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Judas Crossing [18+]

[CRÓNICA] CAPÍTULO I - INTRODUCCIÓN

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13/01/2024, 19:23
Narrador
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CRÓNICA: CAPÍTULO I –  ESCENA 1: INTRODUCCIÓN

Despacho de “Blackeye” Cashpaw, Peacock Saloon, Abril 1870

Ennis “Blackeye” Cashpaw repasaba los libros del Peacock Saloon. Ya los había revisado, pero quería echar otro vistazo aquella mañana. Los últimos meses habían sido muy buenos para sus negocios, y por lo tanto necesitaba estar atento a cualquier cosa que pudiera cambiar esa tendencia. El pueblo seguía en franca expansión, y distintos intereses convergían en Judas Crossing. Cashpaw se sentía como un malabarista tratando de mantener en marcha la compleja maquinaria. Las distintas facciones mantenían un frágil equilibrio, pero era cuestión de tiempo que las tensiones desemboquen en hostilidades abiertas. Pero nadie quería dar el primer paso. Tal vez era mejor así. Todos salían ganando en la fiebre del oro, y los que manejaban los hilos sabían que lo bueno no iba a durar eternamente. De momento, Cashpaw tenía bien atado el Consejo Municipal, y por sus manos pasaba una gran parte del dinero que entraba en Judas Crossing. Aún así, algunos necesitaban un recordatorio de cuando en cuando de quién mandaba en la ciudad.

Apuró la taza de café, y la dejó junto al periódico. Otra portada del Sr. Pembleton sobre vetas de oro que brotaban en las montañas del desierto. El periódico Pioneer Gazette era otro engranaje más en la maquinaria de atraer a los incautos y a los desesperados hasta la trampa de Judas Crossing. Un engranaje que no dominaba Cashpaw de forma directa, pero aún así cumplía su función. Pero tal vez había que controlar qué se publicaba, y dónde…

Muchos habían sido desplomados aquí, y otros ahora estaban enterrados en el desierto o en la montaña. Y unos cuantos como alimento para los cerdos. Cashpaw llevaba cuidado en hacer desaparecer a personas cuya muerte no iba a traer problemas para Judas Crossing. Hombres sin familia y sin oficio. Hombres que nadie iba a echar de menos. Cualquiera podía matar a un hombre. Pero no todos sabían matar sin dejar rastro, y sin posibles consecuencias.

Por la ventana de su despacho vio a un hombre avanzar con un caballo que cargaba con un cadáver. Detestaba ver cómo paseaban a un hombre asesinado por las calles de su ciudad. No era bueno para el negocio…

No le vio en detalle pero parecía uno de esos cazadores que vivían en las tierras salvajes alrededor de Judas Crossing, y que rara vez entraban en el pueblo. Pero cuando lo hacían, sabían cómo divertirse. En cuanto al fiambre, no sabía quién era. Solamente pudo ver unas botas caras. Y por el estado del cadáver, llevaba ya tiempo muerto. Se encogió de hombros. No todo lo que sucedía tenía que ver con Cashpaw. Estaba casi seguro que ninguno de sus hombres había sido el responsable.

Era un frágil equilibrio…

Se sentó de nuevo, pero antes de retomar las cuentas del Peacock, agarró el periódico…

Notas de juego

jugado 07/01/2017, traslado aquí desde El Saloon Peacock

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13/01/2024, 19:24
Judas Crossing Pioneer Gazette
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13/01/2024, 19:28
Narrador
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Cuando terminó de leer el periódico, seguía con las cuentas. Pero estaba inquieto. Agarró la botella de whiskey, y entonces tocaron la puerta. Era Copeman para decir que había llegado una fulana de Alabaster Moon. Todos los martes Celeste Avalon le enviaba a una, elegida siempre con un criterio exquisito.

No recordaba su nombre de ésta, pero sí le había echado un ojo en el Alabaster la semana anterior. Era de las chicas más jóvenes que ofrecía Celeste, y parecía estar siempre contenta y con ganas de fiesta. Pero era pronto, apenas medio día. No solía enviarla hasta media tarde, excepto si quería hacer entrega de alguna información u otra clase de mercancía.

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13/01/2024, 19:29
Ennis "Blackeye" Cashpaw
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Que suba... _dije a Coperman mientras deslizaba una mano en el cajón del escritorio y añadía unas gotas de Whiskey a mi café. Se quedo allí parado, sin contestar. Coperman era un elemento de cuidado, siniestro y algo imprevisible a veces, y eso era algo que no me gustaba, por suerte para él, disponía de otra serie de talentos que se avenían mucho mejor a mis intereses y eso lo convertía en una herramienta muy valiosa para mi negocio. En ocasiones como aquella, permanecía ausente y se quedaba bloqueado, como esperando una limosna que nunca terminaba por llegar.

_ ...¡Venga!... _ le apremié acompañando mi requerimiento con un gesto de mano condescendiente, como el que se le hace a un perro que ya no es bienvenido_ ...y lávate esa puta camisa joder! ¡Por Dios santo!... _suspiré_ ...parezco el patrón de una banda de indios Harapientos, ¿Es que solo sabéis gastaros la asignación en putas y alcohol? Jesús!, dame paciencia...!

En cuanto Coperman desapareció, cerré el libro de cuentas y lo guardé bajo un montón de documentos. No creía que las putas del Alabaster supieran leer, pero si algo había aprendido de las mujeres , era que eran demasiado curiosas y no había razón para animarlas a fisgar en las cuentas del Saloon, después de todo, allí había cosas que malinterpretadas podrían molestar a algunos de mis socios/acreedores. Primero aquel cadáver arrastrado por la calle principal y ahora una fulana del Alabaster. Sabia que aquello no podía ser una coincidencia...y de parecerlo, las coincidencias en Judas Crossing solo eran sinónimo de problemas. Cuando la jovencita entro, la repasé de arriba abajo y la invite a entrar con un gesto. No era que las putas del Alabaster me agradasen especialmente, en realidad me gustaban otro tipo de mujeres, no existía un reto en follarse a una cabaretera a la que yo mismo mantenía...pero un hombre tiene sus necesidades y la novedad siempre era un aliciente del deseo. La chica nueva tenia buenas formas y su espíritu dicharachero e inocente me resultaba atractivo. Bajo mis pantalones, mi miembro se puso duro como un poste de madera.

¿Y bien? supongo que no has adelantado tu cita porque echabas de menos a mi pajarito ¿no? _ le inquirí anticipando los motivos de su visita. ¡Vamos, vamos! desembucha, no tengo todo el día... ¿o se te ha comido la lengua el gato? Mientras hablaba, me dirigía al sofá con un puro en la boca, afanado en desabrocharme los pantalones. La muchacha parecía confusa, tal vez percibiendo cierta contradicción entre mis palabras y mi lenguaje corporal... Saltando al paso de su desconcierto, continué: Bueno, ya que estas aquí será mejor que aprovechemos la visita...¿no crees? La invité a acercarse y cuando estuvo al lado del sofa la agarré del hombro y la empujé suavemente hasta ponerla de rodillas. Ahora me contarás que es lo que Celeste te ha dado para mi..._la chica permanecía muda, algo azorada...la miré curioso, fingiendo una falsa lastima_ ...¿no? bueno, mientras recuperas el habla, trabajemos un poco aquí abajo. El tacto de sus labios era cálido y carnoso, Celeste le había enseñado bien la profesión. ¡Uoooh!...¡Vaya!.., tranquila... ¿parece que el gato no se ha comido tu lengua después de todo? dejemos un poco de energía para después... _terminé entre carcajadas. La sujeté del brazo y volví a levantara hasta que nuestros ojos se cruzaron. Ella se limpiaba la boca con el dorso de la mano. Vamos, ¡cuéntame!

La incertidumbre me tenia inquieto...aquella visita significaba problemas y los problemas en Judas Crossing a menudo venían acompañados de sangre y cadáveres. Dejarse arrastrar por el placer antes de resolverlos no era inteligente.

Notas de juego

^^ No se si algo asi es lo que me pedías. Pero me pareció un momento muy de Al (Caspaw) xD A falta de conocer la info que me trae la puta, imagino que no será nada que requiera mi presencia en el lugar tan pronto(?) Así que supongo que lo que haría sera: Obtener información del contacto (1D100) Y a continuación, dependiendo de lo que sea, enviar a alguien a investigar más, tal vez acompañado de bajar al Saloon para ponerme al día ^^ En fin eso todavía no puedo decidirlo. Pero tu mismo sabrías como respondería en cada caso. Supongo que no hay problemas con la escena del sofá, ya que la partida es de +18 (si los hubiese, censura a voluntad, aunque ya procuré no ser muy explicito xD) Pd: No te acostumbres a la velocidad de posteo, hoy es mi ultimo día libre antes de volver al choio y me apetecía postear aquí. saludos^^ Edit: Añadida imagen XD

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13/01/2024, 19:32
[CC] Elizabeth "Lizzy" Strider
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Lizzy se limpiaba la boca, y se le escapaba una risita nerviosa. Su cabello rubio y rizado se había despeinado por completo por la impetuosa pasión del Sr. Cashpaw. Lizzy había oído rumores de la fogosidad del dueño del Peacock, y en verdad se había imaginado este encuentro en algunas ocasiones. Pero de un modo alfo diferente. Aún así, aquí estaba, y el Gran Hombre le estaba hablando. –Vaya, señor Cashpaw. Es Usted todo un semental, y no se anda con tonterías como suelen hacer los muchachos…

Cashpaw aún le agarraba el brazo, y con la otra mano Lizzy se colocaba ahora un poco mejor la fina blusa de la que se habían perdido algunos botones. –Hoy cuando le  he he dicho a Celeste lo de Claudia. Ha sido cuando ella me ha dicho que le visitara, Sr. Cashpaw.

Lizzy mostró una sonrisa más juguetona, aunque seguía algo nerviosa. Su mano enrollaba ahora algunos de los largos rizos de su melena. Y se dio cuenta de que Cashpaw esperaba algo más… -Ah sí, es que Claudia estaba, como era la palabra, in-is-puta. No, espera. In-Dis-Pu-Esta. Que no podía trabajar, decía. Lloraba como una magdalena, la pobre. Es que su cliente favorito, un hombre de traje, de Boston... Desapareció de repente un día, hace unos meses.

Eso solía pasar. Los hombres entraban en el Alabaster Moon y contaban historias y hacían promesas, y se iban para no volver. –Es que había visto como Henry Harris, traía el cuerpo del chico. ¡Algo terrible! Creo que trabajaba para el banco, o algo. Subía por el río Delores a ver el valor de las concesiones. Había venido desde la Costa Este. Un encanto de hombre, muy apuesto. Casi tanto como Usted. ¡Qué horror!

Lizzy seguía hablando sin parar. –Pero no es excusa para que no trabaje, claro, se apresuró en añadir. –Los clientes tienen derecho a divertirse aunque a ti te duela el corazoncito, ¿no cree?

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13/01/2024, 19:33
Ennis "Blackeye" Cashpaw
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Lizzy era hermosa y alegre, pero desde luego estaba mas guapa cuando mantenía la boca cerrada...u ocupada en otros menesteres.

De su boca salían toda clase de historias intrascendentes y su mente se dispersaba con facilidad. Le costaba ir al grano, lo mismo que a los prospectores abandonar las cantinas después de un afortunado día de trabajo.

Poco a poco, por fortuna, fue llegando al final de su relato, y la información que buscaba, cayendo a cuentagotas de sus labios húmedos.

¿Un banquero dices? repetía pensativo mientras descansaba el puro en el cenicero de la mesita para abrocharme la cremallera

Subiendo el Delores eh... mascullé recuperando el puro y echando un nuevo vistazo por la ventana, apoyando mi mano en el marco de madera.

De repente, fui consciente de que la puta seguí allí, esperando, mirándome con una cara estúpida, de modo que la sonreí condescendientemente y la invite a volver al Alabaster.

La cogí por la cintura y la empuje gentilmente hacia la puerta.

Lo has hecho muy bien Lizzy, querida...ahora quiero que vuelvas con Celeste y le digas que te compré un vestido nuevo...o una blusa, o unas botas, algo...que sea bonito, pero no demasiado caro, ya sabes.
Se trataba de un pequeño caramelo para mantenerla contenta, pero tampoco necesitaba crear demasiadas expectativas en una puta.

Supongo que te habrá lavado bien esta mañana no?...recuerdale que lo haga siempre antes de enviarte aquí...y que no te obligue a trabajar con ningún pordiosero de eses de las minas...eses cerdos desdentados no merecen un bocadito como tu, dile que si lo hace tendrá que venir ella en persona la próxima vez. terminé con una sonrisa fingida que se torno en un rictus de hastío en cuanto la puerta se cerro tras ella.

Lo cierto era que los méritos o deseos de Lizzy me traían sin cuidado, pero solo Dios sabia que microbios y enfermedades podían transmitir aquellos cerdos malholientes de las minas...Celeste tenia ordenes de reservar los mejores clientes para las putas que me enviaba, pero nunca estaba de más un sutil recordatorio de cuando en cuando.

Notas de juego

Ok, por mi parte nada más de momento.

Supongo que o el banquero, o esas concesiones tendrán algo que ver con mis negocios(como en la serie xD) de otro modo Celeste no habría enviado la puta.

Si ya estoy al tanto de esa información dímelo, sino mandaré a alguien para que recopile esa información por mi.

De ser así, es posible que necesite también contactar con el tío del periódico para manipular un poco la info que de sobre la noticia de la muerte...ahora no lo encuentro, pero creo que al del Diario lo tengo en nomina ¿no?

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13/01/2024, 19:34
[CC] Elizabeth "Lizzy" Strider
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-Claro, eso sin duda. Me encanta sentir el agua fría por la mañana… allí abajo, contestó Lizzy tapándose la boca con la mano y riéndose nuevamente. Abandonó el despacho de Cashpaw para regresar al Alabaster Moon. No tenía muchas esperanzas de conseguir ese nuevo vestido, pero al mismo tiempo era consciente de que el encuentro podía haber salido peor para ella. Mucho peor…

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13/01/2024, 19:35
Narrador
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Cashpaw agarró el puro a medio terminar de la mesa, y salió al balcón. Desde allí controlaba la calle Peacock Street, y también una parte de la otra arteria principal de Judas Crossing, el Main Street. Y volviendo la esquina, hacia la parte interior de la manzana, tenía una vista a la ventana del despacho privado de Caprice D’Vialdi, la propietaria del First Bank of the West.

Se trataba de una mujer astuta, a pesar de su sordera. Se rumoreaba que en la caja fuerte del primer banco de Judas Crossing ella guardaba decenas de concesiones mineras como avales de préstamos de todo tipo. Dinero para negocios fracasados, que solía acabar en las arcas del Peacock Saloon a golpe de chupitos de whiskey, póker y horas con las chicas. Formas de ahogar las penas de los sueños perdidos.

First Bank había traído a un perito de Boston para, al parecer, evaluar el valor de algunas concesiones. Era importante saber lo que valían esos avales. En su mayoría eran papel mojado que se usaba para engañar a los bobos que llegaban al Crossing. De hecho, los mineros primero buscaban en la montaña que se veía alzarse detrás de los edificios del pueblo. Lo habitual era buscar cerca de los afluentes del río Delores. Lo que encontraban era suyo, y unos pocos se lanzaban a reclamar una concesión.

La muerte del perito de Boston podía llegar a ser un problema. Tal vez le echarían de menos en algún lado. No se había actuado de forma sensata, desde luego. El valor de las concesiones como avales era reducido. Lo normal es que una concesión si no se trabajaba en unas semanas pasaba otra vez a la lotería o rotación de concesiones listas para asignar o ser adquiridas. Pero las que eran avales de préstamos tardaban más, y el banco solía sacarlas a subasta para reducir algo sus pérdidas. Era una forma barata de conseguir concesiones, o a veces algunas con un informe técnico que las avalaban. Tal vez a alguien no le interesaba que el valor de una concesión fuera a subir después del examen de un experto.

Pensó en el Pioneer Gazette. El periódico local lo manejaba con soltura el General Yeates y su cuadrilla. Pembleton, el aprendiz y el propietario eran todos miembros de la Cuadrilla de Yeates, aunque eran gente sensata que miraban por el bien del pueblo.

Notas de juego

He puesto algo de info de prospección aquí

Por cierto, Celeste de Alabaster Moon tiene un rango alto (As de Picas, como Cashpaw). Te suele hacer caso, pero maneja bastante poder en Judas Crossing.

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13/01/2024, 19:38
Narrador
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First Bank of the West, residencia de Caprice de Vialdi, Abril 1870

Era già l'ora che volge il disio
ai navicanti e 'ntenerisce il core
lo dì c'han detto ai dolci amici addio;

La bella canción se escuchaba por la ventana abierta desde el Salón de Baile de las Altas Llanuras al otro de Main Street. Samuel Heppler no entendía lo que decían, pero le sonaba a música celestial. Lo que sí notaba era un ligero temblor en su mano al pasar el metro por la cintura de la Srta. De Vialdi por detrás de ella. En otras ocasiones, había sido su padre Enis quien se había encargado de todo el proceso de prepararle un nuevo vestido a Caprice De Vialdi, la propietaria del First Bank of the West y una de las personas más influyentes de Judas Crossing. Pero Samuel ya tenía diecisiete años, y un futuro prometedor como sastre.

De momento, tenía los cinco sentidos puestos en la tarea. La Srta. De Vialdi era una mujer extraordinariamente bella, pero a la vez exigente y atenta a los detalles. El vestido que le estaban preparando lo llevaba puesto, y encajaba a la perfección. Los tonos verdes realzaban su blanca piel, y el encaje con escote palabra de honor y una chaqueta a juego al estilo de París le hacían parecer más alta y elegante. Los vuelos de la falda con numerosos pliegues eran llamativos.

Sin duda sería un éxito. Se rumoreaba que Caprice De Vialdi lo había encargado para un evento de la alta sociedad en un barco de vapor en el Río Missouri. Samuel suspiró. Soñaba con eventos así, con la flor y nata mostrando sus mejores galas.

e che lo novo peregrin d'amore
punge, se ode squilla di lontano
che paia il giorno pianger che si more;

De Vialdi se encontraba en medio de su despacho privado en la segunda planta del banco. Detrás de ella estaba el aprendiz de sastre, y delante su inseparable guardiana Blossom. La exótica mujer oriental le incomodaba a Samuel Heppler. Había oído rumores de todo tipo, pero todos coincidían en que era mejor mantenerse alejado. De reojo observó que llevaba un kimono de seda fina que hacía juego con el nuevo vestido de su ama.

-Ya he terminado, dijo carraspeando. Al ver que De Vialdi no se inmutaba recordó que ella era sorda. Caminó hasta estar delante de ella, y con una reverencia repitió las palabras acompañándolas con un gesto adecuado y se puso a recoger sus cosas ante la atenta mirada de Blossom.

quand' io incominciai a render vano
l'udire e a mirare una de l'alme
surta, che l'ascoltar chiedea con mano.

Fuera, el joven Bai Buffalo Wang seguía con su ensayo matutino. Esa noche iba a contar la ópera completa en el Salón de Baile delante de los Aristócratas. Caprice De Vialdi no sabía seguro si iba a acudir esta vez. Tenía un asunto que atender…

Notas de juego

jugado 02/07/2017, de El Salón de Baile de las Altas Llanuras

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13/01/2024, 19:39
"Blossom" Shikibu
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Blossom y Caprice se quedaron a solas. Con un paso lento, como si estuviera flotando, la oriental cerró la ventana y acompañó a Caprice hasta el lugar de reuniones. Sabía que Orpheus Anthony no tardaría en subir tal y como habían acordado.

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13/01/2024, 19:41
Orpheus Anthony
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El grandullón entró en la salita, y su presencia parecía ocupar cada rincón del cuarto. Se sentó en su sillón sin hacer ningún comentario acerca del nuevo vestido. No entendía mucho de esas cosas. Pero sí entendía que la situación en Judas Crossing se estaba agravando. Esa mañana, el cazador Hank Harris había traído el cadáver del perito desaparecido hace unos meses. Un hombre que había venido del Este, y al que De Vialdi había encomendado la misión de tasar algunas concesiones que tenía como avales de las hipotecas que no se estaban pagando.

El valor de una concesión minera variaba enormemente según los hallazgos de las vetas de oro. Las montañas guardaban muchos tesoros, y había gente que no quería que se revalorizaran las concesiones que pronto entrarían en subasta pública.

-¿Cree entonces que fue Bordeaux?, preguntó pero ya sabía la respuesta. –No quería que se investigara la concesión 3CL…

Le costaba asimilar el paso que iban a dar, pero confiaba en el criterio de Caprice De Vialdi. –Si queremos deshacernos de la escritura del 3CL sin que acabe en manos de Bordeaux, se la podemos dar a Pierre D’Rue según el plan. Puedo traerle a una reunión. El tono de Orpheus Anthony no dejaba lugar a dudas. No se fiaba del francés, pero era la persona que había escogido su amiga y jefa.

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13/01/2024, 19:42
Narrador
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Pierre D’Rue no caía bien en general. Con sus pantalones de seda con rayas extravagantes y acento francés exagerado que había detectado al momento Caprice. No le había dado mayor importancia, e incluso le divertía ver desde su ventana cómo Pierre acudía a los bares tranquilos para fumar un puro y beber su brandy estrenando traje y contando historias de sus viajes por el mundo.

Pero buscando a alguien para hacer la jugada peligrosa de la concesión 3CL, el “Terzo Ci-El”, había encontrado algo del pasado de Pierre D’Rue que le hacía la persona ideal. Su pasado escondía algo que nadie más en el pueblo sabía. Caprice había recibido la información de la agencia Pinkerton acerca del “Caballero ladrón de bancos” que había actuado en Nueva York durante 18 meses. La descripción encajaba hasta el mínimo detalle. Ahora, Caprice tenía un cómplice potencial para llevar a cabo su jugada.

Notas de juego

La “jugada” sería convencer a Pierre para que acuda a la fiesta del barco de vapor, y que lleve la concesión 3CL. Y que se deshaga de la concesión en una partida de póker o similar. De esa forma, Bordeaux no puede comprarla en subasta. Luego Caprice arregla el papeleo en el banco.

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13/01/2024, 19:42
"Blossom" Shikibu
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-¿Estás segura de esto?, preguntó Blossom. Nunca hablaba en público, e incluso en estas reuniones privadas de los tres compañeros lo hacía en raras ocasiones. Pero lo que iban a hacer podría traer consecuencias imprevisibles a largo plazo. Engañar a Bordeaux, hacer desaparecer una concesión… Él iba a sospechar de Caprice, sin duda.

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13/01/2024, 19:43
Caprice D´Vialdi
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-Lo he meditado mucho -le contesto a Blossom. Resulta agradable poder hablar después de pasar el día haciéndome pasar por sorda, aunque es algo a lo que ya estoy acostumbrada. -Aunque puede ser peligroso, alguien tiene que poner freno a Bordeaux, para que no consiga aún más poder. 

Me levanto y saco algo de mi bolsillo. -He preparado una carta para invitar a Pierre D'Rue a una cena privada. Creo que llamará menos la atención eso a que vayas tú, Orpheus, a traerlo a tu modo-. Profeso un cariño especial a Orpheus, mi protector incansable, pero no es un hombre que se caracterice por un comportamiento sutil. 

La carta es sin duda una invitación que suscitará el interés del presuntuoso francés, incluso la he rociado con perfume. La misiva reza:

Estimado Pierre, sería un placer invitarle a una cena en mi residencia esta noche a las 9, con el fin de intercambiar opiniones y conocernos mejor. 

Firmado: Caprice De Vialdi

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13/01/2024, 19:44
[JG] Pierre D'Rue
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Estimado Pierre, sería un placer invitarle a una cena en mi residencia esta noche a las 9, con el fin de intercambiar opiniones y conocernos mejor. 

Firmado: Caprice D'Vialdi

 

Pierre D’Rue saboreó el excelente vino de la cena como si estuviera evaluando sus características. En otros momentos, en otras circunstancias, delante de otras personas, Pierre habría contado alguna historia inventada sobre el origen de ese vino, o sobre la belleza de los campos franceses donde había sido cultivada la uva, para luego acompañarla de una graciosa anécdota personal para provocar las risas de los presentes. Esta noche no hizo nada de eso. Enfrente tenía a Caprice De Vialdi. Y sospechaba… no, tenía la escalofriante certeza de que ella no se iba a dejar engañar fácilmente. Era una mujer hermosa, pero aquella noche él se dio cuenta de que era además tremendamente astuta y peligrosa.

La invitación de Caprice De Vialdi le había sorprendido a D’Rue, pero no había dudado en aceptarla. Una cena privada con la aristócrata más poderosa de Judas Crossing era, a todas luces, un golpe de fortuna que le podía abrir michas puertas. No obstante, una extraña sensación de preocupación se había apoderado de él nada más entrar en el edificio de First Bank of the West. Orpheus Anthony, el hombre de confianza de la propietaria del banco, le había acompañado hasta el comedor. Una vez dentro, cualquier ilusión de una cena íntima a la luz de las velas se esfumó como un espejismo en el desierto.

Caprice De Vialdi le había esperado sentada, y detrás de ella a unos pocos metros estaba su inseparable y exótica protectora Blossom. Cuando Pierre se había acercado para besarle la mano a la anfitriona, había notado como el cuerpo de Blossom se había tensado. Después de presentarse formalmente, el Sr. Anthony le había sentado en la silla enfrente de De Vialdi. Cada uno en una punta de una mesa de seis. Detrás de Caprice, Blossom seguía inmóvil. Y detrás de Pierre estaba Anthony Orpheus. Les habían servido la cena, y Pierre había comenzado varios temas de conversación. Era difícil saber si Caprice le estaba entendiendo, aunque él procuraba hablar con claridad y mirándola siempre para que pudiera leerle los labios. Pero ella parecía tener la cabeza en otro sitio. Los silencios se habían hechocada vez más largos e incómodos.

Encima de la mesa había una carpeta con documentación, y Pierre D’Rue estaba cada vez más preocupado…

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13/01/2024, 19:44
Caprice D´Vialdi
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Tras escuchar el discurso insustancial de Pierre, bebo un sorbo de mi copa y hago un gesto a Orpheus, que enseguida recoge la carpeta que hay sobre la mesa y se la entrega a nuestro invitado. Nervioso, Pierre la abre, y puedo observarlo mientras descubre que conozco su pasado como ladrón de bancos. Desde ese momento, la velada adquiere un matiz distinto para él, como desvela su rostro. 

Dentro de la carpeta encuentra la concesión Terzo Ci-El, una invitación para la fiesta a bordo del Paradiso y unas instrucciones precisas sobre su participación en la fiesta: 

"Desde este momento, la concesión 3CL le pertenece. Preciso que asista usted a la fiesta que tendrá lugar a bordo del Paradiso, y una vez allí, habrá de dejarse ganar en una partida de Poker, perdiendo así la concesión". 

Una vez que Pierre ha leído las instrucciones, Orpheus se acerca a él y se queda con la nota.

Tras despedir a mi invitado, me quedo a solas con la nota dirigida a Pierre y el fuego que ahora la invade. En este momento sé que la voluntad de Pierre está en mis manos, e intuyo que no me fallará.

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13/01/2024, 19:47
Narrador
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Notas de juego

Comienza la historia de Judas Crossing, siguiente escena en orden de lectura:

[Capítulo I - Escena 1.1.1] Pro Aris et Focis