- Efectivamente, ese es el escenario que nos estamos planteando - confirmó el abogado con gesto serio. Como he dicho antes, no creo que el señor Carrington acabe en la cárcel por esto pero el proceso será largo y la imagen de la familia saldrá perjudicada.
Max se quedó pensativo un momento. Finalmente dijo:
-Reitero en que deberíamos aprovechar el "respiro" que nos dan para reorganizarnos pero... sin dejar de trabajar. Igual debemos tener más cuidado y ver que no tenemos más pequeños espías tras nuestros pasos. Por eso decía de investigar a Blackwood. Puede que no tenga que ver nada con nuestros "amigos" o puede que si. Por otro lado, si Highley nos apoyara sería una gran ventaja, pero nuestra colaboración debería ser discreta o nos enfrentaríamos a nuevos chantajes.
- Yo podría tratar el asunto con el fiscal pero sería más fácil si le presentáramos alguna prueba, o al menos un indicio referente a la muerte de su madre ¿Han averiguado algo ya?
—Encontramos una caja llena de libros en el piso de Gudzuhn y… bueno, algo más —dijo Sheridan, dirigiéndole a Maxwell una mirada significativa.
-Desde luego... Si los libros no fueran sospechosos ya de por si, la mano momificada al más puro estilo reliquia cristiana o esa caja china llena de símbolos extraños que el bueno de Alexander logró descifrar en parte. -añadió.
-La cuestión es que... no me imagino a alguien dejando esos objetos tan "valiosos" asi porque si. El casero, Blackwood, se comportó de forma extraña y tenía "algo" en la mano... -no pudo evitar frotarse las manos, casi de forma refleja, como si aún recordara la sensación de haberle estrechado la mano y lo que sintió.
-En fin. La cuestión es que luego fuimos a hablar con el señor fiscal que nos dió los detalles más escabrosos del asesinato de su madre e, insisto, la idea que me llevé yo, es que el tal Gudzhun, no era más que un charlatán que quizá se estaba metiendo en cosas que no le convenían o que se vio envuelto en algún lio con los dueños de esa caja o esa reliquia. Igual Blackwood era su "pastor", por así decirlo. No se si me siguen...
La silla se le empezaba a quedar pequeña y todas esas habladurías ya le embotaban la cabeza.
La reunión ya tenía que concretarse en algo.
-Estoy de acuerdo contigo Max en que tenemos que continuar investigando, pero que tenemos.de hacerlo de forma disimulada. Carrington y Levi pueden sufrir las consecuencias si Wilken se entera de que continuamos adelante.
Podemos intentar conseguir el apoyo del fiscal, de Schrewsbury o de, quien sabe, de Kitrell, Willis y Medialuna.
Esto último quizás sea peligroso, pero sabemos que ellos también persiguen el libro y que quizás podrían ser una alternativa para sanar a Levi.
También quedan cosas que descubrir de las cartas del Sr.Armitage.
Aun me acuerdo de todo lo que me explicaste Max de antes del secuestro de mi hijo.
Me dejó muy intrigado lo que descubriste en ese sanatorio. ¿Porqué ese tal Gardiner visitó al paciente llamado Finch? ¿Y porqué el Sr.Armitage ya nos escribió sobre esto en sus advertencias manuscritas?
Hay que concretar nuestros siguientes pasos.
-Maxwell, el Sr.Crowell está aquí tan sólo por su labor de defensa legal de Carrington. Él tiene que convencer a ese fiscal para que ayude a su cliente y nada más. A partir de aquí nosotros tenemos que decidir si lo acompañamos o si nos dedicamos a otras cosas. ¿Qué te parece que debemos hacer?
Maxwell se quedó pensativo ante las palabras de su colega 'Strike'. Después se mesó la papada y finalmente asintió.
-Si quieres podemos dejar que el señor Crowell y el agente Sheridan hablen con el fiscal. -miró al agente- El conoce todos los detalles que descubrimos sobre la muerte de su señora madre y -sin ofender- el señor Crowell habla su mismo idioma... ya se sabe que el mundo judicial tiene su propia "jerga" -sonrió de manera amable.
-Tú y yo podemos hacer una labor más de campo. Bien investigando a Blackwood o bien hablando con esos posibles aliados... o bueno, intentando seguir la pista del sanatorio. Aunque no se si eso último podría llevarnos a algo que tuviera prioridad, visto lo visto. -terminó de decir.
Pues venga, vamos repartiendo juego si queréis... o si no vamos todos a ver a Highley ;-).
-De acuerdo, vayamos a ver al tal Barnabas y a ver si logramos sacarle algo comprometido. Tienes buen olfato Max, y me fio de tu nariz rota.
De todas formas profesores, -dijo ahora dirigiéndose a Armitage y a Llanfer-reconozco que tengo ganas de darle las gracias cara a cara a Scrhewbury. Estaría bien que nos montasen una reunión con él si es posible. Me pareció un tipo muy especial.
Dicho esto, ¿nos vamos?
Armitage se despidió de los investigadores una vez que decidieron el siguiente paso. Aunque, antes de que todos abandonasen la Atenea, el director apartó un segundo a Malachi Crowell para reiterarle sus más sinceras disculpas por haberle involucrado en todo aquel asunto.
—Le aseguro que haremos todo lo que esté en nuestras manos para liberar a Alexander, puede contar con mi palabra. No obstante, le pediré que no revele a nadie más lo que se ha hablado en esta sala. Soy consciente de que suena paranoico, pero hay oídos en todas partes. Oídos peligrosos.
Sheridan, que también tenía un mal presentimiento respecto a Blackwood, decidió acompañar a Maxwell y a Strike.
Cuando les vio salir, la bibliotecaria que había estado recibiéndoles uno a uno apareció con un sobre entre las manos. Maxwell y Sheridan reconocieron la caligrafía de la cubierta al instante.
—Disculpe, señor Llanfer, pero una señora ha dejado un sobre hace unos minutos. Ha mencionado algunos de los nombres que aparecen en su lista de "Máxima prioridad" —dijo, entregándole la carta a Maxwell—. Aunque... también expresó que no quería que la leyese usted.
Dentro había una carta manuscrita con noticias de una vieja amiga:
Buenos días ha todos.
¿Como les va? Espero que bien.
Pienso casi todos los días en ustedes. Supongo que es normal después de todo lo que paso. No se muy bien si esta carta la van a leer todos o no. Yo la e dejado en el buzon de Cirus Llafer, pero no la e hecho para el sino para los demas. Espero que no la lea usted Sr. Llafer.
An pasado de pocos días desde que me fui para casa y ya me encuentro mejor de salud y de todo.
Despues de la muerte de ese viejo en la isla espero que el Sr.Armitage se encuentre mas mejor. Usted si que puede leer la carta Sr.Armitage. Ya sabe que le tengo mucho aprezio.
Espero que no aya recibido más cartas del futuro Sr.Armitage.
Desde que pase todos los días con ustedes aprendí las muchas cosas interesantes que hay en el mundo. Fui a la biblioteca para coger una novela y aora leo cada dia.
Tambien compro el diario cada dia y lo leo un rato.
Sigo investigando y miro si en el diario ponen algo de ese Gardiner o no. De momento no e visto nada, pero se que ay muchos diarios distintos en el quiosco y yo solo leo uno. En la portada de los demás tampoco dice nada.
Ay otra cosa que les quiero contar, aunque igual no les gusta, no se.
Le dije a mi amiga Laura lo que ocurrió de verdad. Es la chica que me a ayudado siempre y que ahora trabajaba en casa de la Zora Smallidge.
Su marido Anthony que era mi vecino murió en ese islote. Nadie lo cogio cuando nos fuimos asi que casi seguro que ha muerto.
Le dije a Laura que dejara el trabajo en casa de Smallidge porque padecia mucho por ella. Se que era interesante para todos que ella trabajara en ese lugar, pero no quería que le pasase nada y la convenci para que dejara el trabajo. Lo siento si esperaban que me contase algo.
Laura se fue de la ciudad y ahora esta a salvo.
Yo también estoy bien. Vuelvo a trabajar y casi duermo del tiron.
Todo iba bien hasta que en el periódico de hoy he visto lo del Sr.Carrington.
Me parece muy bien lo que le izo a Diamond Walsh. Ahora esa gente de la secta ya han muerto todos.
En el barrio todo el mundo habla de esto. El Sr.Walsh daba trabajo a unos cuantos de aquí y todo el mundo le conocía o al menos eso decían. Yo no e dicho nada. Tambien he hecho creer que estaba triste por la muerte del Sr.Walsh.
Y ya esta. Me encuentro bien y si ustedes se siguen viendo en la universidad pues es posible que un dia venga a verles.
Un abrazo para todos. Espero que estes bien Max.
Dorothy Mort
Enfermera en Peabody St.
Bueno, vamos a dividirnos de la siguiente forma:
Crowell pasará a segundo plano por el momento y retomaremos a Alexander en Al otro lado del espejo.
Maxwell y Strike irán a investigar a Blackwood in situ en Cuentos de brujas y otros estudios en escarlata.
Os dejo unos post por si queréis reaccionar a la carta mientras voy preparando las nuevas escenas ^^. Podéis empezar cuando queráis, por supuesto.
-Muchas gracias profesor Armitage, no se preocupe que no divulgaré lo que me han contado y si hiciera falta revelar parte para liberar al señor Carrington se lo haría saber antes de hacerlo.
Saludó a todos los presentes y salió de la sala Atenea en dirección a su despacho.
Max pareció satisfecho con el resultado de la conversación en la sala, no sólo por lo compartido, sino también por lo decidido.
Marchó junto a sus compañeros sólo para descubrir la misiva que la buena Dorothy había dejado a cargo de la bibliotecaria. Se apresuró a leerla, pasando la misma a quien quisiera leerla. Una sonrisa iluminó su rostro. A pesar de los oscuros episodios vividos, había también sitio para buenos momentos.
No obstante, pronto cayó en la cuenta de un detalle que arrojaba la carta y que no le gustó.
Se apresuró a compartirlo con sus compañeros en voz baja:
-Mmmm... no me gusta el tema de que Walsh diera "tanto trabajo". Eso significa que podría haber mucha gente dispuesta a ayudar en la causa de Smallidge por un puñado de dólares para alimentar a su familia. No es nada bueno, no señor...