Pistas del documento 1
Pistas del documento 2
Buenas, aquí va la traducción. Con subrayado las palabras que no tengo claras y con líneas las que no he sido capaz de leer en absoluto. Si tenéis alguna descifrada o consigo sacar alguna más, voy editando.
Enviaré ésta antes que las otras. Después las anteriores. No se puede garantizar, dados los medios de envío, que lleguen en el orden correcto.
O que lleguen.De hecho, es muy probable dados los caprichos de la invocación, que alguno sea consumido en el aullante éter. Pero si tú no estás leyendo esto, entonces no estás leyendo esto… así que sólo puedo asumir que estás leyendo esto.
Deberás saber a quién confiárselo. Al principio, simplemente pensé en enviarlo más tarde, añadiendo un aviso, pero ahora, la naturaleza de ello… pero no:
Cuanto más sencillo, mejor.
Éste será el único conjunto de instrucciones.Los otros serán fragmentos de las notas ya escritas. Hay limitaciones en cuánto puedo enviar de una vez. Además, actualmente estoy en continuo movimiento, como aquellos que han robado mi cara.
Cazadme y rastreadme.Hay muy pocos refugios ahora. Tan infrecuentes son los momentos de descanso. Sueño. Debo controlar mis recursos cada vez.
Además existe la siguiente ADVERTENCIA: Cuanto más tarde haya escrito algo, menos podréis fiaros de ello, ya que la perturbación de mi mente va creciendo.Yo creo, espero, rezo para que las avispas de Möbius hayan sido totalmente expulsadas de mi consciencia. Que ellas no sigan adueñándose de mi razón, ajustando mis memorias.
ADVERTENCIA: Ya no estoy seguro de si son metafóricas o literales. Cualquier opción es posible.Miro ahora y las notas parecen garabatos, curvándose sobre sí mismos. Pero cuidado, CUIDADO. No obstante, si hay alguna cosa que se pueda hacer partiendo de este momento de ventaja, hay esperanza. Sólo porque esto venga de alguien familiar, mi viejo amigo, no asumas que puedes fiarte de ello.
Vigilancia sobre todo, conforme avanzas. O, para ser más preciso, no continúes tú. Porque has fallado, amigo mío. Fallado en tomar el camino correcto cuando había tantos otros para viajar. No puedo volver atrás y rehacer mis pasos pero tú puedes enviar a otros, quienes inevitablemente elijan hollar distintos caminos, vean otros patrones en el puzle, lleguen a conclusiones diferentes.
Mirando atrás, hay tantos puntos de decisión. Pero si uno, SOLO UNO, fuese tomado de forma diferente, las torres de Nueva York no se habrían derribado, formas sin descanso no oscurecerían la tierra, los cañones no temblarían y se habrían alzado.
¡Arrogancia! Es la arrogancia lo que debes evitar.
Además: no pongas tu confianza en Austin Kittrell. Creo que ése fue mi primer error. Aún no puedo estar seguro de si me desvió intencionadamente, fue un incauto, o actuó en total ignorancia de las consecuencias que su consejo iba a poner en marcha. Intenté localizarlo porque si veía su cara, podría confirmar el hecho de que tiene una cara. Pero Kittrell… actuad cautelosamente con él.
Quizá no os acerquéis a él en absoluto. Puede que ésta sea la primera bifurcación. Si tan solo no hubiese entablado conversación con él aquella fría noche en la que él fumaba aquellos finos cigarros en el pórtico…De nuevo: Las otras páginas sólo serán notas. Tendrás que hacer con ellas lo que consideres.
Hay un ruido sordo escaleras abajo. Yo debería haber temido entrar en este edificio, ya que destaca entre todos los demás, intacto en un cementerio arquitectónico. Pienso que el sótano es seguro; debería haberlo ocupado en lugar del ático, pero teniendo en cuenta…
NO. No hay tiempo para estar escribiendo esto. Hay otros sitios mejores por donde empezar.
El nuevo sanatorio en las afueras. Cuando estuve allí, sentí que algo iba mal. Yo estaba distraído con mis infructuosos intentos de encontrar hombres que hubiesen estado en el circo aquella noche de octubre. Eso es un camino cortado, estoy seguro; o, en todo caso, uno contraproducente. El circo debería figurar en él pero octubre es un callejón sin salida. O una trampa. Son vuestras mentes lo que debéis preservar sobre todas las cosas.
Si veis la caja roja no la abráis. El contenido puede permitiros una breve ventaja pero lo pagareis al final. Es la caja roja lo que permite a las avispas entrar.
Lo siento, ellas están sobre mí haciéndome pensar en ellas, evitando que escriba lo que debo escribir. Todo lo que escribo aquí puede ser un ENGAÑO. Confiad en las notas que vienen después.
Éste documento está corrompido por las avispas mentales y no se puede confiar en él salvo por el contexto general.El sanatorio. El sanatorio. El sanatorio.
No es el personal como creía, es uno de los pacientes.Uno de los pacientes sabe más de lo que él cree que sabe. O ella. Busca los indicios que deja translucir. Las gotas de sudor. Los ojos tras los ojos.
Además: Estaba ese viaje al Club del Yate de Kingsport. Definitivamente ellos me estaban mintiendo allí.
Pero por esa época yo ya había abierto la caja roja. Ellos pueden haber sido de nuestro tipo, viéndome, correctamente, como una carga. O del otro lado.Cuando hablo de la caja roja, no es una caja en absoluto. Es un libro que es, los confundo, la caja y el libro. La caja es un peligro pero es el libro el que verdaderamente…
Si nuestra especie hay una agenda allí. Una de poca visión de futuro que yo no puedo comprender. Oliver Gardiner pareció ver a través de mí y volverse progresivamente más distante conforme yo hablaba. ¿Fue cuando mencioné la conexión con J. Edgar Hoover?
Ruedas dentro de ruedas. Sí fue entonces cuando se enfrió.Yo no nombraré el libro. [No puedes destruirlo] Porque he llegado a sospechar que el libro solo existe en las mentes de aquellos que lo nombran. Sus secretos no son para ser plomados. No puedes destruir el libro aunque si puedes imaginar cómo destruirlo, deberías…
Pero eso implica manipular el libro, y manipularlo es equivalente a abrir la caja roja.Un enfoque de Gardiner que no se refiere a lo oculto, los antiguos, las autoridades. En otras palabras, como legítimo miembro de una asociación naval.
O quizás es preferible abordarlo mediante Diamond Walsh. No creo que él suceda en las notas. En última instancia, bastante peligroso en el sentido mundano, un gangster y un asesino sonriente. Pienso acercarme con cautela y Gardiner más mi oficio, pero puede ser que mi estimación fuese mejor invertida y que Gardiner fuese, de lejos, el espécimen más peligroso.
Lo que estás buscando: las lentas ruedas del tiempo, nuestras y suyas, chocando, colapsando una sobre la otra. Las intersecciones entre deseos humanos e inhumanos son demasiadas para que las manos como el ébano de Nyarlathotep estén lejos. Ello sujeta las palancas.
Si solo hubiese detectado sus movimientos antes, podría haberse impedido.Pienso que las notas aparecerán desordenadas para que no repitas mi fallido camino sino que, en su lugar, forjes uno nuevo a través de todos estos disparatados aunque relacionados puntos siniestros. Sé que es muy difícil dejar un libro cerrado pero, en el nombre de todo lo que es decente, en beneficio de tu propia salud mental, no bebas las lágrimas de Azazoth. No lo seas. No lo hagas.
No lo hagas.
A petición de Sorgolas, copio el texto plano del documento 2:
Tears Of Azazoth: I insist to the others that this dread volume is so much flim-flammery, a nonexistent thing. A feverish rumor in the greedy hearts of certain London booksellers. A risible whisper among the most corruptly sensualist dilettantes of the occult underground. A cover composed of an unknown substance, jet-inky and yet with the thinness and pliability of onion skin? The mesmerizing ensign on the cover? Surely it is a fictional imagining, found in the pages of Dunsany or Machen, regurgitated as half-remembered legend.
The Circus: May be one of several traveling carnivals traveling up and down the eastern seaboard. Not technically a circus, I suppose,
without a big top and performing elephants, yet somehow the other term seems coarse, unseemly. At any rate, have placed discreet calls to law enforcement officials. Their view of all such entertainments is a dim one. This colors my attempt to narrow them down from the merely dissolute to the truly occultic. I have two names for strongmen (is that the plural?), suggesting separate accounts of two itinerant shows: Vladimir Krotkin and Sergei Garkalin. First name may have been garbled; witness’ command of foreign names perhaps shaky. In each instance of the story the strongman was an intimidating force, violently preventing entry to the freak show tent, where the true secret was to be found.
New England League Of Amateur Astronomers: a.k.a (N.E.L.A.A.) — pronounced Neela, as in a woman’s name --- club for stargazers — members appeared drawn throughout greater Miskatonic river basin — meetings monthly — $2 full membership; $1 auxiliary — no doubt to Mrs. Pickman’s chagrin, showed the Inquiry’s utmost largess, paying full $2 — field trips include visits to isolated and craggy hilltops “so as better to see the stars” — heard a bizarre theory of a concept of “light pollution”, whereas the luminescences of cities would grow ever brighter, so that future generations would be able to see the heavens properly only from the deepest woods or hermitic mountaintops, the only places on earth where purest blackness would still rule — issue a newsletter (have so far read sixteen issues, all of them stultifying and devoid of esoteric import) — Christmas social held always on December 21st — questioned occult significance of this (obliquely) to organization president Thomas Ongine. Laughed and pointed out obvious appeal of solstice to astronomers. “Always darkest before the dawn.” Bit of a hayseed. Plays traditional music on old guitar. Says bad times leave people little appetite to gaze at the spheres celestial.
Peculiar incident the other day at home. Doorbell rang to find a man standing there carrying sample volume of home encyclopedia. Very young for the job. Late twenties, freckled. Yet something hard about him, around the eyes. As if he’d seen too much already. But my first glimpse of him was all smiles, as he sheepishly looked at my tweed jacket and pipe and general professorial demeanor and realized that I would not be a candidate to purchase his line of general interest educational volumes. I was about to politely dismiss him when the housekeeper spotted the fellow, noted his likely thirst in that damnable maternal manner of hers, and invited him into the kitchen for lemonade. Philip was his name, or perhaps his last name was Philips. The housekeeper drew him out on personal matters—his marriage, children. Seemed eager to change the subject. He eyed my bookshelves hungrily. The man turned out to be quite the auto- didact. There is no personality type more consistently wearisome to the professional man of letters. Insensible to my attempts to deflect and deflate him, his rambling discourse quickly encompassed such topics as Atlantis, eugenics, and (it goes without saying) Roosevelt’s secret socialist leanings. I waited for his tumbling words to reach their inevitable conclusion— the usual litany of vituperations against the Hebrew race. Instead his blurtings disembarked at the second most likely station: the threat represented by Freemasonry. As I subtly ushered him toward the door, his accusations took an odd turn. He claimed that most masonic groups were ordinary and harmless, but that a very few had been taken over by followers of Satan. He mentioned the Helping Hands service group (which, unlike Circle Rite Lodge is not in fact affiliated with the masonic movement.) At least two, perhaps three, local chapters had given themselves over to murder and sacrifice. The voluble salesman claimed to have peered accidentally into a meeting held in a barn, where he saw a hobo led in, shackled and bleeding. He ran away before he was seen, but was sure that the poor wretch was destined for the knife. Sensing my disbelief, the salesman became indignant. He heard an “inhuman chant”, he claimed, that he could not get out of his head. Then, to my evident startlement, he echoed the all-too-familiar summons to the black goat of the woods: “Iä! Shub- Niggurath!” At this point the young man seemed to take my shock for guilty knowledge, gasping that I was “One of them,” and that he had been “led into a trap.” Dropping the empty lemonade glass to the floor, he bolted for the door. Abandoned brochures fluttered in his wake. Though it may be possible to contact him through his company, we must first devise a means of approach to overcome his skittishness. Given our limited resources, I am inclined to allow this odd incident to lie momentarily fallow.
There was something about the man that did not sit right. I cannot decide if he was sincere, sincere but deluded, or playing a curious game of some sort, meant to lure me down a dark alley. A witness report says that two automobiles left for the aforementioned hospital on the night in question, one a black roadster, the other a battered pickup truck. They were last seen rounding Crown Hill. In the back of the truck were large unidentified objects covered with a large blanket, possibly of burlap. The informant indicated that something writhed beneath the blanket, but when pressed could not rule out the simple possibility that the wind blowing upon it made it look as if animated from below.
Temporary operative Olson is still on site at the army base. Reports no overtly untoward activity.
En español:
Lágrimas de Azazoth: Insisto a los otros en que este temible volumen es un engaño, una cosa inexistente. Un febril rumor en los codiciosos corazones de ciertos vendedores de libros londinenses. Un rumor irrisorio entre los diletantes más corruptamente hedonistas de la escena ocultista.
¿Una cubierta compuesta por una substancia desconocida, receptiva a la tinta y, aun así, con la ligereza y flexibilidad de la piel de cebolla? ¿La hipnótica insignia en la portada? Con seguridad es una ocurrencia ficticia, hallada en las páginas de Dunsany o Machen, devuelta como una leyenda parcialmente recordada.El circo: Puede tratarse de uno de los carnavales itinerantes que recorren la costa Este. No se trata de un circo propiamente dicho, supongo, con una gran carpa y elefantes actuando; aunque, de algún modo otro término se antoja burdo, indecoroso. Con cierta frecuencia he hecho discretas llamadas a los agentes de las fuerzas del orden: su visión de todo este tipo de entretenimientos es vaga. Esto diluye mis esfuerzos por apuntar de algo meramente disoluto a lo verdaderamente ocultista.
Tengo un par de nombres para los ‘hombrefuertes’ [¿es este el plural?] que sugieren cuentas separadas de dos espectáculos itinerantes: Vladimir Krotkin y Sergei Garkalin.
El primer nombre puede no estar muy claro: el dominio que tienen los testigos sobre los nombres extranjeros es dudoso. En cada versión de la historia, el hombre fuerte era una fuerza intimidatoria, que evitaba violentamente la entrada a la tienda del show de los fenómenos donde latía el ‘verdadero secreto’.New England league of Amateur Astronomers. [NELAA, pronunciado Nila como en el nombre de mujer]
Club para contempladores de estrellas; miembros sacados por completo de la cuenca de la Gran Miskatonic. Reuniones mensuales; 2$ miembros de pleno derecho, 1$ auxiliares (sin duda la implicación de Mrs. Pickman, demostró extrema generosidad de la investigación, pagando los 2$ completos).
Viajes sobre el terreno incluyen visitas a las aisladas y abruptas cimas, “las mejores para ver las estrellas”. Escuché una extraña teoría sobre el concepto de “polución lumínica”, en la que la luminiscencia de las ciudades vería incrementado su brillo de manera que las futuras generaciones sólo serían capaces de ver los cielos apropiadamente desde lo más profundo del bosque o en montañas solitarias, los únicos lugares de la tierra en los que la más pura oscuridad seguiría reinando.
- Publicar un boletín (habiendo alcanzado, hasta ahora, 16 números, todos ellos atrofiantes y desprovistos de importancia esotérica)
- Reunión social de Navidad, celebrada siempre el 21 de diciembre. Se preguntó de pasada la significación oculta de esto al presidente de la organización Thomas Ongine. Él se rio y señaló el evidente atractivo del solsticio para los astrónomos.
“Siempre está más oscuro antes del amanecer”. Algo paleto, toca música tradicional con una vieja guitarra. Dice que los malos tiempos dejan a la gente con pocas ganas de mirar a las “esferas celelestiales”.
Incidente peculiar el otro día en casa. Sonó el timbre de la puerta para anunciar a un hombre, allí de pie, portando un volumen de muestra de una enciclopedia doméstica. Muy joven para el trabajo. Veintitantos, pecoso, aunque había algo duro en él alrededor de los ojos, como si ya hubiese visto demasiado. Pero mi primera impresión de él fue de una gran sonrisa conforme miraba avergonzado mi chaqueta de tweed y mi pipa y mi actitud profesional, y se daba cuenta de que no era un candidato a comprar sus volúmenes de interés general. Estaba a punto de despedirlo cortésmente cuando el ama de llaves avistó al tipo, advirtió su posible sed de esa maldita manera maternal suya y lo invitó a una limonada en la cocina. Su nombre era Philip, o quizá su apellido fuese Philips. El ama de llaves le sonsacó información personal: su matrimonio, hijos… Parecía deseoso por cambiar de tema. Miraba con avidez mis librerías. El hombre se reveló como una especie de autodidacta; NO HAY un tipo de personalidad más fastidiosa para un profesional de las letras. INDIFERENTE a mis intentos de desviarlo y desanimarlo, su errante discurso rápidamente se vio acompañado de tópicos tales como la Atlántida, eugenesia y (ni que decirlo) las tendencias secretas al socialismo de Roosevelt. Esperé a que sus tambaleantes palabras alcanzaran su inevitable conclusión (la habitual letanía de vituperios contra la raza hebrea). En vez de eso, su diatriba desembocó en la segunda opción más habitual: la amenaza que representa la Masonería.
Conforme lo llevaba discretamente hacia la puerta, sus acusaciones tomaron un extraño giro. Él afirmó que la mayoría de grupos masónicos eran ordinarios e inofensivos, pero que unos pocos habían sido controlados por discípulos de SATÁN. Mencionó el grupo de ayuda Helping Hands (quienes, a diferencia del Circle Rite Lodge, no están, de hecho, asociados con el movimiento masónico). Al menos dos, tal vez tres episodios locales habían desembocado en asesinato y sacrificio. El voluble vendedor aseguró haber asistido accidentalmente a una reunión en un almacén donde vio que conducían a un vagabundo encadenado y sangrando. Huyó antes de ser visto pero tenía la certeza de que el pobre desgraciado estaba destinado al cuchillo. Notando mi incredulidad, el vendedor se indignó. Él había oído un “cántico inhumano”, aseguró, que no se podía sacar de la cabeza. Entonces, para mi evidente sorpresa, él entonó la demasiado familiar invocación de la Cabra negra de los bosques:
Iä! Sub-Niggurath. En este punto el joven pareció tomar mi asombro por culpable conocimiento, jadeando que yo era “uno de ellos” y que él había sido “conducido a una trampa”.
Dejando caer al suelo el vaso vacío de limonada, echó a correr hacia la puerta. Panfletos abandonados se agitaron tras su estela.Aunque es posible contactar con él a través de su empresa, primero debemos idear algún método de aproximación para sortear su pavor. Dados nuestros limitados recursos, me inclino por dejar en barbecho, de momento, este extraño incidente. Había algo en el hombre que no encajaba: no puedo decidir si era sincero, sincero pero engañado, o estaba jugando un curioso juego de algún tipo queriendo atraerme a algún oscuro callejón.
Un testigo informa que dos automóviles salieron hacia el mencionado hospital la noche en cuestión. Un biplaza descapotable negro y una maltrecha camioneta. Fueron vistos por última vez circulando por Crown Hill; en la parte trasera de la camioneta había grandes objetos no identificados cubiertos con una enorme manta, posiblemente de arpillera. El informante indicó que algo se retorcía bajo la manta pero, cuando le presionaron, no pudo descartar la posibilidad de que el viento soplando entre ella la hiciera parecer animada.
El operativo temporal Olson sigue en posición en la base del ejército. Indica que no hay actividad abiertamente inapropiada.
¿Placas masivas?
¿Conductores?
DOCUMENTO 3[EN CONSTRUCCIÓN]
Las lágrimas de Azathoth: la discusión continúa. Ahora encuentro, por razones que no puedo expresar ahora con palabras sobre papel —más bien como un tono musical, un pensamiento estremeciéndose al fondo del cerebro primitivo—buzz, buzz—
que existió, que existe. Ninguno de nosotros es capaz de recordar la referencia original, y es condenadamente molesto. La sensación de que un recuerdo está tentadoramente cerca, y aún así no emergerá desde las turbias aguas del inconsciente. Algo me dice que hay una referencia a ello en el Necronomicón. Y de pronto me encuentro a mí mismo de acuerdo con él. Sin embargo, al estudiar detenidamente este terrible volumen (los estremecimientos que esto ha despertado en mí, la conciencia cada vez mayor de los patrones de movimiento en las Tierras de los Sueños, lo que mis fatigadas percepciones pensaron que presencié en la ventana oscura esa noche). Con la seguridad de que la referencia a Las lágrimas se encontraría en las locas peroraciones del árabe loco, entré en una caballerosa apuesta con Wilmarth, con una caja de jerez como premio. El estaba convencido de que se encontraría en un archivo, específicamente en la transcripción de la entrevista con el fallecido adivino y malversador Wolf-Dietrich Gudzuhn. Ninguno de nosotros se verá obligado a reponer el gabinete de licor del departamento, ya que tampoco se hizo referencia allí. Ashley cree que lo escuchó alrededor de la fogata, durante la expedición a Australia Occidental, pero no recuerda de quién. Dyer dice que se lo conté en 1928, pero no recuerdo haberlo hecho.Un paulatina sensación de que de que todas las amenazas están conectadas sin saberlo. Se me ocurrió una idea extraña mientras realizaba mis abluciones matutinas: que esto es lo que se siente al quedar atrapado en la articulación de un destino sombrío, antes de que todas las piezas se hayan colocado en su sitio.
Pero, ¿y si las piezas comenzaron en su lugar, y estamos viviéndolo a la inversa, a través del proceso de una devolución entrópica? Que comienza en horror y termina en horror, y eso solo desde nuestro punto de vista ... no, he perdido el hilo. La metáfora de la inversión no se sostiene si se trata de un continuo; sin embargo, hay algo que aún no termino de comprender.
Cuando Ashley pidió el archivo de la American Preservation League, este desapareció. Ahora estoy tomando notas para reconstruirlos de memoria.
American Preservation League:
— Partido político, membresía completa aproximadamente veinte, cientos de suscriptores a su boletín
— Dirigido por el fundador Fred Jahraus (¿Jarasz?)
— financiado por donaciones de suscriptores
— ideología principalmente aislacionista —la mayoría de los tablones de plataforma son típicos de esa causa (evitar enredos en asuntos mundiales, especialmente europeos; límites a la inmigración, especialmente por no anglosajones, no europeos del norte)
- Las excéntricas creencias impiden su asociación con organizaciones políticas aceptadas de corte similar: incluyen un llamado a la devaluación de la moneda y una fórmula compleja de cambios al Colegio Electoral, diseñado para aumentar la influencia de los estados con poblaciones racialmente "puras"
- Jahraus forma parte de una gran familia formada por uno mismo, su madre y muchos antiguos hijos adoptivos de su madre, todos partidarios fervientes de la APL.Todo esto nos llamó la atención como vía de investigación no concluyente durante el caso Red Hollow. Fue Peaslee quien se enfrentó a ellos. Los diagnosticó como prueba de un extraño efecto, característico de un posible trastorno psicológico. Peculiar
impedimentodel habla que recuerda al retraso, pero no idéntico al de los residentes de Innsmouth. Debido a su corta exposición a ellos, Peaslee no puede descartar la posibilidad de que compartan un trastorno mundano. En cualquier caso, ese miedo a los extranjeros que alienta su discurso político los convierte en un tema difícil de tratar.
Sin embargo, Jahrauis también parecía extrañamente confiado después de que Peaslee se esforzase mínimamente por parecer comprensivo con sus puntos de vista.Por alguna razón, me viene a la mente la palabra "Thomarites" o "Thomar". Tombazi. 1926.
Impresiones acerca de aquello presenciado en la biblioteca:
Cubierto de pelo, la parte superior de la cabeza con cresta (¿estructura del cráneo reminiscente al yeti del folclore del Himalaya?) llegó al estante superior de la sección del mapa, por tanto, siete pies de altura aproximadamente
—escamas o algún curioso patrón folicular en áreas donde el cabello no estaba presente —los patrones de falta de cabello no son consistentes, lo que sugiere una calidad sarnosa o desgaste
—olor a amoniaco picante mezclado con algo parecido a la vainilla, pero abrasador, especialmente en la parte posterior de la garganta
—provocó una gran cantidad de lágrimas
—después del encuentro, tanto Rice como yo nos quedamos tosiendo con mucosidades durante 48 horas
—el moco era de color amarillo verdoso
—se observó que al microscopio contenía largos filamentos de materia inorgánica no identificada, de color negro
—se han secado y se han convertido en polvo fino.
Impresiones húmedas dejadas en la alfombra cerca del catálogo de tarjetas.Al mirar a los ojos vacíos de la aparición, no pude evitar la espontánea impresión de que lo que estaba viendo no era una criatura, sino una especie de presagio o heraldo. Un síntoma, dada la aparente solidez, de una enfermedad mayor que infecta el mundo. O tal vez una alucinación, dada su repentina forma sólida. Había aparecido un desgarrón en la misma estructura convencional del tiempo y el espacio, manifestando esta cosa, como los medios de una generación pasada convocado ectoplasma desde el ilimitado éter.
Maxwell Finch hallado muerto en el piso de la fábrica. Lamentable pérdida de un buen investigador.
Compañeros se sorprendieron de encontrarle allí. Obrero Will Moran indicó a la policía que Finch fue visto en la planta horas antes.
Estado del cuerpo: cabeza pulcramente separada del cuerpo. Manchas de sangre presentes en cabeza y torso, pero no se derramó de ninguna de las heridas, permaneciendo dentro del cuerpo como contenidas ahí por alguna fuerza desconocida. Solo cuando el cuerpo fue movido por médicos forenses, los restos comenzaron a desangrarse.
Testigos afirman que había estado haciendo preguntas acerca del contenido de un almacén de la fábrica. En la consiguiente investigación, se descubrió que el almacén estaba vacío. Roces frescos y marcas de polvo en el suelo sugieren un movimiento reciente de cajas. Encargados de la fábrica sostienen que el almacén ha permanecido vacío durante meses. La dirección encontrada en nuestro hombre conducía a la habitación que había alquilado en una pensión cercana. La habitación había sido saqueada. Cuaderno desaparecido. La propietaria de la pensión, la Sra. Wilmer Callahan, informó haber visto a varios hombres inusualmente (¿?) morenos, bajos, extranjeros" entrar a la habitación de Moran. Dijo que normalmente los habría confrontado, pero que se negó debido a una "mirada horrible" en sus caras. Basándose en el testimonio de la Sra. Callahan, las autoridades locales arrestaron a un trío de chinos por el asesinato. La falta de pruebas, aparte de su mención de que eran extranjeros, relaciona a estos tres trabajadores del restaurante con cualquier crimen.
El original:
Tears Of Azazoth: discussion continues. I now find, for reasons I cannot now express as words on paper—more a musical tone, a thought tingling in the back of the primal brain—buzz, buzz—that it did exist, that it does exist. None of us can recall the original reference, and it is damnably annoying. The sensation that a memory is tantalizingly close, yet will not surface from the turbid waters of the unconscious. Rice blurts out that a reference to it appears in the Necronomicon. And suddenly I find myself in agreement with him. Yet by poring over that dread volume (the shudders this has aroused in me, the increasing awareness of the patterns of movement in the Dreamlands, the thing my weary perceptions thought it saw at the darkened window that night). In my confidence that reference to The Tears would be found in the crazed perorations of the mad Arab, I entered into a gentlemanly wager with Wilmarth, with a case of sherry as the prize. He was certain that it would be found in a case file—specifically in the interview transcript with the late fortune teller and embezzler Wolf-Dietrich Gudzuhn. Neither of us will be forced to replenish the department’s liquor cabinet, for there was no reference to it there, either. Ashley thinks he heard it around the campfire during the Western Australia expedition, but cannot recall from who. Dyersays I told him about it in 1928, but I have no recollection of having done so.
Increasing sense that all of the threats are unknowingly connected. An odd thought occurred to me while performing my morning ablutions: that this is what it feels like to be caught in the workings of a grim destiny, before all of the pieces have moved into place.
But what if the pieces started out in place, and we are living in reverse, through the process of an entropic devolution? That it begins in horror and ends in horror, and that only from our vantage point… no, I have lost the thread. The backwards metaphor does not pertain if it is a continuum — yet there is something to it that I have yet to grasp.
When Ashley asked for the file on the American Preservation League, it turned up missing. Am now jotting down notes to reconstruct from memory.
American Preservation League:
— Political party, full membership approximately twenty, subscribers to its bulletin number in the hundreds
— led by founder Fred Jahraus (Jarasz?)
— financed by subscriber donations
— ideology primarily isolationist — most platform planks typical of that cause (avoid entanglement in world affairs, esp. European; limits on immigration, esp. by non-Anglo Saxon, non-Northern European)
— eccentric beliefs prevent their association with accepted political organizations of similar stripe: include call for currency devaluation, and a complex formula of changes to Electoral College engineered to increase clout of states with racially ‘pure’ populations
— Jahraus part of large household consisting of self, his mother, and many former foster children of his mother — all fervent APLsupporters.Came to our attention as inconclusive avenue of investigation during the Red Hollow case. It was Peaslee who brushed up against them. Diagnosed them as evidencing odd affect characteristic of possible psychological disorder. Peculiar speech impediment delays reminiscent of, but not identical to Innsmouth residents. On account of his short exposure to them, Peaslee cannot rule out the possibility that they share a mundane disorder. Whatever the case, the fear of outsiders that animates their political tracts makes them difficult subjects for interaction.
Yet Jahrauis also seemed oddly trusting after Peaslee made a modicum of effort to appear sympathetic to his views.For some reason the word “Thomarites” or “Thomar” comes to mind. Tombazi. 1926.
Impressions of the thing seen in the library:
hair covered, the crested top of its head (bony skull structure reminiscent of yeti of Himalayan folklore?) reached to top shelf of map section, therefore seven feet in height approximately
— scales or curious follicular pattern in areas where hair was not present — patterns of hairlessness not consistent, suggesting mangy quality or wear
— pungent ammonia smell mixed with something like vanilla, but searing, esp. at the back of the throat — provoked substantial welling of tears — subsequent to encounter, both Rice and I were left coughing up mucus for 48 hrs. — mucus was yellowy-green in color — viewed under microscope was seen to contain long filaments of unidentified inorganic matter, black in color — have since dried out and resolved into a fine powder.
Moist impressions left in rug near card catalogue.As I looked into the apparition’s empty eyes, I was unable to shake the unbidden impression that the thing I was looking at was somehow not a creature, but a sort of omen or harbinger. A symptom, given apparent solidity, of a greater illness infecting the world. Or perhaps a hallucination given sudden solid form. A rip had appeared in the very fabric of conventional time and space, manifesting this thing, as the mediums of a generation past summoned ectoplasm from the boundless æther.
Maxwell Finch found dead on factory floor. Regrettable loss of a fine investigator.
Colleagues surprised to find him there. Factory worker Will Moran indicated to police that Finch was seen on the shop floor hours earlier.
Condition of corpse: head neatly severed from body. Blood present both in head and in torso, but did not spill from either wound, remaining in the body as if kept there by unknown force. Only when body moved by medical examiners did the remains begin to exsanguinate.
Witnesses said he was asking questions about the contents of a factory warehouse. On followup investigation warehouse was found to be empty. Fresh scuffs and dust marks on floor pointed to recent movement of crates. Factory managers maintain warehouse has stood empty for months. Address found on our man led to the room he’d rented in a nearby boarding house. Room was found ransacked. Notebook missing. Boarding house landlord, a Mrs. Wilmer Callahan, reported seeing several “swarthy, (unusually?) short, foreign” men enter Moran’s room. Said she would normally have challenged them, but declined from doing so due to “awful look” on their faces. Based on Mrs. Callahan’s testimony, local authorities arrested a trio of Chinamen for the slaying. Scant evidence, aside from her mention of foreigners, ties these three restaurant workers to any crime.
Algunas partes de la traducción no son literales. Me he tomado ciertas libertades para que el texto sea más literario, pero manteniendo la esencia del texto original. Podéis comprobar ambos para que veáis que no estoy omitiendo y modificando significativamente ningún punto ;)
DOCUMENTO 4
Dyer has found a reference to the Tears Of Azazoth in our own library collection as late as 1908. Have instituted a search for it in the rare book collection and in the regular stacks. Stolen, as was the Necronomicon by W. Whateley?
More deaths. Spared the necessity of attempting forensic detachment by mundane nature of their murders. Peaslee gone, head pulped by metal pole. Freeborn shot through heart. Mrs. Pickman gone too, of massive stroke. Pray she in fact succumbed to the named natural causes. Little chance that her heirs will continue Inquiry funding. Attempting to find alternate patrons but exercise may be moot.
Freeborn dead in Zurich on supposedly routine errand for the library. Attempting to secure purchase of Basel Codex from rare book dealer Otto Vosskuehler. (Acquisition to be financed by Mrs. Pickman.) Vosskuehler also missing. Possible Ahnenerbe involvement in shooting/kidnapping. No sign of codex, if Vosskuehler ever possessed it. Codex either an authentic Mayan pictogr aphic text (112 p. folded paper, hand scribed on fig tree bark) or notorious forgery. See Spring 1891 Neue Archäologie for 6 facsimile pages. Case against authenticity mainly concerns outlandish content of events depicted in Codex, as compared to accepted analogues resident in Dresden, Madrid, etc. Depicts weird creation myth of nonhuman arrival on Earth. Beings depicted are cylindrical, tentacled. Breed apes into slave race, slave race rebels, becomes humanity. Discoverer of manuscript Rainer Saxer (1852- 1895, murdered in Basel asylum) claims codex ended in a prophecy of future recurrence. Depending on which translation system one chooses to render the Mayan calendar, the cylindrical race is predicted to return to Earth sometime in the next twenty years.
Shortly after Freeborn’s death, a telephone call from someone claiming to be Vosskuehler was placed to the library office. Both Llanfer & myself absent; call taken by secretary, Miss Leslie. She reports odd pops and clicks over line, more than you’d expect from Transatlantic call. The caller’s accent was also peculiar— not Swiss or German. (Miss Leslie has German cousins and claims she would recognize a true accent.) Voice possessed an odd, halting lilt. Initially she thought the speaker injured. She explained that she was merely a secretary but the speaker continued to interrogate her, demanding to know where the missing pages were. The voice grew stranger and more shrill. It concluded with the words “I can see inside you, you understand,” and then disconnected. Miss Leslie took ill shortly after fielding the call and remains bedridden, with a persistent fever.
Peaslee’s death came two weeks after he attained membership in Arkham chapter of Society Of Syncretic Inquiry. Colloquium of scientists, academics and interested laymen dedicated to “promoting research across disciplinary boundaries.” Umbrella org. 1912 London, Vienna 1913, New York 1914? Arkham chap. started ‘24. This scientific body, composed mostly of tenured academics, promotes research across disciplinary lines. Once invited to attend by former chapter head, Wilfrid Wakeling, now three years dead. Remember much pipe smoke and invigorating speculation. Wakeling knew the Mythos and occasionally accessed the special book collection. Had the impression I was being sounded out about something. We circled like wary tigers, neither giving up his secrets. Sent Peaslee in after a new chap took over, Edwin Carsdale. More than faint whiff of brimstone from him. With hindsight, I now realize that something about him reminded me of the hairy phantasm Rice & I beheld in the library.
And now Peaslee is gone. I sent him to his end.
Gazing at a photograph of Edwin Carsdale, a curious connection snaps into place. It’s the look in his eye. I go to the newspaper collection. There—from three years ago, the famous photograph of bank robber Russell Fuschack, used in his wanted posters. Neither man resembles the other, but in essence—the indefinable continuity is in the dead gleam of their eyes. Fuschack tilts his head as does Carsdale. The sinister hauteur. A smirking knowledge of coming chaos.
Fuschack and his companion James Ross Donland were killed along with three accomplices last August. They died in a hail of FBI bullets near Emigrant, Montana. Have contacted friendly journalist at Bozeman Daily Chronicle. He says rumor attributes supernatural element to the Fuschack-Donlands Gang rampage. Fuschack alleged to have consulted fortune teller before each bank job. Said to have fallen out with her by refusing to strike at a particular bank, as her daemons commanded. She then read the tarot for him and drew the death card. Local legend has it that her curse led to his fatal encounter with G-Men a week later. Other more practical rumors hold that the fortune teller informed on him to the FBI, collecting considerable reward.
Interrupted just now by a visit from Edwin Carsdale. Said he wanted me to join the S.O.S.I. Quite broken up over what happened to Peaslee, he claimed. Blamed it on anarchists. Also mentioned the Peaslee situation as if he knew all about it. Said that ideologues of all stripes sought a worldwide blackout not only of knowledge but of consciousness. Only men of learning and goodwill could stem the tide of madness. Then he saw the newspaper clipping on my desk depicting the Fuschack-Donlands and visibly blanched. Seemed to withdraw the offer of membership and all but tripped over himself on the way out the door. Tempted to follow him but our ranks are thinning.
It is not safe to stay here. I can rely on no one else. I must go out, as if I were a younger man, and become a field operative. Will get to the bottom of this.
DOCUMENTO 4 (Traducción)
Dyer ha encontrado una referencia a Las lágrimas de Azathoth en nuestra propia colección de la biblioteca hasta 1908. Hemos iniciado una búsqueda en la colección de libros raros y en las estanterías regulares. ¿Robado? ¿Robado como fue el Necronomicón de W. Whateley?
Más muertes. Nos ahorramos la necesidad de intentar el destacamento forense debido a la naturaleza mundana de sus asesinatos. Peaslee se ha ido, cabeza golpeada por un poste de metal. Freeborn disparó a través del corazón. La Sra. Pickman también se fue, de un derrame cerebral masivo. Recemos para que, en efecto, sucumbiese a las causas naturales anteriormente mencionadas. Hay pocas posibilidades de que sus herederos continúen financiando la investigación. Intentamos encontrar patrocinadores alternativos, pero el esfuerzo parece inútil.
Freeborn murió en Zurich, en un recado supuestamente rutinario para la biblioteca. Intentaba asegurar la compra del Códice de Basilea al comerciante de libros raros Otto Vosskuehler. (La adquisición iba a ser financiada por la Sra. Pickman). Vosskuehler también desapareció. Posible participación de Ahnenerbe en tiroteos / secuestros. Ningún rastro de códice, si es que Vosskuehler lo tuvo alguna vez. Puede que el Codex sea un texto pictográfico maya auténtico (papel doblado, de 112 páginas, escrito a mano en la corteza de una higuera) o una notable falsificación. Ver Spring 1891 Neue Archäologie para 6 páginas facsímiles. La cuestión referida a su autenticidad implica principalmente el extravagante contenido de los eventos descritos en el Codex, en comparación con los análogos aceptados residentes en Dresde, Madrid, etc. Representa el extraño mito de la creación, de la llegada de no humanos a la Tierra. Los seres representados son cilíndricos, con tentáculos. Criaban simios para obtener una raza de esclavos, la raza de esclavos se rebela y se convierte en humanidad. El descubridor del manuscrito, Rainer Saxer (1852-1895, asesinado en el asilo de Basilea), afirma que el códice concluía en una profecía acerca de una futura recurrencia. Dependiendo del sistema de traducción que se elija para representar el calendario maya, se predice que la raza cilíndrica regresará a la Tierra en algún momento de los próximos veinte años.
Poco después de la muerte de Freeborn, se realizó una llamada telefónica de alguien que decía ser Vosskuehler a la oficina de la biblioteca. Tanto Llanfer como yo estábamos ausentes; llamada recibida por la secretaria, la señorita Leslie. Informa de clics y estallidos extraños sobre la línea, más de lo que cabría esperar de una llamada transatlántica. El acento de la persona que llamaba también era peculiar, ni suizo ni alemán. (La señorita Leslie tiene primos alemanes y afirma que reconocería un acento verdadero). La voz poseía un tono extraño y vacilante. Al principio pensó que el interlocutor estaba herido. Explicó que era simplemente una secretaria, pero el orador continuó interrogándola, exigiendo saber dónde estaban las páginas restantes. La voz se hizo más extraña y estridente. Concluyó con las palabras "Puedo ver dentro de ti, ¿entiendes?", y luego se desconectó. La señorita Leslie enfermó poco después de atender la llamada y permanece postrada en cama, con fiebre persistente.
La muerte de Peaslee se produjo dos semanas después de unirse a la sección de Arkham de la Sociedad de Investigación Sincrética. Un coloquio de científicos, académicos y laicos interesados dedicado a "promover la investigación más allá de las fronteras disciplinarias". Org. Paraguas 1912 Londres, Viena 1913, Nueva York 1914? Arkham cap. comienzo ‘24. Este cuerpo científico, compuesto en su mayoría por académicos titulares, promueve la investigación a través de líneas disciplinarias. Una vez invitado a asistir por el ex jefe del cabildo, Wilfrid Wakeling; ahora lleva tres años muerto. Recuerdo mucho humo de pipa y especulaciones vigorizantes. Wakeling conocía los Mitos y ocasionalmente accedía a la colección de libros especiales. Tenía la impresión de que me estaban sondeando sobre algo. Dimos vueltas como tigres cautelosos, sin revelar sus secretos. Envió a Peaslee después de que un nuevo tipo se hiciera cargo, Edwin Carsdale. Más que una leve bocanada de azufre de su parte. En retrospectiva, ahora me doy cuenta de que algo en él me recordó al fantasma peludo que Rice y yo contemplamos en la biblioteca.
Y ahora Peaslee se ha ido. Le envié a su final.
Al contemplar una fotografía de Edwin Carsdale, se establece una conexión curiosa. Es la mirada en sus ojos. Voy a la colección de periódicos. Allí, de hace tres años, la famosa fotografía del ladrón de bancos Russell Fuschack, utilizada en sus carteles de se busca. Ninguno de los dos se parece al otro, pero en esencia, la indefinible continuidad está en el brillo muerto de sus ojos. Fuschack inclina la cabeza al igual que Carsdale. La altanería siniestra. Un conocimiento sonriente del caos venidero.
Fuschack y su compañero, James Ross Donland, fueron asesinados junto con tres cómplices en agosto pasado. Murieron en una lluvia de balas del FBI cerca de Emigrant, Montana. Me he puesto en contacto con un amable periodista de Bozeman Daily Chronicle. Dice que el rumor atribuye un elemento sobrenatural al alboroto de Fuschack-Donlands Gang. Fuschack alegó haber consultado a una adivina antes de cada trabajo bancario. Se dice que se peleó con ella al negarse a atacar un banco en particular, como le ordenaron sus demonios. Luego le leyó el tarot y sacó la carta de la muerte. La leyenda local dice que su maldición lo llevó a su encuentro fatal con G-Men una semana después. Otros rumores más prácticos sostienen que la adivina informó sobre él al FBI, cobrando una recompensa considerable.
Interrumpido hace un momento por una visita de Edwin Carsdale. Dijo que quería que me uniera al S.O.S.I. Estaba bastante destrozado por lo que le sucedió a Peaslee, afirmó. Eché la culpa a los anarquistas. También mencionó la situación de Peaslee como si lo supiera todo. Dijo que ideólogos de todo tipo buscaban un apagón mundial no solo del conocimiento sino de la conciencia. Solo los hombres de conocimiento y buena voluntad podrían detener la marea de locura. Luego vio el recorte de periódico en mi escritorio que representaba a Fuschack-Donland y palideció visiblemente. Pareció retirar la oferta de membresía y casi tropezó consigo mismo al salir por la puerta. Me sentí tentado de seguirlo, pero nuestras filas están disminuyendo.
No es seguro quedarse aquí. No puedo confiar en nadie más. Debo salir, como si fuera un hombre más joven, y convertirme en un operativo de campo. Llegaré al fondo de esto.
DOCUMENTO 5
If I acknowledge that I am being watched, I will be paralyzed. In order to act, must pretend that I am not. This will not stop me from taking defensive measures, mind you. But to dwell on the odds against me advances no purpose.
The fortune teller gives her name as Madame Claudia. Cloudy A? Her smoky eyes are such that even a confirmed bachelor might trip and fall into them. Were the circumstances different, and nothing of significance hanging in the balance... She deals out the cards and they swirl before my eyes.
She arranges the cards in an idiosyncratic fashion. Says she learned this in a seaside town, back in her home country—I attempted to memorize the name as she said it but it surfaced only briefly, to disappear beneath the whitened waters of her accent, exotic and impenetrable. Pressed to explain, she said that villages closer to the sea are those who preserve the old ways best. Land cultures change, yet those who live from the dark waters draw on older truths.
She turns up The Hierophant and says that the tears I have been crying will soon become legible. Am I finally close to finding The Tears Of Azazoth?
Can the linguist Lars Fagerberg indeed translate this scrap of rubbed hieroglyph I have been given, or is it a bizarre
surgeryforgery meant to throw me onto off the track? And if so what connects him to the Marcuzzo crime family? Because here I am in thisabattoirbeersmelling clip joint waiting for the old man’sdefenestrationarrival there is a fat bartendresssmacking her lips,already tasting my liverleering at me knowing how out of place I am here. A rummydefecates onsits down at the player piano pumps its pedals out squalls thetootling cacophony of Azazoth’s protoplasmic flautists“Brother Can You Spare A Dime.” Was Faberberg having me on? Luring me here,planning to detach my head from my shoulders with a length of piano wirewith no intention of coming himself?I ask if the Marcuzzos own this place and am
thrown down on the bar and beaten until gangrenous pus runs out my earsgreeted with stony silence. I am hardly the streetwise type for these circumstances. But is dead now,reduced to a powder and inhaled by orgiastic tcho-tcho flagellantspumped full of cyanide.No sign of Fabergerg after
a night’s congress with an ancient witch woman, milky glue emerging from her pores and mine, intermingling, creating new forms of noxious life, breeding undocumented bactieria hours ofwaiting for hours in this stinking dive.What is known
Abholosabout the Marcuzzos: runsAphoom-ZhahLittle Italy —Azazothfather Elio, gang founder —CthughaBlack Hand, pre-CthulhuVolstead act —Cyaegharapid expansion and enrichmentDagonas beer barons duringDr. Grave Gravenhurst Dustprohibition — since repeal, gambling,Dracula Ghatanothoaprostitution —Hastursome rumors say narcotics,Ithaquaother deny as contrary to Elio Marcuzzo’s Romanist pietiesMotherhydra— absurd that his religiosityNyarlathotepwould permit whiteNyogthaslavery yet not dope traffickShub-Niggurath— lieutenants Domenico & Libero Marcuzzo (younger brothers) Vittorio Marchese & Max Bragannia (bothTsathogguabrothers-in-law) — tight-knit family,Yog-Sothothno police infiltration possible —Zhar & Lloigordoes the collection of a gambling debt explain their possession of The Tears Of Azazoth, or at the very least their hold over Faber Egg, who possesses it, or is it another rabbit hole?Zoth-OmmogSeparation epithelial tissue between skull brain roasting smell inside perineum thought cancer burrowing burning lashing slashing inner betrayal hungry again already
My own notes betray me. Filled with madness. Unsure why I am writing these absurd things. Crossing them out returns the sentences to accuracy and coherence.
They are the truth; it is that which is not crossed out that is utterly deceptive.Möbius wasps buzz buzzis a lazy seaside town but have been in such places before the stench of the ocean the damnable damnable ocean eyes gazing upon me from every shuttered window the curtains drawn tight until they slip open and an eye is seen a child’s eye a watery elderly eye a pupil slitted down the middle, unblinking, damnably unblinking since the beginning of time they can see me but i know my destiny lies elsewhere my demise shall be horrible but it will not occur here with the shriek of the gulls and the winding lane down to the dock and the
Professor Davis, what is he doing here? Did I see him, or what it a phantasm of memory? In that alley I beheld him, rapt in earnest colloquy with the hook-handed man. His onceproud beard no longer reminiscent of Poseidon, but matted and pressed to his wide jaw by drizzling rain. Cecil Davis, of all people. Never was a rationalist more hard-bitten. I remember the querulous rise of his eyebrows when a mere instructor dared to question his staunch Darwinian materialism, to suggest the presence of a distant, animating God behind the workings of science. Yet there is his ambition, too. Also I recall the coughing sputter when the ‘32 Nobels were announced and the names of Sherrington and Adrian were called out in the faculty lounge. Even I, in my distant field of epigraphy, knew that their insights into the neuron had both prefigured and eclipsed his. His rage that day.
The redness of his face. Now that I look back on it, there was a purity in his fury that I behold, in a more primal state, in the expressions of the half-breed Dagon cultists who populate this sleepy village
and the winding lane down to the dock and the blood there, the writhing crabs, the asymmetric creatures brought up in the nets, the writhing
God help me i see the future
and it is the past
DOCUMENTO 5 (Traducción)
Si admito que me están vigilando, me quedaré paralizado. Para poder actuar, debo fingir que no lo hacen. Eso no me impedirá tomar medidas defensivas, eso sí. Pero insistir en las probabilidades en mi contra no sirve de nada.
La adivina afirma llamarse Madame Claudia. ¿”Cloudy-A”? Sus ojos ahumados son tan embriagadores que incluso un soltero empedernido podría tropezar y caer en ellos. ¿Si las circunstancias fuesen otras, y nada de importancia estuviese en juego…? Ella reparte las cartas y se arremolinan ante mis ojos.
Ella ordena las cartas de una manera idiosincrásica. Dice que lo aprendió en un pueblo costero, en su país de origen. Intenté memorizar el nombre tal como lo dijo, pero salió a la superficie brevemente, para desaparecer bajo las aguas blanqueadas de su acento, exótico e impenetrable. Tras presionarla para que se explicase, añadió que los pueblos más cercanos al mar son los que mejor conservan las viejas costumbres. Las culturas de la tierra cambian, pero aquellos que viven de las aguas oscuras se basan en verdades más antiguas.
Aparece The Hierophant y dice que las lágrimas que he estado llorando pronto serán legibles. ¿Estaré finalmente cerca de encontrar Las lágrimas de Azathoth?
¿Puede el lingüista Lars Fagerberg traducir este fragmento de jeroglífico pulido que me han dado, o es una extraña
cirugíafalsificación destinada a desviarme de la pista? Y si es así, ¿qué lo conecta con la familia criminal de Marcuzzo? Porque aquí estoy, en estemataderoantro que apesta a cerveza, esperandola defenestraciónla llegada del anciano, hay una camarera gordachasqueando los labios, saboreando mi hígadomirándome lascivamente, sabiendo lo fuera de lugar que estoy aquí. Un “rummy”defecase sienta en el piano, golpea los pedales y gritala cacofonía de los flautistas protoplásmicos de Azazoth: "Hermano, ¿puedes ahorrar una moneda de diez centavos?". ¿Faberberg me estaba tomando el pelo? ¿Traerme aquíplaneando separar mi cabeza de mis hombros con un trozo de cuerda de pianosin intención de venir él mismo?Pregunto si los Marcuzzos son dueños de este lugar
y me tiran en la barra y me golpean hasta que el pus gangrenoso sale de mis oídosy me saludan con un silencio sepulcral. No sé desenvolverme demasiado bien en este tipo de situaciones. Pero ahora está muerto,reducido a polvo e inhalado por flagelantes tcho-tcho orgiásticoslleno de cianuro.No hay rastro de Fabergerg después de
un congreso nocturno con una anciana bruja, pegamento lechoso emergiendo de sus poros y los míos, entremezclados, creando nuevas formas de vida nociva, engendrando bactieria indocumentada horas deesperarle durante horas en esta hedionda inmersión.
Lo que se sabe Abholos sobre los Marcuzzos: dirige
Aphoom-ZhahLittle Italy -Azazothpadre Elio, fundador de la pandilla -CthughaBlack Hand, anterior a la actuación deCthulhuVolstead -Cyaegharápida expansión y enriquecimientoDagoncomo barones de la cerveza durante la prohibicióndel polvo del Dr. Grave Gravenhurst- desde la derogación, juego,DráculaGhatanothoaprostitución -Hasturalgunos rumores sugieren narcóticos,Ithaquaotros lo niegan, contrarios a las devociones romanistas de Elio MarcuzzoMotherhydra- Es absurdo que su religiosidadNyarlathoteppermitiría la esclavitud blanca,Nyogthapero no el tráfico de drogasShub-Niggurath- Tenientes Domenico y Liberto Marcuzzo ( hermanos menores),Vittorio Marchese y Max Bragannia (ambos cuñadosTsathoggua) - familia muy unida,Yog-Sothothno es posible infiltración policial -Zhar & Lloigorexplica el cobro de una deuda de juego por su posesión de Las lágrimas de Azathoth, o, al menos, su control sobre Faber Egg, que lo posee, ¿o es otra madriguera de conejo?Zoth-OmmogSeparación del tejido epitelial entre el cráneo, el cerebro, el olor a tostado dentro del perineo, cáncer, la madriguera, el ardor, los latigazos, la traición interior, el hambre de nuevo
Mis propias notas me traicionan. Llenas de locura. No estoy seguro de por qué estoy escribiendo estas absurdeces. Tacharlas devuelve la precisión y coherencia a las oraciones.
Son la verdad; es lo que no está tachado lo que es completamente engañoso. Las avispas moebius bzzzzzz bzzzzzes una ciudad costera perezosa, pero he estado en sitios como este antes del hedor del océano, los malditos ojos del océano mirándome desde cada ventana cerrada, las cortinas bajadas hasta que se abren y se ve un ojo, un ojo de niño, un ojo lloroso y anciano. pupila rajada por la mitad, sin parpadear, condenadamente sin parpadear desde el principio de los tiempos, pueden verme, pero sé que mi destino está en otra parte, mi desaparición será horrible, pero no ocurrirá aquí con el chillido de las gaviotas y el sinuoso camino hacia el muelle y el
Profesor Davis, ¿qué está haciendo aquí? ¿Lo vi, o qué es un fantasma de mi memoria? En ese callejón lo contemplé, absorto en un serio coloquio con el hombre de las manos de gancho. Su barba, antes gloriosa, ya no recuerda a Poseidón, sino que se enmaraña y presiona su amplia mandíbula por la llovizna. Cecil Davis, de todas las personas. Nunca fue el racionalista más muro de roer. Recuerdo el levantamiento quejumbroso de sus cejas cuando un mero instructor se atrevió a cuestionar su acérrimo materialismo darwinista, para sugerir la presencia de un Dios distante y animador detrás del funcionamiento de la ciencia. Sin embargo, también está su ambición. También recuerdo el balbuceo de tos cuando se anunciaron los premios Nobel del 32 y se gritaron los nombres de Sherrington y Adrian en la sala de profesores. Incluso yo, en mi distante campo de la epigrafía, sabía que su percepción de la neurona había prefigurado y eclipsado la suya. Recuerdo la rabia que sintió ese día.
El enrojecimiento de su rostro. Ahora que miro hacia atrás, había una pureza en su ira que contemplo, en un estado más primitivo, en las expresiones de los mestizos de Dagon que pueblan este pueblo adormecido.
y el sinuoso camino hasta el muelle y la sangre allí, los cangrejos retorciéndose, las criaturas asimétricas traídas en las redes, los retorcidos
Dios ayúdame, veo el futuro
y es el pasado