LA HISTORIA DE JUDAS CROSSING

El boceto de una leyenda y unos pocos cuentos rocambolescos es todo lo que hay sobre la historia local. Los más viejos del lugar lo cuentan así:

Un hombre llamado Grissom se encontraba moribundo en estas tierras yermas alejadas de la mano de Dios después de que los indios atacaran a su grupo. O mejicanos, o mormones. Depende de quién cuente la historia. En cualquier caso, estaba muriéndose, de eso no hay duda, con un disparo en el estómago, o acuchillado o con la cabellera arrancada, según qué versión te están contando.

Pue eso, que allí estaba, sufriendo bajo el Sol cuando de repente llegó un hombre caminando desde el desierto. El desconocido se quedó de pie junto a Grissom, pero no le dijo nada. Grissom estaba cegado por el sol seguramente. Tal vez pensara que estaba viendo a un ángel, o a la Parca, o a su madre. ¿Quién sabe? Pidió agua, su voz era como el graznido de un sapo me imagino, pero el hombre no le respondió. El malvado desconocido sacó su cantimplora y se tomó un buen trago él, en vez de ofrecerle a Grissom un sorbo de misericordia para reconfortarle en sus últimos momentos. Después cerró la cantimplora y siguió caminando. La historia dice que el viejo Grissom le preguntó su nombre, pensando en esperarle a las puertas del Infierno para darle las gracias como era debido por su "gentileza".

-“Judas Iscabroso”, dijo el hombre y siguió caminando sin mirar atrás.

Ahora, yo no sé lo que vosotros sabéis de Judas Iscabroso o como se llame, y no distingo las historias de la Biblia de la historia mejicana, pero creo que hay un hombre en ese libro que mató a Jesús y por eso se le condenó a hollar la Tierra para siempre. O tal vez le traicionó a Jesús al Ponderoso Piloto. Sí, era eso. No, espera, no. ¿O era que mató a su hermano? Bueno, estaba más que condenado, creo, y Dios le ordenó la penitencia de caminar para siempre. Eso podía ser bastante feo, una vez se te gastaran las botas.

Así que más tarde, no se sabe si fueron horas o días, pero algo más tarde llegó un hacendado llamado Surly viajando solo hacia California. Pues su perro encontró el cuerpo de Grissom. Surly miró al pobre diablo, todo deshecho, y entonces el cadáver tosió un poco. Resulta que el viejo Grissom aún no se había muerto. Incluso tenía fuerzas para maldecir a Judas por cruzar por allí, y entonces expiró. Así que, este Surly, un hombre religioso donde los hubiese, un hombre cristiano de los de verdad…Se lo tomó como una señal del Dios Todopoderoso para decirle que su viaje había concluido. Enterró a Grissom aquella misma noche, caminó cien pasos, y montó el campamento.

El día siguiente cavó un pozo, según se cuenta, y eso fue todo. El Pozo de Surly sigue allí, sabéis, enfrente de los Juzgados. Podéis ir a verlo.

Los comienzos históricos del asentamiento no se registraron, y se han perdido para siempre. Nadie queda de los que estuvieron aquí entonces, hace veinte o treinta años. O ya están bajo tierra. Hay un poste carcomido en el cementerio en el que pone “Surly”, pero no prueba nada. Los huesos del viejo Grissom, si es que existió aquel hombre, hace mucho que los coyotes los comieron y los esparcieron por el desierto. Así que como podéis ver, todo lo que tenemos es el nombre. Judas Crossing, el Cruce de Judas.

Entre eso y los cuentos populares sobre el origen del pueblo, alguien avispado podrá ver un atisbo de la naturaleza pasajera y engañosa del asentamiento. Uno camina por las calles y piensa si pronto será nada más que casas fantasma, grises y torcidas, como cajas putrefactas, para siempre castigadas por el viento del desierto. Pero no sirve ponerse nostálgico. El pueblo está aquí ahora. Feo y enraizado como una planta trepadora cuando florece. No importa de dónde salió la semilla, ésta acabó aquí y creció hasta convertirse en esta grotesca caricatura embarrada de un lugar civilizado. El Último Fuerte. Así lo llaman algunos. La última parada en el camino hacia el Gran Más Allá. Si consideramos el asunto, creo que acertaron con el nombre. Fuera o no Judas quien pasó por aquí, este lugar es un Cruce sin duda. Está situado entre la civilización y lo salvaje, uniendo Este con el Oeste, atravesando los territorios adyacentes como una infección ulcerosa. Judas Crossing está a mitad de camino de cualquier lugar a ningún lugar. No sabemos con certeza si Judas pasó por aquí. Pero si sucedió, creo que hizo bien en seguir andando, hacia o desde el Infierno. O lo que fuera.

LA ECONOMÍA DE JUDAS CROSSING

La vida del pueblo es el oro. Hay prostitutas, claro, y ganado, alcohol, tabaco, estaño, plomo y mala voluntad, pólvora y malas intenciones, sudor, coraje y dinamita en cantidad. Una mezcla más que suficiente para que sucedan cosas interesantes.

No obstante, la auténtica esencia de Judas Crossing es la que le da la vida. Si le cortas las venas, sangra oro y el origen de ese oro es principalmente la Mina de Bordeaux. Jean Henri Bordeaux es un tipo bajito e infame. Suele llevar una fusta a la que llama “Motivación”. Tiene una operación minera a gran escala arriba en Dry Creek Gulch, y la gestiona con mano de hierro y con hierro en la mano, si sabes a lo que me refiero. No pasa ni una semana sin que algún piquero acabe acribillado a tiros porque intentaba sacar a escondidas una pepita en el pelo o debajo de la lengua. Soy de los que piensa que a Bordeaux no le gusta pagarles las nóminas, pero no soy más que un viejo cínico. Así que coge con pinzas lo que te vaya diciendo.

En cualquier caso, hay bastantes operaciones mineras más pequeñas, y Judas Crossing está plagado de los típicos buscadores de oro independientes llenos de esperanza. Pero la Mina de Bordeaux es el único negocio de oro con éxito contrastado.

Además de la minería, hay una gran empresa ganadera al noroeste del pueblo: el rancho “Barra Doble J”, cuyo propietario y gerente es Magnus Corcoran. Él no suele visitar el pueblo a menudo, ya que prefiere tener un ojo puesto en todos los aspectos de su negocio. Pero sus vaqueros y hombres se presentan puntualmente cada tarde de sábado para tomar parte de la oferta de ocio y gastar su sueldo semanal aquí.

Hay cantidad de otros intereses a menor escala que completan la chapucera economía del pueblo. Los exportadores más importantes son la Curtiduría de Jaspers y el joyero Cohen. La importación es más común, ya que muchos negocios dependen de los proveedores de la costa Este para los materiales y los bienes con los que comercian. Hasta que el ferrocarril considere oportuno traer una línea ferroviaria hasta Judas Crossing, la mercancía seguirá entrando y saliendo con una de las empresas de transporte: “Cavendish Freight Co” o “Singleton Freight”.

LAS FACCIONES

La personalidad de Judas Crossing, y lo divertido del lugar para algunos, se deriva de su estructura de poder confusa y vigorosamente competitiva. Cuatro facciones importantes se pelean por las riendas de una comunidad en auge, sin que ninguna haya conseguido aún una posición dominante. Cada uno de los grupos tiene una base de poder diferente, y numerosos agentes entre los lugareños, tanto conocidos como secretos. En su mayor parte, existe una especie de acuerdo de caballeros entre las facciones, y los sucesos desagradables se mantienen al mínimo. Aún así, se siente una tensión palpable en el pueblo. La mayoría de los residentes creen que es sólo cuestión de tiempo para que los meses de maniobras y la situación de tablas den lugar a una resolución violenta mediante armas.

Los que llegan a Judas Crossing, no podrán evitar verse arrastrados por las tensiones políticas del pueblo, o tendrán que dedicarle bastante esfuerzo y astucia para mantenerse neutrales. Con eso dicho, es más fácil avanzar y conseguir los objetivos con el apoyo y el soporte de una facción u otra. El truco es averiguar cuál de las facciones es la más adecuada para tu propósito, y después llegar a entender “las reglas del lugar” para ganarse el favor de la facción.

En la actualidad, existe un frágil equilibrio entre las facciones. Ningún grupo quiere arriesgarlo todo ni mostrar sus cartas. Van a estar pendientes de cualquier recién llegado a Judas Crossing, buscarán de forma oculta o abiertamente poner a prueba sus intenciones y su temple.

Las cuatro facciones son conocidas en el pueblo como el Consejo Municipal de Cashpaw, la Cuadrilla de Yeates, Los Lobos Negros y los Aristócratas de Judas. En general, los mercenarios y desperados encajan mejor para la banda de Cashpaw. La gente trabajadora y normal suele simpatizar con el grupo de Yeates. Los marginados y los que tienen ascendencia no europea hallarán protección con Los Lobos. Y los talentosos, los ricos y los más astutos, o los que tienen fama o notoriedad excepcional, llamarán la atención de los Aristócratas.

El periódico del pueblo es el Pioneer Gazzette. Es propiedad de Cole Heinz, aunque la mayoría de los artículos de la publicación semanal son obra de su aprendiz Lee Pembleton.