Esta mañana también hacía calor, pero el aire fresco de la calle y el alegre ajetreo del mercado callejero ayudaban a sobrellevarlo mejor. Llevabas desde buena mañana paseando por las calles de los barrios bajos de Arkham, preguntando a algunos transeuntes si sabían algo de donde localizar a los miembros del Helping Hands.
Jeremy había estado preocupado anoche sobre donde había estado para llegar tan tarde. Como bien sabes, no preguntaba por posesión o celos, sino porque estaba preocupado de que deambulases a esas horas por la calle, por lo que te pudiera pasar. No era la primera discusión que habíais tenido sobre el tema, ni sería la última, eso seguro. Y, igual que las anteriores, se había cerrado con él pidiéndote que la próxima vez le dejases acompañarte, que con él a tu lado seguro que no te pasaría nada. Esta mañana, al despertarte tarde, él ya se había ido. Posiblemente a buscar algún trabajo para el día, pero quién sabe... Normalmente os despertáis a la misma hora, pero unos gritos en el apartamento de Laura de buena madrugada te han despertado (otra discusión con su marido, últimamente cada vez más habituales), y trastocarte así el sueño te ha atontado modificado tu hora normal para despertarte. Esta mañana no se oía ni un grillo de su apartamento a través de la fina pared que os separaba, así que has supuesto que no debían estar allí. Mejor paso a darle ánimos más tarde, si la encuentro, pobrecilla.
Siguiendo las indicaciones que te dieron, no tardas en encontrar un almacén, al lado del pequeño puerto en el borde del rio Miskatonic, donde se supone que habían estado la tarde anterior. La calle es de las menos transitadas de este lado del puerto, con cajas grandes por mitad de la calle, y unos montones de paja delante del almacén de al lado, con un par de borrachos duermiendo la mona en la sombra sobre ellos.
Hoy el almacén está cerrado, con un fuerte candado. A ambos lados hay ventanas, pero demasiado altas como para saltar fácilmente.
Gasta un punto de Bajos Fondos para encontrar el local.
Dorothy caminaba en silencio entre los almacenes, dando vaivenes mientras buscaba una nave que atendiera a la descripción que le habían dado. Había sido una suerte que James Butlock librara hoy en su día de fiesta y que estuviera en casa, ya que el estibador del puerto conocía bastante bien este lugar. Él la había dirigido hasta aquí y le había puesto sobre la pista de Helping Hands ya que ayer mismo los había visto de cerca.
El olor a madera y a agua sucia inundaba las fosas nasales de Mort, y la mujer tenía que andar con cuidado de no pisar los charcos repletos de aceite y pescado muerto que frecuentaban en medio de los muelles.
En un rincón de la zona industrial encontró lo que buscaba. Una nave tan anodina como cualquier otra y que además estaba cerrada y sin acceso fácil. Pero a Dorothy eso no le preocupó: ya encontraría la manera de entrar. Allá tumbados estaban un par de borracho y con eso ya le bastaba para empezar.
Investigaciones:
1. Hablando con los borrachos intento averiguar si:
-Ese es el local de Helping Hands y en caso afirmativo si les conoces algún tipo de “horario” o rutina.
-Han desaparecido vagabundos/borrachos por aquí y en caso afirmativo a ver qué se dice del tema
-Como último objetivo intentaría convencerlos de que me ayuden a acercar alguna caja de madera hasta debajo de las ventanas del almacén para poder subir a mirar
Todo esto lo haría (hasta donde crea el master posible) con 1 punto gastado de Consuelo*. Para ello me ayudaría con un poco del dinero que me ha dado Armitage, pero poco, lo justo para que se puedan pagar otro día de borrachera.
2. Merodeando por el exterior del almacén intento averiguar también si hay gente adentro o no. Tanto si oigo algo como si no, intento abrir el candado usando una pinza del pelo o algún alambre que de buen seguro podré encontrar entre los embalajes desechados. Para ello gastaré otro punto, esta vez en Cerrajería*.
Nota: este ha sido un post de prueba porque no sabía muy bien cómo afrontar la escena. Pediste que describiéramos más de una acción en las escenas de investigación (lo cual me parece mucho más ágil) y es lo que he intentado hacer. Ya me dirás qué te parece el planteamiento, qué información consigo y si realmente termino por gastarme los puntos de Consuelo y Cerrajería.
Un par de vagabundos, ya borrachos a esta hora de la mañana, están más que dispuestos a ayudarte a mover las cajas a cambio de un dolar cada uno.
- ¿Que si este es el local donde están esos meapilas? Yo que se señoita. Las ultimas tres noches han estado aqui, repartiendo sopa, con puertas abiertas y to. Y que me zurzan si dan algo remotamente bueno, ¿sabe? Pero oye, que menos es nada, y a sopa regalada... Mascuso por quejarme, Dios me tenga en gloria, por lo más bendito de esta tierra...
- Oye, y ahora que pregunta la señorita, del Leon no se sabe nada desde hace dos días... - interrumpe el segundo.
- Pos que se va a sabé, si seguro que su mujé lo ha vuelto a acoger en casa, al desgraciao ese... Buaaaaaa - Grita, tras dar un último empujón a la caja, ahora colocada bajo la ventana lateral - ¿Ay es donde la quere la caja, señoita? Si quiere por otro dolar movemos una más...
La conversación fluye entre ellos de manera similar a otra veintena que habías tenido antes. Las supuestas desapariciones son, cuanto menos, inconcluyentes: algunos parecía que si, que habían desaparecido, pero finalmente se simplemente habían cambiado de calle, o de barrio, o... Seguir indagando en el asunto requeriría un par de días más de trabajo de calle, por lo menos.
Esperas a perder de vista a la pareja que te han ayudado, y subes a la caja. Dentro del almacén está oscuro, y no parece que se vea a nadie. Hay unas cuantas cajas a un lado y al otro, algunos sacos y un par de ollas enormes. Bajas rápidamente de la caja en cuanto oyes ruido de alguien pasando por allí: un par de trabajadores del puerto quejándose del trabajo que cruzan por la calle. En cuanto se alejan, sacas un hierro y te pones manos a la obra con el candado, abriéndolo en un santiamén, y escabulléndote dentro del local antes de que nadie más pase por la calle.
En los sacos hay patatas, y algunos vegetales, aunque no en muy buena condición, y en las cajas principalmente utensilios de cocina, cazos, boles y cucharas. A los lados, algunas balas de paja, y el suelo está sucio. Salvo por los utensilios para preparar comida, el resto parece de un local abandonado. Rebuscando un poco más, encuentras una nota partida por la mitad, pisada y sucia, con la siguiente anotación:
Para el futuro, inventate tu mismo a los vagabundos con los que quieras hablar, y empieza la conversación. Siempre que algo tenga sentido que esté allí (vagabundos por la calle dispuestos a ayudarte a cambio de dinero, por ejemplo) o que suceda, tienes el mismo poder narrativo que yo para ponerlo, no te cortes. Si alguna vez te pasas con algo que realmente no puede ser (no me digas que se pone a nevar en pleno agosto xD), o que estropea realmente la partida, ya te editaré. Pero por lo pronto puedo decirte que es una situación que nunca se ha dado :P
- Por la información que has encontrado antes, sabes cual es el local donde han estado últimamente, pero no la sede oficial, si es que tienen.
-Gasta un punto de cerrajería; de consuelo no hace falta, con tener la habilidad es suficiente.
Después de coger uno de los tarros que hay por el lugar y llenarlo de patatas, Dorothy sale del almacén intentando dejarlo todo tal y como lo encontró. Sube en el autobús que la ha de llevar de vuelta a su barrio y por el camino va mirando ensimismada como el viejo vehículo deja atrás las calles de esa pequeña ciudad. Por el camino va pensando en Laura y en sus frecuentes discusiones.
“Esta tarde después de comer, pasaré a verla. Pobrecita, con lo que ya sufrió en prisión”.
Laura era una chica mucho más bonita que Dorothy, con una carita dulce que le hacía parecer más joven de lo que realmente era. La dureza de la vida se reflejaba en su mirada, tenía una cicatriz en el cuello y sus ojos siempre estaban contorneados de un color gris que delataba las muchas desilusiones que había sufrido.
En la cárcel su belleza había sido su peor pesadilla. Los guardias habían abusado demasiado de ella, en muchos sentidos. Hasta las demás mujeres se atrevían con esa chica de cara inocente. Dorothy en cambio no sufrió tanto en este aspecto. Pronto aprendió a defenderse como una gata, y bueno, la cara de pez cocido con la que Dios la había “bendecido” le ahorró muchos intentos de ultraje por parte de los demás. Aun así a ella le había tocado vivir allí dentro otras experiencias igual de traumatizantes o peores que las de Laura, pero procuraba no pensar en ello.
Después de comer, Dorothy se puso su segundo mejor vestido (el primero ya lo había llevado ayer) y se marchó. A Jeremy no le importó cuando ella le dijo que volvería a estar toda la tarde fuera. Sabía que Henry Armitage era una persona muy importante para ella y también sabía que era un hombre rico. Cualquier utilidad que el erudito encontrara en su mujer, a él ya le parecía bien. Tardo o temprano conseguirían algo a cambio, o eso esperaba. Además, esa mañana Jeremy había conseguido 4 dólares y 40 centavos y estaba de muy buen humor. Dorothy no le había preguntado de dónde lo había sacado, pero si lo hubiera hecho, cualquier respuesta le habría parecido bien. Se entendían muy bien: ninguno de los dos tenía escrúpulos para a la hora de ganar dinero.
Cuando Laura abrió la puerta de su casa, las dos mujeres sonrieron y se dieron un ligero abrazo. En un minuto ya estaban sentadas en el comedor y charlando animadamente.
Pregunta, ¿cómo queda la cerradura del almacén? ¿La forcé o la abrí con habilidad?
Voy a hablar con Laura sobre sus cosas y evidentemente sobre su marido. Otra vez dudo sobre la conveniencia de gastar un punto en Consuelo o no, pero me decanto por gastarlo.
Después ya estaré lista para ir a la “cita” con Sheridan.
Por cierto, me ha encantado la foto de la nota. Si no me dices lo contario la aprovecharé para enseñársela a los demás.
Quizás debería haber sido un poco más concreto sobre lo que quiero averiguar. A ver si luego puedo escribir algo más.
Ok, espero, y te respondo resumiendo un poco la información que le puedas sacar a Laura. Después de este turno ya cerraré la escena para irnos a la general, que algunos ya han acabado y estan esperando un par de días más de los que toca.
También, en lugar de escribir así "quiero hablarle de tal" puedes escribir tu mismo las intenciones de tu pj en el texto "la saludo y le inquiero sobre su marido" o escribes directamente dos o tres frases que le quieras decir, aunque no sean seguidas. Como te sientas más cómodo, al final estamos acostumbrándonos todos al estilo de los demás :)
-Me alegro que te gustase la foto :D lo único que la tomé rápido y no me dió tiempo a estropear y ensuciar el papel como hubiera querido... Dejame arreglarlo un poco, y cuando quieras enseñarlo a los demás ya añadiré yo la imagen "actualizada". En cualquier caso, no le llego a la suela de los zapatos de lo que se curran ciertos detalles algunos de los otros jugadores...
-La cerradura del almacén quedó bien. En este caso, la hubieras forzado o desmontado si no hubieras podido gastar el punto o hubieras descrito otro tipo de acción incluyendo otras herramientas distintas de la pinza para el pelo.
-El punto de consuelo, o de cerrajería, o de lo que sea, puedes decir que lo gastas pero no hace falta que realmente lo gastes a no ser que te lo indique yo así. En caso que no fuera necesario ya pondré que no hace falta fastar punto, y en caso que lo fuera también te lo indicaré, dandote la información extra correspondiente.
Hablamos de todo un poco, y yo le explico que he vuelto a ver a Armitage y que quiere que trabaje para él. Aunque Laura se alegra mucho por mí, no entramos en detalles.
Luego ya sí que le pregunto por las peleas cada vez más frecuentes con su marido y poco a poco le voy preguntando sobre su nuevo trabajo. En verdad también estoy preocupada por ella: si las peleas van a más, Laura tendrá que hacer alguna cosa.
Intentando saber por qué su marido está tan iracundo últimamente, le pregunto por si él tiene nuevos compañeros de trabajo, o si sus nuevos “quehaceres” son más peligrosos que los de antes (ya peligrosos e ilegales de por sí) y sobre todo, adónde cree ella que tiene ahora su marido que trabajar para Walsh.
También, en lugar de escribir así "quiero hablarle de tal" puedes escribir tu mismo las intenciones de tu pj en el texto "la saludo y le inquiero sobre su marido" o escribes directamente dos o tres frases que le quieras decir, aunque no sean seguidas. Como te sientas más cómodo, al final estamos acostumbrándonos todos al estilo de los demás :)
Correcto, en primera instancia no lo hice así más bien por falta de tiempo.
-Me alegro que te gustase la foto :D lo único que la tomé rápido y no me dió tiempo a estropear y ensuciar el papel como hubiera querido... Dejame arreglarlo un poco, y cuando quieras enseñarlo a los demás ya añadiré yo la imagen "actualizada". En cualquier caso, no le llego a la suela de los
¡Ok!
Laura, sentada en el comedor de piernas cruzadas, va sorbiendo de un vaso de agua mientras charla con su vecina y amiga. Viste un vestido negro, de ir por casa, tan ancho que no le resalta en absoluto su bonita figura, y tapando bastante más de lo que debería en pleno agosto. La conversación es animada y alegre, con Laura sonriendo a menudo, hasta que sale el tema de su marido. Antes, te ha estado explicando como la nueva jefa que tienen en el almacén donde trabaja les daba algunos descansos más que la anterior, y que incluso les habían puesto una cuba al lado para asearse a menudo. Tu vecina trabaja en un almacén del puerto, normalmente limpiando y separando pescado que traen las barcazas de más abajo de Miskatonic.
- Con estas paredes de papel es imposible esconder nada, ¿verdad? - dice, con semblante preocupado - Siento las discusiones por la mañana, pero Anthony está pasando una muy mala racha en el trabajo. Desde hace unas semanas su jefe cada vez se comporta de forma más loca; la última noche le mandaron vigilar unos almacenes por la noche, ni idea de lo que vigila, porque el muy desgraciao no suelta ni prenda... Ni falta que me hace saberlo, ya me conoces, pero es que me preocupa. Antes estaba liao con nosequé de contrabando de algo; claro, por las noches la pasma les sigue menos, y aprovechan para ir a buscar algo rio abajo. Cada madrugada, cuando vuelve, tiene una cara terrible, no te lo puedes imaginar, y viene de un mal humor de mil demonios. Cada día, además: unas ojeras terribles, la cara pálida como si hubiera visto un fantasma... ay dios, me entra de tó solo de pensarlo - se santigua con su crucifijo, haciendo con pequeños gestos la señal de la cruz y besandolo después - No te dicho nada eh... Pero su jefe, el señor Walsh, se ha prometido recientemente con una chica de rio abajo, y estan desde entonces que no paran con el nuevo contrabando... ¡Que a saber qué es, porque alcohol ya hace semanas que no mueven! Es por eso que no te he vuelto a regalar ni una sola botella más como hacía antes, disculpate con Jeremy. Anthony hasta dice que seguramente el señor Walsh necesite alguien para atender a su futura esposa limpiando su nuevo piso, allí en el barrio del mercado alto, y me ha insistido que si no quiero trabajar directamente para la señorita. Zora se llama. Pero es que yo, me lo dice con tanta insistencia, tanta obsesión, que me da un poco de miedo... - te coje de la mano fuertemente - Tu me entienes, ¿verdad? Ya sé que es bueno para su negocio, pero... No sé, es que no sé qué decir. Ay Dorothy, querida, con qué tonterías te vengo. Pero es que mira, me da miedo en qué negocios se ha metido el señor Walsh, y que no le pase nada a mi Anthony...
No te habías dado cuenta hasta el momento, pero un fuerte olor a pescado podrido impregna la habitación. Echas un vistazo a tu alrededor, buscando la fuente, y no te da tiempo a ocultar la mueca de asco que aparece en tu cara por unos segundos antes de que Laura la perciba.
- Si, lo siento también por eso. Hoy no hago na más que disculparme, ya ves... La ropa de Anthony, que apesta. Cada noche una muda nueva, cada día tengo que limpiar tres veces su ropa y ni así consigo que se vaya ese pestazo.
En estas estáis cuando oís la cerradura, parece que su esposo acaba de llegar a casa. Cuando entra en el comedor, sus pintas te preocupan un poco: lleva unos días sin afeitarse, la camiseta blanca de tirantes que lleva está algo sucia, además de algo sudada por los sobacos, y los pantalones y zapatos tienen también algunas manchas. Pero su cara, que siempre había tenido un semblante jovial, parece la de un hombre envejecido veinte años más de los que tiene. Sus antaño vivos ojos marrones ahora parecen más bien los de un pescado muerto, con el blanco del ojo de color algo amarillento y la mirada un poco perdida.
- ¡Walsh me reclama, Laura, dime donde tienes la chaqueta y la boina! - Grita mientras entra, con una voz más ronca de la que tenía. Te mira, durante unos segundos parece que dude sobre quién eres, antes de que su cara muestre una mueca de enfado - ¡Así que así estáis perdiendo el tiempo, como unas cotorras! ¡Y luego me dices que no te da tiempo a limpiarme bien la ropa, serás mala perra! ¡Tu, lianta, largate ahora mismo de aquí! - Te grita amenazante, y desde luego que da miedo, teniendo en cuenta el cambio operado en él. El que siempre había sido un tono de voz dulce, aunque duro, ahora resuena como si fuera un alcoholico. Su carácter más simpático había mutado en este nuevo semblante de loco, y no tienes ninguna garantía que no te vayan a caer un par de ostias si la idea se le cruza por la cabeza. Decides no oponer resistencia y salir discretamente del apartamento, mientras oyes aún como Anthony grita a Laura lo gandula que está y que haga algo de una maldita vez.
Motivo: Estabilidad
Tirada: 1d6
Dificultad: 2+
Resultado: 2 (Exito)
He hecho por ti una tirada de Estabilidad a dificultad 2, que pasas perfectamente, por ver el cambio operado en el marido de Laura.