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Judas Crossing [18+]

[CRÓNICA] CAPÍTULO I - SIN NOTICIAS DE PIERRE D´RUE

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13/01/2024, 21:01
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CRÓNICA: CAPÍTULO I – Escena 2: SIN NOTICIAS DE PIERRE D’RUE

First Bank of the West, Junio 1870

Caprice De Vialdi observaba por la ventana la concurrida Main Street de Judas Crossing. Otro día más llegaba a su fin, y la gente comenzaba a buscar las actividades de ocio y de diversión que ofrecía la noche. Otro día de trabajo gestionando su banco. Otro día sin movimientos de las piezas más importantes del tablero de juego. Un tablero un juego que ni siquiera ella pudo ver con claridad. Otro día más sin novedades del Sr. Pierre D’Rue.

Habían pasado ya varios meses de la fiesta en el barco El Paradiso. El francés no había regresado, y apenas nada se sabía de lo sucedido. No era prudente interesarse de forma abierta de lo sucedido en aquella fiesta. Se sabía que la joven hija del Sr. Bordeaux había acudido. No obstante, cada día que pasaba era más evidente que la concesión 3CL, el Terzo Ci-El, no estaba en poder de aquel hombre sádico y peligroso. Al mismo, el Sr. Bordeaux seguramente sospechaba cada día más que Caprice De Vialdi había tenido algo que ver con la desaparición de la concesión.

El asunto del documento 3CL seguía en los pensamientos de Caprice De Vialdi. Cualquier día podía aparecer en Judas Crossing. Mientras tanto, debía de mantener una apariencia normal y buscar nuevos apoyos para la guerra que estaba por llegar. La guerra por el poder y por el futuro de Judas Crossing.

El pueblo crecía día a día. Nuevos trabajadores, nuevos negocios, nuevos intereses. La facción del Consejo de Cashpaw estaba acumulando poder e influencia, pero no eran los únicos. Si el plan de Caprice De Vialdi salía bien, y si podía derrotar a los corruptos aristócratas sin escrúpulos desde dentro, el futuro de Judas Crossing se iba a decidir entre la Cuadrilla de Yeates, el Consejo Cashpaw y los Lobos Negros. De algún modo, ella creía que las tres facciones restantes podían entenderse una vez eliminado el auténtico mal que habitaba en el Salón de Baile de las Altas Llanuras. La explotación de los incautos y el enriquecimiento desmesurado de unos pocos sin un plan de futuro… Eso tenía que acabar, a cualquier precio.

En la salita contigua de su residencia, se encontraban sus dos personas de confianza. Anthony Orpheus y Blossom estaban sentados en unas sillas de madera, en silencio. Era difícil saber si había sido buena idea hacer desaparecer una concesión que tanto anhelaba el Sr. Bordeaux. En cualquier caso, ambos iban a estar al lado de su amiga y su jefa, pasara lo que pasara.

Notas de juego

DJ: Traslado lo jugado en El Salón de Baile a esta escena para que la historia se pueda leer de forma lineal

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13/01/2024, 21:04
Orpheus Anthony
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Orpheus estaba sentado cara a cara frente a Blossom, los dos en silencio. El enorme hombre estaba preocupado. Preocupado por el francés y la concesión. Preocupado por lo que pasó en aquel barco. Pero, sobre todo, preocupado por su amiga y jefa. Aquella era una jugada arriesgada, algo no había salido como ellos esperaban y cabía la posibilidad de que Bordeaux empezase a sospechar de Caprice.

Si hiciera falta, Orpheus aplastaría la garganta de aquel malnacido como si fuera una lata. Ya lo había hecho y lo volvería a hacer. Pero suponía que su jefa tenía otros planes a más largo plazo.

Quizá podría levantar su enorme cuerpo y darle una vuelta por Judas, a ver si descubría algo de lo que había sucedido en aquel barco. Pero de momento no quería molestar a la señorita De Vialdi, la cual seguía mirando por la ventana. Así que continuó en silencio, esperando.

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13/01/2024, 21:04
"Blossom" Shikibu
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Blossom, sentada frente a su amigo Orpheus, recogió enseguida la mirada de éste y captó sus pensamientos. Él estaba preocupado, aquello estaba claro. La joven entendía perfectamente por qué se preocupaba. Las cosas no habían salido mal en realidad; la concesión había desaparecido, lo cual era su intención desde el principio, así que hasta ahí todo había ido bien. El problema era que el señor D'Rue no había vuelto a aparecer y no tenían mucha idea de dónde había acabado aquel documento... 

Eso y la creciente sensación de que el señor Bordeaux podría sospechar de Caprice en cualquier momento, hacían que Shikibu entendiese perfectamente el rostro de su amigo. Le sostuvo la mirada. No sonreía, no solía hacerlo mucho, pero su expresión era amable y tanto Orpheus como Caprice habían aprendido a entender su extenso lenguaje no verbal. "Tranquilo" decían sus ojos y las comisuras de sus labios "todo saldrá bien, Caprice lo tiene todo controlado y, si algo sucede, estamos tú y yo delante". 

Las manos nacaradas de la joven jugueteaban inconscientemente con una de sus horquillas, afiladas como agujas, terminada en una hermosa talla que imitaba a la perfección la flor del cerezo rojo que coloreaba los campos de Japón en primavera. Sus ojos se desviaron un momento hacia su juguete, deteniéndose un instante sus dedos, mientras un jirón de pensamiento cruzaba veloz por su mente. 

-Los cerezos tienen una forma muy curiosa de dar flores -la voz de Blossom era suave, más grave de lo que uno habría imaginado al ver su porte delgado y femenino, pero cálida para las pocas personas que habían tenido el honor de escucharla; es decir, para Caprice y Orpheus únicamente-. Comienzan a salir en racimos, tímidas al principio, en multitudes después. Cuando los racimos de flores crecen exuberantes, sutiles y livianos, las más oscuras caen por su propio peso. 

Y así, tras aquellas enigmáticas palabras, sus labios se sellaron de nuevo, dando por finalizada aquella extensa conversación. Por supuesto, sus dos amigos sabían a qué se refería. Sabían que estaba hablando de la mala hierba que crecía dentro del Salón de Baile de las Altas Llanuras. Si las otras tres facciones, como la señorita D'Vialdi creía que pasaría, se unían y crecían exuberantes, el señor Bordeaux y su séquito de flores oscuras caerían por su propio peso...

Al menos, eso era lo que ella creía fervientemente.

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13/01/2024, 21:05
Caprice D´Vialdi
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Para Caprice no era desconocida la sensación de un futuro incierto, pero hacía ya mucho tiempo que había aprendido a controlarse y transformar cualquier energía dentro de ella misma en fuerza. Ahora mismo, la sensación de poder que sentía pese al futuro incierto venía del conocimiento de sus fortalezas, pero también de sus debilidades. Eso le hacía conectar con las debilidades de los demás y conocerles a fondo en poco tiempo. En estos momentos no confiaba en nadie, salvo en Orpheus y Blossom, pero eso era suficiente, mucho más de lo que había tenido cuando era una niña. Lo que fuera a pasar, ella lo transformaría en su beneficio.

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13/01/2024, 21:06
Narrador
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Notas de juego

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