Partida Rol por web

No sólo por efecto de las ruedas

que a cada ser a algún final dirigen

según les acompañen sus estrellas,

mas por largueza de gracia divina,

que en tan altos vapores hace lluvia,

que no pueden mirarlos nuestros ojos,

ese fue tal en su vida temprana

potencialmente, que cualquier virtud

maravilloso efecto en él hiciera.

                Canto XXX - L109

En la habitación del Hotel Remington, los seis acusados se encontraban en la habitación de mayor tamaño, en la segunda planta. Las horas muertas entre sesión y sesión del juicio se iban a hacer largas, pero mientras estaban encerrados entre las cuatro paredes, podían pensar en su estrategia, y también en cómo poder influir en el voto del jurado. No podían salir, pero sí podían recibir visitas. Tirando de contactos y de recursos, quizá podían empezar a oscilar la balanza de la justicia hacia su lado.

Lo primero era repasar uno a uno los miembros del jurado, y la posición actual según las informaciones de las que disponían, o les había llegado.

1) Chang Ming: Contemplativa (3), predisposición a considerar culpables a los acusados

2) Angstrom Hennessy, Contemplativa (3), confía en la inocencia de los acusados
3) Adrien Laramie: Convencional (2), predisposición a considerar culpables a los acusados

4) Tomas «Toro» Angel: Convencional (2), algo predispuesto a considerarlos culpables
5) Cassandra Lynch. Contemplativa (3), algo predispuesto a considerarlos inocentes

6) Raymond «Bronco» Elliot.Contemplativa (3), algo predispuesto a considerarlos culpables
7) Renee Thibault, Contemplativa (3), algo predispuesto a considerarlos culpables

8) Charles C Simpson . Analítica (4), neutral, quizá algo inclinado a considerarlos culpables

9) Sappho Annie Baines,Convencional(2), algo predispuesta a considerarlos culpables
10) Dale Roosevelt,Analítica (4), algo predispuesto a considerarlos culpables

11) Victor Almasy,  Ilógica (1), confía en la inocencia de los acusados

12) Dr Sebastian Callahan, Convencional (2), algo predispuesto a considerarlos culpables

Por diferentes motivos, desde el interés personal o de la facción hasta convicciones morales o religiosas, los miembros del jurado tenían una idea predefinida de lo que había sucedido. Pero al mismo tiempo, eran susceptibles, unos más que otros, a cambiar de parecer. Y con los argumentos de apertura del primer día, los acusados tenían una oportunidad de oro para hacerles cambiar de parecer.

Cuando recibió la noticia de que los miembros del jurado se hospedarían en el Pillory, el viejo zorro sonrió ampliamente. Todo lo que ocurría en el Crossing llegaba al conocimiento de Ennis Cashpaw antes que al de ningún otro gerifalte de Judas. tenia ojos y oídos en cada rincón de la ciudad, incluso en aquellos, tan olvidados de la mano de dios, a los que otros con mas porte y distinción no accedían nunca, aunque solo fuese por guardar las apariencias. Apenas se enteró que el juez estaba en camino, hizo sus indagaciones para saber quien, cuando y donde se seleccionaría el jurado. Si bien intentar tomar parte de aquella decisión podría resultar peligroso por lo arriesgado, la manipulación de esos miembros no lo era tanto y el viejo zorro irlandés estaba dispuesto a hacer valer su ascendencia sobre los lugareños. Después de todo se trataba de gente del pueblo, a la que conocía, muchos de ellos ya le debían algún favor, de otros conocía secretos oscuros y comprometidos que podría usar en su contra, y si todo eso fallaba siempre podía tirar de la extorsión, sus hombres podían ser realmente persuasivos cuando se lo proponían. A partir de ahí, poner al Pillory en la rampa de salida resultó pan comido. Había bastado con mandar a un par de mozos a recibir a los hombres de ley que antecedieron la llegada del juez, ellos se encargarían de regalar los oídos de los recién llegados con las bonanzas del pillory, la invitación a almorzar allí por parte del anterior alcalde y un oportuno obsequio de bienvenida a costa del Hotel durante el mismo hicieron el resto. Con la "diligencia" del jurado justo donde lo quería, lo único que restaba ahora era dejar que las ruedas que había diseñado empezasen a girar. Sentado en la cómoda silla de mimbre de su oficina, repasaba los nombres de la lista uno a uno, arqueando las cejas cada vez que reconocía alguno más apropiado para sus intereses. La china y las dos prostitutas no serían un problema...pero había demasiados aristócratas...con un gesto de su dedo índice hizo entrar a Amos Martin. Con Twitchy en el banquillo de los acusados, le tocaba a Amos ocupar su lugar para los recados importantes. Y a través de sus contactos, iba a poder informar a Twitchy y por consiguiente al resto de los acusados.

Ten! llévaselo a la señorita celeste...que le pregunte a las putas del Alabaster cuantos de estos "honrados hombres de de bien", descargan su veneno lejos del lecho conyugal para no molestar a sus señoras...y luego haz lo propio con las del Peacock

Unas horas antes había enviado a Matthew Copeman a la estación de telégrafos a indagar sobre el distinguido juez Miller, su designación no le había gustado mucho. Tenia fama de ser integro, algo muy poco usual en aquellos tiempos que el viejo Caspaw no termina de creerse. Todos tenemos nuestros putos secretos...

De vuelta a la habitación lo primero que había hecho Nathan era lavarse bien las manos y comprobar que su ropa seguía en perfecto estado. Sus zapatos estaban algo polvorientos así que buscó un trapo con lo que poder limpiarlos mientras hablaba con los otros.

-Creo que las cosas van mal. -Dijo serio. No le gustaba dar rodeos.- La gente no nos cree o no entiende del todo porqué estamos haciendo esto. O simplemente están comprados, en cualquier caso debemos hacer algo para cambiar su opinión. ¿Alguna idea?

Se había pasado gran parte del juicio escrutando las caras y los gestos del jurado y había llegado a la conclusión de que de terminar ese día serían declarados culpables con una gran mayoría. Tenía la conciencia tranquila porque se sabía inocente, pero necesitaba vengar a Matt y ese juicio era al menos el primer paso para honrar su memoria.

El pistolero terminó de comer la cena que le habían subido, y con sorprendente elegancia se limpió la boca con una servilleta antes de dejar la bandeja en la mesa junto a la puerta. Con cuidado, desenrolló el pequeño papel que le habían hecho llegar. E informó a los otros acusados con los que compartía el cuarto. -Blackeye ya está en marcha, o eso parece. Aún es pronto, pero podríamos empezar a trabajar a los que tienen dudas. Ya buscaremos alguna forma de solucionar a los que se muestran demasiado decididos a mandarnos a la horca... 

Twitchy se metió un palillo en la boca antes de continuar, y miró directamente a Gerardo. -Los Lobos... hay dos con los que deberíamos hacer algo, me refiero a "Toro" Angel y "Bronco" Elliot. No me puedo creer que dos mejicanos quieran condenar a uno de los suyos.

Jeb asintió ante las palabras de Nathan y se ríe brevemente por lo bajo, como si recordara algún chiste o algo así. 

-Me temo que no es que la gente no nos entienda o no nos crea, es que tienen otros intereses. Así es este pozo de mierda al que llamamos Judas Crossing. Judas vendió a Cristo por 30 monedas de plata y en ese jurado hay gente que lo vendería por menos. A Cristo, no te digo a un puñado de gente decente que todo lo que ha hecho es plantarle cara a esa cuadrilla de matones que son la gente de Ridgeway. Posiblemente no he estado muy acertado con mis palabras, pero no soy abogado, ni orador. Pero dudo que el mismo Séneca hubiese conseguido algo mejor de esos mequetrefes, porque el palo que tienen metido por el culo hace que no puedan escucharnos. 

Su mirada se volvió a Twitchy, sin intentar ocultar su pesar.

-Mucho me temo que la opción que propone el señor Ryan es la única viable para atajar esta situación. Tenemos que jugar a su juego así que debemos disponer de toda la influencia que tengamos para trabajar al jurado en otro tablero de juego. Por suerte, parece que contamos con el beneplácito del señor Cashpaw y eso es mucho. Y espero que Caprice Vivaldi también esté de nuestro lado y pueda hacer algo por su parte. Quizá el señor Méndez pueda mover algo entre los lobos negros para aplacar a esos dos desgraciados que no parecen tener redaños para mandar a uno de los suyos a la horca. Y bien es sabido que las prostitutas del Alabaster le deben un favor a Zack. Quizá puedan influir de alguna manera. Por mi parte, me temo que poco más puedo aportar. 
 

Gerardo asintió ante las palabras de Twitchy después de dar un largo trago de su petaca. Tendría que escaquearse pronto de allí para rellenarla.

—Bueno, que sean Lobos no quiere decir que les caiga bien. Igual me he follado a la hermana de Bronco y no lo recuerdo jajajaja —se rió de forma desagradable—. En cualquier caso intentaré hablar con ellos, o con el Señor Ortega en su defecto.

Twitchy se puso a liar algo de tabaco. Le ayudaba a pensar. -Es pronto para repartir demasiado nuestros esfuerzos. No tenemos suficiente infuencia para cambiar la opinión de muchos... Al menos no por ahora. Así que priorizar. Y empezar por algunos. Yo descartaría a Laramie por ahora. No lo conozco, pero creo se quiere hacer famoso a nuestra costa. Como parece tenerlo claro, es mejor dejarlo estar, y buscar otra forma de ... convencerle.

La sonrisa del pistolero provocó escalofríos en los presentes.

- Las mejores pruebas de que somos inocentes es el estado en el que estaba el viejo Clements. Y nadie puede corroborarlo mejor que el Dr. Callahan. Es un hombre conocido en el pueblo y la gente se fía de su palabra.

El entusiasmo que solía mostrar Isaac se había evaporado. Estar encerrado y aislado de los miembros del jurado lo agobiaba, y las cosas en el inicio del juicio no habían ido tan bien como esperaba.

Nathan frunció el ceño con la respuesta de Twitchy, estaba de acuerdo en priorizar pero no mucho con lo que insinuaba con otra forma de convencer a la gente.

-Si no nos podemos valer de la verdad entonces no vamos a ser mejores que los que queremos acusar. -Quizás al pistolero le daba igual, pero a él le importaba.- En todo caso estoy de acuerdo con centrarnos en algunos de momento y quizás más adelante la gente vaya viendo la verdad, supongo que a la mayoría todo esto le está viniendo por sorpresa. -Hizo una pequeña pausa para pensar y asintió a las palabras de Zack.- El Dr. Callahan es una buena opción, es un hombre recto y respetado por todos, su opinión contará mucho.

-Pues Callahan por Laramie, si les parece-aceptó Jeb asintiendo-Lo cierto es que no deja de asombrarme que quien se ocupó de las heridas de Clemens esté en nuestra contra.

—Ustedes encárgense del médico, que yo hablaré con Toro e iré preparando el terreno para convencer a Bronco más adelante... — dijo Gerardo con una enigmática sonrisa no muy diferente a la de Twitchy.

Se pusieron en marcha con sus objetivos, maniobrando desde las sombras y sin salir del hotel... Gerardo logró contactar con el entorno de Tomas "Toro" Angel, y empezó a convencerle de su voto. La prostituta Sappho Baines era conocida por Zack, y también se mostró receptiva a cambiar su opinión inicial. Todos estaban de acuerdo en la importancia del doctor Sebastian Callahan, un hombre íntegro y respetado, que además iba a ser un testigo importante de las heridas sufridas por el pobre Clemens, entre otras cosas. Su postura inicial podía sorprender, pero era un hombre que se basaba en hechos, no en impresiones. Aún así, estaban convencidos de que se le podía convencer de la situación crítica previa que propició el fatal tiroteo.

Con todo, el escenario del jurado que tenían enfrente había mejorado ligeramente.

Unos golpes en la puerta llamaron su atención. Abrieron, pero era solo la camarera de habitación. Una mujer china, con el pelo suelto y mirada fija en el suelo. Comenzó a limpiar la habitación sin pronunciar palabra.

La mujer china abandonó la habitación, y el grupo se quedó solo. Descansaron lo que pudieron aquella noche, y la mañana siguiente unos golpes de martillo les despertaron. Estaban levantando una estructura de madera que muchos ya conocían. Era una horca, por si el veredicto final fuera en su contra.