La historia se desarrolla en la década de 1870 en un pueblo de reciente fundación. Era la época de máxima expansión y consolidación del Oeste Americano, y con el tiempo servirá de fuente para innumerables obras de ficción del Salvaje Oeste.
En la década de 1860, América ya contaba con 33 estados (inicialmente habían sido 13). La población se duplicaba cada 25 años, gracias a la elevada natalidad y la inmigración. En 1860 había 43 ciudades de más de 20.000 habitantes, principalmente en las costas oceánicas. La rápida urbanización allí generó muchos problemas en las ciudades (epidemias, hambruna, falta de oportunidades), y al mismo tiempo el interior del enorme continente estaba deshabitado en su mayor parte. Además, llegaban noticias de fértiles tierras para el cultivo, grandes extensiones de llanuras para el ganado, el avance del ferrocarril era imparable... Y se había encontrado oro. Todo esó promovió una oleada migratoria hacia el Oeste, y la creación de asentamientos.
La civilización avanzaba y cambió para siempre las tierras que hasta entonces habían habitado los nativos y donde reinaba el equilibrio con la Naturaleza. En la década de 1870, los cazadores de búfalos entraron en las llanuras junto a los ferrocarriles en expansión. En poco más de diez años, ya casi habían acabado con la especie. Las empresas de ferrocarril pusieron en marcha enormes campañas de publicidad para atraer colonizadores a sus concesiones de tierra en el Oeste. Enviaban agentes a las zonas rurales de los estados del Este y a Europa para entregar folletos y propaganda sobre tierras fértiles y clima favorable de la región.
En la frontera el trabajo duro se combinaba con el juego, la bebida, la violencia y la justicia de los vigilantes. La mayoría de los pueblos y de sus habitantes eran gente honesta y trabajadora, pero también aparecieron lugares sin ley. O donde reinaba la ley del más fuerte.
El término “Shattered Frontier” o Frontera Desmenuzada fue acuñado por Shawn Griffith Nelson, un periodista de St. Louis al describir las tierras al oeste del río Mississippi. Cuentan que el Sr. Nelson viajó desde St. Louis hasta la ciudad en alza de Muskeegie, y enviaba por telégrafo las crónicas de sus experiencias. Hablaba sin parar de las oportunidades divinas que se presentaban en el Oeste que, en su opinión, desperdiciaba la Unión y sus gobernantes.
“Hay grandes extensiones de tierra y recursos valiosos que estaban siendo reclamados por todos, pero controlados por nadie”, decía en un artículo. “No prestar atención a este territorio es como dejar que campos de tierra fértil se desaprovechen mientras los granjeros hambrientos rebuscan en la basura para encontrar algo para llevarse a la boca. Es vergonzoso.”
Esta “Frontera Desmenuzada” como lo llamaba era una región disputada por muchos: Méjico, Texas y varios estados de la Unión, y al mismo tiempo estaba ocupado por “infieles, asentamientos de todo tipo, indios y bandidos”. Los mejicanos lo llaman “La Caldera del Diablo”, y era en esta zona políticamente intranquila donde se ubicaban los pueblos de Lazarus y Muskeegie.
Antaño, era un lugar considerado apto solamente forajidos huyendo de la ley o para tramperos ocasionales, pero en los últimos tiempos el lugar junto a las montañas de San Juan estaba llamando la atención de todo el continente. Se había descubierto oro y había comenzado la carrera.
“La Caldera del Diablo” es un territorio ficticio no muy lejos de Texas, Arizona y Nueva Méjico que es el escenario típico de las campañas del juego Aces&Eights. De la misma forma, Lazarus, Muskeegie y Judas Crossing son lugares de ficción, pero la ambientación histórica es real.
El manual de A&8 ofrece una “historia alternativa” de los Estados Unidos, pero la he descartado y los hechos de esta partida se sitúan a medida de lo posible en la historia real de la época, alrededor del año 1871. Para diferenciar un poco mejor los hechos históricos de los ficticios en esta escena, hay dos narradores: “Crónicas del Viejo Oeste” y “Cuentos y Leyendas”
1804 | Por orden del presidente Thomas Jefferson, la Expedición de Lewis y Clark parte de St. Louis (Missouri) para buscar una ruta hasta el Oceáno Pacífico |
1821 | México se rebela contra España y logra su independencia |
1824 | El ejército estadounidense establece puestos fronterizos en lo que después será el estado de Oklahoma como parte de un plan para deportar a las tribus Cherokee y Choctaw desde el sudeste a una zona asignada como "Territorio Indio" |
1829 | Mexico rechaza la oferta de Estados Unidos de comprar Texas por 5 millones de dólares |
1830 | Joseph Smith publica el Libro de Mormon y asienta las bases para la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Mormones) |
1833 | Samuel Colt perfecciona la mecánica de revólver que se convertirá en un icono del Oeste |
1835 | El presidente mejicano Santa Anna se proclama dictador. Trata de desarmar a los americanos en Texas, y comienza la Guerra de Texas de la Independencia |
1836 | Santa Anna dirige 5.000 soldados a San Antonio para acabar con la rebelión de Texas, y el 6 de marzo 1836 los mejicanos vencen a 187 tejanos en el Alamo, pero sufren 1.600 bajas. |
1842 | Comienzo la colonización de Oregon mediante la "Senda de Oregon" |
1843 | Santa Anna avisa que la anexión de Texas a los Estados Unidos será considerado un acto de guerra |
1845 | Recién elegido presidente James K. Polk anexa Texas a los EE.UU., y ofrece comprar California y Nuevo México por 40 millones. Se considera un insulto. |
1845-48 | LA GUERRA ENTRE ESTADOS UNIDOS Y MÉJICO |
1848 | En mayo, un anciano mormón llega a San Francisco anunciando que hay oro en la región. Llegan cazadores de fortuna de todos los rincones del mundo. En diciembre, el presidente James K. Polk confirma que se ha encontrado oro en California. Se produce una estampida nacional hacia el Oeste. |
1849 | Los "Fourty-Niners" o "Los del 49" son los pioneros de la vida de los "boomtown" o ciudades que nacen de la noche a la mañana con la fiebre del oro. Durante el año, 80.000 prospectores emigran a California de todo el mundo, casi triplicando la población de la región. |
1850 | California se convierte en un estado de los Estados Unidos. Los mineros del "49" ocupan y detruyen la ecología de tal forma que muchos nativos americanos de California pierden su fuente tradicional de alimentos. La hambruna les lleva a asaltar pueblos mineros y asentamientos de los blancos, lo que genera a su vez represalías. Se aprueban leyes en California que permiten una especie de esclavitud renovable de indios como mano de obra, lo que provoca muchos secuestros de niños de los indios para ser vendidos como "aprendices". |
1850 | La fortuna no estaba solo en el oro, sino en la economía que se desarrolló alrededor de los mineros. Por ejemplo, Levi Strauss comienza a fabricar pantalones resistentes para mineros. |
1859 | "El Origen de las especies", de Charles Darwin |
1859 | Se descubre oro en Boulder Canyon (Colorado). Aproximadamente 100.000 buscadores se dirigen a las Montañas Rocosas. |
1850-59 | Durante la década, una oleada migratoria de 2.5 millones de personas llega a Estados Unidos. Unos 66.000 son de China. |
1861-65 | LA GUERRA CIVIL AMERICANA |
1861 | Se completa la primera línea de telégrafo transcontinental |
1862 | Se aprueba el Acta de Propiedad Ocupada, que otorga el derecho a los colonizadores a construir una granja familiar en territorio no reclamado. |
1869 | El 20 de mayo los ferrocarriles de Union Pacific y de Central Pacific se encuentran en Promontory (Utah) |
1869 | Se publica el libro "Guía para viajeros inocentes", de Mark Twain |
1870-72 | *SUCESOS DE JUDAS CROSSING* |
1874 | George Armstrong Custer anuncia el descubrimiento de oro en Black Hills (Dakota), provocando una estampida a este lugar sagrado del territorio de los indios Lakota. |
1875 | Nace Deadwood, que pronto se convertiría en uno de los pueblos más salvajes del Oeste. Su origen es el descubrimiento de oro de los mineros de Black Hills en Deadwood Creek. En menos de un año, el legendario pistolero 'Wild Bill' Hickock es asesinado mientras sujeta "Ases y Ochos" en una partida de póker. |
1875 | "La Isla Misteriosa", de Julio Verne |
1876-77 | LA GUERRA LAKOTA: El Toro Sentado, el Caballo Salvaje y otros líderes indios desafían al ejército de Estados Unidos comandado por el General Philip Sheridan |
1881 | 14 de julio: Pat Garrett asesina a Billy el Niño en Fort Sumner, Nuevo Mexico. En agosto llega el último gran acarreo de ganado a Dodge City. 26 de octubre: Tombstone (Arizona): Wyatt Earp y sus hermanos matan a los Clanton en el tiroteo de O.K. Corral |
1882 | "Jesse James, el notorio forajido en los tiempos de la Guerra Civil es asesinado por Robert Ford, quien esperaba cobrar la recompensa de 5.000 $. También muere Johny Ringo este año. |
1883 | "Buffalo Bill" Cody presenta su primer espectáculo de Salvaje Oeste en las ferias de Omaha. Los cazadores de búfalos se reunen en las Llanuras septentrionales para la última gran matanza de búfalos. |
1886 | The Bear Valley Raid (Geronimo, las Guerras Apache) |
1886 | *SUCESOS DE JUSTICE IN SABBATH* |
1887 | Muere John Henry "Doc" Holliday (Arizona) |
1889 | La Carrera de Oklahoma, para reclamar tierras. El presidente Benjamin Harrison autoriza la apertura de tierras no ocupadas del "Territorio Indio" para su colonización |
Desde el punto de vista económico, se pueden diferenciar los siguientes ciclos:
1838-43 Depresión
1844-56 Recuperación y expansión de negocios
1857-60 Pánico de 1857 y recuperación
1861-65 Prosperidad de tiempos de guerra e inflación
1866-67 Recesión postguerra
1868-73 El boom de los ferrocarriles
1873-78 Depresión y deflación
1879-93 Expansión de los negocios
1893-94 Bancarrotas a gran escala, depresión
1895-1906 El regreso de la prosperidad
En la década de 1860, muchos soñaban con hacerse rico buscando oro. Se repartían panfletos en el Este donde se les contaba “todo lo que necesitaban saber” sobre ir al Oeste y sobre la prospección. D.C. Oakes, el autor de una de las guías más conocidas, recomendó formar “sociedades” de cuatro hombres para la protección mutua y para comprar las provisiones. En contra de lo que aconsejaban esas guías, lo más habitual para un prospector era un equipo básico: una pica, una pala, una sartén para el lavado de oro, un buen rifle, comida para dos o tres semanas, y una mula o un burro para cargar con todo.
Era un trabajo duro y peligroso, pero para muchos el premio lo merecía. Cada yacimiento seguía un ciclo que empezaba con la llegada de los primeros buscadores de oro que encontraban el metal más superficial. Luego aparecieron sociedades y pequeños grupos trabajando de forma coordinada para extraer el oro utilizando técnicas algo más avanzadas. Después se establecía una autoridad, bien el pueblo más cercano u otra jurisdicción para garantizar las concesiones mineras y los derechos. Más adelante, se constituían las primeras empresas mineras en la zona, y poco a poco los prospectores independientes se veían obligados a abandonar el lugar en busca de otro filón, o unirse a las empresas grandes como empleados.
Siendo la búsqueda de oro un elemento importante de la partida, hay una escena dedicada a la Prospección aquí
Además de ampliar la información sobre técnicas y la historia, incluye las mecánicas de juego. Estará disponible a los jugadores cuando sea necesario.
No hay precedente en la historia de un fenómeno social como el impulso de llenar el Oeste Americano de ciudades, pueblos y aldeas, y generó incontables planes fallidos de lo mismo. Muchos de los millones de colonizadores que cruzaron los ríos Mississippi y Missouri durante aquel período no lo hicieron pensando necesariamente en fundar ciudades. Llegaron al Oeste para buscarse la vida en la región mediante cultivo en la tierra fértil, ganadería en los prados infinitos o extracción de metales valiosos en los arroyos y montañas. Pero junto a ellos, o a un paso detrás, llegaron hombres y mujeres que optaron por ofrecer bienes y servicios al resto de la población. Eran las gentes de las ciudades: carnicero, panadero, zapatero, banquero, comerciantes, propietario de saloon, médico, barbero y muchos otros.
De forma inevitable, también llegaron desperados, tramposos, prostitutas y malhechores. Pero la mayoría eran hombres y mujeres que buscaban honestamente crear una nueva sociedad en las tierras salvajes.
La Guerra Civil frenó la migración hacia el oeste, pero después de la tormenta de la guerra, llegó la auténtica carrera de la colonización. Los pueblos a menudo se formaban a una milla de las granjas y ranchos de mayor tamaño, ya que permitía al granjero hacer un viaje para comprar clavos, arreglar el carruaje, cortarse el pelo o hacer una consulta al comisionado del condado, y aún así llegar a casa a tiempo para dar de comer a su ganado antes de la noche.
Además de los pueblos que proliferaron para cubrir las necesidades de las granjas, muchos otros aparecieron como puntos de tránsito de personas y bienes, tanto por el ferrocarril como por el río Missouri, donde cientos de barcos de vapor llevaban a los pasajeros y los bienes en la primera parte de su trayecto hacia el oro que se había descubierto en Idaho, Montana u otro lugar.
Estas rutas terrestres y acuáticas ofrecían lugares de parada naturales, y donde se paraban los hombres durante un tiempo, aparecía un pueblo para ofrecer descanso y bienes para los que pasaban por allí.
El ferrocarril alcanzó las tierras de las Llanuras de forma gradual hasta completar el enlace transcontinental en 1869. Una ubicación estratégica junto a esta red de acero daba garantías al pueblo. Durante años, Ellsworth y Dodge City tuvieron su apogeo ya que eran el punto de encuentro del acarreo de ganado desde Texas hasta el ferrocarril que llevaba la carne al mercado. Otro ejemplo de ciudad que se beneficiaron del ferrocarril eran Sioux City (Iowa) que conectaba el ferrocarril y el tráfico en barcos por el río Missouri.
El ferrocarril no se limitaba a vigorizar los asentamientos existentes con el comercio. Realmente crearon centenares de pueblos gracias también a las concesiones del gobierno. Así se fundaron Cheyenne, Laramie y Wyoming en 1868 y 1869.
La concepción y la venta de pueblos en el Oeste era un negocio rentable, y los ferrocarriles no tenían el monopolio. La legislación de 1844 permitía a un grupo de colonizadores o especuladores reclamar 320 acres de tierra por un precio nominal, y luego dividir el territorio en parcelas de 125 pies por 25 pies, que luego se ponían a la venta por un beneficio que iba desde los 50$ hasta 1.000$ por parcela según la habilidad del vendedor, que sin ruborizarse declaraba cualquier asentamiento rudimentario “una ciudad” con tal de vender una parcela del “sueño en el Oeste”.
en A&E, los personajes optan por seguir distintos Caminos Profesionales tal y como se escribe en el tutorial.
La vida en la frontera era indudablemente dura, no carecía ni mucho menos de diversión. La mayoría de los habitantes eran jóvenes - un hombre de cuarenta ya era considerado de edad avanzada – y estaban en buena forma física y eran profundamente optimistas. Cuando aparecía una actividad para ocupar su tiempo de ocio, lo hacían con gusto.
El sábado era el día álgido de la semana en cualquier pueblo. La población aumentaba con la gente del campo que llegaban para comprar alimentos que no cultivaban, para vender sus huevos y nata, para comprar trajes de graduación para sus jóvenes en la tienda o shebang, para echar alguna partida al snooker en la sala de billar, para jugar al pináculo, o tal vez para probar suerte con el póker o keno en el saloon. Se compartían los rumores en la barbería, en los establos o en el porche del hotel. Después, ya de tarde, cuando la mayoría de los que vivían en el campo ya habían regresado a sus hogares, los del pueblo podían disfrutar de uno de sus pasatiempos más apreciados: el baile social.
En los bailes, cualquier mujer entre ocho y ochenta podía estar segura de poder bailar toda la noche. Había pocas féminas en prácticamente todas las ciudades fronterizas, hasta el punto de que en algunos pueblos los hombres tenían que asumir el papel de la pareja femenina en los bailes.
Algunos pueblos tenían sociedades literarias que organizaban debates, lecturas o eventos musicales. Los temas más candentes de los debates eran la esclavitud, la eficacia de la pena capital o si compensa ser granjero. Muchos acudían sobre todo para ver el estilo grandilocuente y la retórica recargada habitual en muchos de los participantes.
Al aire libre había carreras de caballos, y también los hombres competían a ver quién corría más rápido. Las apuestas formaban parte de estos eventos, pero a menudo en el Oeste la escasez de moneda era crónica, así que apostaban sus prendas u otros bienes en vez de dinero. Estas carreras se solían hacer a las afueras de la ciudad, aunque de vez en cuando la calle principal (Main Street) hacía las veces de pista.
El deporte más relevante era el baseball, al menos en los años posteriores a la Guerra Civil. Se organizaban enfrentamientos entre pueblos. Las fiestas nacionales y regionales fueron recibidos con entusiasmo por los pueblos: el Día del Árbol, el cumpleaños de George Washington al comienzo del invierno, y la fiesta patriótica del Día de la Independencia. Esto último se celebraba al oeste de los ríos Mississippi y Missouri. Teniendo en cuenta que muchas regiones aún no habían obtenido el reconocimiento de estado, hubo aún cierto sentimiento de estar excluido o separado del hogar. Para compensar esto, los colonizadores del Oeste celebraban el 4 de julio con un fervor que recordarían todo el año.
A la larga, la moral de cualquier pueblo del Oeste dependía menos de los festejos que de las expectativas realistas de crecimiento. Cada comunidad, por muy pequeña que fuera, aspiraba a convertirse en una ciudad, y para algunos asentamientos el sueño se hizo realidad casi de noche a la mañana.
Más información sobre los juegos de dados, cartas y otros en la escena Sala de Juegos
En la frontera, el consumo, y el abuso, de alcohol era algo habitual. El más común era el whiskey. La mayoría tenían una concentración de 50% de alcohol, que se marcaba como grado de prueba 100. Se podía notar el sabor de amoniaco, pimienta de Cayena, pólvora o tabaco de mascar, dependiendo de cómo se hubiera cortado o de la forma de elaboración. Un whiskey de grado por debajo de 86 se consideraba que era las señoras, y las bebidas mezcladas para los dandis, incluso el Mule Skinner (grado de prueba 100, mitad whiskey mitad schnapps de zarzamora).
Curiosamente, en la frontera lo que se conocía como cerveza podía tener entre 1 y 90 grados, dependiendo del cervecero. Lo más habitual eran unos 7 grados.
en A&E, cada personaje tiene su Factor de Tolerancia que se basa en CON. Una botella de whiskey tenía para 25 tragos o chupitos. El uso habitual del alcohol te hace más resistente también. Si falla la tirada, sufre +1 Rapidez y -1 Precisión, y -2 SAB y DES durante 2 horas. Es acumulativo, así que el tiempo aumenta con dosis sucesivas.
El alcohol no era lo único que se usaba para sentirse mejor. En la Guerra, los médicos repartían pastillas de opio como caramelos, y muchos soldados se convirtieron en adictos. Pero no eran los únicos. Muchas mujeres tomaban opio para el malestar, aunque la mayoría preferían el láudano (opio en una base de alcohol). En ocasiones, se daba láudano a los bebes en una cuchara para ayudarles a dormir, lo que podía generar una adicción de por vida. Había lugares de ocio donde se servía opio para fumar, y también se vendían opiáceos en las farmacias.
Se decía que el láudano (una cocción de opio y vino) era la droga perfecta para calmar los nervios, dejar de toser, aliviar dolores e irritaciones, y para detener la diarrea. Una dosis normal de consumo de láudano solían ser tres o cuatro gotas, aunque el médico podía recetar más para un enfermo.
Otras drogas eran la morfina, que además ahuyentaba los miedos y provocaban una sensación de euforia, el opio, el peyote (cactus que provoca alucinaciones)…
láudano: Los efectos tardan 1d2 horas en aparecer. Efectos secundarios: sopor, +2 Rapidez y no puede hacer tiradas de Atributo o esfuerzos físicos. Efectos a largo plazo: la dosis necesaria aumenta con el tiempo. Todas las drogas pueden acabar en adicción.
TRENES
El auge de los ferrocarriles trajo una revolución en los transportes que integró los distintos territorios en una economía nacional. El ferrocarril fue la contribución más importante al transporte a larga distancia. Era rápido, fiable, más barato de construir que los canales, y no se congelaba en invierno. El ferrocarril le podía llevar a cualquier sitio: desafiaban el terreno y la climatología.
En 1860, había ya 30.000 vías de tren puestos, tres cuartas partes en el Norte más industrializado. El ferrocarril tuvo sus detractores: inversores de canales, gerentes de tabernas, granjeros y otros que se vieron perjudicados. La tecnología de los trenes mejoraba, el ancho de las vías se estandarizó, se adoptaron medidas de seguridad y se pasó a usar raíles de forja.
TELÉGRAFO
Otro avance de la época fue el telégrafo. Hubo inventos anteriores, pero fue Samuel F. B. Morse quien en 1844 llevó un alambre de Washington y Baltimore, y telegrafió el primer mensaje.
La tecnología del telégrafo mató el emblemático Pony Express del Oeste, establecido en 1860 para llevar correo de St. Joseph (Missouri) a Sacramento (California), a 2.000 millas de distancia. Los expertos jinetes podían hacer el viaje en 10 días, pero con los telégrafos y el código Morse, a partir de 1861 ya no era necesario. El telégrafo permitía la comunicación instantánea a grandes distancias, lo que hizo avanzar la economía en las siguientes décadas.
IMPRENTA
La imprenta manual era un invento fundamental. La palabra impresa de los periódicos locales, los panfletos, los libros y las novelas ya estaba al alcance de todos.
Cualquier pueblo de cierto tamaño tenía su periódico de tira diaria, y con ediciones especiales en pocas horas en caso de necesidad.
Lo que permitió que las noticias y las leyendas llegaran rápido a mucha gente. Los periódicos tenían a menudo ilustraciones (sobre todo los más importantes que se publicaban en las ciudades de la Costa Este sobre sucesos en la frontera). Las fotografías eran complejas de hacer, y no se podían enviar rápidamente para los periódicos. El periódico local sí podía incluirlas para ilustrar la noticia.
AVANCES DEL PENSAMIENTO
En esta época, Charles Darwin cambió nuestra forma de ver el ser humano, y autores como Jules Verne, Konstantin Tsiolkovski y Camille Flammarion cambiaron nuestra concepción del lugar del hombre el cosmos. Aunque en su mayoría, esos cambios culturales no tuvieron impacto más allá de los círculos culturales de las grandes ciudades en la costa.
Una generación antes de las guerras contra los indios, el ejército de los EE.UU. emprendió su primera gran aventura al oeste del Misisipi. Comenzó cuando el presidente Polk envió 10 regimientos a Río Grande en 1846 en un intento de forzar que Méjico vendiera California y el Sudoeste a los Estados Unidos. Como Río Grande era territorio disputado, Méjico consideró aquello como un acto de invasión, y pronto comenzó la guerra.
En los choques iniciales entre los ejércitos, los 2.000 efectivos del general Zachary Taylor, a pesar de estar en inferioridad numérica, superaron a los confiados mejicanos gracias a su mejor adiestramiento y manejo de la artillería pesada. Taylor se enfrentaba a más de 30.000 enemigos, y no pudo entrar en Méjico sin refuerzos. No obstante, resultó fácul conseguir voluntarios, y en unos meses tenían 50.000 reclutas en busca de la gloria en las Salones de Montezuma.
Con estas nuevas fuerzas, Taylor avanzó desde Texas a Méjico. La ciudad fortificada de Monterrey cayó en septiembre, y la campaña terminó con una victoria ajustada en Buena Vista que se decidió por una carga de caballería donde participaron Robert E. Lee, Ulysses S. Grant y George McClellan, que luego iban a ser decisivos en la Guerra de Secesión.
Mientras tanto, el ejército occidental bajo el mando del general Stephen Kearny marchó de Missouri a California sin encontrar apenas resistencia hasta llegar a San Diego asegurando aquella provincia en un mes. En el frente más importante, el general Winfield Scott atacó desde Veracruz y en septiembre de 1847 conquistó la Ciudad de Méjico.
La rápida victoria sobre Méjico dio prestigio al ejército, y dos de los generales bajo el mando de Scott (Zachary Taylor y Franklin Pierce) se convertirían a presidentes en la siguiente década. Pero murieron 13.000 estadounidenses, la mayoría por enfermedades como disentería y viruela. Y después, el ejército tuvo que asumir la protección de un territorio nuevo de gran extensión. Las tribus indias de la región (los Navajo, Apache y Ute) iban a mantener ocupados a los soldados durante los siguientes 40 años.
6 de marzo 1836: Santa Anna lidera una fuerza de 5.000 soldados a San Antonio para aplastar la rebelión de Texas. En un acto de violencia extrema, los mejicanos superan a los 187 tejanos en el Alamo. En la masacre mueren los coroneles William B. Travis, James Bowie (el del cuchillo Bowie) y Davie Crockett, y también perecen 1.600 mejicanos. Unas semanas más tardes, Santa Anna captura y ejecuta a otros 300 tejanos cerca de Goliad.
Marzo de 1846: las tropas estadounidenses de Zachary Taylor Cruzan el río Nueces y toman posiciones en el Río Grande. Como respuesta a esta provocación, una brigade de 1.600 mejicanos cruza el río en abril y acaban con alguna patrulla. Cuando la noticia llega a Washington, el president Polk declara la Guerra con Méjico.
Mayo de 1846: casi 4.000 soldados mejicanos sorprenden a los 3.000 hombres de Taylor en Palo Alto. Usando la artillería ligera, Taylor rechaza la carga mejicana y les obliga a retirarse.
Junio de 1846: en los siguientes meses, las tropas americanas con el apoyo del “Batallón Californiano” de Fremont, conquistan San Francisco, San Diego y Los Ángeles sin excesivo derramamiento de sangre. No obstante, la ocupación americana genera rechazo y en octubre los echan las fuerzas guerrilleras lideradas por Anres Pico, hermano del anterior gobernador de California.
Enero de 1847: Stockton, Kearny y Fremont unen sus fuerzas para reconquistar Los Angeles, y es Fremont quien acepta la rendición de los insurgentes en la Capitulación de Cahuenga (13.1.1847)
Febrero de 1848: Méjico cesa sus pretensiones sobre Texas, California, Arizona, Nuevo Méjico, Nevada, Utah y partes de Colorado. EE.UU. paga 15 millones de dólares a Méjico. El Tratado de Guadalupe-Hidalgo pone fin a la Guerra de Méjico.
El primer ferrocarril transcontinental de los Estados Unidos es el nombre de una línea de ferrocarril a través de los Estados Unidos que unió la ciudad de Omaha, en Nebraska, con Sacramento, en California, en los años 1860, uniendo así la red de ferrocarriles del Este de los Estados Unidos con California, en la costa del Pacífico. Se finalizó con la famosa ceremonia Golden Spike (Clavo de Oro) celebrada el 10 de mayo de 1869 en Promontory (Utah), creando una red de transporte mecanizada de escala nacional que revolucionó la población y la economía del Oeste estadounidense. Esta red hizo que las famosas caravanas de galeras (wagon trains) del llamado viejo oeste de décadas anteriores se volvieran obsoletas, cambiándolas por un sistema de transporte moderno.
Autorizado por la ley del Ferrocarril del Pacífico de 1862 y apoyado con fuerza por el gobierno federal, fue la culminación de un movimiento a lo largo de décadas para construir esta línea y fue uno de los mayores logros de la presidencia de Abraham Lincoln, completado cuatro años después de su muerte. La construcción del ferrocarril requirió hazañas enormes de ingeniería y trabajo para cruzar llanuras y altas montañas por parte de las compañías ferroviarias Union Pacific y Central Pacific, las dos empresas que construyeron la línea hacia el oeste y hacia el este respectivamente.
La construcción del ferrocarril fue motivada en parte para interconectar la Unión durante la Guerra Civil Estadounidense. Esto aceleró considerablemente la población del Oeste por colonos blancos, mientras que contribuyó a la decadencia de los indios en estas regiones.
En 1879, la Corte Suprema de los Estados Unidos estableció formalmente, en su decisión en cuanto al caso Union Pacific Railroad contra United States, el 6 de noviembre de 1869 como fecha oficial de finalización del ferrocarril transcontinental.
Este ferrocarril fue considerado la mayor hazaña tecnológica estadounidense del siglo XIX. Sirvió como un enlace vital para la industria, comercio y viajes, uniendo las mitades Este y Oeste de finales del siglo XIX de los Estados Unidos. El ferrocarril transcontinental terminó rápidamente con las románticas líneas de diligencias, mucho más lentas y arriesgadas, que lo habían precedido. El subsiguiente avance del llamado «destino manifiesto» y la proliferación del «caballo de hierro» a través de las tierras de los nativos indígenas aceleró enormemente la caída de la gran cultura india de las grandes llanuras.
En la Guerra de Secesión (1861-1865) lucharon los estados de la Unión (norte) contra los estados Confederados (sur). El desencadenante fue la esclavitud, y más de tres millones de hombres fueron movilizados y las bajas alcanzaron la cifra de 617.000, aunque hubo más muertes debidas a epidemias y enfermedades que en los combates en sí.
Muchos políticos del Norte detestaban la esclavitud, pero pensaban que por encima de aquellos sentimientos tenían la obligación patriótica de defender la unión de los Estados. Mientras tanto, las ansias de desligarse de la Unión se recrudecieron en los Estados sureños. Para ellos, el final de la esclavitud suponía el final de su forma de vida. Su prosperidad dependía totalmente de los casi cuatro millones de esclavos que cultivaban las grandes plantaciones de algodón.
Sin duda, la esclavitud fue el argumento principal del enfrentamiento entre los partidarios de la Unión (yanquis, federales o unionistas) y los defensores de la Secesión (sudistas, rebeldes o confederados). Pero hubo otros factores que también contribuyeron a desencadenar un conflicto bélico
Celosos de su peculiar forma de vida, los aristócratas del Sur se quejaban de la superioridad moral que exhibían las gentes del Norte cuando condenaban la esclavitud. Las diferencias eran tan profundas que ambos bandos se miraban como enemigos. Mientras el Norte apoyaba los aranceles para proteger su naciente industria, el Sur los rechazaba porque temía que, en represalia, los países europeos comprarían el algodón a otras naciones, lo que arruinaría a la rica aristocracia que vivía en las ciudades de Nueva Orleans y, sobre todo, Richmond, cuyos teatros y centros intelectuales brillaban con fuerza en los años previos a la guerra.
La victoria que logró la Unión en la guerra contra México en 1850 facilitó la anexión de Texas y la compra de California, Nuevo México y Arizona. Los nuevos territorios tenían vetada la esclavitud, y el Congreso amagó con votar en contra de la tenencia de esclavos, lo que sublevó a los políticos sureños, que amenazaron con la Secesión.
El recién elegido presidente Abraham Lincoln del partido republicano había afirmado que su principal tarea sería mantener la unión de los Estados, no prohibir la esclavitud en los territorios donde era legal. Sin embargo, los sureños no le creyeron en absoluto y temían por el futuro de su fuente económica básica.
Antes de que Lincoln fuera proclamado presidente de la Unión, siete Estados declararon la Secesión: Carolina del Sur, Florida, Misisipi, Georgia, Alabama, Luisiana y Texas. El 9 de febrero de 1861 se constituyeron los Estados Confederados de América, con Jefferson Davis como presidente. A continuación, tomaron el control de los fuertes, empresas y posesiones federales que se encontraban dentro de sus fronteras. En aquel entonces, la población del Norte era de unos 22 millones de personas, frente a los 10 millones del Sur, de los cuales 3,5 millones eran esclavos negros.
Lincoln juró su cargo de presidente el 4 de marzo de 1861 y ocho días después los confederados capturaron Fort Sumter (Carolina del Sur). Lincoln reaccionó de inmediato, decretando el alistamiento de miles de voluntarios. En respuesta a la movilización del Norte, cuatro Estados más se sumaron a la Confederación del Sur: Tennessee, Arkansas, Carolina del Norte y Virginia. Solo el río Potomac separaba a Washington del territorio rebelde. El gobierno de la capital federal, cuya población era de espíritu sudista, quedaba a merced de los ejércitos confederados. Veintitrés Estados se aliaron con el Norte y once con el Sur.
Uno de los objetivos del ejército del Norte fue bloquear todos los puertos para debilitar la economía confederada y tomar asimismo el río Misisipi para dividir de este modo en dos a los Estados sureños. El plan recibió el nombre de “Anaconda”, y logró acabar con casi todo el comercio internacional de la Confederación.
El Norte cimentaba su poder en una creciente industria y un bien asentado sistema financiero, capaces de fabricar el armamento que necesitaban los 117.000 hombres que el presidente Lincoln había llamado a filas. Pero, a pesar de su poder económico y financiero, el comportamiento del ejército de la Unión fue calamitoso en el arranque del conflicto bélico. Los primeros combates terrestres demostraban que las tropas confederadas estaban mucho mejor preparadas para la guerra que las federales.
Mientras que en los territorios del Norte existían divisiones entre los que no querían arriesgar sus vidas para abolirla, en la Confederación todos luchaban unidos para defender el derecho a tener esclavos y a mantener el estilo de vida que habían heredado de sus padres. Aquel sentimiento colectivo equilibraba la superioridad financiera, industrial y armamentística del Norte.
En julio, las tropas rebeldes derrotaron a los yanquis en la batalla de Bull Run. Preocupado por la cercanía del enemigo, el presidente Lincoln pidió tropas de refresco para salvar Washington y puso al frente del ejército al general George Brinton McClellan. Pero aquel militar evitó el choque directo con los rebeldes, cuya artillería se encontraba desplegada en la otra orilla del río Potomac. En realidad, esa amenazante batería de cañones eran simples troncos pintados de negro. Aquel bochornoso engaño inmovilizó durante meses a las tropas que custodiaban la capital.
Mientras tanto, en el frente del Oeste el general Ulysses Simpson Grant entabló una serie de batallas que concluyeron con la captura de catorce mil prisioneros rebeldes. Su buen hacer captó la atención de Lincoln, que por aquel entonces nombró al general Henry Halleck como nuevo jefe de los ejércitos del Norte. Halleck visitó a las fuerzas de la Unión acantonadas en las cercanías de Richmond y encontró que muchos de sus hombres iban descalzos y sufrían paludismo.
No fue extraño que aquel ejército derrengado y mal dirigido tuviera que retirarse ante el empuje del general confederado Robert E. Lee, que poco antes había sido nombrado comandante en jefe de las fuerzas del Sur.
Mientras el prestigio del general confederado iba en aumento, los políticos del Norte aprobaron el trayecto de la línea de ferrocarril que uniría la costa Este y la Oeste. Antes de la guerra, los sureños presionaron en el Congreso para que el enlace ferroviario pasara por sus Estados algodoneros.
Durante la contienda, los ejércitos se movilizaron en un escenario bélico muy amplio, lo que exigió medios de transporte considerables y la masiva utilización del ferrocarril y el telégrafo, dos novedades tecnológicas en las que el Norte también aventajaba al Sur.
En enero de 1863, el presidente Lincoln proclamó la liberación de los esclavos de los Estados sureños, aunque no declaró abolida la esclavitud. Era una decisión de carácter militar que pretendía debilitar al enemigo. A partir de entonces, cuando el Ejército federal ocupaba alguna zona del territorio rebelde, los esclavos quedarían libres y podrían entrar a formar parte de las fuerzas armadas del Norte. Lincoln y buena parte de su Gobierno pensaban que el objetivo principal de la guerra no era liberar a los afroamericanos que cultivaban los campos de algodón, tal y como defendían los abolicionistas, sino mantener la integridad de la Unión. No era una guerra social, sino una guerra política.
En julio de 1863, el ejército del Norte consiguió derrotar a las tropas confederadas del general Lee en la batalla de Gettysburg, la más sangrienta de la Guerra Civil americana. Al mismo tiempo, el general Grant tomó Port Hudson, cortando la comunicación entre los Estados de Texas, Arkansas y Luisiana y el resto de la Confederación. En noviembre se libró la batalla de Chattanooga, otra carnicería que puso término a la lucha en el Estado de Tennessee. Aquella sucesión de victorias permitió que el Norte tomara por primera vez la iniciativa en la contienda.
En 1864, Lincoln debía enfrentarse a una elección presidencial, una situación sin precedentes teniendo en cuenta que sería realizada durante una guerra civil. La Convención Nacional del Partido Republicano votó por aplastante mayoría a favor de la candidatura de Lincoln para un nuevo período presidencial. La noticia fue un terrible mazazo para los Estados confederados, que en los meses previos habían intentado que Lincoln no fuera elegido para un nuevo mandato. Sus esperanzas de ganar el conflicto bélico se esfumaron por completo. La derrota del Sur era cuestión de tiempo.
Casi al mismo tiempo que Lincoln volvía a ser candidato a la presidencia, Grant tomó al asalto la ciudad de Petersburg y pocos días después puso cerco a Richmond. En el oeste, el general Sherman irrumpió con cien mil hombres en Atlanta, incendiando sus fábricas y almacenes. Luego marchó hacia el sudoeste, destruyendo todo a medida que avanzaba. La moral del Sur, hasta entonces inquebrantable, comenzó a derrumbarse.
En aquel ambiente de derrota, los antaño altivos dueños de esclavos huían despavoridos con un único criado y sin apenas alimentos que llevarse a la boca. Muchas de las magníficas mansiones que salpicaban las plantaciones sureñas fueron pasto de las llamas y desaparecieron. Nada volvería a ser igual para los orgullosos terratenientes del Sur. El causante de su desgracia, el odiado Lincoln, fue reelegido presidente en diciembre de 1864.
Abatido por la cruda realidad, Lee envió un mensaje a Grant en el que expresaba su deseo de deponer las armas.
Seis días después de la victoria, Abraham Lincoln acudió al Teatro Ford y recibió un disparo de un joven. Durante semanas, el Ejército organizó una gigantesca cacería humana para encontrar al asesino. Finalmente fue acorralado en Port Royal (Virginia) y murió de un disparo. El magnicidio de Lincoln no sirvió de nada a los intereses del Sur. Su mundo se había desvanecido definitivamente.
Dios creó a los hombres. Samuel Colt los hizo iguales.
El viejo dicho del Salvaje Oeste refleja bien la importancia de tener a mano el arma adecuada para sobrevivir. Después de servir en la Guerra de Secesión, miles de hombres de la Frontera heredaron armas de mano, normalmente un revolver con cámara rotatoria.
El alcance efectivo de estas armas de mano era menos de 20 metros, y por ese motivo la mayoría llevaba también un rifle o una escopeta. Además de un arma grande y el revólver, algunos llevaban una pistola de bolsillo. Eran muy imprecisos, pero fáciles de ocultar.
Otras marcas que competían con los Colt eran los Smith&Wesson y los Remington.
Durante la Guerra de Secesión, ambos contendientes combatieron armados con fusiles Springfield de avanzada. Algunos soldados de la Unión, sin embargo, compraban con dinero de su bolsillo un fusil diseñado por Benjamin T. Henry de la empresa Vulcanic. No era tan preciso, ni de tanto alcance como el Springfield, pero era el primer fusil de repetición que llegaba a los campos de batalla. Y marcó la diferencia. El depósito del Henry .44 alojaba 16 proyectiles que podían dispararse en menos de 40 segundos. Acabada la guerra, el Henry fue ofrecido a tramperos, cazadores, exportadores… e indios.
En 1866 la Vulcanic, rebautizada como Winchester, ofreció una versión mejorada del Henry: era el Winchester 1866. Se hizo muy popular, y los sucesivos modelos aún más. Tenían un mecanismo de palanca muy característico que permitía cargar y amartillar el arma en un solo movimiento.
El Winchester se convirtió en “el arma que conquistó el Oeste”, en un icono junto al Colt Peacemaker.
En el manual de Aces&Eights se detallan más de 40 armas distintas. Cada derringer, revolver, escopeta, carabina, rifle o mosquete tiene su ficha individual y estadísticas como las que tenéis en las “Notas” de la ficha.
Hay ciertas modificaciones respecto a la historia armamentística real en el juego, que creó una historia alternativa donde algunas mejoras tecnológicas llegaron antes. Esto se hizo para reflejar mejor el Oeste de las películas y de las obras de ficción. En esta partida, he limitado el acceso a los modelos de armas con fecha posterior a la actual, pero no pretende ser un reflejo exacto de las armas de la época.
A principios del siglo XIX, con la compra de los territorios de Luisiana, Estados Unidos de América extendió sus fronteras más allá del río Mississippi. A partir de entonces, este río y sus tributarios (el más importante era Missouri) se convirtieron en las vías de comunicación más rápidas y seguras a las riquezas de los nuevos territorios. Era la artería principal de una red de 12.000 millas que llevaba directo a las regiones salvajes. También había otras rutas hacia el Oeste y sus riquezas increíbles. Primero se iba en busca de animales de piel valiosa, y más adelanta en busca de oro y otros metales preciosos, o nuevas tierras de oportunidades. En total había más de 20.000 millas de ríos y afluentes entre el Mississippi y el Océano Pacífico.
El Mississippi era y sigue siendo uno de los más peligrosos ríos del mundo, con cerradas curvas, bancos de arena y objetos sumergidos. Nace en el extremo Norte del lago Itasca, en Minnesota, y recorre 2.340 millas (3.766 km) hasta el desembocar en el Golfo de México, siendo el segundo río más largo de EEUU, después del Missouri. Sus principales afluentes son el Missouri y el Ohio.
La navegación fluvial se realizaba primero en rústicas embarcaciones las que se impulsaban aprovechando la corriente de los ríos. Pocas regresaban a sus puertos de partida debiendo para ello ser remolcadas desde la costa en largas jornadas de arduo trabajo.
Alrededor de 1819 aparecieron los primeros barcos de vapor. Cuando se hizo realidad la navegación impulsada por vapor, abrir las vías de navegación fluvial a estas nuevas embarcaciones no fue tarea sencilla. Las regiones salvajes, los ríos llenos de obstáculos, el diseño poco eficiente de los primeros barcos presentaron problemas mayúsculos. Pero poco a poco se fueron salvando las dificultades.
HISTORIA Y TIPOS DE EMBARCACIONES
Primero se comenzaron a utilizar botes planos (Flat–boat) y balsas. Estas embarcaciones toscamente construidas, permitían navegar con mayores volúmenes de carga. Impulsadas por la corriente, luego de llegar a destino y ser descargadas, eran desmanteladas y vendidas como madera debido a la imposibilidad de regresar navegando contra la corriente. Construidas para un solo viaje, eran baratas y frágiles pero, permitieron aumentar la capacidad de transporte.
La siguiente mejora en los medios de transporte fluvial fue la aparición del bote de quilla (keel-boat). Esta nueva embarcación, construida utilizando las técnicas normales para embarcaciones menores, mantenía el fondo plano pero tenía formas redondeadas que le permitían la navegación contra corriente. Su construcción más robusta permitía la utilización por varios viajes y podían transportar hasta 80 toneladas de carga. Los botes de quilla (Keel-boat) se mantuvieron operativos hasta la mitad del siglo XIX conviviendo con los primeros vapores.
Para comienzos del siglo XIX, la máquina a vapor desarrollada por James Watts, estaba siendo utilizada como un medio de proveer potencia. En EEUU fue Robert Fulton quien logró establecer el primer servicio de buques a vapor. Construyó el “Clermont” realizando su viaje inaugural en 1807. El éxito de este emprendimiento alentó a los empresarios para introducir la navegación a vapor en el río Mississippi donde los requerimientos de transporte fluvial eran crecientes.
En 1811 se construyó el “New Orleans”, en la ciudad de Pittsburgh. El New Orleans tenía 116 pies (35m) de eslora y 20 pies (6 m) de manga, 400 toneladas de arqueo y costó 38.000 dólares. Su diseño no presentaba grandes diferencias con lo que se venía construyendo y contaba con velas como propulsión auxiliar. La experiencia del New Orleans demostró la viabilidad de la navegación a vapor en los ríos interiores.
Siguieron otros intentos hasta la aparición de los diseños del Capitán Henry Miller Shreve, quien ideó un nuevo diseño, que basándose en los principios de los keelboats, proponía que el casco debía ser de quilla plana y poco calado. Este tipo de casco, al aumentar sus dimensiones manteniendo un escaso puntal, hizo necesario adoptar un sistema de tensores que corrían de proa a popa sostenidos por perchas, y que al funcionar como tortores daban rigidez a toda la estructura. Esta característica identificaría de aquí en más a los buques del Mississippi.
La disposición de las máquinas cambio notablemente. No quedando lugar disponible dentro del casco las maquinas debieron ser ubicadas sobre cubierta. Las calderas, máquinas, y cargas debían compartir la cubierta principal. Aquí se logró una disposición novedosa para posibilitar mantener el trimado de la embarcación al cambiar la carga. Para ello coloca las calderas a proa, las máquinas a popa y reserva la parte central para la carga. Esta disposición será mantenida en los futuros diseños convirtiéndose en otra de las características de estos vapores.
La maquina también fue construida en forma diferente a lo que se venía haciendo. Shreve ideo un mecanismo sencillo, con pocas piezas móviles y de bajo peso. Disponiendo de calderas de mayor presión de vapor, propuso descargar el vapor utilizado por las máquinas a la atmosfera y recargar las calderas con agua del río. Las paletas propulsoras fueron localizadas en popa en una posición que quedaba protegida en caso de golpear el casco con objetos sumergidos. Esta posición también favorecía la maniobra para zafar de las varaduras ya que permitiría dirigir fuertes corrientes de agua por debajo del casco dando máquinas atrás.
El primer buque construido según el concepto desarrollado por el Capitán Shreve se llamó “Washington”. Tenía 148 pies (44 m) de eslora, 403 toneladas de desplazamiento, con una cabina de 60 pies (18m) de largo. A la primera navegación del “Washington” con carga hacia New Orleans y regreso a puerto de partida, se la considerada como el inicio de la navegación comercial a vapor en los ríos del oeste de los Estados Unidos de América.
LA ERA DORADA DE LOS VAPORES
A partir de entonces el buque a vapor comienza a ser aplicado en forma generalizada en los ríos de la cuenca del Mississippi. Se considera que los vapores comenzaron sus servicios regulares en los años 20 y que el período que va entre 1830 a 1850 constituye la era dorada de los vapores.
La falta de carreteras o vías de ferrocarril en tierras de la Luisiana hizo que el tráfico fluvial fuera la única solución viable para el transporte de mercaderías y pasaje. La aparición del transporte fluvial impulsado por el vapor posibilitó el desarrollo de la cuenca del Mississippi y en pocos años se incremento el número de buques requeridos en forma muy importante. Los primeros tiempos no fueron fáciles. La falta de vías navegables debidamente preparadas y la carencia de seguridad en los primeros buques, aún en etapa de desarrollo, producían accidentes y pérdidas de buques. Los incendios, explosiones y la colisión con elementos sumergidos eran cosa frecuente.
En 1834 existían 230 vapores en servicio de paquetes, a ellos hay que sumarles los vapores en otro tipo de servicios. En 1849 había más de 1.000 buques de diferentes tipos, sumando unas 250.000 toneladas de arqueo.
Buque clásico del Mississippi para carga y pasaje
El crecimiento fenomenal del tráfico de vapores tuvo un freno abrupto al comenzar la Guerra Civil en el año 1861. Los barcos sureños se escondieron en estuarios lejanos para escapar de la destrucción y en algunos casos se quedaron en esos pantanos toda la guerra perdiéndose para siempre.
TIPOS DE VAPORES
Con el paso del tiempo el transporte fluvial se fue especializando y aparecieron diferentes tipos de buques fluviales. Los Remolcadores, movían carga por medio de barcazas, los Ferrys permitían salvar curso de agua transportando cargas y pasajeros de una a otra orilla, los Paquetes, transportaban carga, correo y personas entre puertos en servicios regulares, los Fuelers (buques de aprovisionamiento), estratégicamente estacionados, daban apoyo suministrando madera, carbón o petróleo, las Dragas mantenían las vías de agua libres de obstáculos, y los Showboats ofrecían entretenimiento.
EL FIN DE LOS VAPORES
El primer puente ferroviario sobre el Mississippi fue construido en 1855. A partir de entonces las vías férreas cruzaron el río y se extendieron por las regiones del oeste. A partir de entonces la competencia del ferrocarril y las mejores de los caminos fueron disminuyendo las cargas derivadas al transporte fluvial. Su lenta decaída le permitiría sobrevivir hasta principios del siglo XX.
Fuente:
http://www.histarmar.com.ar/AcademiaUruguayaMyFl/2...
Time-Life, Old West Series
No importa el cuidado con el que uno maneja sus asuntos en la Frontera Desmenuzada, exista la posibilidad que en algún momento de su carrera se encuentre en el lado equivocado de la Ley. Los forajidos deben aceptar esta posibilidad cuando decidan cometer sus fechorías. A pesar de que nadie espera ser capturado, siempre está el miedo de que no logre escapar y algún día acabe con grilletes en las manos y en los pies. Es mejor estar preparado, y por eso un criminal inteligente aprende algo del funcionamiento de la ley. Es bueno saber si el sheriff o el juez es corrupto para poder ofrecerle un soborno, para engrasar las ruedas para que todo salga mejor después. No obstante, incluso el sheriff más deshonesto tiene que hacer frente a la indignación popular o al menos hacer algo de teatro y detener a su benefactor secreto. Por ese motivo, es bueno tener a un juez o dos en el bolsillo, y evitar operar en un territorio donde los representantes de la ley sean incorruptibles. Pero no son sólo los rufianes más curtidos, y curiosamente son los ciudadanos relativamente respetuosos con la ley los que están mucho menos preparados (y por lo tanto en desventaja) si tienen que hacer frente al sistema. Hay muchas formas para acabar debajo de las ruedas de la justicia. Una causa común es porque alguien huyó al Oeste para escapar de las consecuencias de alguna ilegalidad que cometió de joven en el Este. Incluso en la Frontera Desmenuzada hay telégrafos que conectan muchas de las ciudades de la nación, y unos dólares bien invertidos con la promesa de más dinero pueden obrar milagros en la memoria de la gente desde Kansas City hasta Lazarus. Incluso alguien que nunca se ha desviado del estrecho camino de la ley puede llegar a tener problemas. ¿Y si el caballo que compraste con todas las de la ley en aquel pueblo resultó ser robado y el propietario legítimo te ha localizado? O alguien con mala idea puede crear toda una historia repleta con pruebas falsas y testigos comprados. Hay dos clases de justicia en la Frontera Desmenuzada: la justicia vigilante y el imperio de la ley.
En una región con jurisdicciones legales poco definidas que se solapan, la sombra de justicia comunitaria o de grupos de vigilantes está siempre presente. A pesar de que esta autoridad judicial autoproclamada cree actuar con corrección y buscando el bien común, esta clase de “justicia” es de aplicación caprichosa, propensa a errores y con frecuencia un instrumento de una minoría con influencia. Las pandillas de linchamiento son quizá la forma más común de vigilantes, y suelen entrar en acción por un agitador con un propósito, y su juicio se nubla fácilmente con el alcohol. Se presupone la culpabilidad del objetivo, y se puede hacer muy poco para convencerles de lo contrario. La “justicia” tiende a ser rápida y brutal. El gran grallo de la justicia de los vigilantes s que las partes no se sienten vinculados por los veredictos. En vez de zanjar el asunto, lo que suele pasar es que los vigilantes ponen en marcha una serie de asesinatos por venganza que acaban en mucha sangre y, curiosamente, provocan una mayor inseguridad general. No resulta sorprendente que la mayoría de los ciudadanos suelen preferir el imperio de la ley.
El imperio de la ley se establece cuando una parte imparcial con el poder de hacer cumplir sus decisiones establece y administra de forma justa un código legal. Un sistema de estas características evita disputas entre civiles mediante una definición clara de las infracciones de la ley y establece unas sanciones tipificadas por el incumplimiento. Se espera que todo el mundo cumpla lo establecido en el código, y los que no lo hacen son castigados de forma igualitaria, independientemente de su estatus. Se convoca a alguien ajeno a la disputa para impartir justicia, y de esta forma se elimina la tentación de cualquiera de las partes de buscar venganza y escalar la disputa. El método más común por el que se determinan las violaciones del código legal y se imparte justicia es un juicio. Para delitos menores, un juez puede hacer un juicio sumario rápido, pero en caso de los delitos graves es necesario un juicio con jurado.
reglas de justicia en la frontera están en la escena de reglas
El salvaje Oeste americano vio nacer la primera agencia de detectives privada del mundo. El nombre de esta agencia fue Pinkerton Detective Agency. Lo recibió de su creador Allan Pinkerton, un hombre de origen escocés que marchó a América y abandonó su oficio de tonelero. Una vez llega al “país de las oportunidades”, El destino hizo que acabara en 1849 como detective en Chicago contratado por el ayuntamiento de la ciudad.
Pronto demuestra tener habilidades para la investigación y búsqueda de pruebas. Esto le lleva a tomar una decisión revolucionaria. En 1850 se asocia con el abogado y hombre de negocios Edward Rucker, con el que crea la North Western Police Agency. Este nombre luego fue cambiado por el de Pinkerton National Detective Agency, que le hizo expandirse por todo el país. Sin duda el objetivo de Pinkerton era reducir la alta tasa de criminalidad de Estados Unidos, aprovechando además para amasar una fortuna.
Su fama no era casualidad. El logró introducir estrategias de investigación de primer orden, como el seguimiento de sospechosos o el uso de disfraces o falsas personalidades para las misiones. Eran expertos en espionaje industrial o entre empresas con el fin de boicotear a la compañía rival.
Pinkerton alcanzó la fama nacional cuando desmanteló un complot contra el presidente Lincoln durante la Guerra Civil. Este hecho hizo que el presidente le reconociera sus habilidades y que comenzasen a trabajar para el gobierno. Esto supuso el golpe definitivo para el éxito de la agencia, que pasó de tener únicamente influencia en el Estado de Illinois y los cercanos a expandirse por todo el país.
Lo que convertía a la empresa en la mejor de su estilo era su afán por innovar y como no podía ser de otra forma, sus contactos influyentes. Las capacidades de la empresa de Pinkerton cada vez fueron mayores. Pasaron de solo hacer pequeñas persecuciones e infiltraciones a proteger bancos, ferrocarriles y grandes sociedades comerciales de posibles robos. También participaron, con mayor o menor éxito, en la caza de algunos forajidos del Salvaje Oeste. Así lograron capturar a John Reno y su banda, pero fracasaron estrepitosamente en apresar a Jesse James.
Una de las principales curiosidades de Allan Pinkerton es que además de dedicarse al espionaje también escribió libros. Como era típico en la época se trataba de novelas que él afirmaba que se basaban en sus propias experiencias como detective. Esto hizo que se enriqueciera todavía más, puesto que este tipo de libros eran muy solicitados entre los lectores del siglo XIX.