TIENDA DE URIAH CLEMENS
Incluso antes de que llegara Oliver Morgan, Jeb y Nathan habían registrado por encima el diminuto local del Viejo Uriah. No había nadie, solo los restos de una búsqueda intensiva de algo, y esa búsqueda se centraba casi exclusivamente en el almacén. La parte de la tienda, incluso la caja registradora, estaban sin tocar.
TIENDA DE URIAH CLEMENS
Jeb comenzó a andar despacio por el almacén buscando alguna pista que le diese una idea de quién pudiera ser el que había irrumpido en las casa de Clemenes y probablemente, lo hubiese raptado.
De no encontrar nada, intentaría buscar rastros en los alrededores de la casa.
TIENDA DE URIAH CLEMENS
Una vez regresó con Morgan puso observar mejor la escena. Seguía preocupado porque el viejo Uriah no estaba por allí y eso era muy raro.
Si también le hicieron daño...
Apretó los puños con rabia, no le gustaba todo aquel asunto. Además parecía que quien lo hubiera hecho estaba buscando algo concreto, el dinero no parecía el motivo.
-Hay que encontrar a Uriah. Quizás pudo esconderse, espero que no le hayan hecho nada. ¿Os habéis fijado en la tienda? Ni siquiera rebuscaron por allí ni cogieron el dinero. Está claro que quien está detrás de todo esto buscaba algo de su inquilino.
Eso le daba un poco de esperanza de que Clemens estuviera bien, aunque si se había puesto en medio estaba claro que el que lo había hecho no tenía problemas con matar.
Motivo: Conseguir información
Tirada: 1d100
Dificultad: 44+
Resultado: 66 (Exito) [66]
Motivo: Observación
Tirada: 1d100
Dificultad: 43+
Resultado: 47 (Exito) [47]
TIENDA DE URIAH CLEMENS
Morgan parecía reacio a entrar en la tienda, la verdad es que un segundo homicidio en el mismo día y llegando antes que la autoridad podía ser suficiente sospecha como para buscarse un serio problema. A pesar de ello, la insistencia del Sr. Ollerton le conminó a acceder al lugar - un vistazo rápido - se dijo a si mismo - y nos vamos.
Al acceder a la trastienda, respiró aliviado - al menos no hay ningún cadáver.
¿cuándo fue la última vez que lo vieron? - preguntó escuetamente a sus acompañantes - ¿Conocen algún sitio dónde pudiera haberse ocultado el Sr. Clemens?
La distancia emocional que mantenía con ambos le permitía crear posibles escenas en su imaginario, pero carecía de información previa sobre las dos víctimas, lo cual le dejaba muchas posibilidades abiertas.
Trató de fijarse en el suelo, manchas de sangre, marcas de uñas o similar, en el marco de la puerta y la cerradura.
TIENDA DE URIAH CLEMENS
-Si, eso lo tengo claro. No eran ladrones-dijo Jeb-Buscaban algo concreto y sospecho que como no lo encontraron, se llevaron al viejo para ver si lo sonsacaban.
Suspiró.
-Supongo que serían más de uno. Aunque pudiese escapar, que no lo creo, no tengo ni idea de a dónde podría haber ido. Probablemente lo ataron o lo dejaron inconsciente y lo sacaron a rastras. Estaba intentando buscar algún rastro. Dos hombres cargando a otro, un caballo, un carruaje...cualquier huella reciente que podamos seguir.
Dicho esto siguió con su labor de rastreo.
Motivo: Obtener informacion
Tirada: 1d100
Dificultad: 71+
Resultado: 63 (Fracaso) [63]
Motivo: Observacion
Tirada: 1d100
Dificultad: 83+
Resultado: 79 (Fracaso) [79]
Tiro por esas dos a ver si alguna de esas sirve (bueno, si habría servido en caso de superarla :-()
ALABASTER MOON
Las chicas del burdel habían sido de gran ayuda e Isaac no creía que pudieran darle más información.
- Muchas gracias señoritas, les estoy muy agradecido por todo lo que me han contado - se levantó de la silla en la que se había sentado para conversar con las prostitutas y se dispuso a marcharse - Si en algún momento necesitan algo de mi no duden en venir a buscarme.
Bajó las escaleras y se dirigió hacia la puerta cruzando el salón.
- Hasta luego "Lizzy", espero veros pronto en mi tienda cuando lleguen los nuevos vestidos - dijo al despedirse levantando levemente su sombrero.
SALIENDO DEL ALABASTER MOON
Zack salió del burdel reflexionando acerca de sus hallazgos. Había logrado por fin nombres concretos, y de nuevo las pistas apuntaban hacia Mortimer Harnden. Caminaba y casi sin darse cuenta, sus pasos le llevaron a pasar por los Establos Castellon. Y entonces vio la pequeña multitud allí congregada, y la noticia que ya era la comidilla del día: Mortimer Harnden había sido hallado muerto aquella mañana.
TIENDA DE URIAH CLEMENS
Los tres hombres registraron la tienda y también fuera en busca de huellas. Fue Jeb quien encontró junto a la entrada principal el rastro de al menos tres hombres, a juzgar por las pisadas, y alguna señal de pelea. Unas gotas de sangre en la pared y las llaves de Uriah tiradas en la calle. Nathan preguntó a la gente de los locales cercanos por si habían visto algo, y fue entonces cuando una señora mejicana que se dedicaba a la limpieza les confirmó que el señor Clemens había sido detenido, y que se lo habían llevado a la fuerza los ayudantes del sheriff cuando regresaba a su taller la noche anterior.
TIENDA DE URIAH CLEMENS
Nathan regresó con sus amigos y compartió la información que le había dado la mujer mejicana mientras apretaba los puños.
-¡Malditos bastardos! Ellos están detrás de todo esto, estoy seguro... Deberíamos ir a ver si el viejo Clemens está bien y porqué lo han detenido.
No estaba nada contento, aunque sabía que aquellos rufianes eran la ley de Judas Crossing en la actualidad e ir contra ellos podía ser un verdadero problema, por eso miró a sus compañeros en busca de apoyo.
-¿Os parece bien? No podemos quedarnos de brazos cruzados y dejar que esos matones hagan y deshagan a su antojo.
TIENDA DE URIAH CLEMENS
-Mira qué curioso-dijo Jeb cuando su ojo bueno captó un rastro interesante-.
Unos hallazgos reveladores y unas cuantas preguntas les pusieron en una pista difícil de obviar y a pesar de todo lo vivido, a Jeb le costaba creer en las coincidencias.
-Así que encontramos a Morty asesinado y al poco rato, detienen a Uriah Clemens...será mejor que vayamos a verle, sí. Y espero que ese mierdas de Ridgeway no intente interponerse.
TIENDA DE URIAH CLEMENS
La detención del pobre Uriah Clemens no tenía sentido. Era un viejo que no se metía en problemas y era más bien querido en el pueblo, y sobre todo por los que le conocían más. Se lo habían llevado a la fuerza los hombres de Ridgeway cuando regresaba a su casa y taller. Algún tiempo después, alguien había asesinado vilmente a Mortimer Harnden, que también dormía en el mismo taller de Clemens. El nuevo sheriff Ridgeway no parecía tener mucho interés en investigar la muerte de Morty, así que o bien por incompetente o bien por cómplice, estaba involucrado de algún modo los dos sucesos que no podían ser mera casualidad.
Los tres tomaron rumbo hacia la oficina del sheriff...
La historia continúa en 22.3. La oficina del nuevo sheriff
ESTABLOS CASTELLON
Pronto le informaron a Zack que el cadáver de Mortimer ya había sido trasladado, y que Jeb, Nathan y Morgan se habían marchado hacia el domicilio del fallecido. También comentó Fabian que hubo algún momento de tensión entre el nuevo sheriff Ridgeway y los tres compañeros de Zack, y todo parecía indicar que Ridgeway no iba a mover un dedo para encontrar al culpable del asesinato.
Zack sabía que Mortimer Harnden vivía en la pequeña tienda de Uriah Clemens, y le ayudaba con los libros de cuentas. Así que caminó hacia allí, pasando por delante de su propia tienda, ahora con un cartel de cerrado temporalmente. Luego dobló la esquina a Coyote Gulch Road. Y fue entonces cuando vio a Nathan, Jeb y Morgan cruzar con paso decidido hacia la derecha por la Main Street de Judas Crossing.
Y escuchó un extraño silencio. Normalmente a estas horas solía haber ruido del bullicio de la gente de la calle principal del pueblo, pero ahora apenas se escuchaban los pasos de los que se alejaban corriendo, y un silencio pesaba como una losa sobre Judas Crossing.
Algo malo estaba a punto de suceder...
Isaac echó a correr tras sus amigos esperando alcanzarlos. Tenía que contarles lo que había descubierto.
Aunque en su mayor parte lo que traía eran nuevos interrogantes ¿Quién era la misteriosa crupier que al parecer estaba también en Judas? ¿Y si el sureño al que se refirieron las prostitutas se encontraría también aqui?
Se echó la mano al cinturón para poder notar su viejo Colt. Desde que se presentó a la Alcaldía siempre lo llevaba consigo. Se decía a si mismo que era como elemento publicitario para que la gente de Judas supiese que podía defenderles con hechos además de con palabras, pero en realidad los últimos sucesos y el nuevo sheriff eran en realidad el mayor motivo.
Siguió corriendo hacia sus amigos a la sombra de los edificios. No quería gritar para no llamar demasiado la atención, por suerte Jeb no andaba demasiado rápido.
Ya decides si lo pones público para el resto.
Zack comenzó a correr, y cuando dobló por fin la esquina se encontró con una Main Street prácticamente vacía. Tan solo dos guardias del First Bank rifle en mano, y algún curioso que se asomaba por la ventana o de la esquina. Sus amigos estaban caminando despacio hacia la oficina del sheriff, y allí al fondo pudo distinguir la silueta de cuatro ayudantes de Ridgeway, armados y esperando la llegada de Jeb, Morgan, Gerardo y Nathan.
Zack siguió corriendo para alcanzarlos por si podía evitar un tiroteo, o en caso de que la suerte ya estaba echada, apoyar a sus amigos con su fiel Colt.
Fin de la escena, sigue en 22.3. La oficina del nuevo sheriff
Siguiente escena en orden de lectura: [Cap III-Esc22.1] La añoranza del Sr. Ortega