Max se quitó el sombrero y aprovechó para rascarse la cabeza que ya empezaba a clarear ante una incipiente calvicie. Aquellas últimas semanas le habían "aviejado" un poco pero ¿a quién no?
Sacó su pañuelo y se secó un poco el sudor mientras pensaba en las palabras de su compinche.
-La cuestión es que debemos conseguir ambas cosas. No hay atajos, pero si tenemos ayuda. Respecto a ese... viaje astral, yo no lo haría por nuestra cuenta y riesgo teniendo el ofrecimiento de Schrewsbury sobre la mesa. Él no sólo nos puede ayudar, sino que puede ser alguien que custodie nuestros cuerpos mientras realizamos el viaje. Aunque para ello necesitamos si o si a Carrington. Él debe ser el guía aqui. -hizo una pausa y suspiró.
-Respecto al libro físico... Nuestra última pista fue que ese bastardo de Wilken lo obtuvo de Shamuel dejándole como le dejó. Si yo fuera él, iría al único sitio donde puede estar rodeado de buena protección: y ese lugar, desgraciadamente para nosotros es Innsmouth. Esa es mi apuesta.
Max dejó de hablar en ese punto y volvió a suspirar. No le hacía ninguna gracia ir a ese lugar, sobretodo sabiendo lo peligroso que sería ir allí.
-Supongo que la cuestión es ¿qué hacer primero?
Strike se fijó en los ojos cansados de su compañero.
Ya en el bar de la Llave de Plata se había reído para sus adentros de la guisa que presentaban todos, que parecían más bien unos hombres abandonados en un islote caribeño que no los ciudadanos respetables que de hecho en verdad eran.
Acompañó con una mano en el hombro a Maxwell para que reprendieran su camino hacia el aire libre.
Con un gesto amable y un guiño saludó al adusto funcionario que controlaba las entradas y salidas de la zona hospitalaria de la Universidad de Miskatonic, y entrecerró los ojos al salir a la repentina claridad del exterior.
-¡La suerte está echada pues!- dijo estirando brazos y crujiendo dedos con una ancha sonrisa en el rostro. ¡Ese cubil de Innsmouth será nuestro destino! Afila bien tu lápiz, señor periodista, porque cuando volvamos de ese oscuro lugar vas a escribir la mejor crónica de tu vida.