Partida Rol por web

The Armitage Files

Escena 1.3 - Una velada con Austrin Kittrell (Carrington, Kowalsky)

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28/09/2016, 13:20
Alexander Austin Carrington III

Alexander no puede creer lo que está pasando, tomaba a Kowalsky por un hombre serio y cabal, con firmes creencias en la ciencia y lo que es o no demostrable...y sin embargo comienza a desvariar hablando de viajes al pasado, invocaciones satánicas y visiones de futuro. El joven heredero continúa escuchando incrédulo a lo que el científico cuenta, incapaz de aceptar que lo que dice es verdad y buscando similitudes con los sucesos acaecidos hasta que el propio Kowalsky intuye lo que está pensando, quizás por su cara de perplejidad.....

- Tranquilícese, esa droga le ha hecho ver y sentir cosas extrañas...será mejor dejarlo por hoy y que le lleve a casa para descansar.

Notas de juego

Reacciono al post de descripción y cuando Kowalsky interprete su "locura-shock" continúo

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30/09/2016, 17:09
Austin Kittrell

Tras su última frase, con la adrenalina corriendo por sus venas en sus últimas frases aceleradas y a gritos, Moses da un paso más hacia Alexander con la intención de insistirle más sobre los imposibles que su mente intenta comprender. Pero toda la excitación del momento no le resulta gratuíta, pues el científico ya no conserva el mismo vigor de juventud que antaño y su cerebro ya no da para más: necesita relajarse y descansar. Este último paso, pues, se convierte en un traspiés cuando Kowalsky pierde la conciencia, cayendo desmayado entre los brazos del millonario que consigue agarrarlo a tiempo. Pese a su inexperiencia, Alexander consigue tomar el pulso de Moses y comprobar que, pese a estar este tremendamente acelerado, no parece que tenga ningún problema físico urgente.

Austin Kittrell no consigue ocultar su sorpresa ante el monólogo de Kowaslky, con los ojos abiertos como platos y una expresión parcialmente aterrorizada. Su buena educación y formalidad le ayudan a esconder el amago de sorpresa de su cara rápidamente, aunque este no pasa desapercibido para su amigo Alexander, y intenta expresar su sempiterna sonrisa como puede.

- ¡Que coj...! Puedo asegurarle, Alexander, que nunca jamás había visto un efecto así en alguien. Jamás. No entiendo lo ocurrido hoy. ¿Será por la edad de su amigo, que le ha afectado de esta manera? Respecto a lo que cuenta, en absoluto he visto yo todo lo que ha descrito al final de su descripción. Tras visitar los jardines de la universidad, creo que eran, su amigo me pidió permiso para retirarnos, puesto que decía que estaba agotado mentalmente por nuestro viaje. Y acto seguido hemos despertado aquí...

Se gira hacia Fréderic, que está al lado con las heridas de la cara en parte curadas gracias al buen hacer de Moses. ¿Y usted Fréderic? No ha aparecido con nosotros en todo el viaje, ¿se puede saber qué le ha sucedido? ¿donde estaba? - le inquiere.

- No... no lo sé -  responde el pintor vacilante. -  No recuerdo nada del viaje. Nada en absoluto. Lo último que recuerdo antes de despertar fue llegar aquí... - se echa la mano a la cabeza, apretandose la frente con sus dedos - Menudo dolor de cabeza más terrible... Ese pitido, ese zumbido, me está matando. Le importa si paso la noche aquí, ¿Austin? Ahora mismo necesito tumbarme en una habitación oscura, descansar de esta migraña y intentar conciliar el sueño. Mañana será otro día...

- Por supuesto. Ya conoce donde están las estancias de invitados, Fréderic. Hable con los criados para que le preparen la estancia. - gira su mirada hacia Alexander cuando el francés cierra la puerta tras él - Creo que mi querido francés tiene razón en una cosa: nuestras cabezas necesitan un descanso. ¿Qué hacemos con tu amigo? ¿Le preparamos una estancia para que pueda pasar la noche aquí, o prefieres llevarlo hacia su casa? - tras la respuesta de Alexander, Kittrell vuelve a disculparse (cosa curiosa, disculparse con esa eterna sonrisa en la cara) - Mil perdones por el espectáculo y por lo sucedido a tu amigo. Le prometo que jamás sucedió nada así. Si hubiera tenido siquiera la sospecha de que podía entrañar algún peligro, no te hubiera invitado tan alegremente sin haberte informado antes, Alessio. Y de verdad que no sé de qué hablaba - señala el cuadro al que había hecho referencia Kowalsky - Ese cuadro lo pintó tras haber visto una visión similar en la ignota Kadath, una tierra tan lejana que ni siquiera tiene representación física en nuestro plano material, una ciudad más allá del tiempo. Una tremenda alucinación, que lo llamarías tu ahora mismo, ¿verdad? jajaja - ríe amicablemente, como siempre, ya relajado por la impresión del tremendo discurso de Kowalsky, mientras se enciende un cigarillo, ofreciéndole uno de su pitillera a su viejo amigo - En cualquier caso, en ningún lugar remotamente similar al descrito por su amigo: ni mar, ni tormentas, ni ningún Gardiner envejecido. La próxima vez que vea a Martin tengo que contarle esto que nos acaban de narrar: un Gardiner envejecido danzando desnudo bajo una tormenta en medio del mar mientras se cortaba con una daga. ¡Menuda historia! ¡Qué de risas nos echaremos con esto, imaginando así al soso de Oliver!

Parece que por fin se ha relajado del todo, puesto que ya tiene más la cabeza en reirse de lo sucedido que en disculparse por ello.

Notas de juego

Con esto (bueno, cuando decidas si dejar tirado ahí a Moses, llevártelo a tu casa o encerrarlo en el manicomio) y si le quieres decir algo más a Kittrell, creo que ya podemos ir acabando la noche. Me queda un último turno con el otro grupo también, así que ahora pasaremos a una escena corta común para decidir como queréis separaros luego y en qué nuevos percales os queréis meter.

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03/10/2016, 13:41
Alexander Austin Carrington III

Alexander mira algo enfadado a Kitrell pero cuando éste comienza a disculparse y percibe que es sincero [Evaluar sinceridad] relaja el gesto aunque sigue algo preocupado por Kowalsky. Escucha algo ausente al pintor mientras intenta incorporar al científico para llevarlo al coche.

- Creo que es mejor que me lo lleve, me preocupa su reacción y no me gustaría que por volver a ver este cuarto reviva el estrés que ha sufrido - responde a Kitrell. No sé qué es esa Liao y no soy una persona que se pueda tachar de poco atrevida pero viendo lo que les ha pasado a ellos dos te rogaría que tuvieras cuidado con su consumo.

A pesar de la distancia de los años y los documentos de Armitage, Alexander intentó confortar a su antiguo amigo con una palmada en el brazo : ¿Me ayudas a montarlo en mi coche?

Notas de juego

Me he tomado la libertad de suponer que Austin es sincero, si no es así cambiaría el mensaje

¿Por Ciencias puedo saber algo de Kadath? Imagino que no

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04/10/2016, 14:45

- Oh claro, por supuesto Alessio - responde sonriente, mientras llama al servicio con una campanita. Dos criados, con cara de agotamiento por lo largo de la jornada, aparecen en unos instantes - Por favor, ayuden a mi amigo a llevar a su acompañante hasta el coche. Cualquiera diría que ha bebido más de la cuenta... - bromea.

Mientras los criados ayudan a Alexander a desplazar con cuidado el cuerpo del inconsciente Moses hasta el coche, Austin Kittrell les sigue hacia la puerta. En las manos lleva con cuidado la caja roja donde guardaba el Liao, y al llegar al recibidor toma una servilleta de uno de los armarios, abre la caja y envuelve algo en la tela. Para cuando Moses ya está cómodamente tumbado en el asiento trasero del coche y los criados se retiran, Austin procede a despedirse de su amigo.

- Muchas gracias por la velada Alessio. Pese a los... inesperados problemas, la noche ha sido digna de haberla vivido. Y tengo mañana una cita con Madame Kali - sonríe con orgullo, como un niño mostrando su último juguete - Por último, lo prometido es deuda. Tiene en esta servilleta dos dosis de Liao para que su amigo pueda estudiarlas. Espero que me informe de los resultados tan pronto los tenga, ya que estoy muy interesado en ellos. - Tras entregarle las muestras, da un abrazo a Alexander - Y no te preocupes por mi, ya sabes que se cuidarme perfectamente. Tenga una buena noche.

Kittrell se despide con una exagerada y muy actuada reverencia mientras Alexander enciende el coche con la intención de llevar a Moses a su mansión "Mejor tener alguno de los criados echándole un ojo esta noche por si acaso...". Ya tranquilo de la charlatanería de su amigo, por fin puede reflexionar en lo que había sucedido durante la noche. "Kadath, Kadath... Juraría que ese nombre me suena de algo. ¿No había escrito el británico Allan Bloch unos poemas sobre Kadath a final del siglo pasado? El lugar donde los sueños se hacían realidad, o algo así... No, no. No era así. El lugar donde los sueños parecían realidad. La ciudad en las Tierras del Sueño, donde los Soñadores de distintos lugares del mundo convergían y compartían experiencias. Era algo así, ¿verdad? Poesía barata basada en fantasía sin sentido. Como este alucinógeno tan peligroso que tomaba Austin..."