A Fabian Castellon le parecía entusiasmar la idea de poder montar un negocio propio por fin, y seguía hablando de los animales y de otros planes, aunque cada vez más se le trababa la lengua y mezclaba palabras en italiano. Finalmente terminaron la noche y cada uno se fue por su lado a descansar un poco.
En algún momento de la noche se preguntaron por Mezcal y Montoya, que no habían regresado de su escapada nocturna.
La caminata de regreso de Judas Crossing resultó más dura de lo esperado. Primero, notó el frío de la noche y a medida que pasaba el efecto del alcohol, sus manos se entumecieron y el paisaje monótono parecía extenderse hasta el infinito. No obstante, lo peor llegó después. Nada más salir el sol, la temperatura comenzó a subir y en un abrir y cerrar de los ojos vidriosos de Mezcal, la sensación de calor era ya asfixiante. Tenía sed y sueño, pero siguió andando.
Finalmente llegó al pueblo sobre mediodía, y tras refrescarse en el histórico pozo de Surly cerca de los juzgados. Se fue hasta el Broken Boot, pero la encontró cerrada. Así que se quedó sentado junto a la puerta, y cerró los ojos...
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