Partida Rol por web

Nieve y Hambre, capítulo 1: La silueta entre los árboles

Desenlace - La guarida de la bestia

Cargando editor
10/09/2017, 12:36
Muerte y nieve

Frente a vosotros, una ladera. Sube hacia arriba, hacia los cielos, perdiéndose en la oscuridad. Como una última ascensión. Y no hay duda respecto a qué hay arriba, esperándoos.

Algo ha sido lanzado desde arriba y, rodando por la nieve, ha caído hasta la base de la colina, quedando encajado entre varios arbustos. Los ojos sin vida de Drunfo desprenden destellos frente a la luz de vuestras antorchas. Su cuerpo ya medio congelado, no más que un muñeco inerte colocado en una postura antinatural, os hace estremeceros. Su cuello está arrancado casi por la mitad, destrozado por unas fauces asesinas, causando que la cabeza caiga a un lado de forma grotesca. Sin embargo, no hay más signos de mordeduras. Como si la criatura se lo hubiera replanteado en mitad del festín, y hubiera decidido desecharle sin más.

Cargando editor
10/09/2017, 12:44
Ahmel Bal’Karim

-... Llegamos tarde.

Cargando editor
11/09/2017, 22:45
Bedelia

-No. No...

Bedelia se acercó hasta Drunfo sin terminar de creerse lo que veía. Que muerte tan horrible, tan cruel. Sólo, mutilado, rechazado y olvidado. Se acercó hasta él e hizo acopio de todas sus fuerzas para levantarlo y sacarlo de entre los arbustos, arrastrándolo hasta un árbol cercano en el que le apoyó la espalda. Con muchísimo cuidado, manipulándole como lo haría con un enfermo, le colocó el cuello en su posición natural y le cerró los párpados. Así, al menos, conservaría algo de dignidad hasta que pudieran hacer los entierros propiamente dichos.

Igual que con Rorar, musitó una breve plegaria deseándole paz y dedicó unos minutos a observarle. No le conocía, pero había arriesgado mucho por salvarle. También se había enfrentado a él y él se había preocupado por ella. Sintió lástima pura y sincera a pesar de no poder definir su relación.

-Lo siento...-musitó acariciándole suavemente la mejilla.

Con un profundo suspiro se giró hacia Ahmel y Add.

-No podemos entrar ahí a ciegas, así que me adelantaré para inspeccionar el terreno. Add, me gustaría que te quedases para proteger a Will y Ahmel mientras termina de prepararse. No tardaré demasiado, espero que para cuando vuelva el resto nos hayan alcanzado.

Notas de juego

El plan es (en un alarde de originalidad), acercarme lo suficiente para poder subir a un árbol e investigar qué hay en la parte superior de la ladera.

Cargando editor
12/09/2017, 08:20
Ahmel Bal’Karim

-No -se niega Ahmel-. Separarnos a estas alturas, tan cerca de la guarida de esa cosa, no es solo una idea estúpida sino especialmente peligrosa. Si la bestia nos ataca Add puede no ser suficiente para evitar que nos devore a los tres, y si te ataca a ti poco vas a poder hacer. Incluso aunque escapes, quizás acabas en otra punta del bosque. A estas alturas, solo hay una posible opción.

Señala a la ladera.

-Vamos a subir, los tres. Si quieres seguir arrastrando a nuestra bella durmiente tendremos que tener especial cuidado, y mi habitualmente poco apreciado consejo es dejarla aquí abajo, pero esa decisión es tuya. Sea como sea, tenemos que ir con cuidado, intentando no hacer ruido. La ventisca tapará nuestros pasos.

Saca una cuerda de la bolsa.

-Cuando yo os lo indique, nos detendremos y empezaré a montar el diagrama. Con algo de suerte, la criatura no habrá advertido nuestra presencia, y podremos hacerlo con calma y en silencio. Quiero que, mientras trabajo en las fórmulas, uno de vosotros ate al otro, luego yo ataré al que queda.

Hace una pausa para entregarte la cuerda, luego sigue hablando.

-En el peor escenario posible, la criatura descubre nuestra presencia antes de empezar. En ese caso, debéis contenerla el tiempo suficiente como para que me de tiempo a montar todo. Calculo que diez segundos, dependiendo de lo rápido que sea. Una vez esté preparado, iniciaré el ritual y la criatura quedará atada por unos instantes. No la ataquéis más, o el vínculo se romperá. El diagrama estará incompleto, aun así, por lo que tendréis que daros prisa y situaros a mis lados, en el borde del círculo que habré trazado en el suelo, ya atados. Tendréis medio minuto como mucho para hacerlo antes de que dé lugar la segunda parte del ritual.

Saca otra cuerda, ya atada en una especie de nudo abultado.

-Me he tomado la libertad de preparar esto. Si se meten las manos en el agujero y alguien tira del extremo, se apretará para impedir que se muevan. Están pensadas para que el que ya esté atado de los dos pueda hacer lo propio con el otro, tirando de la cuerda con algún dedo libre o con la boca.

Se cuelga la bolsa, dejando el extraño nudo en su mano.

-No es lo óptimo, pero es el caso peor. Probablemente tengamos tiempo para prepararnos, de tal manera que yo pueda atar al segundo como es debido. Esto es solo un plan B, si las cosas se tuercen. También señalar que los nudos deben hacerse a conciencia. No importa tanto la naturaleza del nudo en sí, tanto como el hecho de que estéis indefensos y os hayáis entregado voluntariamente. En esta clase de procesos ocultistas normalmente tiene más peso la intención o el simbolismo que los detalles en sí, así que nada de nudos sueltos o corredizos: Tenéis que estar completamente inmovilizados. Si tenemos tiempo y podéis ataros los pies también, mejor que mejor.

Toma aire y mira de nuevo hacia la oscuridad que hay frente a vosotros. Se le nota un poco nervioso, aunque también emocionado.

-Vale, vamos allá. ¿Alguna duda?

Notas de juego

La visibilidad es horrible, entre ventisca y oscuridad, da igual si es sobre un árbol o con unos prismáticos.

Cargando editor
12/09/2017, 15:31
Bedelia

Bedelia compuso un gesto amargo.

-No me gusta. No por estar inmovilizados, que eso ya lo sabía, sino porque no podremos proteger a Will si algo sale mal. No queda nadie que pueda ocuparse de ella.

Mantuvo el gesto unos segundos y después se giró hacia Add con una ceja levantada y cierto escepticismo en la cara.

-¿Tú no sabrás hacer magia? Porque por lo visto la gran mayoría de vosotros tiene esa capacidad.

Cargando editor
12/09/2017, 15:42
AAD MADOW

-SÉ UTILIZAR LA DIVINA E INMACULADA MAGIA DE LAS PALABRAS, RELATANDO LAS ÉPICAS HISTORIAS DEL PASADO CON EXACTITUD MILIMÉTRICA.

Cargando editor
12/09/2017, 15:45
Ahmel Bal’Karim

Ahmel, que parece tan bloqueado como tú ante la respuesta de Add, carraspea.

-Eh... Bueno, respecto a ella -mira a Will-, sinceramente, si la bestia llega el protegerla es el menor de nuestros problemas. Probablemente la ignorará e intentará ir a por nosotros. Y si fallamos... No, no vamos a fallar.

Cargando editor
12/09/2017, 15:55
Bedelia

Bedelia profirió un gruñido decepcionado.

-Vale, en ese caso nos llevamos a Will, que se quedará lo más cerca posible de Ahmel. Iremos con muchísimo cuidado, y si las bestias están en grupo intentaremos separar o buscar a una descarriada. Ahmel, quiero que tengas un cuchillo a punto por si algo sale terriblemente mal y necesitamos desatarnos, ¿vale? Yo tengo más cuerda y siempre podemos repetir el ritual, pero no si falta alguno de nosotros. La seguridad es nuestra prioridad.

Lanzó una mirada hacia la ladera y sintió un escalofrío recorriéndolo la espalda que no tenía nada que ver con el tiempo.

-Vamos.

Cargando editor
12/09/2017, 20:09
El frío

Ahmel parece conforme con tus comentarios, aunque guardas cierta duda sobre si a la hora de la verdad será tan obediente. Sin embargo, poco más se puede hacer a esas alturas. Así que subís, cargando con Will, por la ladera. Allí el viento da más fuerte, y la ascensión se convierte en un verdadero infierno. El frío de la ventisca se une al de la bestia, cuya presencia se advierte cada vez más cerca, congelando tu cuerpo y tus pensamientos por igual. Un frío como nunca antes. El invierno se manifiesta en toda su gloria para contemplar el fin de aquella historia, de la pesadilla, de aquel macabro y horrible cuento de brujas en el que te has visto sumergida.

Add parece querer combatir la congelación con optimismo, porque en cierto momento de la subida se pone a tararear en voz alta, intentando animarse a sí mismo. Ahmel prácticamente se lanza sobre él para taparle la boca. Tú, por otro lado, ves complicado no armar escándalo mientras tiras del trineo de Will...

- Tiradas (4)

Motivo: Sigilo Ahmel

Tirada: 1d100

Resultado: 99(-30)=69

Motivo: Sigilo Ahmel (Abierta)

Tirada: 1d100

Resultado: 63(+69)=132

Motivo: Sigilo Add

Tirada: 1d100

Resultado: 8(-30)=-22

Tirada oculta

Motivo: Advertir Bicho (-80 ventisca, -20 despistado)

Tirada: 1d100

Resultado: 79(-45)=34

Notas de juego

Sigilo a dificultad 34. La tirada de Add sería 0 (no puede sacar negativo en tiradas de habilidad), pero gracias a que Ahmel ha superado la suya por 98 puntos (más del doble por lo que ha fallado Add), se lo contrarresto. Eso sí, si tu fallas también entonces falláis los tres.

Recuerda postear solo para el director, que ya no está sola.

Cargando editor
12/09/2017, 20:28
Muerte y nieve

Frente a vosotros, una ladera. Sube hacia arriba, hacia los cielos, perdiéndose en la oscuridad. Como una última ascensión. Y no hay duda respecto a qué hay arriba, esperándoos.

Algo ha sido lanzado desde arriba y, rodando por la nieve, ha caído hasta la base de la colina. Las marcas se juntan con las de pisadas que suben, por una zona algo menos pronunciada, y el rastro de algo pesado siendo arrastrado tras ellas. Probablemente el trineo en el que deben de llevar a Will.

También está Drunfo.

Sus ojos, cerrados, en expresión solemne, como si hubiera decidido echarse a dormir. Su cuerpo, ya medio congelado, apoyado contra el tronco, probablemente por alguno de los tres sureños. Y, aunque le han colocado la cabeza para intentar disimularlo un poco, la herida del cuello se ve perfectamente. Arrancado casi por la mitad, destrozado por unas fauces asesinas. Sin embargo, no hay más signos de mordeduras. Como si la criatura se lo hubiera replanteado en mitad del festín, y hubiera decidido desecharle sin más.

No hay que saber medicina para deducir que lleva ya un rato muerto.

Cargando editor
12/09/2017, 21:44
Saga Olrik

El frío, cortante como cuchilladas. El movimiento inestable y poderoso del animal. La oscuridad engullendo cada centímetro y cada haz de color. El aullido del viento como un gemido ahogado de lo que les esperaba al frente. Y Saga, con cada músculo en tensión, escuchando plenamente cada latido encerrado en su pecho retumbar como al golpe de un tambor que les llevaba a su destino, los ojos clavados en el cuerpo de inserte de Drunfo. Se estremeció bajo las pieles preguntándose qué más podía salir mal.

Habían llegado tarde. Había llegado tarde, otra vez, y si Drunfo estaba muerto Dag podía estarlo perfectamente también lo que les dejaba sin más defensa que sus propias armas y el ridículo ritual que andaba preparando Ahmel. Y por un instante, una vez más, Saga sintió que las fuerzas se le escapaban en un suspiro infinito. Cerró los ojos un instante. Al menos tenía que recuperar a Will… Aunque fuese lo último que hiciera en su vida.

Cargando editor
12/09/2017, 21:51
Yngrid

Yngrid observa el rostro de Saga, con el ceño fruncido.

-No. A la mierda -se baja del caballo y se acerca al de Saga-. Esto no significa nada. Estáis aquí, los diez. Nadie dice que tengáis que estar vivos. O que... No, a la mierda todo. A la mierda el ritual. Vamos a subir ahí. Vamos a matar a esa cosa. Y vamos a salir de esta. Vivos.

Cargando editor
12/09/2017, 21:59
Saga Olrik

No pareció escuchar, al menos no del todo. Sus ojos se deslizaron hacia Yngrid lentamente, como resistiéndose a abandonar la silueta helada del norteño. Y fue algo de lo que dijo, entre todo aquello, que disparó la chispa.

-Diez -musitó. No tenían tiempo de ofrendar un ritual, al menos no hasta que eso hubiese acabado. Pero había esperanza-. El círculo siempre se completa. Siempre. No importa las circunstancias. Somos diez contigo. Tenía que suceder así.

Eso significaba que Dag seguía vivo y que podía invocar a los demonios si llegaban hasta él primero. Y les necesitaban. Arriba les necesitaban cuanto antes.

-¡Vamos!

Y sin esperar a nadie, azuzó al caballo para reemprender el galope hacia arriba.

Cargando editor
12/09/2017, 22:14
Thorir Espada de Hielo

Al llegar a aquella ladera Thorir sintió un escalofrío que le recorrió toda la espalda, sus ojos por puro instinto se fijaron en el cuerpo inerte de Drunfo, aquel gigante, su hermano de Clan, y en sus últimos días su aliado. Sentía tristeza al observar su rostro casi congelado y las terribles heridas que tenía, apretó con fuerza las riendas de su caballo, con furia contenida mientras alzaba la mirada hasta el cielo, y apretando los dientes, con un brillo de ira en su mirada y con la voluntad de dar muerte a aquella maldita bestia o a lo que fuera que hubiera allí arriba, no iba a perdonar la muerte de Rorar, ni de ahora la de Drunfo.

Espoleó su caballo y siguió a Saga, hasta lo que fuera, hasta la muerte si era necesario.

 

Cargando editor
13/09/2017, 08:24
Ahmel Bal’Karim

En cierto momento, Add resbala. Tus rápidos reflejos te ayudan a recogerle a tiempo, antes de que provoque una avalancha, y sin dejar de sujetar el trineo de Will. Por suerte, y a pesar de los contratiempos, llegáis a vuestro destino sin señales de que las criaturas os hayan escuchado.

La guarida de la bestia es una abertura en la pared de la montaña, parcialmente cubierta por la nieve, que va a dar a una especie de cueva en la que solo se ve oscuridad. Por la entrada podrían caber dos personas sin dificultad, aunque el interior podría ser más grande.

Está allí dentro. Lo oléis. Lo sentís.

Aquí acaba todo.

Ahmel hace un gesto para que os detengáis. Os encontráis en un pequeño remanso en la colina, una pequeña explanada horizontal que hace las veces de antesala a la cueva. Aunque el suelo presenta irregularidades, es lo mejor que vais a conseguir, o eso parece pensar Ahmel. Acercaros más sería entrar directamente en su guarida.

El tayahar empieza a sacar objetos de su bolsa, y con un tarro lleno de cenizas comienza a trazar un círculo a su alrededor, que pronto rellena y adorna con otros símbolos arcanos. Mientras, Add se acerca a ti y te ofrece las manos.

Cargando editor
13/09/2017, 08:39
Ingur

Llegado a cierto punto, debéis deshaceros de los caballos para seguir subiendo, ya que la ladera es inclinada y la nieve dificulta aún más si cabe la ascensión. Ingur os dirige una sonrisa resignada.

-¿Algún voluntario?

- Tiradas (2)

Motivo: Thorir

Tirada: 1d100

Resultado: 39(+20)=59

Motivo: Resmit

Tirada: 1d100

Resultado: 61(+70)=131

Notas de juego

Tirada de advertir

Edito: Ya se la hago a estos dos para ir agilizando.

Cargando editor
13/09/2017, 11:11
Bedelia

Bedelia tragó saliva. Descubrió que estaba sudando y que le temblaban las manos, pero aún así rescató la cuerda que Ahmel le había entregado y comenzó a atar al sureño tan fuerte como pudo. Mientras lo hacía lanzaba fugaces miradas a Ahmel y lo que hacía, en parte por una curiosidad que ni ese momento había conseguido ahogar pero también por asegurarse de que todo iba bien.

No quiso pensar en lo cerca que tenía la muerte.

Cargando editor
13/09/2017, 13:13
Ahmel Bal’Karim

Cuando terminas, Ahmel se acerca a ti. Coge la cuerda y te dirige una mirada interrogativa. Parece que los materiales que ha dejado en el suelo ya están colocados, y los símbolos completos.

Cargando editor
13/09/2017, 13:29
Bedelia

Con una sacudida mecánica hizo entender a Ahmel que estaba preparada. Se sorprendió a si misma rezando a todos los dioses que Thorir le había enseñado, al dios cristiano de su tierra y pidiéndole al universo que, por favor, aquello saliera bien. Porque ya no había marcha atrás.

Cargando editor
13/09/2017, 15:43
Saga Olrik

Saga miró alrededor. No tenían tiempo como para ir a pata y ella no era precisamente del tipo que podía cargar con un norteño a la espalda. Tampoco era Bedelia, escondiendo cartas bajo la manga. Soltó la cuerda, enrollándola en el brazo, y se bajó del caballo para ayudar a Ingur a bajar también.

- Tiradas (1)

Motivo: Advertir

Tirada: 1d100

Resultado: 75(+45)=120