El motor de tu querido Duesenberg ruge ante las aceleradas que le propinas con el pie, de camino a la mansión de tu viejo amigo Austin Kittrell. La carretera, bien pavimentada como corresponde a un barrio de esta categoría en las afueras de Arkham, está cubierta por una agradable sombra propinada por los altos robles que hay a ambos lados de la carretera, formado una arboleda que separa un buen par de kilómetros cada mansión de las demás en esta zona. Y por suerte de los robles, pues el sol del mediodía quema como si estuvieramos en el infierno.
El despertar de buena mañana te había sentado bien, con la cabeza más clara y relajada parecía que la tensa reunión de la noche anterior no había sido más que una pesadilla. Mientras tomabas el desayuno, ya pensabas en que debía ser de tu viejo amigo Austin, y no tardaste mucho en darte cuenta que aparecer por su residencia de buena mañana y sin aviso previo solo iba a conseguir que su mayordomo te informase que "el señor Kittrell no estaba en disposición de recibirte", queriendo decir que aún no se había levantado. Tampoco te daba tiempo de dirigirte a Kingsport para ver si había alguien en el club del yate y luego volver a tiempo de cazar a Austin en casa, de manera que tomarse una mañana relajada no parecía una mala idea.
Tras aparcar el bolido en la entrada, haces sonar el timbre de la verja que rodea el gran jardín alrededor de la casa. Los colores de las flores alegran mucho la mansión (y menuda cantidad de flores, con abejas revoloteando entre ellas), que debía tener por lo menos un siglo de antiguedad, y algunas paredes ya tenían una buena cantidad de enredaderas en ellas. El mayordomo, un anciano que había pasado gran parte de su vida sirviendo a los Kittrell, te hace pasar a la mansión, llevándote a una de las salas principales. "Espere un momento, el señorito vendrá ahora mismo".
La sala, con un gran sofá en el medio y un ventanal enorme con vistas al jardín, tiene tres grandes pinturas de estilo impresionista (si hubieras sabido suficiente de arte, las habrías asociado a un estilo parecido al de Turner) en la pared, representando lo que parecen ser imagenes de otro mundo, a cada cual más preciosa que la otra: uno de los cuadros parece representar un verde valle, completamente selvático, coronado por unas montañas azuladas imposibles; el segundo representa un paraje desértico, de tierra rojiza aún en plena noche, con un cielo negro y todas las estrellas formadas en espiral alrededor de un único punto inexistente, como zarcillos de una bestia marina; en el tercero, una marina azul turquesa con unas extrañas formas sobre ellas, similares a las descritas por H.G.Wells en La Guerra de los mundos, pero borrosas debido una neblina purpurácea.
"No me lo puedo creer, ¡pero si es Alessio en persona!" absorto en los cuadros, que habían tomado completamente tu atención, no oyes como Austin entra en la habitación hasta que no te habla. Al girarte hacia él, te das cuenta que su buena vida no le ha pasado en absoluto factura a su físico: sigue pareciendo joven, guapo y una persona de éxito, con una sonrisa enorme mientras sigue caminando hacia ti y te da un fuerte abrazo "¡Cuantos años sin saber de ti Alessio!" rie a carcajadas, utilizando el apodo que solía usar para llamarte cuando estabais juntos en el instituto. "¿Qué es de tu vida? Tengo entendido que decidiste marchar de visita al viejo continente unos años, ¿estoy en lo cierto? Recién volví de Asia hace unos pocos meses: si no has cambiado de gustos, te recomiendo una visita urgente, ¡este tipo de viajes siempre te gustaron mucho más que a mi!".
Alexander sonrió a su viejo amigo y correspondió al abrazo con afecto a pesar de la distancia en tiempo e ideas.
- Pues estás bien informado, dice mostrando su sonrisa, he estado por Europa en una mezcla de negocios y placer...ya sabes, que mi padre quisiera hacerme trabajar no es óbice de que no pudiera divertirme - y le guiña un ojo en un gesto de camaradería. ¡Qué bien te trata la vida! Pensaba que a estas alturas habrías perdido algo de glamour para que los demás pudiéramos destacar pero te resistes jajaja
- Lo cierto es que he hecho una rápida visita a China y me ha parecido un país fascinante ¿de qué nacionalidad son tus últimas conquistas asiáticas?
-'¡Ja, mis últimas conquistas! Mi última conquista interesante, por llamarla así, bien es asiática - sonríe, mientras se gira, hacia uno de los muebles, saca una preciosa botella de cristal de murano, llena de lo que parece ser un buen whisky (obviamente importado fuera de la ley), y sirve un poco en dos copones, acercándote uno con una alegre sonrisa en la cara, y prosigue con su voz dulce - Brindemos por Asia, esa misteriosa tierra con tan interesante cultura! Aunque haya ido inicialmente por obligación, de negocios con mi padre, ante la absurda amenaza de desheredarme, bien que disfruté mi tiempo allí.
Sacando una pitillera dorada del bolsillo, te ofrece uno para fumar, mientas se enciende uno para si mismo. El olor del tabaco es excelente, un poco dulce, como perfumado.
-Dime Alessio, antes de volver al tema de mi conquista y de tus aventuras... ¿qué opinas de estos escenarios? - dice señalando los cuadros.
Alexander toma el copón que le ofrece su anfitrión así como uno de los cigarrillos levantando el recipiente a modo de brindis. Huele el líquido con lo ojos cerrados y lo mece a contraluz para observar su brillo y textura, satisfecho da un trago para a continuación sacar su mechero y encender ambos cigarrillos, por supuesto primero el de su amigo.
- Si te soy sincero no entiendo de arte pero he de reconocer que estaba fascinado por los escenarios y su imposibilidad, ¿quizás los sueños de algún artista bohemio?
Tu amigo sonríe ante tu respuesta, sentandose en el sofá y cruzando las piernas, exhalando el pesado humo del tabaco sobre su cabeza antes de responder:
-Sueños, por supuesto. Pero solo cuando los sueños son más reales que esta propia habitación que nos rodea. Yo mismo he visitado estos parajes, he tocado ese viscoso mar, he acariciado la suave arena, he respirado el indescriptible aroma de la imposible selva. ¡Quién lo iba a decir, que de los dos quién iba a vivir una mayor aventura iba a ser yo! - Ríe a carcajada limpia. - En las montañas al norte de China, a donde nos llevó la empresa de mi padre, se encuentra la flor del loto negro. Difícil de encontrar no, ¡sino lo siquiente! No conozco personalmente como se lleva a cabo el proceso, pero esta extraña flor puede manufacturarse en... - hace un pequeño esfuerzo intentando recordar el nombre - Lǚxíng chāoyuè shíjiān hé kōngjiān - ríe, tras pronunciar el arduoso nombre - Difícil, ¿verdad? Estuve semanas hasta conseguir memorizarlo, y aún no estoy convencido de que mi pronunciación sea correcta.
Desde luego que no lo es, a duras penas consigues entender alguna palabra en mandarín, si es que ese era el idioma que intentaba pronunciar Kittrell. Las primeras sílabas parecían relacionadas de alguna manera con el verbo lüyóu, traducido por viajar. Shíjiān era la particula referida al avanzar del tiempo, y kōngjiān a distancia espacial.
-Liao, se la llama a menudo. Un nombre menos ceremonioso, pero más fácil de recordar. Los cuadros no son mios, no: sigo siendo un negado para las artes no amatorias jajaja. El autor es Fréderic de Aubert, otro buen amigo con quién he compartido tales viajes, y a quién debería presentarte algún día. Quizás incluso quieras acompañarnos en una de mis pequeñas escapadas... - sonríe de nuevo, alegre ante la perspectiva.
-Pero bien, ya hemos hablado suficiente de mi. ¿Y tu? ¿alguna señorita en tu vida capaz de aguantarte el ritmo? ¿o alguna aventura interesante para compartir?
Alenxander se sienta frente a su amigo de forma que pueda segur mirando los cuadros mientras éste le relata su andanzas ¿flor del loto negro? Le mira con un poco de recelo y le pregunta: ¿Otra vez consumiendo sustancias que te evadan de la realidad? Él mismo había probado alguna vez pero no le gustaba esa clase de aventuras. Si es un viaje a una tierra lejana para ver cosas inexploradas sabes que puedes contar conmigo.
Después se echa hacia atrás y cruza las piernas como un gesto evidente de confianza, esa postura no es propia de un caballero estando en público.
- Pues me he prometido, dice sin rodeos esperando ver la cara de asombro de su amigo, con la señorita Abigail - deja unos segundos en suspense a su amigo - la hija del gobernador. Es una mujer encantadora y a la vez satisfago las ansias de emparentarme con alguien correspondiente a mi rango de mi padre antes de que me case con algún adefesio.
- ¿Evadirme de la realidad? Nada menos cierto, mi amigo - dice sonriendo, perezosamente sorbiendo de su copa. Ante la revelación de tu futuro matrimonio abre los ojos de sorpresa, y prácticamente se atraganta con el vino - ¿Esa dulzura de Abigail? Menuda princesa te has agenciado, al menos las cadenas de tu prisión serán preciosas y de seda... Yo, como bien sabes, gusto disfrutar de mi libertad tanto como puedo.
Tras esto, la conversación deriva en poco menos de una hora describiéndote las maravillas de la soltería, las galanterías de su vida, y los problemas en que sus conquistas le han ido metiendo los últimos años.
- ... y si, entonces camarera tuvo la indecencia de llevarme a un barrio de negros! ¿te puedes creer? Un atajo de monos tocando una música infernal con sus trompetas, mientras yo sonreía escondiendo mi repugnancia; y así hasta que llegó la policía a desalojarnos. Mi padre me hubiera matado si le hubieran dado parte de donde estaba, así que nos emprendimos a la fuga, corriendo por la calle junto a esos piojosos, para acabar escondiéndome en el sucio apartamento de uno de ellos. Oh, ¡tuve que quemar toda mi ropa después de eso, no me atrevía a traer aquí a ningún parásito que pudieran haberme contagiado! Claro, que la camarera, todo lo que le faltaba en estilo, elegancia y educación, le sobrava en pasión. No sé que será hoy de ella, pues en cuanto conocí a Elise, dos semanas después, solo tuve ojos para ella. Me acuerdo una vez en la que...
Las historias seguían y seguían, especialmente en cuanto el segundo vaso de licor le aflojó un poco más la lengua.
- Acabo de recordar, ¡esta noche Martin Coistier organiza una velada en su apartamento! ¿Quizás te apetezca apuntarte?
Alexander asiente a las historias de Austin, algunas de ellas incluso le resultan interesantes y de alguna forma le hacen pensar que ese tipo de vida está llegando a su fin..,cuando se case las fiestas serán algo más sociales y aburridas.
- No estaría mal, hace tiempo que no voy a una fiesta aunque tengo un compromiso previo a las 20:00 ¿crees que me dará tiempo a llegar después?
¿Sé quién es Martin Coistier?
Martin Coistier era otro conocido de Austin, unos pocos años mayor que vosotros; tu también lo conoces por haberos encontrado en alguna ocasión, pero nunca habéis entablado especial amistad. Siempre te ha parecido un tipo soso y poco interesante.
- Ningún problema, aunque no prometo que llegues a tiempo para la sesión de espiritismo que tienen preparada. Me dijo que pensaba invitar a una medium inglesa, ¡será divertido de ver! - otra carcajada de Kittrell, el alcohol se le ha subido suficiente como para ponerle una encantadora sonrisa permanente en la cara.
Al Club del Yate no te daría tiempo a acercarte hoy; a no ser que quieras investigar alguna otra cosa rápida o sacar algún último tema, podemos ir cerrando la escena de investigación, así podemos abrir pronto la siguiente escena general. Si hay algo más que quieras decirle o inquirirle, aún podemos hacer un par de turnos más, ningún problema :)
Alexander deja la copa en la mesilla auxiliar y le tiende la mano a Austin despidiéndose. Estaba claro que estaba metido en algo raro pero tenía más pinta de drogas y malos viajes que intentos de volver loco a un viejo profesor de Universidad excéntrico.
- ¿Espiritismo? ¿Alguien conocido (Ciencias ocultas *)? Suena interesante ¿a qué hora habéis quedado?...Por si puedo cancelar mi compromiso.
¿Kitrell tuvo algún contacto en la Universidad con Armitage? ¿Alguna clase? ¿Algún seminario?
- Madame Kali, creo que la llaman. ¿No te parece un nombre interesante? - te guiña el ojo, picaronamente; claramente Kittrell está convencido que la medium será una chica joven, atractiva y exótica, digna de sus encantos - Tenemos el encuentro a las 19h, pero no puedo asegurarte a qué hora Coistier querrá proponer la sesión. Si puedes asistir será genial, ¡seguro que lo pasaremos bien como antaño! Aunque no llegues a tiempo para la sesión, seguro que será una noche digna de recordar
Austin te coge del brazo cariñosamente, antes de despedirse con un segundo abrazo.
A estas horas tendrás el tiempo justo de pasar por casa, ponerte una ropa más adecuada a la reunión en la biblioteca con los demás colegas de Armitage, y acercarte hasta el campus en un vehiculo menos pretencioso.
Las sesiones de espiritismo, con tabla de oui-jà o de otros tipos, son un pasatiempo más o menos habitual en las fiestas de la nobleza europea y ricos en general; en esta época empiezan a estar ya un poco pasados de moda, pero aún tienen bastante éxito. No es necesariamente algo sobrenatural, pero tampoco tiene por qué no serlo ;-)
Con Ciencias Ocultas (no hace falta gastar puntos) sabes las formas habituales de espiritismo, y que la mayoría de sesiones no son más que performances hechas por buenas actrices que se ganan la vida con ello. Sin duda alguna, el nombre de Madame Kali debe ser su "apodo de escenario", con el objetivo de darse un aire más místico y llamar más la atención.
Respondiendo al abrazo de Austin se despide de él y sale de la mansión hacia su coche. Pasa por casa para asearse y ponerse ropa adecuada para poder asistir a la fiesta cuando acabe su reunión en la Universidad.
Espero que no sea de etiqueta y tenga que ir de frac a la reunión XD
No, no! Como te haga más ilusión vestirte: eres tu el que interpreta un pijo xD