen juicio tras días de ver, oír y callar, le había valido para achantar lo suficiente al bravucón y hacerse respetar... a su manera.

Mientras pensaba, terminó de envolver los jirones de carne, tendón y demás, y soltó el cinturón para bajarlo un palmo y ajustar las vendas, si es que se les podía llamar tal, apretando con el mismo. Eso, además, hacía dos puntos de presión. Sobreviviría si nada les pillaba antes. 

-Mira el lado bueno. Ya no vas a poder correr como un cobarde -comentó con guasa levantándose y sacudiéndose las manos. Después le cogió de la muñeca para pasarse el brazo por los hombros-. Venga, levanta. Si dejas de moverte te vas a dormir y entonces ni tiene gracia meterse contigo.

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20/01/2017, 23:05
Bedelia

Bedelia se frotó los ojos, agotada no sólo física, sino mentalmente también. Aquel carruaje tendría un significado, y probablemente podría asociarlo a algo que ya sabía, pero sencillamente estaba demasiado cansada como para plantearse siquiera el tema.

La batalla había sido frenética, había luchado con fiereza, había dado todo de si misma incluso con el tobillo torcido, pero no había sido suficiente. Thaldein, medio muerto. Ingur lisiado. Hadar...prefería no pensarlo. Aquello ya era malo de por si, pero, ¿y si hubiese sido Saga? ¿O Dag? ¿O Jostein?

¿Y si hubiese sido Frederick?

No había podido ni herir a la bestia, ni tan solo magullarla. Resmit había hecho gala de una determinación insuperable, incluso usando algo que ella ni se acercaba a comprender. Bedelia simplemente había brincado sin marcar diferencia alguna. No había podido proteger. Se sentía inútil. Se sentía derrotada.

Se dejó caer de rodillas en la nieve, ignorando el frío, sintiendo como su determinación se quebraba. Una parte de ella, la que había alimentado el último año, le gritaba que esa no era su forma de enfocar un problema, que se estaba dejando llevar por el miedo y la desesperación general. Otra (más pequeña, pero preocupantemente presente) le decía que ya había luchado suficiente, que había una forma mucho más sencilla de encontrar paz.

Y de reunirse con su pequeño...

Aquella idea le hizo sollozar y encogerse un poco más en la nieve, agarrándose el vientre. A veces era tan duro...a veces el dolor laceraba sin previo aviso y Bedelia casi podía oír su propia alma aullando. A veces soñaba que su hijo seguía vivo, que ella y Frederick seguían en Schank, sin motivos por los que luchar. A veces soñaba que los tres se acurrucaban junto al fuego, con una sopa caliente y cantando nanas en una una apacible quietud. No necesitaba nada más, no quería nada más, pero entonces despertaba y el sueño parecía tan posible que durante unos instantes creía que era auténtico. Entonces la realidad golpeaba tan fuerte que dejaba sin aliento. Aquel era el infierno, esos instantes en los que la realidad vencía al sueño.

Y debía revivirlo una y otra vez.

Bedelia se dejó caer completamente. Oscurecía, tenían a la bestia preocupantemente cerca, Saga estaba sola e Ingur no se podía defender, pero estaba tan cansada. Tan cansada.

Lloró, enterrada en nieve y encogida sobre si misma, pensando en todo lo que no había podido proteger y en todo lo que perdería por su propia debilidad. Lloró hasta que no le quedaron más lágrimas. Entonces se levantó, se limpió la cara y volvió hasta los norteños arrastrando los pies simplemente porque no podía dejarles allí, en medio de la nada, con eso suelto.

Pero estaba tan cansada...

Notas de juego

Vamos a suponer que se tira en algún sitio donde no le vean estos dos
También vamos a suponer que se queda sin lágrimas rápido...Por favor xD

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23/01/2017, 22:20
Recuerdos

Lágrimas que caen sobre nieve, nieve que entierra las lágrimas.

El peso del corazón a veces se abre camino, mostrando las debilidades. Los momentos de duda, aquellas grietas que se abren en la coraza de esperanza y optimismo, son las verdaderas pruebas. Una bestia terrible que acecha en la oscuridad, el frío implacable del invierno, la falta de comida, las sospechas, la división, la traición y las pasiones... Tantos enemigos a los que combatir y, sin embargo, aquel que se oculta en el interior de uno mismo, aquel que pone un ancla, que incita a la autodestrucción... Ese es el que más fuerza tiene, el verdadero obstáculo, el adversario definitivo. Nunca desaparece, nunca cesa en su empeño. Los pesares se acumulan, poco a poco, dejando solo dos opciones al final del camino: La muerte o la locura. Pocos encuentran la paz en este mundo implacable.

¿Cómo se le puede pedir a una madre que olvide el calor de un hijo en su vientre? ¿Cómo se le puede pedir que reemplace los sueños forjados en la primavera de su vida, que siga adelante cuando su vida se rompe? ¿Cómo se le puede exigir que permanezca impasible ante la muerte, que sea un foco que guía a los demás, que ofrezca un hombro en el que apoyarse cuando todo parece perdido? ¿Quién puede consolarse a sí mismo, quién puede sobrevivir solo dando?

La única respuesta que reciben estas preguntas es el sonido del viento y la noche creciente, mientras un alma en soledad se seca las lágrimas y regresa con sus compañeros.

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23/01/2017, 22:36
Ingur

Ingur acepta tu ayuda, demasiado debilitado por la pérdida de sangre como para dejar su orgullo a un lado.

-Correr, dice -suelta un bufido-. Lo habría hecho, ¿sabes? Pero esa cosa me habría pillado. Ya podrías haber invocado a los demonios antes, hedense.

Justo cuando vas a responderle, llega Bedelia.

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23/01/2017, 22:41
El frío

Bedelia vuelve de investigar la zona justo cuando Saga termina de hacer el apaño a Ingur. No ha debido ser más de un cuarto de hora, a lo sumo, pero parece que el anochecer se cierne sobre estas tierras con asombrosa rapidez, y ya está bastante oscuro cuando os reunís. El frío es prácticamente insoportable, y aunque por ahora parece que la criatura no os ha seguido, el simple hecho de saber que sigue en el bosque, posiblemente intentando conseguir la presa que no ha conseguido con vosotros, os pone los pelos de punta...

Por desgracia, orientarse en medio de la noche supone una dificultad añadida... Y cuanto más tiempo paséis ahí fuera, más cerca está la hipotermia.

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23/01/2017, 22:46
Bedelia

Bedelia hizo un gesto con la mano a modo de saludo, a pesar de que no llevaban demasiado tiempo separados. Echó un vistazo a la pierna de Ingur y asintió. Después alzó la vista al cielo para observar la luna. "Mierda", pensó, cruzándose de brazos, "sería irónico que ahora nos matase el frío en vez de eso".

-Una carreta extranjera-anunció con tono monocorde y algo apagado-Pintada, de buena calidad. O les atacaron bandidos o fue esa cosa, pero está totalmente rota.

Suspiró y se giró hacia Saga.

-Se nos ha hecho tarde, ¿tienes alguna idea de dónde estamos o cómo podemos volver al pueblo?

- Tiradas (1)

Motivo: Rastrear

Tirada: 1d100

Dificultad: 120+

Resultado: 36(-20)=16 (Fracaso)

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23/01/2017, 22:56
Saga Olrik

La hedense estaba ayudando a Ingur a levantarse, lo que era una imagen como poco peculiar. No es que Saga fuese de constitución débil, pero en comparación con cualquier guerrero parecía insignificante, sobre todo sin la capa sobre los hombros. A eso había que sumarle la inestabilidad de un goldariano recientemente cojo y mareado por la falta de sangre.

Aguantó estoica hasta que Bedelia estuvo a su lado, escuchando las nuevas que no eran precisamente buenas pero tampoco malas.

-Ojalá... -musitó mirando alrededor, esperando que algo, lo que fuese, le diese una ínfima pista de dónde diablos estaban... Pero no encontró nada-. Creo que podemos empezar a rezar para que nos vuelva a encontrar Yngrid... Dios.

Cerró los ojos con fuerza, a falta de una mano libre con la que cubrirse la cara. Otra vez en medio de la nada, con eso pisándoles los talones, sin equipo o refugio, y con un tullido a punto de desfallecer. Y Andrel. Y la casi certeza de que no era sólo una criatura sino más. Quería derrumbarse, pero ni era el momento ni el lugar. Tenían que mantenerse unidos y firmes.

-El fuego no es una opción. Necesitamos refugio. No podemos andar a la deriva con este así y yo sin abrigo... 

- Tiradas (1)

Motivo: En busca de la estrella polar (?)

Tirada: 1d100

Dificultad: 120+

Resultado: 30(+15)=45 (Fracaso)